• Declaraciones: La serie Naruto no me pertenece, sino a Kishimoto Masashi.
• Advertencias: Ninguna.
• Aclaraciones: UA.
— Prefacio —
Corrí con desespero hasta el instituto, nunca pensé ver ese macizo de paredes a mí alrededor como un refugio.
Encontré el comedor, tras el terror y pánico sonreí de forma irónica, comedor, ¿cómo comerían ellos ahí?, choqué con una de las mesas cayendo al suelo aún asustada, lo suficiente como para no perder el conocimiento de ninguna forma.
—¡Hinata!
Escuché mi nombre ser pronunciado por alguien, no me volví a ver, con sólo escuchar su voz ronca era suficiente para darme fuerzas y seguir corriendo, o mejor dicho huyendo.
Atravesé la cafetería y llegué a un pasillo lleno de casilleros, identifique el mío de inmediato, el seguro había sido forzado, pero aún así no me detendría por nada, la vida de muchos...incluyendo la mía estaba en peligro.
Alcé la vista encontrando las escaleras que conducían a la biblioteca y seguida de está el aula de computadoras, al subirlas me sentí aliviada, pero no duro por mucho...
...encontré en el pasillo un cuerpo a medio descomponer, por el corte de cabello y parte aún no descompuesta de la cara logré identificar que se trataba de un chico, podría apostar que una vez había hecho grupo con él en Ciencias. Mi grito se ahogó en mi garganta, lo importante era seguir respirando, pero lo más lejos posible de Konoha y de él.
Bajé las escaleras y seguí el lado izquierdo del pasillo, el instituto era enorme y cualquiera podría confundirse. Empuje una de las puertas, y llegué justo al campus, el peor lugar para escapar.
Todos los que allí yacían me miraron de forma fija con sus ojos tornados en un rojo escalofriante.
Levanté una de mis manos hasta mi frente y sentí un líquido algo espeso escabullirse entre mis dedos, era sangre.
De pronto, noté el peligro: toda una secta de vampiros a mi alrededor, en eso escuché su voz llamándome a mis espaldas.
Está vez gire a verle, sus ojos también mostraban las misma sed.
Sólo pude decir su nombre:
—Sasori...
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