Disclaimer: Los personajes usados en la siguiente historia, pertenecen a Stephenie Meyer.


Querida Rose:

Lamento no harte escrito antes, pero la lucha constante no me ha dejado. No creas que no te pienso, porque lo hago. Cada vez que salgo a batalla, cada vez que logro cerrar mis ojos, en cada momento estás aquí cariño, en mi mente.

Mis generales dicen que la guerra casi termina, la verdad, lo veo improbable. No te quiero preocupar con esto, pero tampoco quiero que creas que pronto estaré por allá. De estar, estaré, solo que tomaré un tiempo más del estimado. Siento no poder estar presente en el parto de nuestro hijo.

Ayer, mientras estábamos en el campo de guerra, Andrew me pidió que le entregara una pequeña caja a su esposa, creyó que no volvería al campamento. Ciertamente no lo hizo. Por eso hoy, te la mando para que se la puedas entregar tú. No quiero que espere más por ella, total, no vive muy lejos de nuestro hogar.

No tengo muchas cosas más que contarte, solo que te amo. A ti y a nuestro pequeño. Sé que se parecerá a ti, sé que tendrá tus mismos ojos y tu mismo cabello dorado. Será hermoso. Será hermoso solo por el hecho de ser tuyo y mío. Dile que pronto podré estar allí con él para jugar, bueno, jugar cuando tenga la edad, dudo que un recién nacido pueda hacerlo.

Recuerda que te amo más que a mi vida misma y que te llevo siempre conmigo en mi corazón. Espero poder abrazarte pronto, porque te extraño Rose, te extraño demasiado. Extraño sentirte a mi lado al despertar, extraño tu olor natural, extraño esos hermosos ojos color mar. Simplemente te extraño.

Disculpa la brevedad de la carta, pero no tengo más minutos para seguir escribiendo, ha sonado la sirena. Nos llamas a combate.

Se despide con todo el amor que alguien pueda tenerte.
Emmett McCarty, el hombre que haces feliz con el solo hecho de despertar junto a mí.

Afganistán. 6 de Marzo de 2002

Cuando Rosalie terminó de leer la carta, no pudo más que llorar. Ella también extrañaba demasiado a Emmett. Necesitaba sentirse segura en sus brazos otra vez.

Toc Toc

Tocaron la puerta. La mujer fue a abrirla. No le gustó lo que sus ojos vieron. Allí, parados en el umbral, estaban dos personas pertenecientes a las fuerzas militares de los Estados Unidos. Traían una carta. Una carta y un "Lo siento, su esposo ha muerto". Rosalie simplemente se destrozó. Emmett había prometido volver y no lo hiso. Murió en batalla, según le informaron. Pero ella tenía que ser fuerte. Ya no era solo ella la que perdió un ser querido. Ella llevaba al hijo de él, al hijo de ambos. Quizás el pequeño no alcanzó a conocer a su padre, pero Rosalie iba a encargarse de que el espíritu de su amante y compañero eterno, nunca muriera. Porque la luz siempre iba a brillar, porque un ángel siempre los iba a guiar donde fuese que estuvieran.


I'm back!... Luego de muuuuucho tiempo sin escribir nada sobre Rosemmett, estoy de vuelta. Sí, lo sé. Con nada extraordinario, pero ya se viene un historión que no van a querer perderse ;) Pero por el momento les dejo este Drable. La canción Zombie de The cranberries me ayudó a crearlo. Es un temazo.
Espero leerlxs por ahí.
Saludines (?