¡Buenas! Empecé un fic de los 30 vicios con la serie Brothers Conflict, y la mayoría estuvo de acuerdo con que hiciera lo mismo para Diabolik Lovers. Cada capítulo tendrá como protagonista a uno de los sexys hermanos Sakamaki. Espero que les guste la idea y disfruten el fic!
Disclaimer: Diabolik Lovers no es de mi propiedad. Pertenece a sus respectivos dueños y a Rejet, yo solo tomo prestados sus personajes para que nos divirtamos un rato.
Vicio 01: Límite
Pareja: Ayato x Yui
Rating: T
30 vicios
Límite
El reloj sonaba dando el anuncio de que ya era medianoche, haciendo eco en toda la mansión. Afuera podía oírse la lluvia caer, los relámpagos iluminando el oscuro cielo y los truenos que resonaban fuertemente haciendo cimbrar las ventanas. Era un escenario digno de una película de terror, aunque la vida de Yui Komori era aún más terrorífica que cualquiera de esas películas de terror.
Respiraba agitada mientras corría por aquellos largos y tétricos pasillos, sus pasos apresurados rechinaban y la torturaban. Sabía que la estaba dejando escapar, sabía que lo divertía tratarla como una presa y verla sufrir. Cada vez que él la mordía lo notaba en sus ojos verdes…. La satisfacción que le causaba el dolor ajeno.
Vivir rodeada de seis vampiros no era nada fácil, sobre todo, cuando uno de ellos era tan egocéntrico como para prácticamente creerse su dueño. Por que para Ayato, Yui era de su propiedad, suya…y solo suya, aunque sus idiotas hermanos trataran de alegar otra cosa.
Estaba a solo unos pocos pasos de llegar hasta la puerta de su habitación, pero de pronto una figura chocó contra ella, deteniéndola y tomándola fuertemente de la cintura. Yui no pudo evitar jadear sonoramente…aunque se sentía como una idiota…había vuelto a caer en la trampa de Ayato. ¿Hasta cuando se repetiría aquella escena?
— ¿A dónde crees que vas chichinashi? ¿Acaso pensabas que serías capaz de escapar de tu ore-sama?—sonrió maliciosamente y con su dedo acarició el contorno de la mejilla de la jovencita
—Ayato-kun…por favor… ya déjame—trató de zafarse en un movimiento aunque fue completamente inútil—Ya has bebido de mi sangre hoy… así que…
Él la miró con una ceja arqueada y a continuación rió a carcajadas.
—Que ilusa eres chichinashi. Yo soy el que decide aquí cuantas veces al día beberé tu sangre—la miró con intensidad—¿Y sabes qué? En este momento me urge hacerlo
La muchacha rubia soltó una pequeña exclamación de sorpresa al sentir como el vampiro la cargaba, sin ningún esfuerzo, entre sus brazos y se giraba en dirección hasta su propia habitación, dispuesto a jugar un poco con ella.
El vampiro pelirrojo abrió la puerta de su habitación y sin nada de delicadeza arrojó a la chica humana contra la cama que, aunque pareciera un cliché, tenía forma de ataúd. Su sonrisa se ensanchó al notar el leve temblor de la rubia.
Yui se sentía impotente, no quería que el bebiera de su sangre pero ¿que podía hacer? Si se atrevía a hacerle frente o desobedecerlo, no dudaba que Ayato la mataría. Suspiró frutrada.
Se acercó hasta ella con paso lento, sin quitarle la vista de encima por un segundo, disfrutando de cada movimiento de la chica. La tomó fuertemente del rostro y acercó su blanquecino cuello hasta sus colmillos.
Se relamió y sin previo aviso…
La mordió…
Clavo sus colmillos en esa suave piel, deleitándose con el dulce sabor de aquella sangre. ¿Cómo demonios podía la sangre de una simple humana como ella saber tan bien? Una vez que bebía una gota, ya no podía detenerse.
Yui lanzó un quejido de dolor y lo miró fijamente a los ojos.
El dolor inicial al ser mordida por un vampiro era insoportable…pero luego todo ese dolor se convertía en un calor abrazador que le secaba la garganta…ella se negaba pero en el fondo le gustaba que Ayato la mordiera…la hacía sentir extraña…
—Dilo chichinashi…—susurró mordiendo con más fuerza
—¿Q-Que quieres que diga…?—jadeó levemente, cerrando los ojos para soportar el dolor.
—Que me deseas…lo siento en todo tu cuerpo, pequeña pervertida—mordió la oreja de la chica con algo de sorna en sus palabras
—Ayato-kun…
Debía detener eso…debía hacerlo pero…
Ayato la estaba besando…
La lengua del vampiro dentro de su boca, logrando que el calor en su cuerpo aumente. Estuvo a punto de dejarse llevar…
¡No! ¡Debía ponerle un límite! No quería acabar entregándole su virginidad al vampiro…por lo menos no en esa situación…
Se sobresaltó al sentir la fría mano del vampiro colándose debajo de su vestido.
—¡No!—gritó con fuerza, empujándolo
El pelirrojo la miró cabreado…¿Se atrevía a oponerse a él? ¿A su ore-sama? La castigaría…
Pero cuando estuvo a punto de avanzar con lo que había empezado, sintió como la chica temblaba y podía notar las lágrimas cayendo de su rostro. Masculló enfadado… obviamente que quería tomar a esa tonta humana como suya pero…no así… no obligándola.
Odiaba a esa tonta…
La odiaba por hacerlo sentir de esa forma…
Por volverlo loco con solo ver sus lágrimas…
Sonrió…el sabía lo que causaba en la rubia, solo debía esperar a que la chica le pidiera que la tomara.
Pondría un límite…
—Lo dejaremos aquí por hoy chichinashi
—¿Eh?—la rubia lo miró sorprendida, sin creerse del todo esas palabras.
—¿Quieres que continúe?
—¡N-No!—exclamó sonrojada, aunque le hubiera gustado decir "sí"
Ayato sonrió confiado al notar la duda en los ojos de Yui, ya llegaría el día en que la rubia sería solo de él y gemiría únicamente su nombre
—Ya puedes irte…pero recuerda—Yui se giró hacia el cuando estaba a punto de salir por la puerta—Si dejas que alguno de mis hermanos te muerda, tendré que castigarte.
La rubia no respondió, simplemente se alejó corriendo de allí tratando de calmar los salvajes latidos de su corazón…
Porque esa noche Yui y Ayato habían puesto un Límite.
Pero los límites, se habían hecho para traspasarlos.
Y ambos lo harían, tarde o temprano.
Fin
¿Qué les pareció el primero de los vicios? ¡Dejen un comentario con su opinión!
El próximo vicio tendrá como protagonista a Subaru Sakamaki!
Nos leemos!
Ja ne~~
