Seguir hacia adelante, y no mirar hacia atrás.

Prologo

Si has sufrido y sientes que ya no puedes más, recuerda que siempre queda algo. Si lo has perdido todo, y a los seres que más amabas, recuerda que siempre tendrás algo. Lincoln nunca se rindió, nunca se echó para atrás, porque desde el momento en que todo cambió para él, siempre recordaba que le quedaba algo: Esperanza.

.

.

.

Ataque

...

¡Corre!

Corría desesperadamente, lo más rápido que sus débiles pies le permitían en esos caóticos e inolvidables momentos. Tratando de no mirar hacia atrás. No quería. Sabía todo lo que dejaba. Todo a lo que le daba la espalda, sin decir ningún Adiós. Un hasta luego. Nada. Pero dolía tanto, como una estaca atravesando su corazón lenta y fríamente con la única y maldita intensión de hacerle sufrir hasta que de su último respiro de vida, y caiga al suelo… sin haber dicho Adiós. Desearía morirse, a no haber dicho esas palabras a las personas que amaba tanto. Ni siquiera ese sentimiento de inculpabilidad, calmaba ese dolor. Él no lo quiso. De haberse podido despedir, lo hubiera hecho sin dudas. Pero el miedo y el terror no lo dejaron.

Comenzaba a cansarse, pero algo dentro suyo le exigía con tanta insistencia en que no se detuviera, ni para descansar un mísero segundo.

La vista empezaba a fallarle, y no lo vio venir. Pasó su mano ligeramente por su ojo derecho. Al correr a gran velocidad, el viento impacta contra sus globos oculares, evitando así que mantuviera la vista abierta. Trató de no demorar tanto, y se maldijo a si mismo por detenerse a limpiar su ojo. Al bajar la mano, solo contemplo ese líquido transparente combinado con un color rojizo.

Su ojo estaba sangrando, y derramando lágrimas al mismo tiempo.

Se olvidaba de las heridas en su cuerpo, al huir desesperadamente. Su ojo izquierdo también empezó a sangrar, y sentía ya no poder ver.

No quería llorar.

Si empezaba a llorar le sería muy difícil detenerse. Lo necesitaba, pero por ahora tenía que continuar corriendo, en esa terrorífica noche. Fácilmente pudo sobar su ojo con su mano izquierda, pero no lo hizo. Su mano y brazo izquierdo estaban siendo ocupados para cargar entre ellos, al ser que él sentía amar más en esos momentos. Su único amor, su única esperanza; porque si por el fuera, se detendría y se dejaría caer al suelo y empezaría a llorar sin parar. A lamentarse. A sufrir, sin importarle que esos monstruos, que estaban atacando la ciudad en esa noche infernal, acabaran con él.

Pero continuó corriendo para salvar esa pequeña alma. Para continuar viendo esos hermosos ojos. Sus piecitos. Sus manitas. Su pequeño mechón rubio. Su carita angelical. Daria todo por ella, incluso su propia vida, la cual de todas formas sentía no importarle nada. Cometió muchos errores, y cuando muchas veces se le presentó la oportunidad de arreglarlos, simplemente no hizo nada. La vida le parecía una completa mierda; para él. Mientras pudiera hacer algo con esa pequeña, no estaría todo perdido.

El error es el orgullo…

Pasaron varios minutos y empezaba adentrarse en la ciudad. Vio como muchas personas gritaban desesperadamente y huían con un solo objetivo.

Sobrevivir.

La mayoría solo se concentraba en eso. Poco les importaba a las personas que dejaban atrás que solo serían presas fáciles, para esas horripilantes criaturas que aparecieron de la nada.

Mientras aceleraba su corrida, sintió un pequeño dolor en el muslo derecho de su pie. Antes de escapar, se tropezó con una enorme piedra, provocándole un gran dolor. Él no le dio mucha importancia a esto, porque solo tenía un objetivo en meta la cual era correr, para salvar a esa pequeña alma.

Sentía como si mataría por ella. Un alma inocente, que hasta el día de hoy no mostró señales de hacer nada malo, y seguramente continuaría así por un largo tiempo.

Pero si quería eso, necesitaba correr, y alejarse más de la ciudad. Quizás, si recorría un largo viaje llegaría a las afueras de la ciudad, y se refugiaría en alguna parte. O incluso, encontraría a varios supervivientes y no dudaría en unírseles.

Abrazó más contra su pecho, a ese hermoso ser que llevaba entre sus brazos. Amenazaba con empezar a llorar, y no la culpaba. Con todos los gritos, sangre y muerte que era lo único que se veía en los alrededores, es imposible que hasta un adulto evite amenazar, con derramar lágrimas, y sentirse como un pequeño niño. Un niño desprotegido, que a su alrededor, se manifiesta el mismísimo infierno.

Quería cerrar sus ojos. Quería detenerse. Pero solo bajo la vista un momento, para contemplar esa pequeña mirada que lo veía con mucho miedo. Como si él fuera su única esperanza. Eso le dio fuerzas para no detenerse y continuar.

Observó cómo varios vidrios caían. Como empezaban incendios y saqueos en toda esa ciudad, y los gritos tan desgarradores de las personas incrementaba a un nivel de sufrimiento inimaginable.

Cuando al fin pudo salir de la ciudad, se sentó en la vereda de esa gran carretera que llevaba a Royal Woods. Estaba demasiado lejos del caos y la masacre, obvias señales de que podía descansar y abrazar con más fuerza a esa pequeña, que solo parecía sentir frio y temor.

La abrazó con mucho cuidado. Él Tenía varios rasguños en todo el cuerpo, y la sangre empezaba a recorrer brazos y piernas. Pero esto no le importaba, solo quería abrazar a esa pequeña bebé y transmitirle seguridad y amor. Un amor del cual nunca se despegaría. Un amor que nunca se apagaría.

No cometería el mismo error dos veces. No más.

Las lágrimas empezaban a bajar por sus mejillas. Lincoln se sentía tan pequeño y vulnerable, pero el calor que su hermana le transmitía le daba fuerzas para seguir adelante. Por eso el no vio el momento en que se levantó, se limpió sus lágrimas. Miró con pena y nostalgia lo que alguna vez fue su hogar y empezó a alejarse lentamente con Lily entre sus brazos. Sin rumbo, siguiendo el camino de esa gran carretera que llevaba a un bosque y unas montañas.

Lejos de Royal Woods.

-¿Popo?

-Si Lily. Te protegeré. Aunque llueva y truene, seguiremos adelante. –Continuaron su camino, en esa fría noche. Transmitiéndose amor y esperanza.

Seguir adelante, y no mirar hacia atrás…

...

¿Qué hay compañeros lectores? Me da gusto volverlos a encontrar. Bueno, les traigo una nueva historia que está conectada con Choque de Mundos. ¿Precuela? ¿Secuela? ¿Pasa al mismo tiempo? Tranquilos, esas preguntas irán contestándose poco a poco. ¿Por qué hago esto? Simple, en Choque de Mundos no podía poner esta historia porque se alejaba un poco de la trama principal que era el viaje Multiversal de Lincoln y todo eso. Ahora ya lo saben. Pero ojo, esta historia tendrá un papel muy importante sobre algunos orígenes. Es todo lo que podré decir.

Adelanto: Para los que esperan el próximo capítulo de Choque de Mundos, está… mmm a un 2/4 de desarrollo, trataré de traérselos pronto. Me despido de ustedes y nos volveremos a leer pronto.