Hana lanzo un suspiro y se hecho para atrás en su silla. Trabajar no era lo suyo, pensó cruzando los brazos detrás de la cabeza. A sus 26 años aún seguía bajo las ordenes de sus padres. No es que ellos controlaran su vida, pero para molestia de su madre, había heredado la misma pereza de Yoh.
La escuela nunca le había gustado. Desde pequeño se saltaba tantas clases como podía. En la universidad no había perdido ese habito. Aunque por lo menos asistía para encontrar una que otra chica linda. Debía agradecer a su madre por eso. La apariencia de ambos llamaba constantemente la atención y era una virtud a la que sabía muy bien como sacar provecho.
Sin embargo, jamás hubiera llegado a ocupar el puesto de director en su compañía de no haber sido por las insistencia y amenazas de la Itako. Luego del F.O.M. Anna Asakura había regresado con su esposo durante un tiempo para ponerlo en cintura. Y lo había logrado. Shamanes o no, ellos aún dependían del dinero, y a su madre aún le gustaban los lujos.
Después de tremenda aventura ahí se encontraba él, sentado detrás de un escritorio, trabajando como cualquier humano para poder subsistir. Estaba seguro que su tío Hao se reía de él desde su trono.
-Sr. Asakura-Hablo por el intercomunicador su secretaria.
-Dime Karin-Miro al techo sin mucho interés.
-Los reportes mensuales están listo. Puedo dejarlo en su escritorio-
-Adelante-Segundos después una mujer alta de cabello cabello castaño entró a su oficina. Vestía un vestido armado hasta las rodillas, un moño alto y tacones. Era muy bonita, aunque para el rubio no era más que una amiga.
-Aquí tiene-Con una sonrisa cortés se acercó a entregarle una carpeta-Recuerde que miércoles tiene una reunión importante con Akane Oyamada-
-Esa mocosa-Era la sobrina de Manta y actual líder de su línea de mercado turístico-Solo quiere tirarseme en cima para asfixiarme con sus brazos, ¿quién quiere verse con esa chica pulpo?-
-No diga eso, Sr. Asakura-Le reprendió Karin-Es importante que asista. Si Kyoyama-san no lo ve en la reunión...-
-¿Ah?-Se quedo unos momentos callado-¡¿Qué?! ¡¿Mi madre va a estar ahí?!-Se levantó de manera tan brusca que casi hace caer la silla.
-Se rumora entre los pasillos. ¿Por qué cree que el personal está tan tenso?-Dejó escapar un suspiro-No sabemos cuando va a aparecer por aquí, pero sería natural que asistiera a la reunión anual-
Hana cayó de nuevo en su asiento. Por lo menos Akane no se iba a atrever a tocarlo frente a su madre. Ambos sabían lo celosa que era con los hombres de su familia y lo especial que se mostraba cada vez que percibía alguna mujer rodeándolo.
-Al menos...-Susurro para si mismo con resignación.
-¡Ejem!-Karin tosió con disimulo-Si no necesita algo más me retiro-
-De acuerdo nos vemos mañana-La despidió con la mano aún en trance por la noticia de volver a ver a su madre.
-Sr. Asakura no...-
-Basta, Karin. Nos conocemos desde la universidad. ¿Por qué me sigues llamando así? Incluso te invite a una cita una vez...-
-Y la arruino-Le sonrió recordando el momento-Pero no puede ser de otra forma, aquí es mi jefe y me siento más cómoda con ese trato-Cortesmente le explicó.
-Como sea-Hana desvío la mirada con un puchero. Para Karin seguía siendo el mismo joven infantil que era reportado por su profesores cada vez y cuando, y al que no le importaba nada la vida de los adultos. Le tenía bastante cariño y respeto. A pesar de todo él aún se sentía solo y ella era la única persona lo bastante cercana para notarlo.
-Sé que lo entiende-Mostró una sonrisa sincera-Como trataba de decirle hace un momento, no vendré a la oficina mañana ni en los próximos días. Estoy de vacaciones, ¿recuerda?-
-¡Arrrrrggg! ¡No puede ser! ¡Olvide contratar un secretaria de reemplazó!-
-Ya me encargue de eso. Mi asistente se hará cargo de todo y antes de que lo pregunte es bastante capaz-
-Ese no es el problema-Murmuro recordando a la exótica mujer que vivía acosándolo en cuanto podía y que no captaba el: "¡No eres mi tipo, bruja!" que le había gritado tantas veces como para perder la cuenta. Pero era la mejor amiga de Karin y a la vez, Karin era prácticamente su mejor amiga, la única que tenía. La quería lo suficiente como para soportar a esa odiosa chica.
-Solo será una semana. Le prometo que Toya y yo le traeremos un regalo-
-De acuerdo-Con una sonrisa amargada la dejó ir. Admiraba a Karin por ser una madre tan abnegada.
-Hasta pronto-Se despido Karin y salió cerrando la puerta.
Hana lanzó otro suspiro. ¿Por qué a él?
Apenas entró a su apartamento, se quito la ropa y la arrojo por todo el piso de camino a la ducha. Vivir solo tenia sus ventajas. Con un grito de júbilo abrió la puerta de su habitación pero...
-¡MAMÁ!-Se llevó las manos frente a él para tapar a su amigo. La gran y poderosa Anna Asakura lo miraba desde su armario con una ceja levantada.
La rubia había llegado al edificio bastante acomodado en el que vivía su hijo. Cuando el portero le prohibido subir porque Hana no estaba, lo había intimidado y luego de unos segundos, conseguido la llave con amenazas de borrarlo de la faz de la tierra si volvía a entrometerse en su camino.
Al llegar, no le sorprendió el desastre que encontró en la cocina, aunque por lo menos el resto de habitaciones estaban limpias. Así es, Anna se había tomado el atrevimiento de hurgar en cada rincón de lo que su hijo consideraba "hogar" y el último sitio al que había entrado era su habitación. No pudo evitar analizar cuidadosamente la ropa que usaba, era de abundante y de buena calidad, lo que significaba que le iba bastante bien en su vida.
-¿Qué haces ahí parado como idiota?-Lo recorrió con la mirada-¿Y por qué estás desnudo? ¿Trajiste a alguna mujer?-
-No... NO.. NO MAMÁ-Hana estaba rojo de los pies a la cabeza. Estar totalmente expuesto frente a la mirada calculadora de Anna era una situación que añadiría como referencia a sus futuras pesadillas.
-Que decepción-Dejo escapar un suspiro y se sentó en la cama cruzando la piernas-Eres un adulto, ¿cuándo piensas asentar cabeza y formar una familia? Es tu deber como un Asakura dejar descendencia-
-Ese no es tu asunto, mamá. ¡¿Y por qué tenemos que tener esta conversación ahora?!-
-Callate, Hana. No te entrene para ser tan insolente. Incluso el idiota de tu padre pudo conseguirlo antes que tú-
-Con una esposa como tú, como negarse-Respondió sarcásticamente entre dientes.
-Estoy hablando en serio Hana. Quiero que consigas una esposa, y quiero que lo hagas ya-
-¿Solo para eso viniste hasta aquí? -Preguntó con una mueca-¡No te he visto en dos años y ahora solo te apareces para gritarme que consiga una mujer!-
-Déjate de sentimentalismo-Anna se puso de pie-Quiero conocer a la futura esposa de mi hijo en tres días, ¿me oíste?-
-Que ridículo, ¿quién querría...AUCH! MAMÁ, NO!-Con un jalón de orejas lo había interrumpido.
-Si no es fuerte, al menos que tenga dinero o yo misma me encargare de reducir tus posibilidades-Lo soltó con brusquedad-He visto como te mira la sobrina de Manta.
-No... No te atreverías-Susurro con terror. Al ver que ella parecía indiferente, olvido cubrir sus partes para agitar las manos en protesta-¡Pero mamá! ¿Qué hay de nuestra tradición? ¡Somos shamanes, no puedes casarme con cualquiera!
-Puedo. Y puedo cortarte también a tu amiguito si no te cubres ahora mismo!-Terminó alzando la voz. Hana se llevó apresuradamente las manos de vuelta ahí.
Con un resoplido Anna se dio media vuelta.
-Tres días, Hana. ¡Tres!-Antes de salir giro la cabeza en su dirección-¿Qué hay de las galletas que te envié?-
-Si me las comí, estaban ricas-Contesto con un puchero.
-Bien-Y con eso salió del apartamento de su hijo, sin dejar de sonreír ni pensar en lo infantil que seguía siendo su bebé.
¡Maldita vida! ¿Por qué a él? Estaba a mitad del segundo día que le había impuesto su mamá y aún no tenía idea de que hacer. Veía su final tan cerca... Quizás deba llamar a Yohane y pedirle que hiciera una lista de lo que quería que dijera en su funeral COMO POR EJEMPLO LO MUCHO QUE ODIABA A TODOS.
-Hana-kun-El sexy reemplazo de su secretaria entro agitando las caderas más de lo normal-Su almuerzo ha llegado. Parece... Un buen filete-Con una mirada le transmitió sus intenciones.
-Largo de aquí Kiara. No conseguirás nada de mi ni hoy, ni mañana, ni nunca-Con gesto de desprecio la despacho.
-Sigue mintiéndote-Con un movimiento de cabello dio media vuelta y salió.
¡Que mujer para más odiosa! ¿En qué estaba? Ah, sí. En las palabras que Yohane diría en su funeral... ¡Un momento! ¡YOHANE! Su primo aún tenía contacto con las mujeres que habían participado en el F.O.M. ¡Quizás pudiera contactar con alguna de ellas y salvarse! No eran muy bonitas... Pero eran fuertes, y a su madre le bastaría hasta que, después del tiempo adecuado, logrará fingir su muerte y huir a una tierra lejana lejos de ellas.
Con excitación descolgó el teléfono y se dispuso a marcar. Impaciente, golpeaba la mesa con los dedos, hasta que del otro lado, la voz agitada de su primo le respondió.
-¿Hola? ¿Quién...-
-¡CÁLLATE Y ESCÚCHAME!-Gritó casi dejando sordo a la persona al otro lado-MI MADRE HA VUELTO, NECESITO UNA ESPOSA, ¡VOY A MORIR!-
-¿Eeeeh?-Después de unos segundo de aturdimiento, Yohane habló-¿Hana-kun?-
-Si idiota, soy yo-Contestó exasperado.
-¡Cuánto tiempo! ¿Cómo has estado?-Preguntó con amabilidad al monstruo rubio. Mala idea.
-¡¿Qué acaso no acabas de oírme?! ¡Necesito una mujer, YA!-
-¿Pero como puedo ayudarte con eso, Hana? No conozco muchas chicas-
-En el F.O.M, eras amigos de todas ellas-Su frustración podía percibirse en la rapidez con la que hablaba.
-Todas ellas están casadas, ¿recuerdas? Fuiste a cada uno de los matrimonios-
-¡¿QUÉ?! Pe.. Pero eso cuándo paso?! ¡YO NO RECUERDO NADA!-
-Claro que no, imbécil-Otra voz se oyó por el teléfono-Lo único que hiciste fue beber y hacer el ridículo frente a todos-Y ahí estaba esa voz, la de esa horrenda, literalmente, mujer con la que se había casado Yohane hace cuatro años. A su favor podía decir que SI recordaba esa boda.
-¡Black Maiden!-Gritó con molestia-¡Aparta tu horrible voz del teléfono y pon a Yohanne!-
-No podrías ser más idiota ni aunque te lo propusieras-Le devolvió el grito-Yohane y to estamos ocupados, ¡no nos interrumpas cuando estamos haciendo cosas de pareja!-Un fuerte golpe se escuchó cuando colgó.
Hana estaba apunto de vomitar. ¿Cómo se atrevía Yohane a tocar a esa mujer? ¡Debía ser asqueroso! Pero no tuvo tiempo de preocuparse más por sus arcadas porque el teléfono sonó de nuevo.
-¡¿QUÉ?!-
-Esteee... Hana-kun, quizás si haya una solución-Ante la prometedoras palabras de Yohane puso atención-Hay alguien que está de regreso en Tokio o eso escuche. Sabes a quien me refiero-
-Un momento... No estarás hablando de...-
-Alumi-san-
Detrás de la puerta, Kiara escuchaba todo con atención. Así que una esposa... Bueno, su esperaba había dado frutos. Al fin había encontrado la manera de tener a Hana.
¡HALUMI! ¡YEYYY!
¿Qué les pareció? ¿Le gustó? ¿Lo odiaron? ¿Debo dejar de escribir y dedicarme a cantar? ¿Quizás conseguir trabajo como una persona normal? xD
En fin, déjenme saberlo.
¡Nos leemos pronto! ;D
