COSA NOSTRA

Un gran poder no puede ser dado, tiene que ser arrebatado.


ADVERTENCIA: Situaciones para mayores de edad de contenido explicito, si no gustas de este tipo de lectura favor de abstenerte de leer. Y esta aclaracion va para todo el fic. GRACIAS.

Chica de Terry


Prologo

Quien es fiel a si mismo lo tiene todo, aunque no lo sepa…

Su vida se vuelve mito y leyenda, incomprendido, odiado, amado…

Si eres prohibido quiero acrecentar tu condena y volverme conspiradora, atada a ti desde hace años, presa de tus amores, sumisa ante tus encantos, vengadora de tus daños, oxigeno en tus soledades, consiente de quien eres en mi vida a tu lado encontrare la muerte…

Eres infierno y en el ardo.

Ven, acuéstate a mi lado, descansa entre mis brazos, antes que el jilguero cante a la aurora se emperador de mi noche, súbita tuya eternamente me he vuelto.

Mi oído esta atento a tu llamado, mi corazón se adelanta al sonido, late desbocado, la piel vibra, tu aroma hechiza… como loca te he seguido guardiana de tu sombra, amante de tu risa, soy tu Julieta…

"Ven. Gentil noche; ven, amorosa, noche de frente negra,

Dame a mi Romeo y, cuando el muera,

Tómalo y córtalo en pequeñas estrellas,

Y el hará al rostro de la noche tan bello

Que todo el mundo se enamorara de la noche,

Y no adorara más al claro sol" *

Rey del instinto, Soberano en el destierro,

Resplandeces entre las luces que marcaron tu condena,

Ese es tu reino… luz estridente entre la penumbra, negándose a sucumbir.

Fuego viejo que no se apaga, caminante silencioso, recuerdo inmortal e incómodo… dolorosamente incómodo.

Condenado a vivir de ti mismo, de tu convicción y fuerza,

Caminando sobre la línea, rebelándote, imponiéndote, elevándote,

Suave y contundente como la brisa,

Silencioso, fresco, colándose por entre mis fisuras,

Arrancando lágrimas, estremeciendo voluntades irrevocables…

"El le pertenece a ella,

Y ella le pertenece al pasado.

Y las risas y los gritos y los reclamos

Esos no pertenecen a nadie.

Esos, se los regalo.

El, la ve con ojos llorosos

Ella ya no lo mira

Pero se acuerda de el por unas fotos…

Unas fotos viejas que se han ido desgastando

Igual que las promesas de amor eterno

Que se perdieron con los años.

Ella esta cansada y aburrida

El esta mirándola y casi no ve nada

¿De que se habrá enamorado?

¿Por qué ella se ve como el humo?

Por que el se pasa la vida inventando…" **

Caminar de tu mano es mi destino, detrás de ti, sobre ti, dentro de tu corazón,

"Huyen de mi presencia como si fuera la peste" Nos parecemos tanto, tanto…

Referencias:

*Romeo y Julieta, William Shakespeare.

** Estoy Aquí, Edgar Oseransky


LO PROHIBIDO

Capitulo 1

Pasaba el tiempo y no había respuesta, la ansiaba, desesperaba por correr a buscarle pero… no era lo correcto.

Maldecía una y otra vez, como hubiera deseado esperar un poco mas y no haber enviado nunca esa carta, se martirizaba imaginando que juntos se burlaban, que ella lo creía ahora un pobre diablo.

Lo hecho, esta hecho, se repetía una y otra vez, con esa consigna sobrevivió todos estos largos meses, solo una persona lo sabia, el en su desesperación, alguna vez se lo había contado, ella como siempre tan comprensiva lo hacia olvidarlo, pero el recuerdo y el martirio siempre volvían a acuchillarlo en sus soledades.

Desde entonces decidió lavarse las penas y la vergüenza, esos sentimientos que quienes lo miraban jurarían que no era capaz de conocer aquel significado. Pero lo conocía, lo conocía muy bien, la mejor actuación de su vida era la que llevaba cada día, cada minuto tratando de parecer inquebrantable, el tiempo se había encargado de demostrarle que, una vez tomadas las decisiones era "imposible" volver atrás, y ella nunca volvió, nunca…


Una noche, un recado fue llevado a su camerino por uno joven que no había visto antes en el teatro, lo tomo sin ganas, lo dejo descansar sobre el tocador entre los artificios que utilizaba para dar vida a sus personajes.

Muchos recados como aquellos llegaban pero nunca los abría, seria que aquel sobre negro llamaba constantemente su atención mientras desmaquillaba suavemente su rostro con leche fresca, según el consejo de una vieja amiga.

Miro de nuevo el sobre, estaba sellado, al fin se decidió a abrirlo…

"Se hace la atenta invitación a una cena privada, en el Hotel Fontana della Valle, barrio Italiano, Jueves 8:30 en punto"

Sonny Della Vedova

Terry se sorprendió ante tal invitación, acaso era real lo que leía, una invitación en el barrio italiano por uno de los Capos de la Mafia que ponían en jaque a las autoridades con su dominio sobre los alcoholes, había escuchado cuchichear a los tramoyeros que Della Vedova había asistido al teatro en las ultimas tres puestas en escena donde el, era el protagonista.

¿Qué querría con el? -se preguntaba- Terrence era solo un actor y su único negocio era hacer soñar a la audiencia con sus interpretaciones, no hubo consigna el mozo no había esperado tras la puerta respuesta alguna, aquello significaba que mas que invitación era obligación el asistir.

Mientras viajaba en el auto casi a media noche, su mente no apartaba aquella peligrosa idea, ¿que querría un Capo de la Mafia con el? Las estridentes luces de Moulin Rouge y sus aspas que no dejaban de girar solo significaban una cosa, dentro de aquel lugar la música, la diversión y las pasiones iban en efervescencia.

Entro por la puerta de costumbre, aquel callejón obscuro que llevaba a otro sin salida, donde una disimulada puerta se abría al tocarla una sola vez, el enorme empleado habría por dentro y le dejaba entrar, no tenia que conducirlo por entre los numerosos pasillos, Terrence conocía perfectamente a donde dirigirse.

Esa noche tenia ganas de diversión, llego al palco privado alejado de las miradas curiosas, como siempre dueño de las sombras se sentó en donde la penumbra reinaba. Al instante fue atendido, llevaron su licor favorito hundido en hielo, el que acostumbraba beber en aquel lugar. Aun recordaba la primera vez que probo el vino de Magnolia, el mismo día que dejo la niñez para convertirse en hombre probando el morbo sexual al lado de una jovencita que venia apareciendo en su vida cuando el menos se lo esperaba, ahora era toda una mujer y seguía haciendo cosas que lo sorprendían gratamente.

EL show estaba en su apogeo, la orquesta entona la alegre melodía y las chicas bailan entre brillos, plumas y la desnudez de su cuerpo, realmente era adictivo mirar, cuerpos perfectos coreografías insinuantes, sonrisas llenas de dientes y mucha, mucha piel exhibida.

Nada como aquel espectáculo de luces, música alegre y belleza para olvidar y desconectarse del mundo. Sin duda Scarlett era una verdadera diosa de fuego, aun su sangre se calentaba al recordar como fue que ella y Princess le afeitaron el cuerpo. Aquella tarde estaba ebrio pero no al grado del delirio sabia lo que hacia al aceptar aquella proposición tan sensual, cedió ante las bellas chicas sin ningún temor.

Fue tan intrigante la experiencia que no pudo controlar el excitarse al rose de las manos expertas que lo acariciaban gentilmente en sus partes intimas, el sonido rasposo de la filosa navaja deslizándose sobre su pubis mientras la mano femenina mantenía su miembro rígido era casi delirante, se puso duro en segundos sintiendo incomodidad al no poder hacer nada para controlarlo, Scarlett dijo que no importaba, solo debía relajarse y dejarse "bien querer" y eso fue lo que hizo, dejo su cuerpo a merced de las dos chicas que lo trataron como a un rey, tanta fue su relajación que despertó después de unas cuantas horas con la borrachera un poco despejada y el cuerpo suave y liso como el de un bebé.

Estaba cómodamente acostado en una mullida cama, se desperezo, se cambio, no recordaba mucho de lo sucedido después de convertirse en un hombre lampiño. Cuando estaba por abrochar su camisa Scarlett entro preguntándole como se sentía, la verdad se sentía maravillosamente bien. Solo una ligera jaqueca debido al alcohol, ella le paso un suero de agua burbujeante y limón con sal, el lo bebió de inmediato moría por ese refrescante liquido que giraba con la rodaja de limón dentro de la copa.

El lenguaje corporal de la chica denotaba que, deseaba intimidad, no estaba seguro si ya la habían tenido o si se quedo plácidamente dormido con el masaje que le brindo Princess con sus pequeños pies, erguida sobre su espalda.

Era tarde y tenia que irse, le dio un beso en los labios del cual ella se prendió, correspondió en agradecimiento pero algo le indicaba que tenía que marchar en ese instante. Salió de la habitación huyendo suavemente de esas manos que lograban calentar su pecho friccionándolo, justo cuando estaba despidiéndose de la pelirroja una mirada clavada le causo escalofrió por toda la espalda el bienestar sentido en segundos se esfumo, estaba atrapado y sin salida. Cerro los ojos un momento, el perfume de ella delataba su presencia anticipadamente antes de que pudiera mirarla, la había herido sin intención, ella solo se alejo rápidamente y el, sintió que había hecho algo indebido. Hacia tanto tiempo que no sentía aquella sensación de remordimiento y unas ganas terribles de pedir disculpas, aunque no estaba seguro del por que.

No dijo nada, dejo a Scarlett parada en la puerta de su cámara privada y salió de Moulin Rouge.

Odett fingió no importarle aquel incidente, pero el sabia que le había importado y mucho, Terry no estaba seguro si había tenido un alocado trió con Princess y Scarlett, o si solo había estado con la seductora pelirroja, sabia que aquello nunca debió pasar, puesto que era prácticamente la casa de Odett, eran sus amigas, sus socias, y ella era… "importante".

Pero el pasado y las decisiones tomadas no se pueden borrar, no supo que fue lo que paso aquella noche en el Molino entre "sus chicas", desde aquel día Scarlett mantenía una cierta distancia y Odett volvió a ser la misma de siempre mas nunca volvió a discutir el tema, se limito a decir, "Somos libres" el sabia que aquello no era exactamente correcto, con ninguno de los dos funcionaba así. Para Scarlett y Princess todo era una feria donde se iba a divertirse lo mas posible, ellas eran libres y dueñas de sus vidas, o eso creía el.

En ese momento la cortina se corrió sacándolo de sus pensamientos, la joven dama dueña de aquel lugar entro sentándose a su lado, siempre bella y amable, siempre dispuesta a escuchar y complacerle, lo hacia reír y le contrariaba de vez en cuando. Era divertido y vigorizante charlar con ella, lo hacia olvidar quien era y cual era la pesada carga de su corazón.

Disfrutaban del show juntos, hablando de cosas sin importancia, del teatro, de las críticas, de todo y de nada…

-Sabes Cher, me llego una invitación…

-Debe ser algo importante, Mr. Grandchester; por lo general no me cuenta las múltiples invitaciones de las que debe ser objeto. Espero que no sea de alguna chica, en dado caso, espero que se haya negado si es una de mis noches. En caso contrario, si viene de un hombre seguramente tratara de negocios.

-Número 1, deja de llamarse como si fuera un viejo, número 2, No es "tan importante" número 3, no te emociones aun Cher, que no es de ninguna mujer, tu ego sigue intacto y número 4… Te suena el nombre de Sonny Della Vedova…

-No pensaras ir, ¿verdad?

-¿Tengo opción?

Odett medito un momento, se hizo la misma pregunta que Terry se venia haciendo, los Jefes de la Mafia eran gente elegante y fina, muy territorial y tremendamente leal a su familia, a la filial y a la delictiva. Una vez enredados con ellos, te hacían entrar al juego de una u otra manera, ya había recibido la visita de las "Familias" Della Vedova y Distefano para que fueran ellos los proveedores del alcohol que se vendía en el Moulin Rouge pero ella hasta ese momento se había resistido, simpáticamente.

Odett sabia que negarse era algo realmente difícil, hasta ahora quizás por ser mujer por la forma en como mantenía a raya a Renzo Berardi el mano derecha de Sonny, era que la habían "perdonado" ella sabia que el tal Renzo la "había tomado bajo su protección" eso ahuyento a los Distefano que eran sus rivales mas acérrimos, pero también sabia que tarde o temprano terminarían por cerrarle las puertas y hacer que ella estuviera "fuera de la ley". El Mouling Rouge era considerado por los más conservadores como el templo francés de "Lo prohibido" solo faltaba aunarle que también fuera ilegal.

¡Seria perfecto! siendo un centro de espectáculos donde el alcohol era asunto primordial, el tener protección de la Mafia salvaguardaba al Moulin, pero todo lado tenia su pro y contra, también tendría enemigos, si llegaran a apresar a los Capos, el Moulin caía también, ya fuera abatido por la policía o por los contrarios.

Didier le aconsejaba de cómo desligarse poco a poco de Renzo Berardi, pero el hombre era demasiado persistente, lo que menos deseaba era un triangulo de amantes, ella no era de nadie y nunca lo seria, su corazón tenia dueño, no dejaría que nadie lo supiera, lo venia tratando de esconder desde hacia mucho tiempo atrás pero disimular ante Terrence le era imposible, el corazón se le aceleraba, sentía que sus ojos le gritaban su amor cada vez que lo miraba, Dixie se lo había advertido ya, "Cambia tu cara de adolescente enamorada cada vez que estas con Terrence" eso ya era preocupante, nadie debía saberlo, nadie debía siquiera imaginar que ella adoraba a los pies del altar de su amado Terrence porque eso significaría la destrucción para ambos.

Mantener ese chisme de que eran amantes, como Odett y las chicas del Moulin Rouge lo eran del gremio mas poderoso de Nueva York no era la gran cosa, era una fama desagradable a la que estaban acostumbradas la cual les daba cierta protección, glamur y las mantenía como intocables una preciosa y carísima posesión a la que no cualquiera podía aspirar.

Vivía desde que nació por el amor de sus padres como "ilegal" y después de conocer a Terry en Paris, de ir tras el luego a Londres y saber que lo había perdido a manos de una chica rica y rubia, su amor se convirtió en "prohibido" aun así lo recibía cuando volvía a ella.

A su corta edad ya era una celebridad, no sabia como el joven heredero del Ducado de Grandchester iba a tomarlo, si aquel teatro que ella protagonizaba todas las noches podría entenderlo, el amaba a otra chica que conoció en su viaje de regreso de América irónicamente para su cruel desgracia, después de seguir su propio consejo de buscar a su madre y hacer las pases con ella.

Aun así el joven Duque regresaba al Moulin, se escapaba de su estricto colegio donde era educado para su brillante futuro noble, con regularidad. Terry la visitaba y cada vez que el lo deseaba se le entregaba sin ninguna defensa y dejaba de ser "Madmoiselle Mermelada" como se le conocía, para ser solo Odett Moulin, enamorada perdidamente de "Lo prohibido" aunque aun no lo sabia... el crudo despertar fue después de su regreso de las vacaciones de Verano en Escocia, Terrence era otro y ella supo de inmediato por que, cosas del pasado…

Pensar en que Terry tenia una cita con el mismo Sonny, le daba escalofríos, Sonny Della Vedova era el Capi di tutti Capi, el mas alto Capo de la Mafia Neoyorkina por haber asesinado a otros jefes apropiándose de su territorio, asuntos de negocios habia dicho Renzo alguna vez. Ese era su mundo y era lo normal, ella no quería entrar en el y mucho menos deseaba que Terry lo hiciera pero… no había otra salida.

-Por que tanto silencio Cher, ¿acaso no te agrada la idea?

-No me agrada en lo absoluto, pero…

-Tengo que ir.

-Si. Terry… no permitas que…

-Lo se, tratare. Al menos tengo que ver para que me quiere el tal Sonny, no tengo nada que el pueda querer.

-Terry, no lo conozco, pero Renzo dice que…

-No me gusta que estés cerca de Berardi -Dijo el seriamente, Odett se sorprendió con la declaración y olvidando la amenaza latente que significaba Berardi, su corazón salto de gozo al sentirse una preocupación para Terrence.

-Sabes como se maneja este mundo Terry…

-¿Cómo? -dijo el algo molesto, apurando su vaso de licor.

-Discutamos esto en... nuestro terreno, ¿lo deseas?

-Mujer del Molino…

-No me llames así.

-Mujer del Pecado…

Cuando escuchaba canturrear aquellas palabras en sus labios, su corazón ya se había derretido porque no tenia la connotación burlona que usaban los chiquillos malandros de los mercados de Paris, Terry lo pronunciaba como una declaración, como una convicción de lo que a continuación sucedería.

Quizás si, quizás aquello era un pecado pero no podía resistirlo, mientras el se dejara querer entre sus brazos poco importaba lo que sucediera tras la puerta de su recamara, simplemente el mundo desaparecía, la música, los cuerpos semidesnudos de hermosas chicas, su fama de prostituta cara, la fama de el de Casanova incorregible, sus soledades muy bien guardadas, no importaba el pasado ni el futuro, enredados entre las sábanas solo había dos corazones hambrientos de amor.

Ahora Terrence estaba tomándola ferozmente con celo y deseo, su posesión era casi demoniaca, ella era su infierno donde ambos se quemaban. Ardían juntos uniéndose repetidamente, entregando cachos de alma sin que se dieran cuenta, si Terry actuaba su pasión entonces ella lo declararía el mejor actor del mundo pero su corazón demandaba que aquella forma en como el se le entregaba y como exigía su rendición absoluta, era sincera. Eso le daba la fuerza para seguir guardando esperanzas, anhelos de una romántica vida de pareja, aunque Odett bien sabia que eso era casi imposible porque siendo quienes eran, desear un amor "normal" era lo prohibido en sus vidas.

Continuara...