Mira a través de la ventana de su habitación. La luna ilumina una calle vacía, no hay nadie. A través de las paredes escucha sollozar a su madre y siente la impotencia de su padre. Y eso, que escondan sus sentimientos, le hace sentir aún peor.
Ningún niño tendría que sentirse así el día de su undécimo cumpleaños. No ha recibido la carta de Howgarts. Cierto es que lo sabían de antemano, pero si quedaba algún resquicio de esperanza, por mínimo que fuera, se ha esfumado ya, cuando el 13 de Agosto ha llegado a su fin.
Cuando cumplió los tres años, comenzaron las dudas de sus padres, "¿Y si...?". Ningún brote de magia. Pero era imposible. Nunca hablaron de ello. Ya pasará. Pero no pasó. Y fue creciendo sano, alegre, vivaracho, y... muerto.
Para él era algo normal, la magia. Veía a sus padres hacerla continuamente, a sus tíos, a la gente mayor. Pero un día, cuando a su prima Elizabeth le empezaron a salir burbujas y estrellitas de la boca, se preguntó, ¿Y porqué no yo?. Se lo hizo saber a sus padres, y estos no tuvieron el valor de decírselo. No con seis años. ¿Cómo manchar el espíritu de un ángel como él? No podían confesarle que estaba maldito. No, porque aún había esperanza. Pero esta se fue acabando conforme pasaron los días.
Ahora observa silencioso la carta de Elizabeth encima del escritorio, comunicándole la fecha del día en el que irán a comprar sus cosas al callejón Diagon. Porque iban a ir los dos, a Howgarts, juntos. Siempre esperaron a que Argus rompiera un jarrón sin tocarlo, a que se hinchara como un globo, a que se volviera verde, a algo. Mientras los demás miembros de la familia se consolaban mutuamente, Argus esperó.
Y ahora no tiene valor para contestarle a su prima que lo siente mucho, pero que no podrá acompañarla.
NA: Solo aclarar que Elizabeth saldrá también en otras viñetas. Es un personaje inventado, pero no es Mary Sue, self-intern, o demás barbaridades. Solo necesitaba utilizar un familiar de Argus, pero que yo sepa en toda la saga de Harry Potter no se menciona ninguno, así que tuve que sacarla de mi imaginación.
