Prefacio general de los libros;

Cerro los ojos con profundo desespero, apretándose el labio con demasiada fuerza, no era necesario llorar, y tampoco quería gritar, ese grito ahogado que quedo en su garganta lo hizo darse cuenta que no era tan fuerte, que su carácter era tan vacío como la misma mala suerte, temió muchas veces perderse en mares que no estaban ubicados en su mapa de reconocimiento, pero más que eso. Le dolió perderse a sí mismo en el viento, en el polvo mal trecho, donde no escucho los incesantes silbidos de ayuda de los que estaban tan lejos y tan cerca, donde el tiempo le abofeteo el rostro y le mostro quienes eran ellos, y quienes eran él. El tiempo.Seguía en el sucio suelo, aguantando los quejidos que estuvo gustoso de ocupar por él, no se arrepintió, porque estaba seguro que él no iba a aguantar, que él era frágil como una rosa, de esas que muestran espinas, y que otro, con su misma delicadeza. QuitaÉl iba aguantar hasta el último dolor por su rosa, aunque él se hubiese alejado de su rosa. Estaba seguro que su rosa siempre lo esperaría, porque él lo amaba y su rosa le correspondía.Porque Harry lo esperaba en casa, y el estaría gustoso en llegar, no iba a morir hay, no con eso, no en ese lugar putrefacto, él era Draco Malfoy, y él amaba a su rosa Harry Potter.En el castillo del colegio de magia y hechicería, empezaría la batalla final.Harry Potter alzo la varita, y Voldemort lo hizo igual.—Expelliarmus—Grito Potter Y por un momento, Voldemort quiso regresar el tiempo, dudo. Pero ya no habia vuelta atrás, amago en bajar la varita cuando la tenía en alto, pero ya no habia vuelta atrás.—Avada kedavra—