Hola... este es mi primer fanfict aca... tambien tengo cuenta en en donde tambien publique esta historia... espero les guste...
Todos los personajes de Frozen pertenecen a Disney...
Un mes había pasado ya de la coronación de la reina de Arendelle, la normalidad y el verano habían vuelto al reino. Elsa era libre y nunca en su vida había sido tan feliz. Por fin podía abrirle la puerta a su hermana cada vez que la llamaba, ya podía disfrutar de su vida, ya no tenía miedo de su gran poder.
Anna, por su parte, disfrutaba cada momento que podía pasar con su hermana, ya que creía increíble que al fin estuvieran mas unidas que nunca. Las hermanas tendrían sus responsabilidades en el reino, sobre todo Elsa ya que era la reina, pero cada momento libre lo pasaban juntas, jugando como dos niñas. Hacían las cosa que de pequeñas no pudieron. Además de esto, estaba su nueva relación con Kristoff. La princesa nunca se sintió tan amada en su vida ya que su hermana había dejado de hablarle y sus padres habían muerto en aquella tormenta. Ahora la felicidad y el amor estaban en cada rincón del castillo y cada rincón del reino.
No todo había terminado, aun faltaba algo…
El día comenzaba y la princesa Anna raramente despertó con él. El gran ventanal de su cuarto estaba cubierto por un hermoso cortinado, pero un pequeño rayo de sol entro dándole en la cara. Comenzó a moverse cubriendo su cara del sol entre las mantas tratando volver a conciliar el sueño pero era imposible, abrió los ojos y maldijo al sol mientras limpiaba la saliva que tenia en la mejilla.
-¿Por qué? Es muy temprano…- se quejaba. -Las noches deberían ser mas largas, así puedo dormir mas.- Se sentó en la cama para acomodarse el pelo y sacárselo de la cara. De repente su mirada cambió. De dormida a traviesa. Algo se le había ocurrido.
Salió corriendo de su habitación en bata y camisón hacia el dormitorio de su hermana. Al llegar, se detuvo frente a aquella gran puerta con decoraciones en azul, la melancolía la atacó por un momento, recordando las tantas veces que ella se había parado ahí y había tocado para ver a su hermana. Una sonrisa apareció en su rostro.
-Ya todo eso terminó- el alivio se veía en su rostro. No se detuvo ni un segundo mas, no trato de tocar la puerta esperando una respuesta como lo había hecho incontables veces desde que era pequeña. Abrió la puerta cuidadosa y silenciosamente y se asomó para ver a su hermana durmiendo. Entró y cerró la puerta sin golpearla, se acerco a la cama y observó como la reina dormía, esa típica sonrisa malvada apareció en su rostro. Sin pensarlo dos veces se lanzó de un salto hacia el lado vacio de la cama despertando a la reina de inmediato.
-¡Arriba que ya es de día!- exclamó contenta.
-Anna…ya déjame dormir que es temprano…- dijo con cara de dormida y los ojos entrecerrados Elsa mientras se daba vuelta para seguir durmiendo. –Ve a dormir o a atormentar a alguien a quien le guste despertar temprano.-
-¡Ho, vamos Elsa! A nadie le gusta despertar temprano… ¡Despierta!- gritó mientras la sacudía. Pero Elsa quería seguir durmiendo así que empujó a Anna haciendo que cayera de la cama.
-¡Oye!- exclamó sentada en el piso -¡Eso no vale!- se levanto y jalo de la manta haciendo que Elsa quedara al descubierto.
-¡No, que tengo frío!- se quejó dormida. Hasta que se dio cuenta de lo que había dicho y abrió los ojos. -¿Qué estoy diciendo? ¿Frío? ¿Yo?- se cuestionaba media dormida -¿no ves que estoy dormida aun?- regañó -¡estoy diciendo cosas sin sentido alguno!-
-La verdad es que si- ambas comenzaron a reír. Anna se recostó al lado de su hermana la cual se rindió y se quedó despierta.
-¿Por qué te despertaste tan temprano? Sueles dormir mucho más-
-Un rayo de sol que entró por la ventana tiene la culpa. Las noches deberían ser mas largas, dormir es tan lindo…- suspiró con decepción la princesa.
-Tienes razón en eso- contestó sonriendo la rubia.
-Es tan increíble que al fin podamos estar juntas Elsa-
-Si que lo es, luego de tantos años sin poder estar con tigo… al fin-
-Esos años terminaron- dijo Anna sonriendo. –Si mama y papa estuvieran vivos estarían muy felices de que esto al fin este pasando. Estarían orgullosos de ti- tomo la gélida mano de su hermana.
-desearía que estuvieran con nosotras- la melancolía apareció en su rostro.
-Si…- afirmo con tristeza mirando el techo.
Hubo silencio por unos minutos. Aunque hubieran pasado años ellas los extrañaban.
-¿Y si dormimos un rato mas?- preguntó Elsa pidiendo un poco de piedad a su hermana.
-¿Es en serio?- agarro la almohada y golpeó a la rubia para que no se durmiera.
-¡Ayy!- ésta gritó y con un solo movimiento de dedos hizo que una bola de nieve golpeara el rostro de la pelirroja. Ambas comenzaron a reír.
-¡No vale que uses tus poderes!-
-¡Claro que vale!- dijo ésta riendo mientras hacía que un montón de nieve empujara a Anna de la cama.-
-¡Esto es la guerra!- declaró la menor con una bola de nieve en la mano.
-¡No te atrevas!- advirtió Elsa, pero ya era tarde, su hermana estaba decidida y le arrojó la bola en la cara
-A eso se le llama tomar un poco de tu medicina- rió.
-¡Te arrepentirás!- formo una cantidad de nieve y la arrojo sobre Anna haciendo que quedara enterrada hasta la mitad del cuerpo.
Toc, toc, toc.
Alguien la puerta tocó.
-¿Si?- preguntó la reina mientras armaba otra bola de nieve.
-Su Majestad, soy yo Gerda. Ya es hora del desayuno…no se si lo prefiere en la cama o en el comedor.-
-Ho…si… En la cama por favor… y trae un desayuno para dos personas que un ratón se metió en mi cama Gerda- Dijo mirando a Anna quien fingía estar enojada.
-Enseguida Su Majestad- al decir esto se retiró y Elsa aprovechó para lanzarle la bola a su hermana.
-Voy a deshacer toda la nieve antes de que se moje mas la cama- dijo entre risas la reina y moviendo la mano derecha haciendo un espiral, hizo que la nieve desapareciera.
Ambas se sentaron contra el respaldo de la cama en la espera del desayuno. Alguien nuevamente la puerta tocó.
-Adelante-
Dos sirvientes entraron con bandejas en sus manos con deliciosos bocadillos y chocolate caliente para ambas hermanas. Estas agradecieron y los sirvientes se retiraron.
-¿Qué podemos hacer hoy?- pregunto Anna.
-Yo no se que harás tu, pero yo tengo correspondencia que leer y unos papeles que firmar- su expresión de torno a una de preocupación-
-Eso suena aburrido… ¿Elsa que ocurre?- pregunto al ver como la cara de su hermana había cambiado.
-Ayer me llegó una carta de Las Islas del Sur- informó la platinada con seriedad.
-¿Qué? ¿Por qué?- cuestionó Anna con sobresalto ante la noticia. -¿Y qué dice?-
-Al parecer el rey ha sentenciado a Hans a la horca…- dijo con tristeza en sus ojos haciendo que su hermana se sorprendiera -pero la reina no quiere ver la muerte de uno de sus hijos y me pidió encarecidamente que lo recibiera como sirviente hasta cuando yo quiera como castigo por el intento de la toma del trono- la inseguridad la dominaba.
-¿EEEE…?- grito Anna desconcertada -¿Y tu aceptaste? Oye…no estas tan loca como para aceptar- afirmó, pero al ver la cara con la que Elsa la miraba agregó -¿O si?-
-Anna…debes comprender- comenzó -odio a ese hombre por lo que te hizo, por lo que me quiso hacer a mi…pero si yo no aceptaba él iría a la horca y sería por mi culpa… y yo no podría vivir sabiendo que una persona murió por mi causa, además nuestras relaciones con ese reino se arruinarían si su hijo muriera por eso.-
-¡Pero Elsa! ¡Trató de matarnos a ambas! ¡ ¿Estás loca?- no podía creer lo que escuchaba.
-Anna…entiende… ¿tu dejarías que muriera si puedes evitarlo?- Anna la miro con enojo entonces agregó –si su muerte recayera en tu conciencia…- Esto hizo que Anna lo pensara…
-Tienes razón- razonó. –Pero… ¿sirviente?
-El no tendrá el titulo de príncipe hasta que yo disponga. Además voy a coordinar para que no tengas que verlo si no quieres.-
-Espero que sea así porque si lo veo otro puñetazo es lo mínimo que recibirá-
-Está bien- rió la reina.
-Sigamos comiendo antes de que digas otra noticia amarga y se me vaya el hambre- dijo seria Anna tratando de tomar su chocolate.
-El llega mañana-
-Perfecto… se me fue el hambre…felicidades Su Majestad lo ha logrado, ahora tiene desayuno doble- regaño mientras se cruzaba de brazos.
-¡Siii!…¡mas para mi!- comenzó a reir a carcajadas haciendo que su hermana riera también.
-Al menos ten piedad de mi y dame unas galletas-
-¿No era que no tenias hambre?- vio el puchero que estaba haciendo su hermana –Bueno… termina tu chocolate y toma esas galletas, pero yo me quedo con lo demás jajajaja- rió.
El resto del día fue tranquilo. Anna Salió a ver a Kristoff con Olaf mientras que Elsa leía y respondía cartas llegadas de otros reinos, las cuales eran de negocios, felicitaciones por su coronación y cosas así.
Estaba en su despacho cuando alguien la puerta tocó.
-Pase-
-Su Majestad- Entro Kai –Recuerde que tiene que decirme cuales serán los deberes del príncipe Hans-
-Será solo "Hans" hasta nuevo aviso- Informó sin quitarle la vista a los papeles que firmaba.
-Si, perdóneme por favor- pidió el mayordomo mientras hacía una reverencia.
-No hay problema Kai, cuando sepa cuales serán sus quehaceres te informare, por ahora no tengo idea de que puede hacer.- Levanto la vista para ver a su mayordomo personal. -¿Podrías hacer una lista de quehaceres que no estén bien cubiertos por favor? Asi elijo entre ellos algunas tareas para él-
-En seguida Majestad- y con esto se fue cerrando la puerta.
Solo quedó una reina insegura de lo que podía hacer con ese ser humano que había tratado de matarla.
Bueno...espero les haya gustado... pronto estaré subiendo mas capitulos... espero sus comentarios... gracias por leer
