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.•. NUESTRO DESEO .•.

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:•: CAPITULO :•:

I

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Serena Kou se encontraba de pie en el centro del salón, el equivalente a un gimnasio, absorbiendo la visión de explosiones navideñas en su hogar. Había algo terriblemente erróneo con la escena que tendría que ser perfecta. Su hogar era irreconocible. Espumillón, coronas y luces colgantes destellaban. Rojo, verde y blanco atacaron sus ojos, causando una imagen negativa de la gente que acababa de abandonar la mansión. Los que solían ser normales sillones de piel ahora eran cubiertos en una decorativa fiesta navideña. La chimenea inútilmente intentaba brindar calor con su fuego real. Este año lo mejor de todo es que había un árbol real.

Por supuesto, el hogar Kou siempre tenía un árbol en navidad, pero este era diferente. En lugar de uno escarchado, consistente de solo blanca, plateada y azul decoración, este árbol tenía una decoración linda, imaginativa, desde las anormales pequeñas ardillas hasta los prácticos y tradicionales bombillos rojizos. Debajo, los regalos no eran falsos. Eran reales. Seiya Kou tomo tiempo para comprar regalos para su familia. Bueno, esa era una pequeña mentirilla ya que fue él mismo quien envió a un comprador personal para realizar las compras. Pero él si eligió los regalos. Desafortunadamente, Seiya pinto su raya al tener que salir de compras con Serena para los niños.

Aun a pesar de la aparente perfecta imagen de la que estaba siendo testigo y de lo que parecía ser el comienzo de algo prospero, Serena sabia que había algo mal. En primer lugar, Seiya estaba en casa antes de la noche de Navidad. Eso nunca sucedía antes. Nunca. Él no les ha dicho a los niños que se 'silencien' o ha literalmente corrido a su despacho molesto o sonreír cuando Sery le dijo que Santa vendría. Si había algo que Serena sabía era que cuando se trataba de no-existentes criaturas que los niños creían vivamente, Seiya se encargaba que se supiera eran míticos. Los niños tenían cuatro años, no lo suficientemente grandes para importarles el Ada madrina, pero ya avanzados en la materia. Sabían perfectamente que los duendes, el conejo Trix, fantasmas y el coco no eran reales. Serena sabia que Santa seria el próximo en la lista.

Frunciendo el ceño, mordió su labio inferior en agitación mientras sus ojos viajaban hacia el conjunto de escaleras que se encontraban cerca del árbol. Queriendo unir a los niños con su 'apenas-ahí' padre, fue ella quien tuvo la genial idea de que Seiya les leyera una historia antes de dormir, pero comenzaba a pensar que eso había sido una muy mala idea en especial desde que encontró el libro tirado a unos cuantos pasos de las escaleras.

Pobre 'Los felices bebes hipopótamos'. A ella le gustaba ese libro.

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Arriba, 4º piso: Serena necesita preocuparse, mientras Seiya intenta una unión con sus pequeños diablillos… ¡Ejem! …Sus hijos.

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Actualmente los fratérnales gemelos habían sido ambos arropados un poco apretujados. Cuando Seiya quería hacer algo bien, se aseguraba de hacerlo bien e inclusive hacerlo de más.

"Papi, no me puedo mover." Sery se quejo, intentando mover su cabeza para ver la posición de su padre en su habitación. Él estaba sentado a la orilla de la cama de Seji, pero con la sabana tan apretada sobre ella, Sery no pudo ver nada a excepción del techo.

"Bien." Respondió Seiya mente-ausente mientras ojeaba los libros de sus piernas. "¿Qué clase de idioteces escribe la gente en estos días?" Se pregunto tirando otro libro al piso. De los fuertes golpes y los murmullos de su irritado padre, Seji estaba apunto de comenzar a llorar. El hijo de Seiya, el supuesto heredero a INTNEK Corporation, estaba aterrorizado de su padre y a pesar de no creer nada de lo que decía, el pequeño tampoco se atrevía a contradecirlo. Lo único que si bien pudo heredar de Seiya fue su inteligencia, la que le ha dado dolores de cabeza a su papa.

"¡Papi!"

"Vas a dormir, no necesitas moverte." Seiya gruño y Sery instantáneamente paro su chillido. En lugar comenzó a quejarse.

"¡Quiero a mami!"

"Bien, porque no puedes tener a mami."

"¿Por qué?"

La voz de Seiya cambio de su usual negro acento a uno condescendiente. "Porque tú mama cree que ustedes, pequeños diablillos, necesitan conocerme mas."

Hubo un momento de silencio antes de que Seji hablara. "Si, ¿Quién eres tú?"

"Seji, él es nuestro papi."

"¿Qué es eso?"

"¡Yo que se!"

"¡Suficiente!" Los niños se silenciaron con enormes ojos sorpresivos ante el bramido sonido de su padre. "¿Por qué mejor no se duermen y todos seremos felices?"

"P – pero yo no puedo dormir sin una historia." Ambos corearon, algo que no ocurría muy a menudo considerando su naturaleza di-polar.

Seiya gruño, deseando dejar la habitación pero poco dispuesto a dormir en una de las habitaciones de huéspedes. Él no tenía planeado pasar la noche de Navidad leyendo una ridícula, extra-animada, llena-de-mentiras historia a sus gemelos. Pero así también, si todo en su vida hubiese sido como pensaba antes, definitivamente estaría felizmente casado, gemelos-menos y en su oficina en este instante creando música maravillosa con el teclear de su portátil. Ah, como hubiese sido difere –

"¡Estoy aburrido!"

"Tengo hambre."

"¡Yo estoy mas aburrido!"

"Yo tengo mas hambre."

"Esta bien, ustedes ganan." Declaro Seiya levantando los brazos sosteniéndolos a sus costados como si fuese a entrar en alguna pelea. Miro a los gemelos, uno en cada lado de la habitación, antes de acercarse a la izquierda y tomar a la muy-segura-arropada Sery, quien retrocedió en sus brazos e intentando morderlo. Seiya la bajo en la cama suavemente. A pesar de estar terriblemente molesto, incluso volviéndose loco por sus gemelos, Seiya no quería lastimarlos. Mentalmente cicatrizarlos, claro, pero nada físico fuera de lo normal.

Ahora los gemelos estaban uno al lado del otro, semblante casi visible a través de sus rasgos contrarios. El padre y los gemelos se miraron entre ellos antes de que Seiya suspirara y acercara la mecedora, la que suponía Serena utilizaba para leer.

"Mami nos lee a cada uno una historia diferente." Sery declaro en un extraño tono sarcástico parecido al que Seiya suele utilizar cuando su irritabilidad llega al limite con ellos.

"Bueno, como hoy es un día especial…tendrán una historia para los dos."

"¡Navidad!" Los gemelos chillaron simultáneamente otra vez y Seiya internamente fue presa del pánico. Él conocía lo suficiente de sus hijos para saber que declarar la misma palabra juntos dos veces no era algo bueno.

"Papi, cuéntanos una historia de Santa." Sery casi salta de la cama, pero Seji la detuvo de la pierna.

"¡Y duendes!"

"¡Y el polo norte!"

"¡Venados!"

Seiya levanto las cejas en pregunta y enseguida se quito sus lentes nuevos para frotar el puente de su nariz. "¿De que están hablando?"

"Papi, ¿No sabes acerca de Santa? ¡Todos saben!"

Ahora él parpadeo, su mente fervientemente intentando encontrar la propia definición de 'Santa'. Santa Ana, Susana, Sandra, Sa… ¡Santa!

San-ta claus:

Pronunciación: 'san-t&-kloz'

Función: nombre.

Etimología: Modificación del holandés Sinterklaas, alteración de Sint Nicolás o San Nicolás. Un hombre relleno, con barba blanca y traje rojo en el folklore moderno quien reparte regalos a los niños buenos en tiempo de Navidad – También llamado Santa.

"Oh." Rió, algo que no pasaba a menudo. Era casi tan raro como cuando los gemelos están de acuerdo en algo, considerando que estaba apunto de ser media noche. "Santa, ¿Por qué no lo dijeron antes?"

Se inclino un poco hacia delante mientras los ojos de los niños brillaban con anticipación. Santa tenia que ser real, en especial si su padre sabia de él. Sin embargo, ellos aun fallaban en interpretar las sonrisas de Seiya como una malévola y traviesa.

"En una noche con nieve de Navidad, un buen-redondo hombre llamado…" Pauso, esperando por uno de sus monstruillos a que llenara la frase.

"¡Santa!" Grito Sery. Seji se mantuvo en silencio, su expresión era ilegible.

Seiya asintió. "…Santa vivía en el Polo Norte, o a lo que los grandes llaman…Groenlandia –"

"¿Pero no es el Polo norte solo 'El Polo Norte'?" Seji pregunto confuso.

"Bueno, si y no. Lo descubrirás cuando seas grande. Como iba diciendo; viviendo con animales salvajes, Santa tuvo una idea. ¿Por qué no utilizar su completa estupidez para crear una tienda a base de su sudor?"

"¿Qué es una 'tienda a base de su sudor'?" Seji pregunto pero silencio cuando Seiya coloco un dedo sobre sus labios.

"Es algo que olvidaras que mencione porque su mama quiere protegerlos hasta que tengan dieciocho." Explico mientras Seji asentía obediente. Serena nunca se dio cuenta acerca de 'monopolios', 'comunismo' o juramentos. "Como iba diciendo, los groenlandeses escucharon porque eran tontos. Después de todo vivían en igloos mientras el resto del mundo vivía en sus casas y departamentos. Con ellos bajo su comando, Santa les ordeno hacer juguetes para los consentidos niños y niñas –"

"¿Entonces eran duendes?" Seji pregunto aparentemente algo dudoso.

"– Si." Seiya respondió después de una pequeña pausa. "…Duendes…Bueno, durante todo el año los duendes trabajaban mientras Santa veía a los niños. Él sabía si dormían, si estaban despiertos, si eran buenos o malos y si comían demasiados pastelillos. Entonces, Santa envolvía los juguetes en paquetes atractivos–"

"Como los que tenemos abajo."

"Si, como los que están abajo, Seji. Después él los subía a su trineo y con la ayuda de muchos esteroides –"

"¿Esteroi –?"

"Que diga, dulces, él conseguía que los venados volaran. Alrededor del mundo iba, ilegalmente entrando a las casas de gente inocente mediante su desprotegida entrada – la chimenea. Sabiendo bien que el fuego no estaría encendido cuando la gente duerme, Santa se desliza por la chimenea con su saco y vacía los regalos. Después, él se oculta cerca del árbol de Navidad y espera a que los niños salgan porque claro que ellos lo harán. Los pequeños diablillos tienen el sueño ligero…" Les envió una conocida e irritable mirada a sus gemelos, quienes parpadearon inocentemente en respuesta. "Como iba diciendo, él espera. Después, los niños salen y emocionados abren sus regalos. Perdidos en el delirio de alegría, los niños bajan la guardia y son vulnerables. Santa entonces se mueve sigilosamente por detrás de ellos con su saco y rápidamente los mete ahí."

Los ojos de Sery y Seji eran sorpresivos. Sery logro soltar un pequeño grito, sujetándose fuertemente el pijama de su hermano.

"¿Y – y luego que…?" Seji pregunto rápido, encontrándose a él mismo sosteniendo fuertemente la manga de Sery.

"Después de juntar a los niños elegidos, porque no puede empaquetar en su saco a todos los niños, él regresa a Groenlandia y tira a los niños dentro de una olla gigante y se los come. Y esa es la historia de Navidad."

"¿É – Él come niños?"

"Por supuesto. ¿Por qué más crees que da regalos gratis a los niños y es tan obeso? También hay que mencionar que él tiene largas garras que usa para rebanar a los niños, por eso su apellido Claus – claw – garra. ¿Acaso creen que su propio padre les mentiría?"

"¿P – pero por que todos los niños del mundo no se han ido?"

"A él solo le gusta comer niños malos y……gemelos."

"¡¿Gemelos?!"

"Es un dos-por-uno trato y a Santa le gusta maximizar su beneficio. Oh, no se asusten. Tarde o temprano terminaran siendo comidos por el Ada madrina."

Dándoles una palmadita en la cabeza a sus hijos, Seiya dejo a los aterrorizados niños abrazándose uno a otro y cuando apago la luz, ambos gritaron. Esa noche los gemelos se acostaron despiertos en la misma cama, sin poder dormir por temor a ser comidos. Cada sonido que entraba por sus oídos les causaba un salto repentino y les mantenía paranoicos, creyendo que Santa vendría para comerlos. Después de todo, ellos claramente recordaban que no habían sido buenos ese año y tenían la desgracia de ser gemelos.

Eventualmente, ambos comenzaron a caer en un sueño vago a pesar de su voluntad. Sin embargo, justo cuando los ojos de Seji estaban apunto de pelear por cerrarse, estucho un ruido, casi como el chillido de una mujer. No, no una mujer… ¡Su mami!

"Sery, Sery." Susurro, moviendo a su hermana por el hombro.

"Déjame en paz, tonto." Murmuro semi-conciente golpeando la cara de su hermano.

"¡Es mami! ¡Santa esta aquí y se va a comer a Mami!"

Sery despertó de inmediato y miro a su hermano con ojos del tamaño de una galleta de Navidad. "¡Oh, no! Mami será comida y después todo lo que tendremos será a Papi."

"¡Y eso no es algo bueno!" Añadió Seji. De momento la imagen de Seiya vistiendo un delantal y sosteniendo una espátula cruzo por su mente. Claramente no era un pensamiento agradable. Esa imagen desapareció a favor de la verdad – Sery y Seji en una jaula mientras su padre tecleaba lejos en su computadora. Seji sostenía una pequeña lata y la rolaba entre las barras mientras Sery tocaba la armónica.

"¡Quieren callarse ustedes dos!" Grito el imaginario papi.

"¡Pero tenemos hambre!"

"Ya tienen suficiente comida."

Junto a ellos había tirados toneladas de semillas. Pronto, ambos se atragantarían de ellas.

El sueño desvaneció con un 'pop' y sin esperar a contar los segundos, los gemelos salieron corriendo de la habitación. Su casa era un poco grande y usualmente se perdían hasta que una de las empleadas los encontrara. Ellos no tenían idea como pasaban de un piso a otro sin darse cuenta, mucho menos cuando no tenían sentido de la orientación para regresar. Los gemelos podían asegurar que la mayoría de las otras habitaciones no habían visto más de una vez.

Actualmente se encontraban en medio del pasillo del cuarto piso observando a su alrededor, confusos. Un estrecho pasillo lleno de puertas se encontraba a su izquierda y otro estrecho pasillo lleno de puertas se encontraba a su derecha.

"¿Dónde están las escaleras?" Pregunto Sery empujando a Seji. Caminaron sin dirección hasta que el sonido de campanillas llego a sus oídos. Ambos escucharon claramente a su mami decir '¡Basta!' con voz jadeada y ambos palidecieron. Siguiendo el sonido, ambos encontraron las escaleras y descendieron. Las campanillas se escucharon aun más fuertes al pie de las escaleras, ambos pudieron ver el árbol de Navidad, una sombría figura y su mami en la habitación siguiente. Su rostro era extrañamente rojo mientras cubría su boca y sus ojos los mantenía cerrados. Cualquier sonido que produjera era cubierto por su propia mano.

La figura continuaba acercándose mientras ella retrocedía. La figura logro agarrarla y se inclino mientras su madre decaía.

"¡No te comas a mami, Santa malo!" Sery y Seji chillaron al correr hacia la figura dispuestos a atacarle por las piernas. De inmediato Serena encendió las luces e ilumino la escena ante ellos. Los gemelos se aferraban con fuerza a cada una de las piernas de Seiya. Ambos levantaron el rostro despacio para ver la mirada irritante en el rostro de su padre y de inmediato lo soltaron.

"¿Qué esta pasando aquí?" Serena investigo, manos en la cintura lo cual significaba nada bueno. "¿No tendrían ustedes dos que estar dormidos? Santa no vendrá si no están dormidos."

"¿Qué estas diciendo, mami?" Sery pregunto consternada, abrazándose de su hermano. "¿Tu quieres que Santa nos coma?"

"¿D – de donde escucharon eso?" La alarmada madre pregunto. Después de examinar el rostro de sus hijos, Serena suspiro hondo al sentir la presión de su sangre subir dramáticamente. Con ojos furiosos envió una mirada atemorizante parecida a un rayo láser a su esposo. En respuesta, Seiya dio un par de pasos retrocediendo por temor. Después de cinco años de casados, él sabe perfectamente que no es bueno hacer enojar a su esposa. A pesar de él ser testarudo, una mirada fría y obvia venganza por parte de Serena no era algo que buscar. "Seiya, ¡¿Qué diablos les dijiste?!"

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¡Hola!

¿Qué les puedo decir? Esta es la chiquitez de Navidad en la que he trabajado en mis tiempos libres. Esta mini-historia contara con solo dos capítulos ya que hasta ahora nunca he podido hacer un one-shot. Y por si lo notaron, si, esta es un que-hubiese-pasado-cinco-años-después de "Fisonomía".

¡Espero que les guste! n.n

Por cierto pronto subiré la historia.

♥ .•. Serenity Kou .•. ♥