Fetiches.

.

.

By Sato Vampire

.

.

N.A: Saludos queridos lectores, una vez más soy yo. Sato Vampire quien me vengo a asomar por esta sección de fanfiction con pequeñito gran One Shot. Sé que algunos me recordaran por anteriores fics Advanceshipping, y de hecho se de consciencia que antes fui un Advance irrevocable, lamentablemente parece que me eh vuelto al lado oscuro de la fuerza XD Ok, ok desde cuando estaba en el lado luminoso…naaa.

Bueno en asuntos más serios, desde hace tiempo anhelaba poder escribir un fic Lemon, digno de competir con mis creaciones basadas en gore, acción y tragedia. Hoy por hoy admito que esa idea pensaba estar basada en un tema Advanceshiping pero lamentablemente no lo será.

El lemon que les traigo es mi primer trabajo de pokemon y mi segundo trabajo Amourshipping. Puede que resulte algo inusual para la mayoría de lectores de Lemon pero es mi fic mi idea y mis afecciones, así que ni hablar.

Ok dejemos la charla para después, por ahora disfruten de este one shot y si les gusta pues ya saben dónde poner favoritos. Corre cinta.

.

.

Sinopsis

Ash siempre fue ajeno a las relaciones sociales con el sexo femenino, en lo que a terrenos fuera de la amistad, consistían. Eso no quiere decir que fue un cerrado a la interacción con las chicas y todo lo que ello resultasen Sin embargo, con el paso del tiempo sus instintos primitivos más que desaparecer, parecían cobrar fuerza. Lamentablemente seria su amiga de la infancia; Serena quien resulte ser la deudora que cumplirá todas las "diversiones" de su "querido" amigo.

Advertencia: Lemon explicito, insinuación a fetiches, nudismo, erotismo y demás aberraciones sexuales explicitas o implícitas. Leas bajo su propia responsabilidad. Preferencia, mayores de 18. Lo de ley. No me culpes después.

.

Capítulo 1. Incontrolable

.

.

Tras reunir el agua del grifo en sus manos, Ash literalmente se golpeó la cara con el agua fría. Pestañeo un par de veces mientras sus palmas se cerraban sobre sus rostro y las deslizaba por sus nariz y boca, levanto la vista hacia el espejo que estaba frente suyo, intentado apaciguar al demonio que se escondía dentro de su cuerpo.

"¡Deja de pensar en eso!" era más un orden que una petición que por fortuna solo se escuchó en ese cuarto. El baño era pequeño y solo disponía de unos cuantos servicios además del lavamanos donde ahora se estaba "duchando". Este era el cuarto pomo de agua que se echaba encima y a esta altura hasta su ropa misma se había mojado, al menos el cuello de su camisa y su chaqueta. Su gorra se hallaba sobre la pileta a su derecha, pero ni así se había salvado de unas cuantas gotas de agua.

La razón por la que nuestro buen amigo se estaba dando baños de jícara en el sanitario, era porque intentaba apaciguar la "calentura" que amenazaba con fundir su mente y quemar con sus pulcros y nobles ideales, cambiándoles por un frenesí de poder salvaje y primitivo. En términos más simples, intentaba nublar la maldita lujuria que lo estaba matando.

Seguramente se preguntaran. ¿Ash Ketchum lujurioso? Bueno no es algo tan descabellado, al menos si lo vemos desde la perspectiva del aludido. Quien por ahora tenía un pequeño, bueno más bien un gran problema con cual lidiar.

"Tranquilo Ash…tranquilo…piensa en otra cosa…piensa…en la próxima medalla, ¡Sí! Piensa en nuestra próxima batalla, piensa en que pokemons utilizar y cuales entrenar…piensa en la comida…diablos…no pienses eso ¡No pienses eso…!" El pobre entrenador hacía referencia quizá al único placer al que se arrojaba con mucho gusto; la comida, pero oh cruel realidad. Esto termino siendo un activador de aquel otro hasta hace poco suprimido "placer"

El joven estrujo sus manos en puños que temblaban mientras seguían sobre el lavamanos, se separó un poco más del reposabrazos y con su cabeza inclinada en intentar negar sus oscuros pensamientos cerro sus ojos en un intento inútil por bloquear lo que venía, pero sabía que su mente enviciada le fallaría, como le estaba haciendo últimamente.

En su mente a pesar de no ver nada más que momentánea oscuridad, pudo ver algo…eran…un par de pies descalzos. Pero no cualquier par de pies…estos eran unos refinados pies delicados, de tonalidad durazno, un poco más blanquizco en donde se apreciaban sus estilizados talone y empeines, con un tono rosado carmín en sus delicados y suaves arcos y esos dedos…lindos, que eran como pequeñas motas de algodón, coronados por unas bellísimas uñas, color rosa pastel bien delineadas, de admirable forma, lo que indicaba un cuidado exigente. ¿Quién sería el hermoso ángel que fuese poseedor de tan divinos y hermosos pies de cristal? Tan claros y visiblemente suaves como seda o satín.

.

Al ver aquellos delicados pies femeninos, él azabache perdió todo rastro de conciencia o lógica posible. Sabia de quien eran aquello piececitos, lo sabía muy bien, lentamente la imagen que se desarrolló en su mente, fue más allá al mostrar las manos del joven, aun cubiertas por sus guanteletes negros mientras temblorosa y tímidamente se acercaban más y más hasta casi rozar la delicada dermis de aquellos pies, que al rose con sus yemas sintió terso suave y cálido. Una sensación por mucho, más indescriptible que culmino en un dolor muy intenso surgido en su entrepierna.

Ash levanto la vista, y esta fue premiada por la visión de aquellas piernas largas y delgadas como las de una Gardevoir…que terminan donde una falda corta de tablillas de color cereza apareció, Ash sabía que dichas piernas eran de una chica en especial. Una que considero una gran amiga desde su infancia. Casi podía decir que era como su hermana. Eso último no sonó tan grato.

Esto era sin duda insoportable para el pobre azabache, su dolor físico por intentar evitar el desfogue de sus instintos era desquiciante, quizá lo único que se comparaba con su culpa, eso era porque a pesar de no conocer demasiado del tema sabía que no eran siempre vistas de buen modo. Sobre todo por las mujeres y por ello se sentía mal; enfermo, fatal. Pero al mismo tiempo, ansias deseosas de proseguir enfocándose a ello como un vicio, una droga. Quería…ver más allá de donde las ropas cubrían, quería admirar aquellos pies y tocarlos con un afán hasta entonces desconocidos, y casi como un escozor, sus labios sintieron temblar…

Imaginariamente sintió el toque de sus manos sobre aquellos pies con algo más de deseo, como un depredador que tomaba a su presa y no pretendía soltarla. Pero casi de inmediato aquella persona aquella chica respondió negativamente.

.

-¡Ash no…! –la voz de esa chica le asalto por medio de esta demanda. Ash entonces enfoco su visión en aquella joven. Lo siguiente fu aún más desquiciante y difícil de soportar. El rostro de ángel de nadie más ni menos que Serena, su amiga de infancia, su actual acompañante que junto con los hermanos Limone; Clemont y Bonnie viajaban desde que había arribado a la región de Kalos.

Lejos de la realidad que esto significaba, Serena era ahora su centro de atención. Su rostro aunque un poco intimidado, era hermoso y fino, bello y celestial, su cabello castaño miel sedoso, suave y largo como una bella cascada de rizos dorados. Y lo que posiblemente era tan atractivo o más que sus hermosas piernas o sus delicados pies; sus ojos, de color celeste aguamarina.

Sin embargo algo que le llego a atemorizar fue la actitud de Serena ante sus caricias. –¡Ash! Detente, me estas asustando…

.

El azabache abrió sus ojos turbiamente alterados. Dándose cuenta de que lo que había acontecido, no iba más allá de un sueño mundano, bueno más bien no tan mundano. Cundo su vista hubo recuperado por completo su enfoque, se vio a si miso reflejado en el espejo. Su cabello mojado, su rostro turbado su mirada, aun pérdida con lo que podía reconocerse como unas ojeras nacientes en la comisura de sus parpados.

Sus ojos castaños, chocolate denotaban cierta confusión y algo que podía ser parecido a un estado narcótico. Soltó una especie de suspiro, cansado de alguna forma. Algo no andaba bien, su otro yo del espejo se veía sonrojado a pesar de su tez morena, y sin embargo, el calor que hasta hace poco le carcomía la mente, parecía ir en franca etirada…pero ¿Porque?

Tras flexionarse un poco y mientras balanceo el peso de una pierna a otra, sintió algo húmedo en la zona de su entrepierna, con ligera sensación presente en lo más cercano de su muslo izquierdo. Aun sin consciencia de lo que había acontecido aun, Ash se incorporó en su altura total, miro a su otro yo del espejo y luego desvió su mirada a la zona intima de su reflejo.

A pesar del tono oscuro de su pantalón y de lo grueso de la tela, ahí estaba a simple vista y sin necesidad de hacer gran búsqueda salvo que fuese oculto por algo más. Una mancha de humedad, pequeña pero suficiente para develarse por sí misma. Resultando la respuesta de porque parecía que aquella sensación agobiante se había ido ya.

Consciente de lo que era y sabedor que aquello no era "orina" Ash sintió la vergüenza gestándose en su vientre, denotando tinte rojizo en sus mejillas. Las pruebas lo confirmaban. Ash Ketchum había tenido un "sueño húmedo" bueno a falta de un término ms apropiado…si era un sueño húmedo. Como siquiera pensar que la simple imagen de Serena y de sus pies le llevasen a un grado de excitación tal que le produjeron un orgasmo. ¿Qué clase de monstruo era él?

En efecto se sintió culpable, por ello. No solo por el hecho de fijar a su amiga casi hermana como objeto de su fantasía pervertida. Sino porque, sea producto de su mente o no, algo dentro de su yo más oscuro, se había excitado aún más cuando miro a la chica asustada sus ojos celestes cautivadores lucían atemorizados, sinónimos de una especie de atracción por su actitud reamente encantadora, pero además, algo que lo asustaba a él también.

.

.

-Soy…de lo peor…-Ash se maldijo a si mismo tras observar su mano desnuda ahora, frotando sus dedos e inspeccionando el líquido espeso y blanquizco que se embarraba entre sus dedos. Se sintió como un depravado o un degenerado…no tenía cara para ver a Serena de frente, tampoco a ninguna otra chica ni siquiera a su madre. ¿Que era ahora él…?

.

.

TOCK TOCK

.

.

Un par de golpes suave se escucharon contra su puerta, sacando al azabache de sus pensamientos recriminatorios. Miro hacia la puerta mientras apresuradamente cerraba su cremallera y lavaba sus manos para limpiar todo vestigio de semen.

.

.

-¿Si…? –Pregunto un poco confuso y algo atemorizado, pero luchando al máximo por disimularlo. Una voz familiar y por ahora tranquilizante le respondió.

-Ash, soy yo. Clemont. Disculpa que te interrumpa, pero como has demorado algo de tiempo…bueno, solo quería decir que Serena este algo preocupada pues es raro que estés ausente cuando la comida esta lista. Y quizá te sientas un poco enfermo. –Si Clemont supiera que tan enfermo se sentía Ash.

-Estoy bien…Clemont. Bueno…solo un poco…cansado…-Fue lo que pudo encontrar a la mano.

-¿Está todo bien Ash…? Si quieres decir algo no dudes en hacerlo. –Clemont podía ser joven pero tenía una madurez digna de reconocer.

-Descuida…puedo manejarlo. En un momento les alcanzo. Pueden empezar su mí. –Convencido a si mismo que debía disimular su accidente Ash sonó lo más convincente que pudo.

-De acuerdo. Tomate tu tiempo amigo. –Clemont termino convencido y unos pasos cada vez distantes se escucharon perderse en el pasillo.

.

.

Tras notar la ausencia de su amigo. Ash miro de nuevo al espejo. Afortunadamente aun traía consigo su mochila. No tenían mucho tiempo de haber llegado al centro pokemon y podría sacarle provecho a esto, seguramente traería una muda de ropa interior, aunque la mancha en su pantalón no seria tan fácil de encubrir, salvo quizá; por el hecho de estar casi empapado y tener trazas de agua por toda su ropa.

Sin más que poder hacer, Ash miro su mochila y por un momento recordó el primer día que volvió a conocer a Serena. Fue gracias a dicha mochila, la excusa perfecta para que la joven se acercase…Ash no le guardaba ningún rencor, pero se sentía culpable por ser él el pervertido.

.

.

-Serena…por favor perdóname…-mentalmente le pidió disculpas a su amiga, aun cuando fuese una fantasía solo para su mente sucia, eso era suficiente falta de respeto según el criterio del joven.

.

.

Culpándose nuevamente procedió a abrir el cierre en búsqueda de una muda nueva de ropa.

.

.

.

Continuara…

.

.

.

Bueno hasta aquí llegamos con este nuevo fic. No pienso hacer de ello, un enorme fanfic, pero al menos podremos disfrutar de este interesante trabajo Lemon, en el cual; poder expresar una especie de conducta obsesiva compulsiva de cierto azabache. Claro que no sin cobrar factura que para Ash será algo muy difícil de afrontar.

Además, no olviden a Serena que por cierto no es una blanca palomita inocentona. Jejeje será curioso ver qué sucede cuando ella en su franca "inocencia" se encuentra con un demonio lujurioso a mitad de la noche en un pasillo oscuro del centro pokemon. Impactante será saber que ese demonio será nadie mas ni menos que Ash Ketchum su amor platónico. XD

Ok nos estaremos viendo, de mientras disfruten de la velada. Y considérenlo un buen aporte para la sección de fics en español amourshipping

Sayonara.