Disclaimer: Inuyasha y todos sus personajes perteneces a la asombrosa Rumiko Takahashi, lo demás es mío ;) Fic participe en la actividad "Estaciones" del foro "La aldea entre las hojas".


OTOÑO

Kagome se encontraba arrodillada en el césped.

La tierra ya había embarrado su traje de sacerdotisa, pero claramente eso no formaba parte de las preocupaciones de la joven. Ella estaba concentrada, barriendo con sus manos un montón de hojas anaranjadas hacia una gran montañita de hojas.

—Kagome… ¿Por qué diablos haces esto?

—Ya te lo dije, Inuyasha.— Contestó tranquilamente sin dejar su tarea,— es una sorpresa.

—Pues opino que es una sorpresa estúpida. El sol se va a poner y tenemos que regresar a la aldea.—Inuyasha estaba recostado en el tronco de un árbol… bastante impaciente.

La chica del futuro no quería arruinar su buen humor así que optó por ignorar los comentarios de su marido.

Al no conseguir respuesta, el hanyou murmuró un "keh" y se cruzó de brazos.

—¡Aquí tengo muchísimas!—Exclamó una entusiasmada vocecita desde los arbustos, sobresaltándolos.

Kagome lanzó un grito ahogado.

—¡No puede ser!—Dijo mientras una niñita de cabello plateado y orejitas caninas aparecía con un puñado de hojas en sus manitas.—¡Son demasiadas! Con esto estamos listas, Ai, ven a colocarlas.

La pequeña se apresuró a dejar las hojas en el montón ¡Estaba muy ansiosa!

—¿Y ahora qué?—Preguntó Ai, volteándose a su madre, quien la había hecho recoger hojas durante bastante rato y aún no sabía la razón.

—Sí, ¿Y ahora qué?—Preguntó Inuyasha con tono acusador mientras se acercaba a las chicas.

—Es algo muy divertido, con tu Tío Souta lo hacíamos todos los otoños.—Le explicó a su hija, sonriendo.—Sólo tienes que saltar sobre aquél montículo de hojas.

Ai, miró la montañita con una gran sonrisa y luego a su madre.

—¿Sólo saltar y ya?

Kagome asintió.

Ai no esperó más y echó a correr con todas sus fuerzas para lanzarse al montón.

Hojas de infinitos tonos anaranjados y amarillos volaron por doquier, combinando con la puesta de sol. Definitivamente una imagen encantadora.

La pequeña Ai no dejaba de carcajearse, revolcándose en las hojas y lanzándolas hacia arriba, entre chillidos y risas.

—Así que… ¿Una sorpresa estúpida?—Preguntó Kagome acercándose a Inuyasha, sonriendo burlonamente.

El medio demonio rodó los ojos mientras, con un brazo, rodeaba la cintura de la chica. Kagome apoyó la cabeza en su hombre y ambos observaron a Ai disfrutar de la no tan estúpida sorpresa.


Es el primer fic que hago para este foro y lo único que quería era subirlo, así que si hay alguna recomendación ¡Por favor díganla!

¿Les gustó? Yo lo encontré tierno, además, solíamos hacer eso mismo con mis hermanas... pero quedábamos asquerosas XD.

Intentaré subir el siguiente mañana, pero tengo tantas pruebas que dudo poder hacerlo (buu).

Eso es todoo, saluditoos.

¿Review? ¿Eh?

Fresita-chan.