El primer amor de mi hija adolescente.
Capítulo I
Extraño comportamiento.

=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=

Disclaimer: Todos los personajes de Sailor Moon pertenecen a Naoko Takeuchi.

La publicación de ésta historia, no tiene fines de lucro su propósito es exclusivamente el entretenimiento.

El desarrollo de esta historia pertenece a la autora de este fic.

Taimy,Yarei, Seinako y Lidew, las "Little Girls" Son idea original de Sol Levine. Así también el fanart principal de la portada de este fic.

Muzuko, es idea Original de Ilaria Sometimes, igualmente el fanart secundario de la portada.

Gracias a ambas por permitirme el uso de sus respectivas obras.

=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=

Hoy Taiki y yo, cumplimos diecisiete años de feliz matrimonio y lo hemos celebrado con una pequeña pero emotiva fiesta. Una hermosa recepción que organizaron para nosotros nuestros seres más queridos.

Hemos sido un matrimonio bastante afortunado, no quiero decir que perfecto, hemos tenido nuestros desacuerdos, incluso un conato de divorcio a los dos primeros años. Pero hemos madurado y crecido como pareja. Estoy segura de que es el amor de mi vida, con todo y que comparto su amor con otras dos chicas.

Tenemos dos preciosas hijas, a quienes amamos y procuramos guiar lo mejor posible, cada día mostrarles su valor y su importancia. Darles las herramientas para enfrentar el mundo tan cambiante en el que vivimos. Son nuestro tesoro, Taiki al principio, deseaba un varón, pero ahora no cambiaría a sus princesas por nada. Nuestras hijas a su manera, han sobrepasado las expectativas que como padres pudiéramos tener, y mientras ellas estén bien, nosotros estamos bien. La menor de ellas se llama Muzuko, su llegada, fue una sorpresa pues ni mi esposo ni yo esperábamos volver a ser padres, ya que en mi primer embarazo tuve muchas complicaciones, descartamos la posibilidad de otro hijo, pero con todo y eso, la llegada de Muzuko fue una bendición. Mi nena, físicamente es muy parecida a mí, aunque tiene los maravillosos ojos color malva de su padre. Ella es simplemente un huracán, es traviesa, impetuosa y valiente. Defiende siempre su opinión a pesar de contar con tan sólo cinco años. Mizy, es como cariñosamente la llamamos, gracias a su tía Mina, pues me persiguió con el asunto desde el nacimiento de la bebé, hasta que acepté por puro agotamiento una tarde en que vino a traerle alguna ropa de su hija Seinako como herencia.

—Amy dime, ¿has pensado en lo que te dije sobre el nombre de tu bebita? Nena, dile a mamá que te quieres cambiar el nombre — dijo levantando a Muzuko de su carreola haciéndola sonreír.

—Mina, no quiero ser hostil contigo, ya conoces mi opinión y la de Taiki, mejor toma tu té, después de un rato ya no sabe bueno.

—Está bien, te dejaré en paz… por un rato…

Los años de amistad con Mina, me habían enseñado que nunca se daría por vencida, llevaba meses insistiendo con que debía cambiar el nombre de la menor de mis hijas. Sin embargo, ese día parecía estar determinada a salirse con la suya. Dejó pasar la mañana en santa paz, pero a la hora de la comida, continuó con insistencia.

—Vamos Amy, "Mizy" se escucha lindo y encaja perfecto, no te quita nada.

—Por más que insistas Mina, no conseguirás nada, dime ¿a qué hora vendrá Seiya?

—Llegará tarde, fue a arreglar unos asuntos a Nagoya. Pero no me cambies es tema, dime que cambiarás el nombre de mi sobrina.

—Mina, mi hija se llama Muzuko y punto —señalé con la poca paciencia que me quedaba.

—Mira, Taiki, Amy, Taimy y Mizy —decía mientras indicaba cada nombre con sus dedos—. ¿Ves? Suena hermoso así, más como decirlo… armónico.

—Mina, eres exasperante…

—Eso lo sé, pero también soy adorable—. Afirmó con una mueca infantil.

—Dejemos el tema por favor, ya me tienes cansada con eso.

—Por favor Amy, Muzuko es nombre de señora solterona y amargada…

—Mina…

—¡Ups! Digo, no es nombre para una nena tan bonita.

—Está bien Mina, llámala así si eso te hace feliz—. Fue tan insistente con el asunto que no pude decirle que no y con el tiempo, toda la familia lo aceptó.

En fin, Mizy es nuestro dolor de cabeza, se mete en líos siempre que puede y más cuando se reúne con su prima Kousagi y su tía Mina. Disfruta coleccionando bichos raros, escalando lo que sea que pueda escalar e investigar y resolver misterios.

Admira a su hermana mayor y, a su manera, la cuida y está al tanto de sus problemas.

Taimy, la primogénita, tiene el cabello castaño de su papá y el azul de mis ojos, ella es una niña tranquila y amable, decidida y firme en sus decisiones, centrada en sus metas y en hacer lo necesario para llegar a ellas. Un poco cursi, cariñosa, bondadosa y leal. A diferencia de su hermana, Taimy es tímida y reservada como su padre. Taiki es su adoración, la opinión de él sobre las decisiones de nuestra hija, son fundamentales, ella no hace nada sin antes consultarlo con papá, así sea la más mínima cosa. No sé, tienen una relación especial y estrecha. Al principio, me sentía un poco desplazada y por tanto celosa, pero entiendo que hay cosas que no puedo cambiar y que los amo profundamente aunque me excluyan del club.

Sus notas son impecables, es miembro del club de tenis, de vez en cuando practica tocando el piano y es presidenta de su clase. Taimy, jamás nos ha dado un problema, jamás hasta hace unas semanas que comenzó a actuar un tanto extraño. Pensé en dejarlo pasar pues quizá, con el paso del tiempo, se normalizaría, pero al agravarse el problema tuve que contárselo a Taiki.

—Entonces, así son las cosas, la niña está rara, a veces está demasiado feliz, luego se irrita con facilidad, llora sin razón aparente, estoy muy preocupada.

—Recapitulemos —me dijo mi esposo algo turbado.

—Pues como te dije, Taimy ha estado muy retraída últimamente, a momentos está tan ausente que no escucha cuando la llamo, el otro día la escuché llorar, pero cuando le pregunté, me dijo que eran tonterías y se encerró en su habitación.

—Amy, amor eso es normal, es una adolescente—. Me molestó un poco que usara conmigo el tono paternal que usa con Mizy, ¿a caso creerá que estoy loca?

— Si quieres más indicios de que algo le pasa a nuestra hija, revisa sus notas, obtuvo 95 puntos el su parcial de matemáticas, 94 en química, 92 en música. Bajó su rendimiento académico, no está entrenando para el torneo de tenis, olvidó su libro de química y no sólo eso, olvidó que quedó de comer con sus primas, eso es lo que más me preocupa. Las está haciendo a un lado y no sé por qué. No quiere salir con ellas, ni de compras, ni al cine, además que se negó a ir a la pijamada que organizó Yarei para el fin de semana.

—Son cambios de la edad amor, nada que no cambie con el tiempo.

—Taiki, me da la impresión de que te estás negando al hecho de que tenemos un problema serio con Taimy.

Taiki sólo caminaba de un lado a otro, con su mano sobre la sien, típico de él cuando está analizando una situación difícil. Nunca tuvimos éste tipo de situaciones con Taimy y con toda sinceridad, jamás nos preparamos para ello. Pues al ser tan tranquila, dulce y sensata, no creímos necesitarlo.
—Amor, ¿por qué no simplemente le preguntas qué le sucede? Eres su madre y ella confía en ti.

—¿He estado hablando con la pared acaso? ¿No te dije que le he preguntado ya?— Este esposo mío se empeñaba en minimizar todo lo que le estaba diciendo.

—Cariño, no te enojes, yo también quiero saber qué le pasa a mi hija, pero no ganamos nada con perder la cabeza por algo que podría ser pasajero.

—¡Yo sé qué le pasa a mi hermana! —la pequeña Muzuko hizo su triunfal aparición en medio de la sala con un gesto de superioridad al conocer información Taiki y yo ignorábamos.

—Muzuko, hija, estamos hablando de cosas de grandes, y ya te he dicho que no está bien interrumpir así. Ve a jugar con "Ramsés" —Ordenó Taiki amorosamente. Por cierto, Ramsés es un escorpión asiático que mina le regaló a Mizy en su cumpleaños.

—Qué mal que no me hacen caso por ser chiquita, pero ya querrán saber y no les voy a decir nada.

Mizy se alejó de la sala protestando, son sus mejillas infladas y coloradas, refunfuñando como era su costumbre cada vez que le llamábamos la atención.

Una vez que Muzuko se alejó, tomé asiento junto a mi marido, él tomó mis manos, trataba de calmar un poco mi ansiedad, sin embargo, no podía estar en paz por más tiempo. Yo quería a la Taimy de siempre de vuelta.

—Taiki, puede ser que sí estoy exagerando, pero por mi bien, el tuyo y el de tu hija, te suplico que hables con Taimy, ella siempre se ha abierto más a ti. Puede ser que si tú le preguntas, se sincere contigo. No sé, podrías invitarla a cenar o al parque de diversiones, a pasar una tarde entre padre e hija.

—Si con ello ayudo a que te quedes tranquila, lo haré. Veré como está mi agenda para el sábado. Pero debes prometerme que dejarás todo este asunto por la paz—. Dicho aquello, me besó fugaz y dulcemente.

—Te lo prometo —Lo único que yo quería era la estabilidad emocional mía y de mi hija mayor y si Taiki se esforzaría por investigar yo estaría tranquila.

—¡No es justo! ¡Yo también quiero salir con papá!

Mizy interrumpió de nuevo, mi pequeña desobediente, se quedó escuchando por ahí en algún rincón.

—Mizy…

—No me digas nada papi, es que tú no me quieres llevar de paseo contigo y con Taimy.

—No es eso princesita, pero necesito platicar a solas con tu hermana para saber qué es lo que le pasa.

—¡Pero eso no es necesario! ¡Yo sé lo que le pasa a mi hermanita!

Taiki la levantó para besarla mientras yo la veía con curiosidad, "¿qué es lo que sabe esta niña?"

—¿Qué le pasa a tu hermana nena? —Pregunté con cautela, pues a Mizy hay que agarrarle el modo.

—Mami, lo que le pasa a Taimy es muy simple. Si me prometes no decir que yo te dije, te digo.

—A ver hija, dinos que le pasa a tu hermana y luego decidimos que hacemos. —Taiki trataba de negociar con nuestra hija menor, con un gesto algo contrariado, pues Muzuko aunque pequeña, no se dejaba convencer fácilmente.

Me enternecía ver la negociación entre ellos, mi pequeña sabía cómo poner en jaque a su padre, por lo que yo permanecía en silencio.

—No papi, promételo, porque no quiero que mi hermana se enoje conmigo, prometió comprarme un helado de chocolate.

—Nena, dinos y si ella se enoja, el helado te lo compro yo. —Mi marido me miró pidiendo misericordia, pues de sobra sabía que no me gusta que coman demasiadas golosinas y menos si éstas eran producto de un soborno. Pero no tuve más remedio que asentir, no podía echarle abajo "el negocio" y menos si era igualmente conveniente para mí.

—Está bien, pero que conste que si ella se enoja voy a sentir feo.

—No se enojará, lo que nosotros queremos hacer es ayudarla. —Esperando que mi argumento surtiera efecto, acaricié la mejilla de la niña.

—Está bien mami, se los diré, espero que no se haga un problema grande, no quiero que mi hermana diga que soy una soplona y menos que me vedí por un helado.

—No digas eso Mizy, lo que tú haces es ayudarnos para ayudar a tu hermana, no te preocupes, porque lo que nosotros queremos es que ambas estén bien—. Fueron las palabras de Taiki que ya estaba un poco impaciente por conocer la privilegiada información con la que contaba nuestra hija.

—Papi, mami, lo que sucede con Taimy, es muy simple, no está enferma, parece que se volvió loca, pero no es así.

—Mizy, por favor ve al grano —Pidió Taiki con tono suave pero algo desesperado.

—¡Lo que pasa con mi hermana es que está enamorada!

=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=:=

Y bien, ¿qué les ha parecido? ¿No creen que Mizy es una ternura?
Será un fic cortito, pero espero que les guste. Sus comentarios y sugerencias son siempre bienvenidos.
Recuerden que me pueden encontrar en facebook si es que no tienen cuanta por acá o bien, desean conversar con su servidora.
¡Nos seguimos leyendo!

Kisses & blessings
=Anny=