Los personajes no me pertenecen, son de Akira Toriyama.

Pequeña Pan

Hace ya tres años que te conocí y por conocerte me refiero a comprenderte desde la profundidad de tu ser, del alma de niña que aún conservas y la mujer que eres. Te he escuchado llorar y reír y he sabido por qué lo haces. Conozco tus miedos, tus defectos y más que nada, tus cualidades; todo aquello que te hace ser única y especial.

Antes, aunque te veía a diario, no podía decir "sé cómo es Pan", porque solo veía lo superficial. Te observaba cuando iba a casa de tus abuelos a buscar a Goten, eras una niña muy inteligente y activa, nunca te vi quieta en un mismo sitio. Fuiste creciendo y noté que eras ruda, casi como un chico. Yo juraba que Son Pan no tenía ni pizca de delicadeza, solo era ella. Debo admitir que me sorprendiste cuando viajamos por el espacio y no precisamente por el hecho de que te subieras a esa nave sin autorización y que la despegaras, más bien porque a pesar de todo aquello que sucedió allí, te aterraste y no lo demostraste, al menos eso creíste. Me he vuelto un experto en adivinar tus expresiones, sé cuándo estás feliz aunque parezcas enojada. Te dabas la espalda y sufrías en silencio, no querías que tu abuelito Goku creyera que eras una niña débil, entiendo que ser hijo o en tu caso nieta de un hombre muy fuerte te ejerce presión constante y era por ello que siempre querías manejar la situación tú sola, para demostrarle a él que eras una completa saiyajín. Pero te vi en las noches cuando despertabas a llorar y a preguntarte ¿Por qué el mundo es así? ¿Por qué siempre alguien lo quiere destruir? Y te hacías promesas "Seré fuerte", te escuchaba atento, "Daré todo de mí para terminar con esto y llevar las esferas del dragón a salvo", "No quiero ser una carga" te repetías seguidamente. Hoy quiero decirte que nunca lo fuiste, jamás lo podrías ser. Tu presencia en ese viaje fue lo mejor que me pudo suceder, tú encontrabas fortaleza en ti misma, yo era más bien pesimista, creí estar perdido en muchas ocasiones, antes de aquél viaje y no me perdí porque pensaba en otros y en que tenía cosas por cumplir, pero nunca pensé en mí. La primera vez que te escuché llorar a solas, no lo entendí; me dije "ella es como yo, solo quiere impresionar", pero estaba muy equivocado. Como mencioné anteriormente, algo en el viaje te aterró y no solo no lo demostraste, no lo dejaste ser superior a ti, lo eliminaste y tu motivo para ser fuerte no era tu abuelo y nunca fui yo, el "viejo guapo que viajó por el espacio conmigo" como te escuché decirlo. Tu motivo siempre fue tu propia superación, ser mejor de lo que ya eras y eso me lo enseñaste a mí, sin quererlo, sin saberlo.

En la actualidad no hago algo por complacer a otro, no dirijo la empresa porque mi mamá me lo pide, porque es el negocio de la familia, no entreno duramente porque mi padre me obliga; lo hago porque es lo que deseo.

Desde que me dejaste esa enseñanza, disfruto más de mi vida como adulto, pequeña Pan.

Si leyeras esto, probablemente te enojarías, estás ahí sentada, viendo un programa de televisión o al menos simulas hacerlo, pero noto en tu mirada tan oscura como la de tu padre, que hay algo que te atormenta, te enrollas el cabello y haces de tu boca una línea; quisiera ayudarte, pero no lo haré, porque tú me enseñaste que se puede ser fuerte y no solo físicamente. Sé que aquello que te molesta hoy, será solo un recuerdo del mañana, entonces te preguntaré "Amor ¿qué era lo que te preocupaba hace unos días?" y con una sonrisa me dirás "No importa, ya lo solucioné".

Porque me diste una idea de fortaleza y ahora compartes la vida conmigo

Te amo.

Por: Trunks Briefs.