REVELACIONES

Capítulo uno: La pelea

"Déjalo en PAZ"

James y Sirius se dieron la vuelta. La mano de James brincó hacia su pelo desordenándolo más de lo que ya estaba.

Era una niña de las que estaban en la orilla del lago a las que James estaba viendo. Tenía el pelo rojo oscuro que caía en sus hombros y ojos verdes brillantes.

" Todo bien Evans?" Dijo James, y el tono de su voz fue mas maduro al hablarle.

"Déjalo en paz" Repitió Lily. Veía a James con gran desagrado. "Que te ha hecho?"

"Bueno," Dijo James e hizo como si reflexionara "Es mas el hecho de que existe, si sabes a lo que me refiero…"

Muchos de los que veían se rieron incluyendo Sirius y Wormtail, pero Lupin, tratando de interesarse en su libro no lo hizo, ni tampoco Lily.

"Te crees muy chistoso" Dijo ella fríamente. "Pero eres un sinvergüenza, bravucón y arrogante Potter. Déjalo en paz"

"Lo haré sisales conmigo, Evans." Dijo James rápido. "Vamos… sal conmigo y nunca pondré una varita en el viejo Snivelly de nuevo."

Atrás de él, el hechizo que le había puesto a Snape se estaba acabando y Snape estaba tratando de alcanzar su varita.

"No saldría contigo si tuviera que escoger entre ti y el calamar gigante." Dijo Lily.

"Mala suerte Prongs" Dijo Sirius volteándose y viendo a Snape. "AY".

Demasiado tarde; Snape apuntaba a James con su varita; hubo un rayo de luz y la cara de James estaba sangrando. James giro rápidamente sobre si mismo y al segundo hubo otro rayo de luz y Snape estaba colgado boca abajo en el aire, su túnica cayéndole en la cara revelando unas pálidas, y flacas piernas.

La gente en la pequeña multitud vitoreaba a James. Sirius, James y Peter rieron.

Lily, quien su expresión de furia parecía haberse ido y como si fuera a sonreír, dijo "Bájalo"

"Claro" dijo James y con un giro de su varita Snape cayó al suelo. Apresurándose a acomodar bien su túnica, se paró rápidamente y tratando de agarrar su varita Sirius lo detuvo diciendo "Locomotor mortis" y Snape se quedó tieso sin poder moverse.

"DÉJENLO EN PAZ" grito Lily. Tenía su propia varita afuera ahora. James y Sirius la miraron asustados.

"Ah Evans no me hagas hechizarte" Le dijo James.

"Quítale la maldición entonces"

James suspiro profundamente luego se volvió hacia Snape y murmuró el contra hechizo.

"Ahí tienes" Dijo él mientras Snape se ponía de pie otra vez, "Tuviste suerte de que Evans estuvo aquí Snivellus"

"No necesito ayuda de una asquerosa sangre sucia como ella" Dijo Snape casi sin voz, Lily parpadeo. "Bien" dijo ella. "No me molestare en el futuro. Y yo lavaría mis calzones si fuera tu Snivellus"

"Discúlpate con Evans!" James le dijo a Snape, su varita apuntada directo a él.

"No quiero que tu lo hagas disculparse" Lily grito volviéndose a James. "Eres tan malo como el…"

"Que?" grito James. "Yo NUNCA te llamo una- ya-sabes-que!"

"Despeinándote porque crees que se ve bien parecer que te acabas de bajar de tu escoba, luciéndote con esa estupida snitch, caminando por los corredores y hechizando a cualquiera que te desespera solo porque puedes – Estoy impresionada de que tu escoba se puede elevar con esa gorda cabeza en ella. Me ENFERMAS."

Ella se volteó y se apresuró a irse.

"Evans!" James gritó atrás de ella, "Oye EVANS!"

Pero ella no miró atrás.

"Que le pasa?" Dijo James tratando de que pareciera un asunto de no importancia.

"Leyendo entre líneas, creo que piensa que eres un poco presumido Prongs" Dijo Sirius.

"Bien" Dijo James que parecía furioso. "Bien.."

Hubo otro rayo de luz y Snape estaba de nuevo colgado boca abajo en el aire.

"Quien me quiere ver bajándole los pantalones a Snivellus?"

Lupin cerró su libro de repente y viendo a James con mala gana dijo "Vamos James, ha sido suficiente por una tarde!" Pero James lo ignoró y se acercó a Snape.

"Te gusta meterte conmigo, no Snivelly?" Le dijo sarcásticamente mientras con movimientos de su varita hacía que Snape diera vueltas en el aire. "Escúchame bien, vuelvo a oír que le dices a Evans, o a cualquier otra persona sangre sucia y haré mucho más que oner tu mundo de cabeza."

"Tu… ya verás… solo… solo… ya verás!" Decía Snape en susurros, lanzando puñetazos al aire, James comenzó a reír.

"Que dices, Snivellus?... Me estás amenazando?" Dijo entre risas.

"Te odio" Contestó Snape, su rostro comenzaba a ponerse rojo.

"No, Snape… Me admiras, como todo el mundo! Ese es tu verdadero problema, me tienes tanta envidia por ser lo que tu nunca podrás… Lo único que tu poseías que yo no, acabas de perderlo." Snape lo fulminaba con la mirada cuando James se le acercó tanto que el rostro de Snape quedó a pocos centímetros del suyo. "Pero te advierto! No vuelvas a meter a Evans en esto! El hecho de que ustedes dos sean amigos no te salvará! La próxima vez no me apiadaré de ti, no me importa quien interfiera" Y con un movimiento de varita Snape quedó tendido nuevamente en el suelo, James no le dio tiempo de un contraataque, pues rápidamente dio media vuelta, dirigiéndose a las puertas del castillo, seguido de sus tres fieles amigos.

Lily se detuvo cerca del pasillo que llevaba a la oficina de Dumbledore para tomar aire, se recargó en la pared, se dejó caer al suelo y comenzó a llorar. Las palabras que Severus había pronunciado hace apenas unos minutos seguían retumbando en su cabeza. No podía creerlo! Jamás pensó que su rivalidad con James Potter fuera más grande, inclusive aún que su amistad con ella, para tener que reaccionar de ese modo. Suspiró y se puso de pie, no podía dejar que le afectara tanto pues después de todo Severus había empezado a mostrar interés en los ideales de Lord Voldemort y sus mortífagos. Ella ya no podía hacer nada para recuperar a su amigo, pero si podía poner en su lugar a Potter y sus secuaces, eso si lo podía hacer, así que siguió su camino hasta llegar frente a una gárgola.