TOMAAAAAAAAAA!!!
*clang*
No puedo… por más que trato no puedo hacer que este golpe pase a través de la plancha de metal… se supone que debería haber pasado esa prueba. Y esa Maya que me hace entrenar sin comer, realmente me molesta…
Aunque… es tan bella, aún recuerdo ese intento de beso que me dio esa noche, decidí protegerla desde entonces, pero…
También está Aya, está muy buena también, aunque me hastían sus tratos para conmigo. No sé, no estoy acostumbrado, me hace sentir muy incómodo…
-Aaahhh… no sé qué hacer---
-¿Qué cosa no sabes, Souichiro-sama?
-AAAAHHH!! Hey, me asustaste Aya ¿En qué momento llegaste que no te sentí?
-No llegué recién, te estaba viendo entrenar de hace rato, Souichiro-sama n_n
-Hmph, ya veo…
Qué raro, es primera vez que Aya me pone tan nervioso sólo por hablar con ella, sin que se me tire encima… aunque puedo ver su polera blanca algo sudada y alcanzo a… hey, se le ven sus pechos, y no tiene nada debajo… NO, no me puedo fijar en ello, mírala a la cara… aunque…
-¿Eh? ¿Qué ves, Souichiro-sama?
-¿Yo? Eeehhh, nada nada, es sólo que… Oye, ¿por qué te tengo que dar explicaciones?
-Estás sonrojado, estás sonrojado
-¡Qué cosas dices! ¡No lo estoy!
-Si lo estás… jijijijiji
-¡Cállate Aya! ¡Que no estoy sonrojado!
Me pilló, sin saberlo ella me ha hecho sonrojarme… pero no por su polera semi mojada, me temo que es por ella… creo que… que me está empezando a gustar Aya después de todo…
-Hmph, no estoy para jueguitos, ¿sabes? Estoy entrenando este estúpido ejercicio para Maya---
-¿Para ver si la puedes proteger, verdad Souichiro-Sama?
-No… prometí defenderla haciendo esto o no, pero---
-Souichiro… Souichiro-sama…
Espera un momento… ¿es Aya quién se está sonrojando ahora? Se le nota muy tímida, hace mucho que no la veía así.
-Eh… ¿qué… qué pasa, te sucede algo, Aya?
-Si vas a proteger a Maya… ¿m-me protegerías a mi también?
-¿Eh? Tú lo dices por…
-¿¡Me protegerías a mi también, Souichiro-sama!?
-¡Qué cosas dices, niña! Claro que te protegería a ti también, Aya
-So—Souchiro-sama… ¿Lo dices en serio?
-Claro que sí, prometo protegerte a ti también…
-¡Gracias, Souichiro-sama!
En ese momento se me tiró encima y me abrazó. Volví a sentir su aroma como aquella vez que caí en el baño y se me tiró encima, aún recuerdo ese beso, mi primero…
Creo que… creo que también me está gustando Aya, y creo que no me estoy arrepintiendo de eso…
