Dojo Tendo por asalto.
Los personajes no me pertenecen a mí sino a Rumiko… bla bla bla, esta es una historia, más que continuación a una historia mía es una consecuencia a La parábola de la simulación, espero que lo disfruten y no es tan necesario leer esa historia para entender esta, espero que la disfruten.
Capítulo 1: El reto.
Ambos chicos caminaban lentamente con dirección a su instituto, el sol se levantaba plácidamente sobre el horizonte, iluminando con los rayos matutinos que anunciaban un nuevo día en Nerima.
-Akane no me agrada que estés más al pendiente de Ryoga que de costumbre…- Espeto el chico de la trenza.
-¿Acaso estas celoso?-
-Claro que no, pero no quiero que te pase nada y no podemos ser imprudentes, teniéndolo cerca solo será un ríes…- Ranma se detuvo antes de terminar lo que iba a decir.
-Pero como puedes decir eso, después de todo lo que ha pasado.-
-¿Qué no vez que solo…?-
-Es nuestro amigo, ahora más que nunca nos necesita y debemos apoyarlo, podrías dejar tus celos aun lado por un momento.-
-¡Ya te dije que no estoy celoso!, es solo que no quiero que seas terca y…
-¡Terca yo!, ¡¿Qué pasa contigo?!-
-Solo déjame terminar.-
-Olvídalo Ranma, eres tan odioso, ¿alguna vez podrías dejar de pensar solo en ti?
La chica de cabello corto se adelantó a su acompañante, dando por terminada la conversación y penetro por la puerta del instituto, mientras a toda prisa se dirigía al salón de clases.
Las lecciones transcurrían de la forma más normal y aburrida posible, como era costumbre. Llegado el receso Ranma busco acercarse a su prometida para hablar con ella, pero cada vez que lo intentaba era evadido. El chico decidió comer solo y con algunas monedas que rebusco de sus bolsillos se dirigió a la cafetería de la escuela, ya cuando la gran mayoría de los estantes había sido saqueada, logro hacerse de un pan y un jugo, se dirigió al patio de la escuela, evitando las mesas ya todas ocupadas.
Tomo lugar a la sombra de un ciruelo con el tronco rugoso, por encima de la cabeza del chico se elevaban botones y flores con forma de campana de color vino, los diminutos capullos que ya habían abierto, mostraban pequeñas rayitas de color amarillo y de su centro sobresalían estiletes de ligera coloración rosada transparente.
-¡Ran-chan!, ¿Qué haz estado haciendo?, te había estado buscando-
El chico que se mantenía ocupado con su improvisado almuerzo, aun con la boca aun llena.
-¡U-chan!, lo que sucede es que tenía ganas de un poco de aire fresco, después de todas estas aburridas clases.-
-No mientras, problemas con Akane de nuevo, ¿verdad?-
Ranma trago su bocado y se limitó a volver la mirada a otra parte.
-Le pregunte donde estabas, se veía molesta, ninguno de los dos sabe disimularlo.- dijo la castaña.
El chico de la trenza solto un largo suspiro, se tiro a la sombra del árbol y junto sus manos detrás de la cabeza.
-Te traje algo de comer cariño.- Mientras Ukyo le giñaba el ojo.
Ranma se incorporó ante esas palabras y vio una pequeña parte de su felicidad volver a él.
La castaña que entre sus manos sostenía un okonomiyaqui de calamar lo estiro a su prometido, el cual lo recibió con entusiasmo y devoro ante el hambre que aún le persistía.
-No deberías pelear con Akane, no después de lo que ha sucedido.-
Ranma aun a devorando el panecillo. –Lo sé pero no es como si pudiera controlarla y más si ella no quiere escucharme hablar.-
-Si bueno Akane tiende a ser agresiva pero debes hacer un esfuerzo.-
-Por cierto, ¿cómo haz observado a Ryoga?-
La cocinera se llevó un dedo a sus labios. -Bueno, es una linda compañía, pero el aun está bastante afectado y aunque trate de ocultarlo es muy obvio.-
-Sí, lo mismo pienso.-
El enorme reloj que se alzaba en el medio de la escuela hizo escuchar las tonadas que anunciaban el fin del receso y obligaba a los estudiantes a volver a los salones.
Ambos chicos se pusieron de pie y tomaron a camino a sus clases, antes de que se separaran.
-Promete que te arreglaras con ella.-
Ranma suspiro –Lo intentare.-
La cocinera le sonrió a su prometido, en cualquier otro momento hubiera aprovechado esa reyerta, pero en esta ocasión sabía que había de anteponer otras cosas.
Justo al terminar las clases, Akane fue la primera en salir, Ranma trato de alcanzarla, pero su torpeza y la somnolencia de las clases le hicieron tropezar con sus compañeros y los pupitres, su prometida le aventajo hasta el patio, el chico de la trenza hizo esfuerzo por alcanzar la.
-¡Akane espera!-
La chica seguía de frente, mas apretaba el paso.
-Akane por favor espera.-
Hasta que Ranma estuvo lo suficientemente cerca como para tomarla del hombro, la hizo detenerse. -Por favor solo escucha un momento quieres.-
La chica de cabello corto se volvió a su prometido, con cara de exasperación.
-Akane se que es algo extraño… pero… veras yo, no sé si este mal… pero…-
-Dilo Ranma.- mientras la chica lo veía fijamente a los ojos.
Justo en ese instante un alarido se escucho detrás suyo.
-¡Saotome!-
Ranma giro su cabeza para ver quien le llamaba. – ¡Ahora no molestes Kuno!-
-¡Como te atreves a hablarles así a tus superiores!- reviro el joven.
-¡Ya te dije que no me molestes!- mientras buscaba golpearlo en la cara, pero Kuno lo esquivo con facilidad y le devolvió el golpe justo en el abdomen.
Ranma se puso en guardia y Ukyo que había visto todo desde lejos se apresuró a encontrar a sus amigos.
-¿Acaso quieres pelea?-
-¡Por supuesto!, ¡Ranma Saotome te reto a un duelo!
-¡Entonces ponte en guardia!-
-Te reto a un duelo y solo para que seas testigo de mi benevolencia, te dejare prepararte, pero solo hasta antes de que caiga el sol, luego encomiéndate porque iré allá y te hare enfrentar tu desgracia.- Kuno se llevó su espada de madera al hombro y dio media vuelta. –Por cierto todos están invitados a ver como derroto a Ranma.-
Tanto Ukyo como Akane sabían que algo estaba pasando, para el oji-azul sería un paseo por el parque, eso pensaba. Mientras toda la escuela Furinkan era testigo del reto lanzado, algunos murmullos eran escuchados.
El albor del dia daba una coloración naranja al ambiente, el calor a pesar del momento del tiempo aún era evidente, los arboles dentro de la residencia Tendo floreaban con coloraciones marrones y rosas que embellecían el paisaje las shimas encarpadas y formadas en hilera bordeando el estanque y justo en la roca más grande se encontraba sentado el chico de la trenza.
-¿No estas preocupado?, Kuno se veía muy confiado- Akane se miraba muy extrañada aun.
-Claro que no, ya no recuerdo las veces que lo he vencido.-
-Hijo estoy muy contento de que seas tú quien se encargue de los retos en este Dojo, pronto tú y Akane se harán cargo de él, que mejor hacerlo desde ahora.- Soun se les había escurrido hasta donde ellos se encontraban, después de degustar la comida de Kasumi.
-¡Papa!- espeto la menor de las Tendo.
El timbre se hizo escuchar.
"Debe ser el" pensó Ranma.
Kasumi con esa gracia maternal se apresuró a abrir la puerta.
-Chicos su amiga Ukyo los busca- enuncio la mayor de las Tendo.
La pareja se dirigió a la entrada a encontrarse con su amiga.
La cocinera aun jadeante y sin dejar que sus amigos pronunciaran palabra alguna. –Chicos, Ryoga… no estaba cuando llegue… lo he buscado… no lo he encontrado… por ninguna parte…-
-¡¿Cómo?!- grito Akane.
-No puede ser, ese tarado.- Ranma aun incrédulo.
-¡Debemos encontrarlo!- aun jadeante la castaña.
El trio se preparaba para salir con la mayor apuración, y justo al abrir la puerta.
-¡Asi que intentando huir cobarde!- justo delante de ellos estaba Kuno con casaca blanca y hakama indigo, junto a Sasuke con mirada arrogantemente.
-¡De ti nunca!, pero parece que tienes el súper poder de la inoportunidad.- reviro Ranma.
-Superior Kuno, podrían dejar su pelear para después, ahora hay algo urgente que tenemos que hacer.- La chica de cabello corto entendia la situación perfectamente.
-¡Esto es inaceptable!, tu miedoso, escondiéndote tras la hermosa Akane, para evitar enfrentarme.-
Ranma ya muy irritado. – ¡Hagámoslo de una buena vez!-
Toda la familia Tendo, junto a Genma y Ukyo habían tomado su lugar entorna a los contrincantes dentro del Dojo tomando como lugar pequeños cojines sombre los que se posaron. El señor Soun y cabeza de la familia haría de árbitro y si fuera el caso se encargaría de detener la pelea.
El chico de la trenza se mostraba completamente confiado.
-Ranma por favor ten cuidado, esto no me gusta.-
-Tranquila Akane, terminare esto antes de que el siquiera de el primer golpe y después iremos a buscar a ese cerdo de Ryoga.-
-Te he dicho que no me agrada que lo llames así.- se quejo Akane.
Kuno interrumpió su conversacion -Antes de empezar, una cosa.- Kuno se erguía tanto como podía y con un tono arrogante. –Esta es una afrenta al Dojo, pongo en juego su honor y cuando yo gane, seré quien se haga cargo de él y tu Ranma Saotome deberás renunciar a tu compromiso con la divina Akane, eso si es que eres un hombre de honor y seré yo quien tome su mano.-
-¡Como te atreves a decidir mi vida Kuno!- Grito la menor de las Tendo.
-Tranquila Akane, eso no va a pasar.- expreso el chico de la trenza sin quitarle la mirada a su oponente.
La chica vio una oportunidad ante tal afrenta. –Está bien Ranma confió en ti, pero si tú pierdes Kuno dejaras de molestarnos, es más, no solo eso sino que te cambiaras de escuela y te llevaras a tu hermana contigo.-
Tatewaki volvió la mirada a la chica y le dedico una risilla con arrogancia. –Acepto.-
Soun hizo señas a los dos para que se acercaran, dictamino los limites bajo los que se regiría el combate y temino diciendo. –Peleen con honor chicos.-
Kuno tomo posición empuñando su espada de madera con ambas manos, Ranma le imito tomando guardia.
Soun apartándolos con una mano, ligeramente inclinado, se apartó repentinamente gritando. -¡Comiencen!-
kuno sujeto su espada con ambas manos en posición horizontal a la altura de sus hombros, con movimientos rápidos dio un par de estocadas, después un estoque largo sobre su oponente, Ranma los esquivo con facilidad ladeándose de derecha a izquierda, el chico de la trenza aprovecho el espacio entre embestidas saltando sobre su rival aterrizando a espaldas a Kuno, el chico de la casaca blanca con los brazos estirados giro sobre si en 180 grados, con un golpe en corte a la altura del pecho, el chico de la trenza brinco de nuevo para evitar el impacto y justo en la altura de su salto, clavo la planta de su pie en la cara de su sempai.
-Demasiado lento Kuno.- Ranma se paró con descaro y las manos en su pantalón, mientras su rival caía lastimosamente de espaldas.
-¡Saotome!, deja de huir- Tatewaki se incorporó bruscamente e intento reanudar sus golpes, en esta ocasión cada vez que Ranma esquivaba su espada de madera le devolvía un golpe primero en el pecho y el estómago, pero al ver que Kuno no desistía, opto por golpear más fuerte y la cara, el capitán de Kendo casi se desploma, pero logro mantenerse en pie. Noto como escurría sangre de sus fosas nasales, enfureció.
-¡Ríndete ya!- Espeto Ranma.
De nuevo el chico de la casaca blanca se abalanzó sobre su oponente, ya con más furia que técnica busco conectar un golpe sobre el chico oji-azul en un movimiento vertical girando todo su brazo para golpear con mayor fuerza aprovechando la inercia, Ranma extremadamente confiado no hizo intento de evadir el porrazo, por el contrario lo recibió con el antebrazo en lo alto cubriendo su cabeza. Al sentir el impacto el chico de la trenza se estremeció y sintió un tremendo dolor que paralizo los músculos de su brazo, Kuno aprovecho el momento y conecto con la mano que le quedaba libre en el vientre de su odiado rival, haciendo que este se doblara del dolor, por un instante quedo expuesto y de nueva cuenta Tatewaki empuño su espada con ambas manos preparando un remate. Ranma como pudo gano la posición sujetándolo por el cuello y después derribándolo con un agarre de judo estampándolo contra el suelo de la forma más violenta que pudo, el piso del Dojo lo resintió y se resquebrajo bajo ellos.
-¡Acaba ya con esto Ranma!- Akane grito a todo pulmón tras ver como se resentía del dolor su prometido.
El chico de la trenza la miro y un instante después le conecto un certero golpe en el cuerpo a Kuno que se mantenía postrado, para asegurarse que no se levantara.
Soun se acercó al cuerpo del retador, para saber si podía continuar o debía detener la pelea.
El capitán de Kendo aún se movía, apoyo sus manos para incorporarse con la nariz aun sangrante. –Esto se acaba aquí Saotome!-
El chico de la trenza ya le había dado la espalda y se habia alejado unos pasos, aun con el dolor en su brazo, que mantenía retraído hacia su pecho, se giró hacia Kuno en forma altiva. – ¡Tú no entiendes!-
-Ranma alto, esto ya ha llegado demasiado lejos.- dijo Genma con preocupación al ver a los chicos.
-Por favor deténganse.- continuo las suplicas Kasumi con el rostro lleno de impotencia.
Nabiki solo les miraba sorprendida.
El retador se incorporó de nuevo extendió los brazos de par en par con la bokken en su mano derecha. -Ni se les ocurra detener la pelea.- aulló Kuno.
El chico de la casaca blanca se abalanzó iracundo sobre su rival, Ranma lo recibió con un codazo en la cara, volvió a golpearlo con el puños de la mano que le quedaba tanto como pudo, pero Kuno no se doblaba ante el castigo, el ojiazul pateo de empeine el abdomen de su sempai, no vio mella en él y decidió impulsarse con una vuelta en el aire sobre su eje para conectar otra patada, su contrincante vio la apertura del movimiento, empuñando su sable de madera con sus dos manos tomo tanta retroceso como pudo e impacto en el pecho de Ranma antes de que pudiera golpearlo con su patada. Callo en seco.
-¡Ranma!- vocifero Ukyo con el rostro desencajado.
-¿Cómo es que Kuno es tan fuerte repentinamente?- Se intrigaba Akane y a su amiga.
-No lo sé, pero si Ran-chan no termina esto rápido…-
-Mi Señor va a aplastar a ese debilucho, no tiene ninguna oportunidad, y aunque él lo derribe el Señor Tatewaki va a seguirse levantando por que tuvo el mejor entrenamiento.- sentencio Sasuke.
-¿De qué entrenamiento hablas?- pregunto Ukyo mientras le dirigía una mirada de intriga.
El ninja solo rio burlonamente.
Ranma trabajosamente busco ponerse de pie para continua, el dolor en su pecho y su brazo era extremo, "¿qué estaba ocurriendo?'" se preguntaba, su agilidad y destreza eran la misma pero su fuerza y resistencia habían aumentado notablemente, en cualquier otra ocasión lo habría derrotado con ridícula facilidad, pero esta vez era diferente. Kuno aprovecho la incapacidad momentánea de su rival y lo lanzo contra una de las paredes del Dojo, lo midió un instante y acto seguido se lanzó sobre él. Se ello un estruendoso crujido. Ambos atravesaron la pared vieja de madera carcomida y cayeron bruscamente al otro lado justo en el pequeño jardín del Dojo.
Toda la familia Tendo salió tras ellos, junto a Genma, Ukyo y Sasuke. Las mujeres veian con gran preocupación. Una corriente de aire soplaba y rechiflaba cortando el silencio y la tención que causaba el cruento combate.
La sangre de Tatewaki teñia una parte de su casaca en la parte frontal, la hemorragia se había detenido por un instante, Ranma adolorido y aun boca arriba intentaba ponerse de pie.
-Acepta tu destino Saotome.-
-Voy a ganarte una vez mas Kuno, tenlo por seguro.- El chico de la trenza le miraba con enojo evidente.
Ranma hizo señas para que su oponente fuera a por él, el capitán de kendo obedeció y comenzó con cortes de lado a lado con su bokken, el oji-azul hacia movimientos esquivos, caminando hacia atrás en un movimiento en espiral.
-¡Ranma no te confíes!- le recalco Akane nerviosa.
-Va a usar el Hiryu Shoten Ha…- expreso Ukyo en tono suave.
La agilidad de Ranma y su capacidad de esquivar se había visto minada por los duros impactos recibidos a manos de tu contrincante y de nueva cuenta recibía golpes con la espada de madera de Kuno, en cada ocasión le costaba enormidades mantenerse de pie para seguir con su técnica. Casi llegaba al centro de la espiral imaginaria que había dibujado en el patio con su mente, pero no pudo eludir un nuevo golpe directo. El chico hizo un esfuerzo sobrehumano y se apresuró a dar el impacto final, las ventiscas que expedía la técnica se hacían cada vez más presentes y justo en el preciso momento que dirigía su golpe a Kuno para hacer chocar las auras de los dos, Ranma dio un pequeño resbalón debido a lo débil de sus extremidades y perdió momentáneamente la intención y la guardia, Tatewaki lo aprovecho y en un movimiento desentiende dio de lleno en la cabeza de su rival, rompiendo la espada en dos. La técnica del chico de la tranza no fue lo suficientemente fuerte y solo levanto tierra, polvo y a Kuno lo empujó hacia atrás un par de metros.
Cuando por fin la tolvanera se disipo dejo ver Ranma postrado en el piso boca abajo y Kuno arrodillado a un par de metros. Soun se acercó a ambos, mientras el resto de la familia Tendo, Ukyo y Genma tenía el rostro palido. Sasuke se veía con una sonrisa de oreja a oreja.
Soun intento mover a su futuro yerno pero no respondía. –¿Ranma estas bien?… vamos hijo ponte de pie...- El chico estaba noqueado.
-No se va a levantar mas.- afirmo Kuno
Con enorme pesar en sus palabras y una voz que se quebraba Soun dio veredicto. –Ranma no puede continuar Kuno es el vencedor.-
Continuara…
