Disclaimer: Bueno, todos sabemos que SuJu no me pertenece. Sino, les tendría a todos haciendo yaoi all day all night. Ah, no, que eso ya pasa. Como sea, no me pertenecen ni lo harán (aunque HeeHee es mío ).

Os dejo con el fic, dedicado a mis dos putehs con amor y tal, eh?

Libertad

A HeeChul nunca le ha importado mucho si lo que dice ofende o no a los demás. Es el tipo de persona autosuficiente y ególatra, alguien que puede estar con muchas personas a la vez sin tomarse jamás nada en serio, decir lo que quiere sin preocuparse de lo que pueda causar, dedicarse a ser él en toda la extensión de la palabra.

LeeTeuk nunca ha podido ser tan libre.

Porque si lo piensa, eso es lo que es HeeChul: libre. Por que sí, vale, todos el mundo está de acuerdo en que es un egoísta, un egocéntrico y un grandísimo cabronazo. Un creído, sí. Pero esa es también su fuerza: nadie le convence de hacer algo que no quiere hacer, ¡él es Kim HeeChul, maldición!

Pero LeeTeuk sabe que no sólo es su fuerza, también tiene que reconocer que es una magnifica medida de protección, y es que … ¿si nadie cree que posees sentimientos y corazón, cómo van a dañarte?

Tenía que ser ese su modo de protegerse, por que él es Kim HeeChul.

Es Kim HeeChul, y es todas esas cosas y mucho más, pero también posee un corazón bueno, quizá incluso dulce. Y más frágil que cualquier cristal.

LeeTeuk conoce a muchos, infinitos Kim HeeChul's. Conoce a la escandalosa princesa, esa diva caprichosa y juguetona. También al HeeChul serio y más maduro, ese que solo ha visto una vez y no tiene ganas de volver a ver, porque ese que vio era de todo menos Kim HeeChul.

Conoce también al HeeChul que se preocupa por sus dongsaengs para luego negarlo absolutamente todo. Le hace mucha gracia, personalmente, pero ese ya es otro tema.

Y también conoce a un HeeChul que está bastante seguro de que nadie más ha visto, excepto quizá HanGeng, pero no puede estar seguro, ya que ese es un tema que no tocan nunca, porque Teukie no quiere recordarle el chino y a HeeChul no le quedan ni fuerzas ni ganas para querer recordarle.

Ese es el HeeChul frágil cual cristal, necesitado de su amor y de sus caricias, ese que se acurruca contra su cuerpo cuando acaba de hacerle el amor.

También es el mismo HeeChul que empieza los abrazos con un deje casi posesivo pero que nunca los acaba; el mismo que besa lento y dulce pero apasionado e intercalando mordiscos y lenguetazos (esa misma combinación que consigue volverle loco), como entregándole lo más profundo de su ser, quizá su alma.

El mismo que le dice que le ama casi a regañadientes y pocas veces, y LeeTeuk sabe que ni es algo que está acostumbrado a decir, ni gusta mucho de hacerlo. Por que sabe que ese, su HeeChul favorito, es el que prefiere y sabe demostrar su amor con actos y no con palabras.

También es el HeeChul más libre que conoce. Libre de su papel de diva, que, para él, una es casi una obligación interpretar. Libre de tener que parecer libre en todo momento, libre de sus propios fantasmas internos que lo atormentan.

Simplemente, HeeChul es libertad en estado puro.

Y LeeTeuk es libre a su lado, porque él nunca ha podido serlo tanto como la princesa, pero HeeChul lo cambia todo y a todos, y el líder no iba a ser la excepción.

Es por eso que le ama tanto, porque nunca creyó se podría sentir tan libre dependiendo así de alguien.

Y LeeTeuk se alegra de que esa persona, la más libre que ha conocido y conocerá, sea Kim HeeChul.

Finish

Espero que os haya gustado ^^ Nos vemos en más shots heechulescos!