Aclaraciones:Bueno aclarar esto es una adaptación de la novela de Diana Palmer y los personajes son de la serie de Inyasha, que tampoco son mios.

Quería aclara este punto, ya que veo que ha habído mucho revuelo, solo espero que les guste esta adaptación nueva que hice, y les aseguro que me he esforzado mucho por hacerlo, así que porfavor no sean muy duros conmigo, aunque siempre estoy abrierta a todo tipo de opiniones, siempre que no sean dañinas. Chao


Inuyasha Taishou es un atractivo detective. Kagome Higurashi su secretaria. Ella se ve perseguida por unos narcotraficantes e Inuyasha quiere protegerla. El problema es que él sería a la última persona del mundo a la cual acudiría por ayuda. ¿Por qué sería?

PROLOGO

Inuyasha Taishou, un elegante y atractivo detective se encontraba mirando la ciudad desde la ventana de su despacho. Estaba pensativo y meditando sobre algo, o más bien alguien que lo traía de cabeza, Kagome

Kagome era su secretaria además de la hija del hombre con el que su madre se iba a casar. Pero ellos dos habían muerto en un accidente de coche antes de poder casarse. No eran familia, pero él la consideraba su responsabilidad, ya que ninguno tenía a nadie en el mundo.

Sentía una gran responsabilidad hacía ella y eso lo perturbaba. Hacía años que se conocían y en algún momento pensó que ese cariño que sentía por Kagome se podía confundir con amor, pero el sabía que no, ya había tenido suficiente con su maltrecho matrimonio, ya había aprendido que el amor no existía.

Aún recordaba, como tres años atrás, siendo policía lo habían disparada o más bien lo habían tiroteado en un atraco a una joyería. Por ese incidente tuvo que dejar su trabajo como policía y decidió montar una agencia de detectives.

Era famoso y bien conocido en su mundo, pero su vida privada era aburrida y desastrosa. No tenía a nadie a su lado, excepto a Kagome, la cual cada vez que él se acercaba a ella se asustaba. Él sabía muy bien cual era el motivo, sabía porque ella lo evitaba y todo por no haber podido contenerse ante ella un día de hace tres años.

Se apartó de la ventana y se fue directo a la puerta que conducía fuera del despacho, donde seguramente estaría ella esperándolo. Llevaba un traje negro que hacían resaltar la tez morena. Sus ojos amarillo ámbar y su cabello largo negro, lo hacían tentador a cualquier mujer, aunque todas sus relaciones con el sexo opuesto siempre habían sido un desastre, incluso con su propia madre.

Aún podía recordar como su madre lo culpaba del abandono de su padre y como lo menospreciaba, sólo por el mero de echo de parecerse a él. Su vida con su madre había sido desastrosa, ella nunca quería verlo y las pocas veces que se veían eran para discutir.

Esta actitud por parte de su madre lo marco en su matrimonio, el cual, como pudo comprobar estaba carente de amor y cariño. Su esposa, Kikyo, se caso con él simplemente por que se sintió atraída hacía un hombre de uniforme. Pero al poco tiempo ella misma se arrepintió, puesto que Inuyasha era incapaz de proporcionarle a ella lo que buscaba. Así al poco tiempo de casarse pudo ver como su mujer se arrepentía del tremendo error que había cometido.

Pudo comprobar la falta de cariño por parte de su mujer, el día que lo llevaron al hospital por los balazos recibidos en el atraco. Ni siquiera se espero que le dieran el alta, allí mismo le dijo que lo dejaba y que le pedía el divorció.

Ni su madre ni su mujer iban a visitarlo, solo tenía el consuelo de las visitas de Kagome, las cuales daban un poco de luz a su vida tan maltrecha.

En aquel tiempo Kagome era una chica adolescente, una jovencita alegre, tímida y dulce, cosa que a Inuyasha lo atraía desmesuradamente, ya que nunca había visto estas facetas en una mujer.

Al principio se sentía un poco reacio a las visitas de ella, pero con el tiempo aquel continuo cariño que ella desprendía hacía él, lo hipnotizaron y pudo deducir que se había enamorado de ella como nunca lo había estado de ninguna mujer. Pero claro, lo tuvo que fastidiar todo en una tarde, en esa maldita tarde de hace tres años. Con lo cual ella ahora, después de tanto tiempo aún lo temía.

Se sentía cansado y fastidiado, no podía dejar que el pasado lo dominara, debía mirar hacía el futuro, pero claro¿hacía que futuro?

Podía decirse que su vida se había vuelto monótona y aburrida, excepto por el nerviosismo que le hacía sentir la presencia de Kagome. Él la intentaba proteger de cualquier peligro, pero esa chiquilla era tremendamente cabezota. Se había empeñado de que quería ser detective y a veces podía ver como le pedía a Sango, una detective de la agencia, que le enseñara el oficio.

Esa chiquilla lo había cautivado desde el primer instante que la había visto, desde la primera vez que la vio en aquel restaurante, para que se pudieran conocer las dos familias.

Flas back

Era de noche y se encontraba en la puerta del restaurante. Allí estaba con su mujer Kikyo, dispuesto a enseñarles a todos los disgustado que se encontraba por la unión de su madre con aquel hombre.

Entro en el restaurante, con Kikyo del brazo. Un camarero los condujo hacía la mesa donde se encontraban los demás comensales. Allí de pie pudo ver a su madre sentada con aquel hombre, Mariya Higurashi. Dieron sus saludos e inmediatamente empezó a mirar al lado de la mes, donde ese encontraba una silla vacía.

- ¿No ha venido su hija?- preguntó Inuyasha al hombre que iba a ser su futuro padrastro.

- Oh… no se preocupe, pronto llegara. Ha ido un momento al tocador.

Nada más acabar la frase allí apareció ella. Una joven de unos 20 años, con el cabello negro azabache suelto, donde se podía ver que en su hermosa cabellera acababan unos graciosos rizos. Lucía hermosa con aquel vestido de color verde claro, que le hacían resaltar su piel pálida y sus ojos de color chocolate.

Era simplemente bella, y en ese momento se quedó cautivado. Él estaba allí dispuesto a demostrar a todo el mundo su malestar por esa unión, pero¿cómo podía hacerlo delante de semejante ángel?

Su plan se vio desmoronado, pero no del todo. Kikyo, viendo la reacción de él hacía Kagome, estuvo toda la cena siendo enteramente grosera y desagradable. Al final Inuyasha tuvo que disculparse y marcharse con ella, para evitar enfados mayores.

Fin Blasch back

Aún podía recordar las sensaciones que había sentido en aquel momento. Podía sentir como durante toda la velada, Kagome lo seguía con la mirada, como se interesaba por lo que él decía, aunque se mostraba callada y tímida. Pudo recordar lo que le provocaba aquella mirada, aquel deseo que le provocaba ella.

Y durante el transcurso de todo aquel tiempo, no había podido sacarse aquella sonrisa y aquella sensación que le provocaba Kagome. Debía ser fuerte, debía no dejarse arrastrar por esos sentimientos, ya que una vez le causaron tanto dolor, tanto a él como a ella.

Paso su mano por su cabeza y con la otra cogió el pomo de la puerta que lo conducía directo a Kagome. Debía hablar seriamente con ella, debía poner los puntos sobre las ies, debía hacer entender a aquella chiquilla que no se debía meter donde no la llamaban, aunque verla con esa mirada triste le partía el corazón.

Debía ser duro con ella, debía hacerle entender que no quería que sufriera daños y si para eso debía hacer que ella lo odiara, no le importaba.

Dejo escapar un suspiro de sus labios y abrió la puerta, encontrándose a Kagome mirándolo fijamente.

continuara...


Sinceramente espero que haya sido de su gusto, porque el tema este de discusión a llegado incluso a casuarme dolor de cabeza. Kami que mal, siento si a alguien le incomodo lo que hice, pero fue sin quere y vuelvo a pedir disculpas, LO SIENTO.

Espero sus comentarios y espero verles pronto, chao