Bien, antes de comenzar con la ''acción'' debo aclarar los derechos de autor de Lia-sennenko, me he basado en su historia ''Pídeme lo que quieras'' que es una recreación de la trilogía de Megan Maxwell.
No he hecho plagio, ya que he pedido permiso antes de escribir este Fic a Lia-sennenko para basarme en su historia. No me copiaré, pero cogeré algunas ideas. Cualquier duda, mandarme un mensaje privado y os las resolveré encantada.
Contenido: +18 (Sexo, orgías, demás)
Dulces tentaciones
¡Maldita sea mi memoria! ¿¡Por qué no me hiciste más inteligente, mama!? ¿Por qué no me diste más inteligencia para no olvidar mis apuntes en la clase?
Perfecto, sí señor. Ahora tendría que volver a las…¡21:00 de la noche, para coger mi puta tarea, al maldito instituto! ¿Se puede tener más mala suerte?
Agh, y encima mi madre echándome la bronca, perfecto, sí, sí, ¡perfectísimo! No llego a casa ni a las doce de la noche. En fin, mejor, así no aguanto los gritos de mi madre, que más que dieciocho años parezco de tres.
Cuando la mujer dio por ''concluida'' ( Y pongo las comillas porque segurísimo que cuando llegara a casa, no sería solo ella, ni no mi padre también el que me estaría echando la bronca) la ''conversación'' dejó que me fuera al instituto. Estas fueron sus palabras:
-¡Sal ahora mismo de esta casa y ve a por tus tareas, señorita! ¡Que ya hablaremos cuando vuelvas!-Me empujó levemente hacia fuera y cerró la puerta de un portazo. Claro, la gente que pasaba se me quedaron mirando como si de una loca se tratara. No había sentido más vergüenza en mi vida. Y eso que mis padres tienen un buen historial…
¡Bueno, que me disperso de la historia! El caso es, que iba yo tan tranquila por los pasillos cuando de pronto.
-Ahhh…N-No pares…Ahhh-¿Gemidos? ¿Súplicas? ¿Acaso había oído bien? No, seguro, segurísimo que era mi imaginación. Sí, debía ser eso.
De nuevo.
-D-dios…¡N-No pares! ¡Ahh!-Vale, esto ya era muy extraño, si era mi imaginación debo de tener una muy pervertida (-La tienes cariño, la tienes…-) Los…¿gemidos? Provenían de la sala de los delegados…¿¡Acaso Nathaniel…!? No, no, no, no, ¡imposible! Eso no sería apropiado ¡y más si es ÉL, el delegado!
Me asomé al cristal de la puerta y…Flipe, directamente, flipe. Nathaniel hacía un oral a la otra delegada...¿Melody? Sí, esa. Movía su lengua sin piedad dentro de ella, de lado, en diagonal, de arriba abajo y volvía a su hinchado clítoris que no dudo en meter en su boca.
Un extraño calorcillo
se empezaba a apoderar de mi cuerpo…No voy a mentir y decir que esa imagen no se veía…Morbosa…Pero…¡Demonios! Nathaniel es mi amigo, ¿acaso me tendría que calentar con un simple AMIGO?
Ya había tenido relaciones pero no se salían de lo normal, él encima de mí y viceversa, no había nada fuera de lo común, es más, con eso me bastaba y me sobraba.
Seguí mirando la escena, ahora era ella, la que le hacía el oral a él. Nathaniel no soltaba gemidos, si no bufidos que eran callados con sus manos…¡A buenas horas intentas silenciar los gritos!
No sé cómo ni si quiera llegué a esta posición pero, cuando bajé la vista mis manos estaban en mis pechos, tocándolos por encima de la ropa. Me remangué la camisa e hice a un lado la ropa interior para tener el contacto de mi piel directamente. El calor de mi cuerpo combinado con el frío de mis manos casi me hace gritar. Pero me contuve. Cuando devolví la vista a la escena, que mi querido amigo me estaba ofreciendo, pude ver a Nathaniel embistiendo con toda la crueldad del mundo a la castaña. Esta daba leves saltitos cuando Nathaniel volvía a entrar en ella. La tenía de espaldas contra el escritorio y, mientras la embestía, la daba ligeros azotes en el trasero que ella correspondía con gemidos y súplicas de que no parase. Mi mano tampoco había perdido tiempo, ahora se encontraba en mis pantalones, bajándolos hasta por debajo de mis rodillas. Cuando lo hice acaricié suavemente mi clítoris por encima de la ropa interior, solté algunos suspiros, pero no se oyeron apenas ya que me tapé la boca con mi mano libre.
Ahora, Nathaniel, estaba sentado en el escritorio y Melody encima suya. Se penetró ella misma cogiendo el pene de Nathaniel y llevándoselo a la vagina ''Que descarada…'' pensé, pero sinceramente…Me gustaba…¡Me ponía mirar! Y eso se reflejaba al notar la humedad de mi interior en mis bragas. Estaban empapadas, hasta había manchado un poco de mi pantalón con ese líquido viscoso.
Ahora mi dedo se paseaba por mi hendidura sin llegar a meterlo, hasta que, sin pensarlo, empecé a bombardear dos dedos dentro de mí. Estaba tan mojada que mis dedos resbalaban dentro sin ningún problema. ¡Estaba muy excitada! Y me ponía más el saber que si me pillaban, tendría un serio problema. Ahora comprendo que el morbo tampoco está tan mal…
A los dos dedos sume otro, y cuando llegué a tres, mi dedo pulgar comenzó a tocar mi sensible e hinchado clítoris en círculos. Sentía un calorcillo subir por la parte baja del estomago. Y pude saber que un orgasmo se acercaba.
Las embestidas de Nathaniel fueron cada vez más y más rápidas hasta que, con un gemido ronco, dejó salir toda su esencia dentro de la castaña que lo miraba con los ojos llenos de lujuria y pasión. Se dieron un último beso y comenzaron a vestirse.
Mi orgasmo fue…Dios, de los mejores que he tenido, pero debía salir de allí si no quería problemas. Me puse la camiseta y el pantalón de nuevo y caminé a la salida sin hacer mucho ruido. Cuando estaba a una cuadra de mi casa recordé…¿Y para qué había ido yo al instituto? Miré a mi mano derecha y suspiré…¡Mi tarea! ¡Pues claro, me la había vuelto a olvidar! Ya daba igual, no iba a volver otra vez para encontrarme con más…''Sorpresas''
Volví a casa y me encerré en mi habitación tumbándome en la cama. ¿Cómo podré yo ahora mirar a Nathaniel? Y lo más importante…¿¡Quién encontrará mañana mi tarea!?
Fin
Jajaja, pobre Natsuki, ¿qué pasará con su tarea? Jajaja que no, es broma, la pregunta es…¿quién será el protagonista de la siguiente escenita? Descúbrelo en el próximo capítulo.
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¡Hasta la próxima!
