Nuevamente me tienen aquí con mis singulares historias… esta vez la idea central de la temática del fic me ha venido dando vueltas hace tiempo y me estaba torturando tanto el no plasmarla en palabras que finalmente cedí… y aquí la tienen. El fic como se habrán dado cuenta es sobre mi pareja favorita… Darien / Serena, la historia a partir del primer capítulo (que vendría siendo el próximo… Uy que inteligente que estoy!!) Va a ser relata por ellos… ¡Si! por esta vez el fic será relatado en 1ª persona ¿Por qué? Simple… porque sólo relatándola desde el fuero interno de ambos, lograremos comprender la magnitud de las emociones y sentimientos de cada uno ellos… ¿Cuántas veces con palabras hemos dicho lo contrario a lo que pensamos o sentimos en nuestro corazón? muchas ¿cierto?. Sin embargo, adentrándonos en el corazón y en la mente de nuestro adorado Mamochan y la fascinante Serena, descubriremos sus más anhelados sueños y a la vez, la otra cara de la moneda… sus más profundos temores. Los conoceremos todos… sin engaños.
El prólogo a continuación esta situado años antes con el fin de contrastar la realidad de ambos, en el momento trascendental que da un nuevo giro a sus vidas.
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Disclaimer: Ningún personaje me pertenece. Los nombres que reconozcan pertenecen a la maravillosa Naoko Takeuchi.
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Dedicado: ¡A ti!... a cada uno de esos lectores que me incentivan a seguir escribiendo. ¡Muchas gracias!... por su incondicional apoyo.
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SxD
• • • Mala Conducta • • •
SxD
Prólogo
Milán, Italia. 6 años atrás.
Serenity se encontraba impaciente, el día de ayer había tenido su primer período, prácticamente –ya era una mujer– según las emocionadas palabras de su mamá "ya eres una mujercita mi muñeca… tu hermana Lita pasó por lo mismo que tú, meses atrás… todas las niñas sueñan y ansían este hermoso momento"
Ella sólo deseaba poder ser una de ellas.
En lugar de eso, odiaba con un fervor casi irracional el ¿Hermoso momento? Apenas tenía 11 años y su vida ya se había complicado. Odiaba la sangre y ahora tendría que verla TODOS los meses. La sola idea le repugnaba ¿Cómo su hermana Lita había estado tan feliz meses atrás cuando pasó por lo mismo? Ella por más que trataba, no la entendía.
Y ahora por si fuera poco su mamá Selene Rossi, hermosa en toda la extensión de la palabra, los reunía a ella y a sus hermanos en la sala de estar de su casa, ya que junto con su papá debían darles a conocer una importante noticia.
Por un momento llegó a creer que la importante noticia tenía que ver con su 'fabuloso paso de niña a mujer', pero desde que su hermano Andy y su papá la habían felicitado por su primer período el día de ayer, dudaba que fuera eso… total su mamá ya lo había anunciado a lo grande. Sólo faltaba que lo publicara en el diario. ¡¡Oh si!!, con lo cursi que era su mami ya imaginaba el titular "el pequeño capullito de los di Bresso se convirtió en toda una fiori" … amaba a su cariñosa madre con todo el corazón.
Si tan sólo Selene fuera menos extrovertida y un poco más pudorosa.
Pero su mamá ya era caso perdido, a estas alturas de la vida dudaba que ella cambiara su singular personalidad. El problema principal no radicaba en que ella contara lo que a ella le ocurría era su vida y cada quien cuenta lo que quiere. Pero ¿Era necesario que sea igual de 'informativa' con las cosas que le ocurrían a los demás?
-¿Mamá, no te dijó papá a que hora iba a llegar? -preguntó por fin Lita, a lo pobre jamás le gustó esperar… era impaciente por naturaleza.
-No lo sé mi amor, debería haber llegado. De seguro la feria se extendió más de lo fijado –respondió Selene haciendo referencia a la feria Internacional de Comercio, que anualmente se celebraba en el Palacio de la bolsa en Milán. Y a la que desde muy temprano su marido, Vicente di Bresso, había asistido.
Andy en cambio, parecía de lo más relajado, por ratos miraba de soslayo el reloj, eran pasadas las 10 de la noche y él ni siquiera hablaba.
Era divertido ver el contraste entre sus hermanos. Lita su hermana melliza, era físicamente muy parecida a Andy, su hermano mayor, ambos eran muy altos. Lita a sus cortos 11 años ya medía 1.75 y Andy con sus 17 años medía al menos 1.90, ambos tenían el mismo color rubio oscuro de cabello, y sus ojos verdes eran idénticos. Los dos eran la copia viviente de su padre Vicente.
Sin embargo, la encantadora pasividad de Andy estaba a años luz del hiperactivo carácter de su hermana Lita. La pobre andaba todo el día con las pilas a full.
Serenity en cambio, no media más de 1.70. Para el común promedio de las mujeres era alta, pero en contraste con sus hermanos era considerablemente baja. De cabello rubio ceniza, ojos intensamente celestes era el vivo retrato de su mamá Selene.
Y en carácter ambas eran muy parecidas, alegres, espontáneas, consentidas y muy emotivas. Aunque Serenity era MUCHO más pudorosa y conservadora que su mamá. Para su fortuna.
La verdad es que en lo que ha personalidades se refería Selene y Lita eran más parecidas. Eran casi iguales. Casi. Ni siquiera Selene podía igualar el ritmo hiperactivo de Lita.
Andy por su parte, era una síntesis cautivadora de los caracteres de sus padres. Por un lado tenía la espontaneidad y la alegría característica de Selene, y por otro poseía la nobleza de su padre Vicente.
Ahh, y afectivamente era igual de celoso y protector que su padre. Lita y Serenity ya comenzaban a experimentar 'su cariñosa posesividad' no muy gratamente. Para su desdicha.
-Buona notte "buenas noches" –saludó Vicente a todos al entrar a la sala, luego hizo una pausa y se dirigió a Selene-. Cara mía "querida mía"–procedió a besarla con la misma efusividad de siempre.
Luego se volvió a sus hijos y besó cariñosamente a sus bei fiori "hermosas flores". A Andy le dio el mismo trato cariñoso. En otras culturas era mal visto los besos entre hombres, pero para los italianos era de lo más común saludar de ese modo a sus hijos, independiente del sexo que tuvieran. Sea hombre o mujer, el afecto con los hijos es el mismo. El trato no tenía por qué ser distinto.
Y Vicente di Bresso, el prestigioso abogado, pese a su conservadora y reservada imagen, no escatimaba en atenciones a la hora de consentir a cualquiera de sus hijos. Era el típico hombre con corazón de abuelito… cariñoso y afectivo a más no poder.
Definitivamente la familia di Bresso Rossi era digna de envidia, el amor fluía a caudales entre ellos.
-¿Qué es eso tan importante que tienen que contarnos papá? ¿Por qué tanto misterio? –preguntó Andy pacientemente.
Selene y Vicente se miraron de forma cómplice, dando un lento suspiro los miraron serios. Al instante Andy, Lita y Serenity se tensaron. Su papá jamás era serio a menos que estuviera enojado y este no parecía ser el caso. Y Selene… ella menos, rara vez su mamá se ponía seria. Era realmente desconcertante verlos a los dos con esa postura rígida.
-¿Qué pasó mamá, es algo malo lo que tienen que decirnos? –explotó Lita, impaciente como de costumbre. Aunque dada la situación tan tensa, nadie la culpaba por su actitud.
-Queremos decirles con su papá que ante todo, nosotros los amamos infinitamente y nuestro cariño con ustedes, mis amores, es siempre incondicional –Selene hizo una breve pausa–. Durante años, con su padre, decidimos reservarles una verdad hasta que todos ustedes fueran lo suficientemente maduros para comprenderla.
Al instante ella y Vicente tomaron asiento en el sofá frente a los chicos.
-Con su mamá consideramos que la verdad esta ante todo y que ustedes merecen saberla. Escúchennos con atención y en silencio, por favor no nos interrumpan, al final responderemos todo lo quieran saber.
Con cariñosa afectividad Vicente les habló a sus hijos, mientras estos asentían con una leve inclinación de cabeza.
-Hace más de 11 años atrás, su padre y yo, atravesamos por una gran crisis matrimonial, nos casamos profundamente enamorados, pero muy jóvenes. Tú Andy ni siquiera debes recordarlo, ya que en esos momentos no tenías más de 6 años y ustedes chicas ni siquiera habían nacido. En esos momento de crisis con Vicente decidimos separarnos, al principio pensamos que el quiebre sería definitivo, ya que últimamente discutíamos por cualquier estupidez, sin embargo, el tiempo y la distancia fortalecieron nuestro amor.
-Tanto su madre como yo éramos inestables emocionalmente, pero ese quiebre nos ayudó a entender lo mucho que nos amamos –Vicente hizo una pausa para mirar a Selene–, yo no podría vivir sin su madre.
-Ni yo sin ti mi amor –le contestó ella con el mismo tono amoroso–. En los meses que estuvimos separados, ambos optamos por seguir con nuestra vida. Y en ese afán por auto convencernos de que el amor del otro nos era completamente indiferente –Selene desvió su mirada avergonzada y tomó un poco de aire.
–Decidimos relacionarnos sentimentalmente con otros –continuó ella relatando lentamente para que sus desconcertados hijos digirieran la noticia–, la mujer con la que estuvo Vicente en ese momento no tiene la menor relevancia, pero el hombre con el que yo me involucré es de trascendental importancia.
Lita la miró suspicaz, quiso hablar, pero se contuvo. Andy estaba por primera vez inquieto y totalmente atento a lo que sus padres contaran. Serenity se sobresaltó en el momento que su madre confesó lo de las "relaciones paralelas", pero al ver a sus padres tan enamorados se tranquilizó al instante. Todos los matrimonios pasan por crisis, lo de sus padres era normal. Se preguntaba como a estas alturas de la vida ese pequeño desliz de ambos, fuera tan trascendental ¿Que importancia tendría un desliz ocurrido hace años a estas alturas? Ninguno ¿O si?
-Con Vicente nos separamos alrededor de tres meses, al segundo yo me involucré con otro hombre. Su papá al enterarse de este 'affair', me buscó de inmediato perturbado por la idea de perderme. Al principio yo me resistí a volver con él, me sentía mal por haberlo engañado, pero con el pasar de los días comprendí que el amor lo perdona todo. Ambos cometimos el mismo error, era estúpido que me condenará por algo que no tendría mayor relevancia… o eso creí. Además estaba Andy, la prueba tangible de todo el amor que con Vicente sentíamos, por nuestro hijo decidimos darnos una oportunidad y nos reconciliamos.
Selene miró apenada a sus hijos y estos le sonrieron ampliamente en apoyo, Vicente le tomó la mano y le dio un ligero apretón.
-Al mes después de reconciliarnos, con su padre nos enteramos de que nuevamente estaba embarazada.
Vicente les sonrió ampliamente a sus hijas y estas le correspondieron del mismo modo, con muchas sonrisas, cargadas de dicha.
-Sin embargo, cuando fuimos al control prenatal descubrimos que Serenity tenía más de dos meses de embarazo… con pesar nos enteramos que el padre no era yo –confesó Vicente mientras a Selene se le cristalizaban los ojos.
Andy quedó boquiabierto, Lita trataba de digerir la noticia y Serenity sin evitarlo ya comenzaba a llorar silenciosamente. Ninguno se atrevió a hablar, cada uno estaba ensimismado. Habían imaginado muchas cosas.
Pero nada los había preparado para esto.
-A su padre le costó al principio asumir que él no sería el padre biológico, pero en ningún momento dejó de apoyarme. Siempre temí que él en algún momento me rechazara, pero con gran pesar y alegría, descubrí que su gran miedo era que yo lo dejara y me marchara con Kenji. Yo le pedí perdón por desilusionarlo, lo último que quería era lastimarlo. Vicente en cambio, me dijo que no tenía nada que perdonarme, que su amor por mí era cada día más grande y que si bien él no era el padre biológico de mi bebé… sería su padre de corazón –Selene trató de continuar, pero las lágrimas ya no se lo permitían.
-Junto con su madre decidimos contarles del embarazo a Kenji, él asumió su rol de inmediato y no puso la menor objeción en que su bebé tuviera dos padres, por así decirlo. Yo quise desde siempre al bebé se Selene, la amaba totalmente y ese pequeño ser que crecía en su pancita era parte de ella ¿Cómo no iba a amarlo?
Vicente miró a sus hijas que lloraban amargamente y mantenían sus manos firmemente agarradas, habían contado una parte, pero ahora quedaba la más difícil. Suspirando retomó la conversación.
-Al tiempo nos enteramos por el propio Kenji, que su novia, en ese entonces, igual estaba embarazada y casualmente tenía el mismo tiempo que Selene.
-¡Tenemos un hermano a parte de Andy!… ¿por qué nunca hemos visto a Kenji nuestro padre biológico? –interrumpió Serenity en un susurro, cargado de angustia al pronunciar las últimas palabras "padre biológico".
-Como sabrán, la medicina años atrás no era tan avanzada como ahora, y nosotros sólo descubrimos que tuvimos una hermosa niña al momento del parto. Ya teníamos a Andy, y con la nueva bebita teníamos la parejita. Con Selene no podíamos estar más dichosos –confesó entre lágrimas su papá.
Ambas sin notarlo curvaron sus labios en una leve sonrisa, al saber el momento de su nacimiento. Sonrisa que murió al instante, cuando una oleada de temor las estremeció hasta lo más profundo. Serenity trató de convencerse de que había escuchado mal. Lita no quiso razonar y preguntó al instante:
–No sé si yo entendí mal, es cosa mía o dijiste UNA hermosa niña… LA nueva bebita –la voz temblorosa de Lita denotaba su miedo, esto si que no lo esperaba y su mente ya hacía conjeturas.
Vicente limpió las lágrimas de sus ojos y con la determinación, que lo caracterizaba como abogado las miró a ambas.
-Si Lita, Selene sólo tuvo a una de ustedes, te tuvo a ti Serenity…
-¡¡No!! Eso no puede ser cierto yo y Lita somos mellizas, ella siempre ha sido mi hermana, nacimos el mismo día –explotó Serenity en llanto mientras Lita la abrazaba fuertemente.
Andy al instante se acercó a ellas y las abrazó con todas sus fuerzas… para él esas eran sus hermanas independiente de la procedencia biológica que tuvieran.
-Ambas son hermanas Serenity, el día en que tú naciste, Vicente llamó de inmediato a Kenji para que se enterara de tu nacimiento. Kenji apenas supo la noticia se apresuró a conocerte Serenity, junto con Marlitta que ya era su esposa. Ella estaba por dar a luz en esos días. En ese momento todo era felicidad y dicha para todos. En ningún momento imaginamos lo que ocurriría con ellos.
Selene se veía profundamente afectada, con un pañuelo que le extendió su esposo limpió sus lágrimas y se forzó a continuar
–En la esquina cercana al hospital ambos tuvieron un trágico accidente, de la calle contraria venía un conductor borracho que no respetó un disco pare y colisionó violentamente con el auto en que ellos viajaban. Kenji murió instantáneamente, ya que el recibió la mayor parte del impacto. Marlitta sobrevivió, pero estaba gravemente herida. Afortunadamente el hospital estaba cerca y reaccionó de inmediato. La magnitud del accidente fue tan grande que yo y Vicente no tardamos en enterarnos, el ruido del accidente se escuchó hasta la sala de maternidad donde yo me encontraba. A mí de inmediato me dio un mal presentimiento, su papá pensó que era producto de la conmoción y de mi sensible estado de ánimo, luego del parto. Fue a investigar a causa de mi insistencia, y se enteró de lo ocurrido.
-Yo al principio, me había rehusado terminantemente a contarle lo ocurrido a su mamá, pero sabía que si no se lo decía ella iba averiguarlo por su cuenta y cuando lo supiera no iba a perdonármelo nunca. Así que tomé fuerzas, le conté que Kenji había muerto y que a Marlitta le estaban induciendo el parto en la misma sala en las que horas antes habías nacido tú Serenity.
-Yo no podía creerlo, minutos atrás había hablado con Kenji y después él estaba muerto. Marlitta tenía apenas 18 años, era tan joven y su bebé corría peligro. Comencé a culparme, si yo no los hubiese llamado… él aún estaría vivo. Entré en shock, al rato después vinieron las enfermeras y mientras Vicente me sujetaba fuertemente, ellas me inyectaron… ya después no recuerdo nada –les confesó Selene visiblemente afectada. Por lo visto el paso del tiempo aún no atenuaba aquel pesar que tenía su alma.
-En un principio, pensé quedarme con Selene y contigo Serenity, pero al saber que en la sala de parto se encontraba Marlitta sola, después de haber perdido a Kenji, cambié de opinión. Le encargué a una enfermera que se hiciera cargo de ambas. Después le expliqué la situación de Marlitta al médico que te había traído a ti al mundo -miró a Serenity acongojado–. Y él me pidió, por favor, que entrara a la sala de parto a apoyar a tu madre Lita. El parto se había complicado, pero Marlitta luchó hasta el final por traerte al mundo. La ayudé en su parto… yo no soy tu padre biológico Lita, pero he estado contigo desde el primer instante de tu vida y desde que te ví no hecho otra cosa más que amarte, mi muñequita.
Lita no pudo contenerse más y corrió a sus brazos. Vicente la sentó en sus piernas y la acunó en su regazo. Hay lloró desconsoladamente.
Serenity en cambio se aferró a su hermano Andy, su llanto no era menor al de Lita. Sin embargo, imaginó que el dolor de Lita era mucho más grande que el de ella. Ella perdió a su padre Biológico y descubrió que su adorado papi no era su padre.
Lita en su caso, perdió ambos padres, porque presentía que la madre de Lita también había muerto. Descubrió que su adorada Mamá Selene no era su madre, su querido padre Vicente no era su padre y su entrañable hermano Andy no era su hermano.
Definitivamente el dolor de Lita debía de ser inmenso. Ese sólo pensamiento hacía que Serenity sufriera por ella… su hermana.
Pasaron varios minutos en los que todos trataban de calmarse en vano. Nadie dejaba de llorar, pero había cosas que aún no quedaban claras. Y Lita tenía urgencia por terminar con esto de una vez por todas.
–¿Qué paso con Marlitta? –preguntó en tono tembloroso.
-Cuando por fin naciste, las enfermeras no tardaron en limpiarte y envolverte en un delicado paño. Cuando estuviste lista, te pusieron en mis brazos y aún recuerdo como perezosamente te moviste en mi regazo -le contó a Lita abrazándola con fuerza y acariciándole la mejilla, como si estuviera recreando la escena de cuando ella era bebé.
Al rato Vicente continuó relatando la triste historia:
-No tardé nada en acercarte a Marlitta y ella no demoró en besarte la frente mientras te bendecía. Los médicos tenían un pésimo semblante y Marlitta entendió que se estaba muriendo. Con lágrimas en los ojos me lo confesó "me voy a morir Vicente, ya lo siento… pero no estoy triste. A donde voy Kenji me esta esperando para seguir amándonos ahora por siempre. No sabes lo emocionado que estaba con conocer a Serenity… pero desde el lugar en el que estemos siempre estaremos bendiciendo a tu familia" murió contemplándote Lita, en ningún momento dejó de hacerte gracias mientras se iba a su encuentro con Kenji al más allá. Antes de que ella muriera yo le rogué que me dejara adoptarte, ella sonrío complacida y me dijó que nada la haría más feliz… tal vez suene egoísta de mi parte, pero desde que te tuve a ti Serenity en mis brazos y a ti Lita –las miró cariñosamente a ambas–, me sentí inquisidoramente posesivo, las amé de inmediato y no quería que nadie me las arrebatara.
Con total delicadeza Vicente Y Selene continuaron relatándoles la historia. Él les confesó que al ser abogado no le costó mucho movilizar los papeles de adopción de Lita. Y que al nacer ambas el mismo día, les pareció que lo mejor era hacerlas pasar por mellizas. Las dos eran hermanas, no había engaño en eso. Además, de no hacerlo de ese modo lo más probable es que cualquiera de ellas podía sufrir algún trauma psicológico.
Selene le dijó a Lita que si bien ella no la dio a luz, al verla la amo tanto como a Serenity. Entre lágrimas les confesó lo curioso que era que siendo ella hija de Kenji y Marlitta fuera tan parecida a Vicente. Cualquiera que los veía juntos decía que Lita era la viva imagen de su esposo y Serenity la de ella.
-Mi nombre es diminutivo del de Marlitta ¿Cierto? –preguntó Lita ya más calmada.
-Si mi amor, nos pareció un hermoso nombre en ese entonces –Selene pausó brevemente y se acercó a Lita, le acarició la mejilla y la miró a los ojos–: yo no te traje a la vida mi amor, pero fui yo, la que desde el primer día de tu vida, te alimentó. Fue mi leche la que compartiste con tu hermana y no hay día de mi vida en que no de gracias a dios por la dicha de tenerte. En tu sangre quizás no corre mi sangre, pero son mis gestos, mis mañas y mi carácter los que, hoy en día, son parte de tu personalidad.
-Te amo mamá –le dijo Lita a Selene abrazándola con fuerza, al principio de la historia tenía temor de ser rechazada por ellos, pero ahora se daba cuenta que era todo lo contrario. Comenzó a recordar los distintos sucesos de su vida… en ninguno de ellos sus papás tuvieron alguna diferencia entre ellos. Se desvivían en atenciones con cada uno de ellos por igual, en sus momentos más tristes cuando los necesitó, siempre estaban a su lado. Siempre.
Con todas las fuerzas de su corazón agradeció los padres que dios había elegido para ella. Ahora que conocía el origen de su vida… Amaba con mayor fuerza la familia que tenía.
-Ven mis muñecas, nosotros siempre seremos sus padres, pero ahora han ganando dos ángeles que desde el cielo las protegen –dijo Vicente con Lita todavía en brazos y Selene a su lado, pero al mirar a Serenity esta agachó la mirada, se soltó de Andy que estaba a su lado y se fue.
Serenity corrió y corrió hasta que llegó al jardín. Se subió a un árbol muy alto y cuando se sintió sola se desahogó. Lloró desconsoladamente. Estando en la sala todo iba bien, hasta que una ola de vergüenza la estremeció por completo. Lita había perdido a sus padres, pero ella fue, al parecer, producto de un inmenso amor entre Kenji y Marlitta. ¿Y ella?... ella había sido producto de un insignificante y vergonzoso affair de su mamá. ¿Cuántas veces su padre Vicente al mirarla recordaba el engaño de Selene? Era triste saber que mientras Lita fue producto de un amor… ella era el producto de un error.
Lita por lo menos tenía la fortuna de parecerse asombrosamente a su padre… ella no.
Su madre era tema a parte, la quería entrañablemente. Pero a su padre lo adoraba con todas sus fuerzas y el sólo imaginar el dolor tan grande que Vicente debió sentir al enterarse de que ella no era su hija. Le dolía hasta lo más profundo.
-Muñeca, baja de ahí, cualquier cosa la podemos conversar.
No supo en que momento su papá estaba junto a ella bajo el árbol. Se encontraba tan ensimismada en su sufrimiento que no se dio cuenta de su presencia. Incapaz de mirarlo a la cara por la vergüenza y de hablarle por el nudo en la garganta. Se quedo inmóvil en el árbol, llorando ahora silenciosamente.
-Bueno, si mi muñeca no viene a mí… supongo que tendré que ir a buscarla yo mismo.
Dicho y hecho, ante el asombro de Serenity su padre se trepó ágilmente por el gran árbol, hasta llegar a su lado. Ella desvió su mirada para no verlo a los ojos, pero él con su mano derecha la tomó del mentón y la obligó a mirarlo.
-¿Qué te duele tanto mi muñeca preciosa? –le preguntó él cariñosamente. Serenity trató de responderle, pero las lágrimas se lo impedían.
-Perdóname –susurró la afligida rubia apenas logró articular palabra.
Vicente quedó atónito ¿Perdonarla? ¿Qué tendría que perdonarle a ella que sólo le daba alegrías?
–Perdonarte ¿Qué tendría que perdonarte a ti mi amor?
-El nacer, el ser el error de mi mamá –le confesó Serena mirándolo a los ojos.
-Tú mi amor, nunca has sido un error, todo lo contrario. Tú y tus hermanos siempre han sido la mayor bendición que dios nos ha enviado. De no ser por ti yo no hubiese comprendido la magnitud de mi amor por tu madre, de no ser por ti yo no me hubiese dado cuenta de cuanto deseaba vivir toda la vida a su lado… tú mi amor fuiste el ser que vino a reafirmar nuestro amor. Nunca pienses que fuiste un error. Soy yo él que te da las gracias, día a día, por venir a unirnos a tu mamá y a mí. Dios debe quererme mucho cuando decidió enviarte a nuestra vida.
-¿En ningún momento deseaste que yo no fuera el producto del affair de mi mamá?
-NUNCA Serenity, JAMÁS. En ningún momento de mi vida he deseado que no existas, el sólo pensar en ello me aterra… si alguna vez algo llegara a pasarles a alguno de ustedes, yo me muero y su mamá enloquece de tristeza. Él día en que seas madre comprenderás todo lo que te digo mi muñeca preciosa –la besó en la mejilla.
–Nada en este mundo paga la alegría y el orgullo de verte a ti y tus hermanos dar sus primeros pasos, sus primeras palabras… ese gran amor que va creciendo al saber que son seres tan frágiles y puros. Ese sentimiento de posesividad, de amor incondicional no puede describirse con nada mi amor.
Serenity lo abrazó fuertemente, al tiempo, que una gran sonrisa iluminaba su rostro. En ese momento comprendió que no hay nada en este mundo que no hiciera por sus padres, por enorgullecerlos a ambos y al igual que Lita se sintió profundamente dichosa de la familia que tenía.
-Te amo con todas mis fuerzas… PAPÁ.
-Y yo a ti -le sonrió Vicente-, ya mi muñeca preciosa, bajemos… tu mamá ya debe de estar desesperada. Le dije que no demoraría en llevarte de vuelta. Y apostaría que ya viene a buscarnos
Serenity sonrió ampliamente al ver a su mamá y sus hermanos asomarse… siempre era lo mismo. Su papá la reconfortaba cuando se sentía mal, pero su mamá no tardaba en alcanzarlo. Selene era recelosa hasta cuando de consolar a sus hijos se trataba. No tenía consideración ni con Vicente, por mucho que lo amara.
"Mis hijos me necesitan a su lado en los momentos felices como en los tristes… no voy a permitir que tú Vicente te los acapares para ti. Yo no pienso perderme un sólo momento en la vida de mis hijos"
En más de una vez escuchó la misma cantaleta de su mamá al reclamarle celosa a su padre por robarle la atención de SUS HIJOS.
Si, definitivamente debía sentirse condenadamente agradecida de la familia que tenía.
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Bolonia, Italia. 6 años atrás.
Nada en el mundo los había preparado para un sufrimiento tan inmenso. El saber con anticipación que ella partiría en poco tiempo, los había hecho creer –ilusamente– que el dolor de la despedida no sería tan doloroso. No fue así. El saber de antemano que se iría no mitigó ni un poquito el gran dolor que ahora los consumía por dentro. ¿Por qué la vida era tan injusta? una y otra vez se preguntaban lo mismo y siempre el silencio era su respuesta.
Con el corazón hecho pedazos miraba como su hermana se aferraba firmemente a los brazos de su Nonno "abuelo" quien a la vez sostenía dificultosamente a su inconsolable esposa.
Él en cambio, estaba frente a ellos destrozado por dentro, pero con una postura estoica. Se moría por llorar, pero sabía que si comenzaba a hacerlo tardaría horas en controlarse. Y a él no le gustaba llorar, menos frente a otros. Además, por más que llorara nada llenaría el vació que dejaba ella.
Su mamá.
Como dolía verla bajar lentamente en ese frío cajón. Que ganas de sacarla de ahí y poder conservarla intacta. Si tan sólo eso fuese posible.
Cuanto dolía ver como nuevamente uno de sus seres queridos encontraba su lecho eterno en esta tierra.
Isabella Santorinni su amorosa madre partía en un viaje sin retorno. A sus cortos 35 años el cáncer le había ganado la batalla a sus impetuosas ganas de vivir.
Dos años atrás ella había notado un leve bultito en una de sus mamas, de inmediato se dirigió al doctor preocupada por la anomalía, se sometió a exámenes superficiales que indicaron que se trataba de un inofensivo quiste –una especie de saco lleno de líquido– o un fibroadenoma como llamaban los médicos a un tumor benigno.
Ya más tranquila Isabella se dirigió a su casa y les contó a sus hijos y a sus padres que se había preocupado de más, ya que la mamografía había probado que el bultito no tenía mayor relevancia.
6 meses atrás los dolores habían sido cada vez más frecuentes obligándola a acudir nuevamente al médico, aunque esta vez optó por una clínica particular, en esos momentos su condición económica le permitía darse ese lujo. De inmediato la sometieron a numerosos exámenes. El determinante fue la biopsia –por medio del bisturí extrajeron parte del tejido de la mama afectada– pero al momento en que el médico abrió la mama de Isabella, se percató tristemente que no había vuelta atrás. El cáncer se había ramificado con una mortal rapidez.
El doctor extrajo todo el tejido cancerigeno posible de la mama de Isabella, pero ni siquiera eso mitigaría, en algo, su inminente muerte. Sólo vasto confirmar en el microscopio un anticipado diagnóstico.
Ya era tarde. Isabella ya no tenía esperanza, el cáncer estaba en su fase terminal. Si sólo se hubiera detectado el cáncer en su primera fase hace 2 años, la historia de Isabella sería otra. Pero el hubiera ya no servía.
Malditos médicos incompetentes.
Antes de que el cáncer deteriorara lentamente su imagen, Isabella a sus 34 años, mantenía intacta su hermosa belleza italiana. De curvas generosas, pequeña cintura y esbeltas piernas había hecho voltear a cualquier hombre para mirarla. Su pelo intensamente ébano resaltaba devotamente cada deliciosa curva de su rostro. Y sus intensos ojos azules, competían por absoluta veneración, en una lucha sin tregua, con su pecaminosa boca carmesí.
Su hermosa madre, tan joven y cariñosa no debió morirse… le quedaba tanto por vivir.
Era comprensible la profunda devoción que su padre Mamoru Chiba le tenía a su madre. Ella era maravillosa. Lamentablemente su padre no pudo disfrutarla todo lo que él hubiese deseado. A sus escasos 23 años, un trágico incendio en la fábrica en que trabajaba le quitó la vida años atrás, cuando Darien no tenía más de 5 años y Rei su hermana aún no cumplía 2.
Su desdichado padre sufrió tanto durante su niñez. Se crió prácticamente solo. Huérfano a los 10 años, Mamoru se ganó desde pequeño la vida como pudo. Pero dios recompensó su sufrimiento enviándole la mejor mujer que alguna vez pudo soñar. Isabella lo llenó de amor, lo ahogó de dicha y le dio los padres que tan joven le habían sido arrebatados.
Si, el matrimonio Santorinni lo acogió como el hijo que siempre desearon tener y Mamoru correspondió con creces todo el amor que don Vittorio y doña Caterina le ofrecieron.
Cuando Isabella les había contado su embarazo, la familia no daba de la alegría.
"El primer figlio -hijo- de Isabella, Caterina" había saltado de emoción Don Vittorio contándole su dicha a su esposa. Doña Caterina en cambio se quedó inmóvil hasta que reaccionó y corrió a besar a Isabella y a Mamoru "la mia bella mogliettina" –mi hermosa mujercita– había llorado su mamá mientras abrazaba a su hija amorosamente. "la mia carissima mamma" –mi querida mamá– había chillado Isabella antes de sonreírle a su padre " il loro nipote papá" –su nieto papá–. Si, esa noche fue de alegría total en la casa de los Chiba Santorinni.
Sin embargo, la pobre Isabella después sufrió por primera vez desde casada… el dormir sola. Mamoru se amaneció tomando vino con don Vittorio y doña Caterina, los tres celebraron hasta la mañana siguiente el nacimiento del nuevo integrante de la familia.
Su mamá siempre le contaba a Darien la afectuosa bienvenida que le dieron todos apenas se enteraron de su existencia.
Estando a los pies de la lúgubre sepultura donde su madre, ahora, hacia compañía a su padre. Pudo imaginar la agonía que su hermana Rei estaba experimentando. Pero ¿Cómo sería la pérdida de un hijo para los padres?
La ley de la vida era que los hijos enterraran a los padres. No lo contrario. ¿Cuánto estarían sufriendo sus abuelos al enterrar a su joven hija? no podía llegar a imaginarlo. Siempre escuchaba a su nonno –abuelo– decirle cariñosamente a su mamá "Isabella, tú eres la luz de mis ojos".
Su abuelo debía estar muriéndose de dolor, ahí sujetando a las dos mujeres de la familia, hasta parecía más viejo de lo que era. Don Vittorio tenía 55 años. Pero con los ojos hinchados y el semblante abatido aparentaba alrededor de 70. Su niña de los ojos se estaba marchando para siempre.
Y su nonna –abuela– Caterina temblaba de tristeza desde el regazo de Vittorio.
Cuando ella creía que estaba sola, lloraba desconsoladamente por la enfermedad de su hija, a escondidas su abuela dejaba fluir toda esa tristeza que le consumía el alma. Ella pensaba que nadie la veía, sufría en silencio. No sabía que Darien la observaba impotente ante su agonía. Él moría de tristeza al verla tan desdichada y abatida, pero se mantenía al margen para no incomodarla con su presencia. Caterina necesitaba su espacio para desahogarse y Darien no quería arrebatárselo. Pese a eso, él no la dejaba sola… la apoyaba ahí a escondidas. Compartiendo amargamente con ella el mismo dolor.
Poco a poco, fueron cubriendo con tierra el ataúd de Isabella y ese fue el límite que, la aparente tranquilidad de Darien, aguantó. Hasta el momento, la pena que lo carcomía dolorosamente se había controlado. No pensaba llorar. Pero el ver como la tierra iba cubriendo lentamente a su mamá, lo devastó.
Este era el momento más desgarrador de su vida.
Sin poder contenerse más, Darien cayó de rodillas en la oscura tierra a orillas de la sepultura de sus padres. Se apoyó con ambas manos en el suelo, lo último en lo que pensaba era en ensuciar su traje sastre negro. Dirigió su ya nublada mirada a donde su madre yacía y lloró.
Lloró desconsoladamente por la pérdida de la mujer que más quería en el mundo.
-Te amo mamma -sollozó con pesar y con la voz estrangulada–. Te amo tanto.
Pasó minutos llorando amargamente de rodillas en la tierra.
No supo en que momento unos brazos lo rodearon firmemente. Alzó la vista y se dio cuenta de que era su hermanita de 14 años… Rei estaba igual o más afectada que él. Lo abrazó fuertemente y ahí de rodillas, al lado de la tumba de su madre, los dos hermanos sollozaron sin parar. Se calmaban por momentos para al rato volver a llorar con más fuerza.
Darien a sus 17 años comprendió que nunca más estaría con él su amorosa madre. Esa que lo despertaba con cosquillas en la mañana, la que le hacía su pastel de chocolate cada 3 de agosto para su cumpleaños, la mujer que no se cansaba de decirle siempre lo orgullosa que se sentía con tenerlo como hijo. Trataba de resignarse.
Pero dolía tanto.
Él que desde pequeño soñó con ser médico. Ahora sabía que jamás podría ver sufrir a alguien sin recordar a su madre.
Sus sueños dolorosamente habían cambiado. Para siempre.
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y ¿Qué tal? ¿les gustó?... bueno espero que sí. No acepto reclamos si las hice llorar… juro que no era mi intención.
Al principio la parte de Darien iba a extenderse más, pero me rehúse terminantemente a hacerlo sufrir más. Pobrecito!!.
Para las masoquistas que se habían emocionado con el sufrimiento, lamento informarles que toda la pena del prólogo no creo que se repita a lo largo de fic. Las que me conocen saben que ese no es mi estilo, al contrario desde el próximo chap me comprometo solemnemente a hacerlas reír… Si. Este fic será muy divertido y tendrá mucha miel!!. Eso es lo que a mí me gusta. ¿Por qué entonces comencé con un prólogo tan triste? Porque era estrictamente necesario, como verán más adelante ambos hechos influyen enormemente en los sueños y el carácter de los protagonistas del fic.
¿Por qué Italia? Simple, ya me harte de Tokio… ¿esta un poco trillado no creen?... además Italia es hermosa, el patrimonio cultural de esta ciudad va a servir mucho más adelante. Por otro lado, la gente en Italia es muy cálida y amable, y las familias, en especial, son súper apegadas y unidas… justo lo que yo necesito para este fic.
Promesa:me comprometo solemnemente a sacarles más de una risa. Y ha hacerlas suspirar con mucha miel!!. Mi intención es hacer cada unos de los chap dinámicos para que la historia no decaiga. Si no me resulta me avisan y me dedico a otra cosa… ¿vale?
Advertencia:el fic en general tendrá un contenido y un lenguaje adulto. Después no admito reclamos. Se los advertí!!.
Ahora me despido dándoles nuevamente las gracias por su apoyo, por leer el fic y más aún a las que se dan la molestia de dejar un review…
Hasta la próxima… muchos cariños.
• • • Pamela• • •
"Kaoly"
