Tanteando Terreno
Pilika Usui, magnate del mundo de la moda. Ren Tao, magnate del mundo empresarial. Ambos se verán envueltos en juego de seducción, para ver quien hace caer al otro primero, sin darse cuenta que entre más se provocan, más se encantan el uno al otro.
Ambos espíritus libres, envueltos por sus sueños y ambiciones. Sus vidas personales son similares en cuanto al hecho de que no les gustan los compromisos y se dedican a ser amantes de una sola noche; pero eso esta a punto de cambiar, ya que Ren Tao se vera en la odiosa necesidad de recurrir a Pilika Usui, una diseñadora con ideas frescas y creativas, para rehacer la publicidad de su empresa.
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Caminó con tranquilidad a la oficina donde se reuniría con el magnate empresarial: Ren Tao.
Sus zapatos hacían eco en el piso, y sus pisadas eran firmes y seguras, dejando ver de esa forma la confianza que tenía en ella misma. Tocó la puerta antes de entrar y escucho un leve 'adelante' dicho por una voz grave y masculina.
Pilika entró sin titubear y escudriño con la mirada al hombre frente a ella, era muy atractivo, de eso ni había duda alguna. Sus ojos de un extraño color ambarino, le daban un aire gatuno, casi salvaje; su porte, destilaba elegancia, y ese traje negro se ajustaba con maestría a su bien trabajado físico.
"Bueno días, soy Pilika Usui" – saludó ella y le extendió la mano al hombre frente a ella, este le devolvió el gesto con una sonrisa de autosuficiencia en su rostro, cosa que a ella le pareció arrogante.
"Pero por favor siéntese, Pilika" – le ofreció él, mientras tomaba asiento.
"¡Oh por favor! No me hable de usted, apenas tengo 25 años"- dijo ella sonriendo, mientras tomaba asiento.
"De acuerdo… Pilika" – dijo él, juntando sus manos dando inicio de esa forma al objetivo del porque la había citado.- "Verás yo me desenvolví en este ambiente prácticamente desde los 15 años, así que no es fácil para mí, tener que cambiar el nombre y la imagen que ha representado mi empresa por años"
"Eso lo sé, señor." – respondió ella, comenzando a fruncir el ceño.
"¡Oh, Pilika! sí yo te voy a hablar de tú, espero que tu hagas lo mismo" – la reprendió él amistosamente mientras sonreía, ella asintió con la cabeza y él continuo.- "Como te estaba diciendo, yo no estaba y aún no estoy totalmente de acuerdo en esto, pero mi publicista me dijo que necesitábamos un 'makeover', algo más fresco y juvenil… de hecho fue ella la que me alentó a contactarte"
"¿Quién es tu publicista, Ren?" – preguntó la hermosa muchacha de mirada celeste.
"Es Anna Kyouyama, seguro has oído hablar de ella"- respondió él complacido de ver la cara de sorpresa de la muchacha sentada frente a él.
"Sí, claro que he oído hablar de ella" – dijo ella frunciendo un poco el ceño, por muy guapo que estuviera eso no le quitaba lo arrogante que podía llegar a ser. Por supuesto que sabía quien era Anna Kyouyama, era la publicista más reconocida en todo Tokyo, conocida por su temple de hielo.
"Bien Pilika, yo ya dije lo que tenía que decir, ahora me toca a mí escuchar tu opinión" – le dijo él mirándola fijamente.
"Pues bien Ren, te diré que tu empresa está opacada por lo obsoleto que luce su logo y slogan" – dijo ella y sonrió mentalmente al verlo fruncir el ceño.
"Veo que hablas sin pelos en la lengua" – dijo él esbozando una sonrisa torcida.
"Sí, digamos que es mi defecto" – se defendió ella.
"¡Oh para nada lo veo como un defecto!, he de decir que lo veo mas como una virtud" – respondió él, riendo entre dientes.
Era su imaginación o Ren Tao estaba coqueteando con ella, sacudió su cabeza tratando de sacar esos pensamientos y suspiró.
"Como te decía Ren, necesitamos renovar el logo y el slogan, estaba pensando en algo con más color, algo más llamativo para el mercado joven. Sin embargo, no puede ser un cambio radical, ya que tu clientela fiel ya identifica tu producto con tu logo y slogan, tendremos que ser muy sútiles pero a la vez muy audaces" – explicó ella moviendo un poco las manos.
"Hey alto Pilika, recuerda que es un logo, no un vestido" – la interrumpió abruptamente, haciendo que la joven le enviara una mirada envenenada.
"Eso ya lo sé, Ren, pero ya que yo soy la diseñadora aquí, yo diré como y de que manera se harán las cosas" – dijo ella con una sonrisa triunfante en el rostro, al ver que iba a replicar algo, agregó –"¿Quieres que tu empresa suba su nivel de ventas, no?, entonces déjame hacer esto a mí"
Ren Tao miraba ceñudo a la bella mujer frente a él, lo que tenía de hermosa lo tenía de perra, nadie en su jodida existencia lo había dejado con la palabra en la boca, él siempre tenía la última palabra.
"Está bien, Pilika, empezaremos a trabajar mañana a primera hora" – anunció él, mientras se ponía de pie.
"¿A qué hora?" – preguntó ella, poniéndose de pie también.
"A las 8 estaría bien" – respondió él, mientras le abría la puerta de su oficina.- "¡Ah y por cierto, Pilika!, éste proyecto tiene un límite de tiempo de 5 meses… no nos decepciones"- le dijo él, mientras volvía a estrechar su mano con la de la chica.
"No lo haré, Ren, no te preocupes" – le dijo ella, y le dedicó una sonrisa.- "En fin, nos vemos mañana" – se terminó de despedir ella y comenzó a caminar hacía el ascensor.
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Una vez en su departamento, arrojó las llaves a una mesita, y se quitó los zapatos, se sobó un poco los pies, y se acercó a su contestadora, la cuál parpadeaba anunciándole que tenía un nuevo mensaje.
"Hola Pilika, soy Hao, hace mucho que no nos vemos desde nuestro último encuentro, ¿Qué te parece si nos tomamos una copa uno de estos días?, bueno llámame, tienes mi numero, cuídate muñeca"
Pilika suspiró y borró el mensaje, hacía ya más de tres semanas que no estaba con nadie, y no era porque no quisiera, sino porque había estado repleta de trabajo.
Tomó su celular y marcó ese número tan conocido para ella, una copa y un poco de sexo no le vendrían mal en ese momento.
"Hola, Hao" – saludó ella y sonrió con picardía.
"Hola muñeca, sabía que llamarías, ¿Cómo estas?"
"Estoy bien cariño, pero la falta de sexo me hace daño" – respondió ella con sensualidad, mientras se acomodaba en el sillón.
"Mmm creo que definitivamente te puedo ayudar con eso, ¿Qué te parece si voy a tu departamento en este momento y te hago vibrar?"
"Me parece una idea genial" – contestó ella, mientras se ponía de pie.
"Entonces te veré allá en unos 10 minutos, muñeca"
"De acuerdo, guapo" – dijo ella antes de colgar, guardó su celular en su bolsa, y corrió a su habitación.
Entró a su closet a tropezones y miró su ropa con indecisión, se quitó la ropa que llevaba puesta y la reemplazó con un camisón de seda blanca, se quitó la ropa interior, para ya saben, darle más sabor al asunto.
Se miró en el enorme espejo de su baño, suspiró al verse aún con la coleta que se había hecho esa mañana, definitivamente su cabello recogido no iba con su outfit, se soltó el cabello y se pasó los dedos por el, masajeándose ligeramente la cabeza, escuchó el timbre y una sonrisa torcida adorno su rostro.
Caminó deprisa hacía la entrada y miró por el orificio de la puerta antes de abrir, y allí estaba Hao Asakura tan guapo como siempre, su cabello le llegaba a los hombros dándole un aire rebelde.
Pilika abrió la puerta y se recargó en el marco de ella, con sensualidad.
"Pero mira que trajo la corriente" – dijo ella con coquetería y Hao sonrió con picardía.
"Soy un pedido un poco inusual Srta. Usui" – respondió el, con una sonrisa torcida; Pilika rió y lo invito a pasar.
Una vez que la hermosa joven hubo cerrado la puerta de su departamento con llave, fue aprisionada, por los brazos de Hao contra la puerta.
"¿Me extrañaste?" – preguntó en un susurró ella, mientras se ponía de puntitas y besaba con sensualidad innata el lóbulo de su oreja.
"No tienes idea" – jadeó él, mientras sus manos vagaban por la cintura de ella.
"Sólo por eso, te tengo una sorpresa" – murmuró ella contra su oído, y él se separo un poco para verla a los ojos.
"¿Qué clase de sorpresa?" – preguntó él con morbosa curiosidad pero ella no respondió, en cambio lo tomó de la mano y lo guió al sillón, donde lo sentó. Hao miraba a la bella mujer frente a él con ojos centellantes, ¿Qué estaría tramando Pilika?
Ella se inclinó hacia él y colocó sus manos en los hombros de él, casi inmediatamente él puso sus manos en la cintura de ella, Pilika tomo las manos de Hao y las guió hacia su intimidad.
"No traigo ropa interior" – le ronroneó ella con sensualidad en su oído, Hao abrió los ojos sorprendido e increíblemente excitado ya que sus manos podían confirmar lo que ella decía, comenzó a acariciarla e introducir sus dedos en su intimidad, ella gemía con los ojos cerrados, disfrutando las caricias que le proporcionaba el pelilargo.
Tomó las manos de él, y se las llevo a la boca con sensualidad, donde las lamió viendo a Hao directamente a los ojos, haciendo de eso algo realmente caliente.
Se sentó a horcajadas sobre él y jadeó al sentir la erección de Hao presionada contra su intimidad, arremetió contra la boca del hombre frente a ella y lo besó con una pasión desmedida, éste le respondió de la misma manera, mientras sus manos vagaban por la espalda de ella y tomaba los bordes de su camisón, para después sacárselo lentamente por la cabeza.
Una risa ronca se escapó de su boca al ver que ella no mentía, estaba completamente desnuda; sus manos viajaron hacía sus senos, los cuales masajeo logrando arrancarle gemidos a su dueña.
La abrazó por la espalda, y lentamente se puso de pie, Pilika rodeó con sus piernas la cadera de Hao al mismo tiempo que se besaban, mientras él los encaminaba a la habitación de ella a tropezones. Se tumbó en la cama con ella encima de él.
Pilika desabotonó la camisa de Hao con maestría y se la quitó con premura, beso cada rincón del pecho de él, logrando arrancarle uno que otro gruñido, sus manos vagaron con urgencia hacía sus pantalones los cuales desabotono deprisa, deseaba sentirlo dentro de ella ya.
Le quitó el pantalón casi con desesperación, y se llevó de encuentro sus bóxers, jadeó al ver la erección de él, y sin perder más tiempo, Hao tomó las riendas de la situación cuando rodó, quedando él encima de ella, cualquier protesta femenina fue acallada por los labios masculinos.
Las manos de Pilika viajaron hacía la parte sur de Hao, logrando que él gruñera con satisfacción; lo vio ponerse de pie y ponerse el condón; cuando regresó, Hao tomó las manos de la joven y las puso a ambos costados de su cabeza, aprisionándola nuevamente, antes de ella pudiese protestar él la embistió con fuerza y ella gimió sonoramente, sin saber muy bien porque la imagen de Ren Tao llegó a su mente, abrió los ojos para toparse a un Hao con los ojos cerrados y con una cara que mostraba placer.
La embestía con fuerza y pasión, ambos amantes gemían extasiados, ella se ladeaba con urgencia y él comenzaba a incrementar la velocidad; Pilika sentía como en su vientre se acumulaba más esa deliciosa sensación que no tardaría mucho en explotar dentro de ella.
Hao aumentó la fuerza en sus embestidas logrando arrancarle gritos a la bella mujer, él gruño de puro placer al sentir la estreches de ella, estaba a punto de terminar; Pilika soltó un gritito cuando esa deliciosas sensación acumulada en su vientre se expandía por todo su cuerpo, se arqueó disfrutando del delicioso orgasmo y Hao no tardó mucho en seguirla, gimiendo sonoramente cuando su orgasmo llegó.
Hao salió del cuerpo de ella y se recostó a su lado, ella rió y él la miro desconcertado.
"Eso… fue genial" – jadeó ella y él le sonrió.
"Lo sé, muñeca" - respondió él jadeando.
Pilika no tardó mucho en quedarse dormida, y su acompañante no tardo en seguirla, quedando ambos a merced de Morfeo.
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Abrió los ojos con pesadez al escuchar el insistente sonido chirriante de su despertador, estiró su mano y lo apagó, se sentó aún adormilada, y vio la hora, 7:00 a.m.
Vio a su acompañante que aún dormía y suspiró, maldito fuese Ren Tao por citarla a las 8 de la mañana.
Se metió a bañar y bajó el chorro de agua tibia recordó como la imagen de Ren Tao había aparecido en su mente al estarlo haciendo con Hao, nunca antes le había pasado eso, pensar en otro hombre mientras tenía sexo con alguien.
Más no pudo evitar preguntarse como sería Ren Tao en la cama, ¿Sería como se ve a simple vista? Salvaje, elegante y arrogante.
Sí el sexo con Ren era como se veía a simple vista, entonces definitivamente quería acostarse con él, rió de sus propios pensamientos y sacudió su cabeza sabiendo que ya estaba yendo demasiado lejos.
Salió de la regadera envuelta en una toalla y se dirigió a su closet, miro su ropa y opto por ponerse una falda de lápiz arriba de la rodilla color verde aceituna, y una blusa de tirantes beige, se puso el saco que hacia juego con la falda y se colocó unos zapatos de tacón en punta color beige.
Su miró en el espejo y comenzó a cepillar su larga cabellera celeste, se volvió a hacer una coleta alta y dejo que algunos mechones cayeran libres por su cara; se cepillo los dientes y se maquilló levemente.
Cuando regresó a su habitación notó que Hao ya estaba despierto y la miraba con curiosidad.
"Te ves muy diferente de cómo te veías anoche" – le dijo él con una sonrisa pícara.
"Tengo que ir a trabajar" – respondió ella simplemente dedicándole una sonrisa torcida.- "Sí te vistes y levantas, prometo hacerte de desayunar"
"Muñeca, me veo mejor desnudo y tú sin duda alguna luces mucho mejor sin ropa" – le dijo él guiñándole un ojo con descaro, haciendo que ella riera encantada.
"Pues, sí quieres desayunar tendrás que vestirte guapo" – le dijo ella saliendo de su habitación para ir hacia la cocina, puso a preparar algo de café, mientras preparaba tostadas francesas.
Dejó un plato para ella y otro para Hao, sirvió café en las dos tazas y se sentó a comer su desayuno, sonrió al ver a su acompañante vestido.
"Quería desayunar" – fue lo único que dijo, antes de empezar a comer.
Ella vio la hora y pego el grito en el cielo, eran las 7:50 tenia 10 minutos para llegar, tomó su bolso y portafolio, y salió a toda velocidad de su departamento, gritándole a Hao que cerrara.
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Ren Tao se movía de un lado a otro con impaciencia, veía su reloj cada dos segundos, ¿Dónde estaba?, la puntualidad el primer día era esencial para dejar una buena impresión.
Bufó fastidiado y se sentó, tomó un poco de café y miró por el gran ventanal, su mirada se perdió entre las calles infestadas de autos, y suspiró con cansancio, volvió a mirar su reloj 7:58 a.m., definitivamente la chica llegaría tarde.
8:01 a.m. y no había llegado Pilika Usui, frunció el ceño cuando su puerta se abrió de golpe y dejando ver a una Pilika jadeando.
"Hay Pilika, número 1: ¿No te enseñaron a tocar la puerta?, y número 2: Llegas tarde, en tu primer día, sht-sht muy mal" – dijo él moviendo la cabeza de manera negativa, ella frunció el ceño claramente molesta.
"Hay Ren, número 1: Si me enseñaron a tocar la puerta, pero como puedes ver, venía tarde por lo que, el haberla tocado, me habría retrasado más, y número 2: Llegue tarde un minuto, ¿De acuerdo?, sólo fue un jodido minuto" – se defendió ella.
"Pero… como quiera es tarde" – volvió a decir él, mientras una sonrisa de autosuficiencia aparecía en su rostro como diciendole "gané yo, nena."
La joven bufó enojada y se sentó, sacó una carpeta y se la entregó, él la recibió aún con la sonrisa en el rostro.
"Y bien ya que llegaste tarde, ¿Puedo saber el motivo de tu tardanza?" – preguntó él apropósito para picarla más.
"¡Oh veras!, ayer termine tan estresada de verte que llamé a un amigo para que me hiciera olvidarme de mi estrés, ¿Tú me entiendes no?" – dijo Pilika con una sonrisa de triunfo bailando en su boca, al ver la cara desfigurada de Ren Tao, quién no podía creer la osadía de la joven, esa chica le acababa de confesar que había tenido sexo para quitarse el estrés, no sabia sí excitarse por esa revelación o sentirse indignado por tal desfachatez, sinceramente sentía un poco de las dos cosas.
Abrió con brusquedad la carpeta, dejando muy en claro con ese acto que el comentario de la chica lo había puesto de mal humor, ella seguía sonriendo y él sólo quería borrarla esa estúpida sonrisa de triunfo de su bello rostro.
Su enojo se disipo al ver los diseños de la joven diseñadora, eran buenos, no, en realidad eran muy buenos. Ren continúo viendo los diseños de la joven cada vez más sorprendido, pero más fue su sorpresa cuando la mano de la joven se poso sobre la suya.
"¡Oh espera!, mira es más o menos como éste diseño como el que tengo en mente, ¿Te gusta?" – preguntó ella, viéndolo a los ojos y él sólo atinó a asentir con la cabeza.
Ren terminó de ver los diseños y le entregó la carpeta a su dueña, se quedó pensando en el gran potencial que tenía la joven sentada frente a él, y sonrió con malicia, definitivamente necesitaba esa clase de potencial en su empresa.
"Pues bien, Pilika, tienes que ir al área de diseño y publicidad, allí te estará esperando Tamao Tamamura, ella es la directora de diseño" – le explicó él y le dijo que a piso tenía que ir, ella asintió con la cabeza y se encaminó hacia allá.
Una vez que ella se hubo ido, Ren volteó con su secretaria y le sonrió, ella le devolvió la sonrisa y él se acercó.
"Mitsuki, ¿Podrías decirle a Anna que necesito hablar urgentemente con ella?" – preguntó el joven chino, y su secretaria asintió con la cabeza mientras la llamaba.
Ren entró a su oficina y espero paciente a que llegara Anna, escuchó como alguien tocaba la puerta y dejó que un 'adelante' se escapara de sus labios.
Entró una mujer de rubia cabellera, muy hermosa, con unos ojos negros que parecían joyas, más la frialdad en su rostro asustaba.
"¿Para que me querías ver Tao?" – preguntó ella con su usual indiferencia.
"¿Cuántas posibilidades tenemos de que Pilika Usui se quede en la compañía?" – preguntó él con un brillo extraño en los ojos, Anna abrió los ojos como platos y lo miró con incredulidad.
"Nula, Tao, ya te lo había dicho, ¿Por qué jodida razón crees que se quedaría en la empresa, teniendo ella una firma tan prestigiosa?" – preguntó la rubia mujer con escepticismo.
"No lo sé, pero Anna necesitamos potencial, y ella lo tiene" – respondió él y se sumió en sus pensamientos, tenía que haber una manera.
"Recuerda que ella sólo vino a ayudarnos, su trabajo aquí es temporal y ella en el contrato nos hizo ponerlo y firmarlo"
"Pues tendrá que haber una manera" – respondió el y rió, mientras agregaba. – "Aunque tenga que seducirla y enamorarla, para que se quede"
Anna escondió la sonrisa que quería asomarse por sus labios y pensó en lo tonto que podía llegar a ser su jefe.
"Hay, Tao, veo que no ves mucho la televisión, ¿Qué no sabes que ella es como tú?" – preguntó enarcando una de sus hermosas cejas.
"¿A que te refieres a que es como yo?" – preguntó extrañado Ren.
"A que ella no quiere compromisos, así que dudo mucho que logres seducirla" – le espetó la bella publicista.
"Pues te diré que la seduciré y ella caerá redondita a mis pies, por favor Anna, nadie se resiste a mí" – dijo él con arrogancia y al ver que la rubia iba a protestar, agregó. –"Sólo tú, pero es porque tú tienes a Yoh"
"No lo sé Tao, no me parece una buena idea, sí ella se llega a enterar abandonara el proyecto, y no encontraras a otra como ella, ¿Me entiendes?"- preguntó seriamente y él asintió con la cabeza.
"Pero sí mi plan funciona, no sólo se quedara en el proyecto, sino que se quedara en la empresa a aportarnos sus 'frescas ideas', así que sólo déjamelo a mi Anna" – respondió él muy seguro de su plan y de sí mismo, pero lo que Ren Tao no sabía, era que Pilika Usui no era ninguna chica tonta.
Notas de Autora:
¡Hola!
Hoy leí historias de Ren/Pilika y me acordé de cuanto amo a esta pareja :D
Como habrán notado puse un Hao/Pilika, pero fue más que nada para reafirmar la idea de que son espíritus libres, que no quieren compromisos, así que no se sorprendan mucho si ven a Ren con otra en el próximo capitulo, jajaja ya que Pilika no se la pondrá nada fácil ;)
En fin espero que hayan disfrutado leerlo, tanto como a mi escribirlo :D
No olviden dejar sus comentarios ;)
Se despide con cariño, Clio
