Capitulo 1: Lamentaciones y una Tormenta.

Prive Drive numero 4 , no es mas que una casa común en un barrio normal y común de Inglaterra o al menos lo es la mayor parte de el año. Pero ya no lo era desde hace algunos años para ser exacto 5 años ya que desde que Harry Potter el sobrino de los Durley había cumplido los 11 años esa casa tan normal y común no lo seria nunca mas ya que Harry era un Mago y no cualquier mago si no que el Niño que vivió el único que había sido capas hace ya muchos años de derrotar a Lord Voldemort gracias al sacrificio de sus padres por protegerlo.
Pero este año era diferente a los anteriores ya que si hemos de ser sinceros la vida de Harry no era para nada feliz en esa casa ya que para sus tíos el no era mas que un estorbo un "Anormal" casi un monstruo pero a Harry ya estaba acostumbrado a esto y no le afectaba es mas sentía lastima por sus tíos y su primo pero mas que enojo nunca los odio y a pesar de todo este noble joven nunca odio a nadie a excepción de Voldemort el asesino de sus padres y destructor de su vida.
Pero ahora era diferente donde el tan normal barrio ingles había estado ya no era para nada normal, pues desde que había regresado a ese lugar ya nada seria como antes , no por sus parientes si no por el dolor que el joven cargaba en su interior , y desde que sus amigos de la Orden del Fénix habían amenazado a sus parientes , lo que en un breve momento lo divirtió ya no era así ya que desde que había llegado se había encerrado en su cuarto a llorar y a sufrir el peor tormento que había recibido en toda su vida.
Su padrino Sirius Black había muerto y era su culpa en el Arco del salón de los misterios se había dejado engañar por Voldemort y condujo a su padrino a su muerte además de sus amigos mas cercanos a casi correr la misma suerte en ese lugar y para colmo de males todo pudo ser evitado.
Mientras el joven lloraba en la calle llovía de una manera diluviaba y unos vientos que amenazaban con arrastrar todo a su paso como si la misma naturaleza se acogiera a las lagrimas gritos y suspiros del joven mago, sus lagrimas eran la lluvia que afuera caía sus suspiros eran los fuertes vientos que arrasaban ese barrio ingles y sus gritos y llantos eran truenos que estremecían a cada persona en ese lugar.
Desde una solitaria ventana una mujer miraba atentamente la ventana del cuarto de Harry y al igual que el joven solo que en silencio negras lagrimas caían por el rostro de la anciana mientras que nerviosamente acariciaba un gato en sus brazos.
Dentro del cuarto Harry que ya había estado casi una semana adentro apenas saliendo para ir al baño ya que ni había comido durante esos días se permanecía encerrado en su cuarto mientras sufría y maldecía su destino.
Harry sentado en el suelo tenia un aspecto deplorable su cabello negro y salvaje estaba largo casi hasta bajo sus hombros ocultando su rostro y para suerte de que alguien hubiera estado observándolo sus antes vivos y radiantes ojos verdes estaban rojos de tanto llorar y su cuerpo que era delgado pero con una cierta base atlética estaba temblando y su piel lozana y juvenil estaba pálida y maltrecha.
En una jaula su lechosa lo miraba y si era posible de creer literalmente temblaba por no poder ayudar a su amo en sus momentos de dolor y necesidad.
Harry volvió a levantar la cabeza y miro la pared a un lado de la cama su rostro imposible de ver por su pelo se estremeció y sus dientes casi crujían con la fuerza que sus mandíbulas se serraban de ira enojo y frustración contra los que tanto mal le habían hecho Voldemort , Albus Dombledore y Beatriz Lestrexe y a Peter Pethegriu quienes responsabilizaba por haber perdido lo mas importante en su vida a su amado Padrino Sirius Black.
Por cada uno de ellos su vida había sido un infierno desde que podía recordar y siempre rodeado de mentiras y engaños desde que tuvo la noción de las cosas.
Mientras lloraba en silencio alguien toco a la puerta tímidamente el joven aparto su mirada de la pared y se quedo en silencio entonces tocaron un poco mas fuerte.
Harry ábreme debemos hablar.

Harry sonrío por la ironía la mujer fuera de la puerta no era otra que su tía Petunia la hermana de su fallecida madre que durante todos sus años nunca le dirigió una palabra cariñosa o de animo solo ordenes insultos o mentiras. Ahora con voz suplicante pedía entrar cuando tantas otras veces entraba sin tocar a insultarlo o amenazarlo, Harry no contesto no lo habría hecho ni aun cuando hubiera podido odiaba a esa mujer y al resto de sus podridos familiares.
Harry escucho a la mujer fuera de la puerta tocar casi por dos minutos antes de que comenzara a hablar, Harry por favor baja a comer nos has probado bocado desde que llegaste y eso casi una semana por dios Harry podrías enfermar.
Harry sonrío con una sonrisa invisible por su largo cabello y aun sin moverse comprendió todo no era una preocupación verdadera por su bienestar si no era el miedo de que los miembros de la orden del Fénix le hicieran algo al encontrar a Harry en ese estado.
Harry se levanto quizás impulsado por el odio o la rabia o por su magia quien sabe y con energía fue a la puerta y la abrió de golpe asustando a la mujer por el estado del joven en el que estaba. El joven mira a la mujer delgada y huesuda frente a el y con una voz tranquila fría y cortante se dirigió a ella arrastrando las palabras.
Tía dijo con una voz que nadie hubiera podido identificar como la del, si vuelves a molestarme lo lamentaras esta claro. La pobre mujer intimidada dio un inconsciente paso a atrás u subió una mono a su boca. Cuando lo bajo trato de decir algo y fue callado nuevamente por su sobrino.
Tía crees que no se por que has venido a verme después de casi una semana aquí , en ese momento un rayo cayo a poco centímetros de la ventana de Harry dándole por la luz blanquinegra un aspecto aun mas temible , tu no estas preocupada por mi le dijo, y antes que pudiera articular una palabra la intimidada Tía Harry continuo su monologo , estas aquí solo por que temes lo que te harán a ti y a los otros dos mis amigos cuando me encuentren en este estado no , si hubiera sido posible ver a través del pelo de Harry se podría haber visto una sonrisa malévola fría impersonal y hasta con atisbos de ser sádica que hubiera puesto a temblar a cualquiera que la viera, entonces Harry continuo sabes Petunia (La tuteo) me encantara ver como te Despedazan y convierten a tu hijo en un cerdo frente a tus ojos y a Vernon en una morsa a y claro sin olvidarme de ti claro tía, fingiendo una voz cariñosa, en una jirafa y Harry comenzó a reír con una risa fría espectral casi sobrenatural y que helo el corazón de Petunia que trato de correr por el pasillo para volver a bajar por las escaleras. Entonces su sobrino con un rápido movimiento tomo su ante brazo con una fuerza tremenda, Tía no seas mal educada aun falta lo más importante que tengo que decirte, no serán animales completos si no que mitad y mitad para que sientan lo que por el resto de sus vidas es ser llamado monstruo anormal y cosas por el estilo. Entonces con la misma violencia que tomo su brazo lo soltó dejándole un cardenal rojizo donde había puesto su fuerte mano en el delgado y huesudo brazo de su Tía y entro a su cuarto serrando la puerta con un fuerte golpe.
La Tía Petunia aun conmocionada bajo los escaleras uno a uno cuando iba casi a la mitad se desmayo rodando por las escaleras. Tanto su hijo y esposo corrieron a socorrerla y ver el pálido rostro de la mujer, le tomo casi dos horas reponer un poco de la fuerza necesaria para contarles lo que Harry en el pasillo le había dicho. Es curioso lo que el miedo provoca en la gente no, algunas personas gritan y corren otras lloran o se desmayan pero en esa sala había el miedo patente en su más pura y total expresión los tres con un blanco lechoso temblando de miedo.
Qu Que aremos tartamudeo Vernon cuando nuevos truenos sacudían la casa por completo y hacía que la electricidad sé fuera de la casa. Aun que con la cantidad de rayos y truenos no era necesaria. Huir de aquí y rápido casi grito el hijo llevándose sus obesas manos a su trasero mientras lagrimas corrían por su rostro. Vernon estaba callado y casi en Shock por las palabras de Petunia. Estamos perdidos dijo finalmente con sus manos alrededor de su cabeza casi llevando su torso hasta donde su enorme estomago le permitía. Los tres no hablaron y se quedaron en ese sillón esperando su castigo temblando de pies a cabeza.