Aclaración: Boku no Hero no me pertenece.
FETICHE
Estaba sentada con una copa de alguna mezcla de licor con un jugo de fruta que le parecía ser mango –o tal vez durazno, en realidad no le importaba- sin prestar mucha atención al pequeño escenario montado en donde homenajeaban a algunos superhéroes profesionales y policías primerizos por su gran desempeño en el último año. No era que no le importara, es más, su corazón se llenaba de alegría al ver que tantas personas con o sin quirk se preocupaban para trabajar en un mundo mejor.
… pero no podía olvidar lo que vio anoche.
Tomó otro sorbo a su copa.
No es que le escandalizara o algo similar, solo que al recordarlo sentía sus mejillas arder –eso que ya era una heroína de ya casi 27 años-, y se avergonzaba en el hecho de que algo había despertado en su interior.
Porque si, tras ver sin querer un video porno de un trio –y el seguir viéndolo no era ya algo del infortunio- Ochako quería experimentarlo.
Sentía arder sus mejillas nuevamente.
-¡Y ahora un gran aplauso al héroe Deku!-
Escuchó a la multitud gritar y aplaudir eufóricamente a su pareja de hace ya un poco más de un par de años. Ella habitualmente lo acompañaba a estos eventos en que se conmemoraba al desempeño y en dónde Deku era siempre invitado para que estas nuevas generaciones se motivaran.
Ella acompañó a la multitud y aplaudió con entusiasmo, sin evitar pensar ¿Qué diría Deku respecto a este fetiche?
No sabía cómo reaccionaría su enamorado, a pesar de su gran valentía y liderazgo, en temas más de pareja era bastante tímido –si no fuera por ella, ese hombre seguiría siendo virgen- y mencionarle que tal vez le gustaría experimentar con otro hombre aparte de ellos dos podría causar un colapso en su cabeza.
Tomó lo que restaba de su copa con resignación, será mejor que se olvide del tema.
Mientras el héroe número uno daba un breve discurso de lo grandiosos que eran los conmemorados, Uraraka se entretuvo mirando a los asistentes. Se alegró en reconocer algunas caras en diferentes partes de la gran sala: lejos a la izquierda estaba Bakugou con una cara de aburrimiento, pero su novia Camie se encontraba felizmente charlando con los de su alrededor, a la derecha y en una esquina se encontraba de pie Todoroki con su semblante serio –el habitual-, y de enfrente pero no tan cerca se encontraba Mina riendo a todo pulmón. También se encontraban algunos de los que pertenecían a la clase B y otros que conocía de vista solamente, seguramente asistiendo para cumplir con el rol social.
Tras terminar los discursos y las presentaciones, se prosiguió al cóctel con bar abierto. Entre el vaivén de los meseros que llevaban pequeños bocadillos y diferentes bebidas, pudo reencontrarse con su peliverde.
-Hola cariño- dijo Izuku mientras la tomaba de la cintura y depositaba sus labios en los de ella -¡estos chicos son grandiosos, cada vez estaremos más cerca de la paz total!-.
-Si, y tendrás que entrenar más duro para no quedarte atrás- le respondió la castaña –y claramente tendré que hacerlo también- decía mientras hinchaba sus cachetes.
-Pero miren si no es el héroe número uno- Bakugou pegaba grandes zancadas con sus manos en los bolsillos hasta llegar a ellos -estos nuevos tienen grandes músculos, deberías aprender de ellos-.
-Creo que nunca podré llegar a eso- decía derrotado el símbolo de la paz, porque a pesar de haber entrenado mucho y llegado a tener gran poder, nunca logró obtener los músculos que tuvo All Might, sí, está marcado y se ve fuerte, pero su espalda y pecho no tiene ese tamaño poderoso que lograba intimidar a la distancia a cualquier malhechor.
-No me importa, Deku es el más guapo de todo- dijo su pareja mientras abrazaba a su chico y le mostraba la lengua al rubio, logrando sonrojar al pecoso.
-No te preocupes, no creo que el tema de los músculos realmente sea importante- Todoroki se unía al grupo a un paso calmado.
-¡Hey, hey! Al parecer tenemos reencuentro, ¡meses que no los veía muchachos!- ahora era la chica rosa quien se integraba, con una copa en cada mano y un leve estado de embriaguez -¿Alguna novedad que deba saber? He sabido por la prensa que estás emparejado Bakugou-.
-Nada que les incumba en realidad- decía sobresaltado y sonrojado el rubio.
-Pues vinieron juntos a esto ¿no era que te fastidiaban las reuniones sociales? Así que no sé cuál es el secreto- reía Mina.
-Vine por la bebida, nada más- gruñía Katsuki.
-Mira, tu chica ya no está conversando con ese grupo de periodistas-.
-No me importa- pero contradictoriamente hizo un gesto de despedida con la cabeza y se fue en dirección a la susodicha.
-¡Y yo que quería saber cómo un hombre tan duro como él terminó en una relación!- sollozaba Ashido.
Ochako solo reía ante la situación, un rato con sus amigos le alegraban el panorama.
-¿Y ustedes tórtolos, vamos a beber un poco?-.
-Gracias, pero mañana debo trabajar temprano y…-
-¡¿O ES QUE NO PUEDES NI SOPORTAR UN VASO DE ALCOHOL DEKU?!- gritó a lo lejos, pues ni saben cómo se enteró de la conversación puesto que no se lograba visualizarlo.
-¡No es eso! Es que… ¡Ahh!- El peliverde movía las manos frenéticamente mientras se sonrojaba bastante. Su pareja no decía nada, pero la verdad es que puesto que Deku casi no bebe, cuando lo hace queda bastante ebrio con poca cantidad.
-¿Entonces qué esperamos? ¡Vamos!- Mina tomaba del brazo a Deku arrastrándolo al bar -¡Y tú también!- tomó de la muñeca al bicolor y siguió su camino.
Uraraka iba a impedir que se llevara al peliverde pero justo un grupo de periodistas la interceptaron para preguntarle sobre la ceremonia y que esperaba de esos muchachos. Miraba entre los periodistas como su antigua compañera arrastraba a los dos jóvenes, pero resignada decidió quedarse a responderles, era parte del rol de ser una superheroína, ¿no?
Ya había pasado una hora desde que vio a su pareja por última vez ¿Dónde diablos se habían metido? Lamentablemente tras terminar con las preguntas, se encontraba con fans que querían sacarse fotos con ellas y conocidos que le metían conversación, y sin darse cuenta había transcurrido bastante tiempo.
Mientras buscaba entre la multitud, de repente escuchó como alguien cantaba a viva voz –y bastante desafinado- y en una corazonada decidió dirigirse rápidamente hasta ese lugar, y apenas llegar se encontró con Mina cantando y bailando con un Deku notoriamente pasado de copas –o copa en realidad, no creía que hubiese tomado más de una- mientras Todoroki miraba de reojo la situación, con un leve sonrojo que seguramente era también por el alcohol.
La pelicastaña quedó helada, su novio nunca se había comportado de esa manera en eventos públicos, sin embargo –y sin explicarse realmente- la gente a su alrededor no se enteraba o hacia caso omiso de la situación, como un tipo de complicidad por su héroe favorito, por lo que aprovechó la circunstancia y tomó al número uno de la mano para irse al departamento en que vivían juntos.
-¿Pero qué haces cariño? ¡Esto está recién comenzando!- Izuku trataba de bailar con Ochako dando pasos que lo amenazaban a botarlo al suelo en cualquier momento.
-D-deku ¡debemos irnos!- hinchaba los cachetes, su peliverde en ese estado era difícil entrarlo en razón.
-¡Pero amooooor…!- Deku insistía en quedarse.
-Midoriya, vámonos- Todoroki lo tomo del otro brazo ayudando a la chica a sacarlo del evento –Adiós- Hizo un gesto con la mano a Mina y miró a Uraraka para indicarle que ya podían sacarlo.
-¡No sean asi, es una fiesta!- refunfuñaba sin hacer mucha resistencia, pues ya sería en vano convencer a estos dos.
-Ay Deku…- ponía una mano en su cara, sí que era animoso en este estado.
Tomaron un taxi los tres y de dirigieron al departamento de la pareja, Todoroki se acomidió en acompañarlos para que no hubiese ningún problema, gesto que agradeció la muchacha.
Llegando al departamento, Izuku aún se encontraba con energía e intentaba bailar esta vez con su gran amigo, pero nuevamente daba pasos tambalentes. La castaña intentaba interponerse entre el peliverde y sus intentos de bailes para que no molestara a Todoroki, pero sin dar aviso, su pareja improvisó un nuevo paso que lo hizo resbalarse provocando que casi cayera encima de ella, pero Shoto que se encontraba tras ella alzó sus brazos encima de sus hombros para sostener al intento de bailarín.
Fue en ese momento en que recordó nuevamente el video.
Sin querer había quedado entre ambos muchachos, casi apretándola. Enrojeció considerablemente. Y nuevamente vio la posibilidad de pedirle un trio a su hombre, estaba alegre y un poco bebido ¿Eso podría tomarlo como buena señal? Además que Todoroki era un amigo de confianza para Deku, sabría que eso quedaría entre ellos, pero que fueran amigos no significa que fuera a aceptar, porque sería bastante raro en realidad aquella proposición, sin embargo, una oportunidad como esta no la volvería a tener –casi se sentía como su amado pensando tantas cosas en un breve instante de tiempo-. Tenía que decidir, y rápido.
-¡Ahh!- se salió entre los dos para posicionarse a un costado del peli verde –T-tengo algo que pedirles- dijo ya decidida, con la esperanza de no arrepentirse.
-Q-que sucede cariño- el pecoso de repente se asustó, no esperaba eso de la muchacha y temía haberle hecho algo.
-Quiero un trio, con ustedes dos- dijo seria mientras abría los ojos nerviosamente, si antes se había puesto roja ahora perfectamente podría ser confundida con un semáforo en rojo.
Hubo un silencio sepulcral.
Ochako no sabría cuanto habría durado, pero para ella había sido eterno. Su amado intentaba procesar aquellas palabras mientras balbuceaba cosas sin sentido, miraba a su amigo y a su chica a turnos y casi tenia una competencia con ella en lo colorado de su rostro. Todoroki tenía ojos de asombro, pero tampoco decía palabra alguna.
-¡B-bueno, si no quieren no hagamos nada…!- ella se tapaba el rostro, quería que el suelo la tragara
¿Cómo llegó a decirlo? ¡era una idiota!
-¿E-eso te haría feliz?- decidió finalmente decir Deku –Seria solo por esta vez ¿cierto?- aunque intentara sonreir aún se encontraba un poco en shock.
-Si Midoriya lo encuentra bien, no tengo problema- dijo esta vez el pelo bicolor desviando la mirada mientras tenía un leve sonrojo.
Si existía algo que describiera la felicidad de la muchacha en ese instante, ambos muchachos la utilizarían. Pero el peliverde aún se encontraba incomodo ante tener que compartir en el sexo a su chica con su amigo, aunque su amigo Todoroki no parecía afectarle mucho.
Se encontraban los tres sentados a la orilla de la cama en ropa interior mirando a la pared. Ochako no había pensado en lo incomodo que sería comenzar "eso".
-¿Y qué hacemos?- el peliverde se rascaba la cabeza nervioso mientras Todoroki se limitaba a observarlos.
-Emm… creo que comenzaré besando a Deku- sonrojada acostó al pecoso y se posicionó sobre él.
Empezaron a besarse, ambos sonrojados puesto que el tercero se dedicó a observarlos. Al comienzo estaban incomodos pero de a poco fueron tomando la confianza y empezaron a besarse con euforia, se tocaban con desesperación, ella sentía como las manos de su pareja le quitaban delicadamente el sostén para luego empezar a jugar tiernamente con sus pechos, apretando sus pezones, pero mirando recelosamente al acompañante, aún se sentía incómodo que él la viera así por lo que se dio vuelta quedando ella debajo de él.
-Cariño, tienen que participar los dos- dijo la muchacha ya excitada –de eso se trata- le encantaba como Deku la tocaba pues lograba subirle el libido rápidamente, pero en esta ocasión quería ser tocada por los dos, y aunque se sentía rara en este escenario se dejaría llevar por el placer.
El peliverde miró a su amigo como señal de que era el momento, lo cual Shoto se unió al acto.
Ochako se excitaba más en solo pensar en sentir la piel de ambos, sentirse deseada por dos hombres apuestos, fuertes y poderosos, por lo que empezó a besar con mayor intensidad al peliverde esperando el tacto con el bicolor, sin embargo pasaban los segundos y no llegaba, además de que su chico empezaba a besar más inquieto.
Se incorporó levemente y grande fue su sorpresa al ver como Todoroki le besaba suavemente la espalda desnuda a Deku mientras le agarraba sus trabajadas piernas. Ahora entendía ese nerviosismo del muchacho.
Los besos del chico mitad y mitad empezaron a subir hasta su cuello y sus manos se posicionaban a la cadera del peliverde, presionando su notoria excitación con las nalgas del susodicho –ambos con bóxer-, y él no sabía cómo reaccionar.
No era lo que tenía pensado, no obstante aquello la calentó en extremo.
Continuará.
