Dean se había despertado a media noche sin encontrar a su hermano en la habitación del motel, le llamo al móvil tantas veces como pudo, llamó a Bobby y no había rastro de Sam, ambos cazadores temían que Sam hubiera escapado para decirle que "si" a Lucifer pero ni siquiera Castiel sabía dónde estaba.
—Dean cálmate, seguramente aparecerá en un par de horas—
—No intentes calmarme Cass, mi hermano puede estar en cualquier lugar justo ahora—
Cuando Dean cerró los ojos y volvió a abrirlos estaba en un lugar distinto, estaba en aquella casa del profeta Chuck.
—Hola Dean—saludo el profeta que tanto conocía
—¿Chuck?—
—¿Estás buscando a Sam?—
Claro, como profeta, Chuck podría saber dónde estaba Sam, eso solucionaría los problemas.
—No soy un profeta Dean, soy dios—
—¿Qué?—
—Lo que escuchaste, ahora sobre Sam—
—Espera…¿dios?—Dean comprendió todo, avanzo hasta estar frente a Chuck—¿Qué le hiciste a Sam?—
—Tranquilo, le hice un favor, el mismo favor que te hare a ti—Chuck chasqueo los dedos convirtiendo a Dean en un niño de 8 años.
—¿¡Qué!?—
—Regrese a Sam en el tiempo a antes de la misma creación de los humanos, lo regrese como un novato—explico Chuck ignorando la impresión de Dean.
—¿Novato?—
—Un ángel pequeño, los arcángeles lo están cuidando—
—Hijo de perra ¿Por qué le hiciste eso?—
—Porque tiene un alma pura, no quiero que lo que suceda en el futuro lo afecte demasiado—
—¿Y yo que tengo que ver en todo esto?—pregunto Dean
—Que quiero que tú también tengas un poco de la infancia que perdiste—
—Yo no quiero esto—
—Pues no tienes opción—
Comenzaba a molestarle todo aquello, eran demasiadas cosas para él en un solo momento, dios, Sam como un ángel, el apocalipsis.
—Tenemos el apocalipsis en la vuelta de la esquina, no hay tiempo para…—
—Una semana—dijo Chuck cruzando los brazos—Dentro de una semana despertaras siendo normal con Sam al lado tuyo igualmente normal—
—¿Y si no acepto?—
—No dejare que Sam vuelva, le di un año allá, puedo aumentar el tiempo—
—¿Qué es lo que quieres?—
—Quiero que vivas está feliz semana como un niño, sin preocuparte del apocalipsis, sin preocuparte por Sam, solo se un niño y que cuando Sam vuelva no le cuentes nada de esto, él pensara que nadie sabe sobre su situación—
—¿Solo una semana?—
—Solo una semana, entonces ¿Qué dices Dean?—
—Bien—
Dean volvió a abrir los ojos, estaba ahora en el cuarto del motel donde había dejado a Castiel, pero no había nadie en la habitación.
—Tengo que llamar a Bobby—
Camino hasta la cama para tomar el celular, realmente tener el cuerpo más pequeño era algo complicado, tendría que acostumbrarse a caminar así, tomo el celular buscando el número de Bobby.
—Entonces era verdad—se escuchó una burla desde atrás.
—¿Gabriel? No estabas…—
—¿Muerto? Pues…algo así, pero creo que ahora importa más tu situación—
—Si solo vienes a burlarte lárgate, estoy ocupado—
Gabriel avanzo hasta estar frente a Dean.
—Oh no pequeño, vengo a cuidar de ti—
Por alguna extraña razón a Dean le dio un escalofrío al escuchar aquello, miro hacia Gabriel olvidándose de todo solo se concentró en lo que acababa de escuchar.
—¿Q-Qué?—
—Papá fue conmigo—explicó mientras daba un par de pasos—Me explico lo de la semana y me dijo que cuidara de ti, que viera que actuaras como un niño correctamente, no cacerías, no armas, nada de apocalipsis—
Eso comenzaba a sonar como un callejón sin salida y no parecía ser uno bueno.
—¿Y tú aceptaste? Así sin pensarlo—
—Chico, papá fue a hablar conmigo después de siglos sin aparecer, no podía solo ignorar y reclamar, también quería escuchar—
—Entonces aceptaste—
Gabriel asintió con la cabeza.
—¿Después de que te abandono y desapareció todavía piensas hacer lo que te diga? Por eso detesto a los ángeles—
—Chico, no sabes lo que sucedió mientras hablaba con él así que deja de suponer que la situación es tan simple—
—Sabes que, a mí no me importa lo que tengas que decir, iré con Bobby—Dean tomo las llaves del impala pero tan pronto como las tomo desaparecieron de su mano, miro hacia Gabriel quien las tenía en sus manos.
—Los niños no conducen—
—¡Devuélvemelas!—
—Chico, estuve de acuerdo con papá porque eres igual que yo, atrapado en el fuego cruzado—explico Gabriel—Tú no apoyas a ningún lado, se te obligo a seguir un destino que no querías jugando en un tablero sucio—
—Igual que ahora, solo estoy atrapado en algo que no puedo controlar—
—Pero esto es un tipo de regalo, para que puedas ser feliz una semana al menos—
—Yo no quiero nada de eso, quiero recuperar a Sam y que el apocalipsis termine—
—Pues no tienes otra opción—
—¿Qué tal si termino contigo, tomo mis llaves y me voy?—
—Papá me dijo que te tratara como un novato, no quieres saber lo que le haría a un novato que me llegara a atacar—
—¿Novato? Chuck dijo que había convertido a Sam en eso devolviéndolo antes de la creación de los humanos—
—¿Qué?—
—Sí, eso fue lo que dijo, que le dio un año o algo así—
Gabriel retrocedió hasta sentarse en una silla, pensaba seriamente lo mucho que se parecía la situación.
—¿S-Solo te dijo eso?—pregunto mirando a Dean
—Dijo que los arcángeles lo cuidaban—
Gabriel sonrió, había pasado tanto tiempo y no se había dado cuenta, quizás era solo que quería olvidarlo todo sobre aquel año con ese extraño novato.
—Samuel—murmuro riendo—Ya veo la razón del porque era tan extraño—
—¿Sabes algo de eso?—
—Claro, hubo un novato extraño hace siglos, era un pequeño que se metía en demasiados problemas para ser nuevo ¿Puedes creer que intento viajar en el tiempo con un Castiel y un Baltazar jóvenes? Ahora se él por qué quería ir a la tierra con tantas ganas o solo salir por su cuenta—Gabriel miro hacia Dean—Y también a quien se refería con su hermano—
—¿Qué fue lo que le paso?—
—Un día desapareció, nadie lo logro encontrar por ningún lado, ni tierra ni cielo ni infierno—
—¿Infierno?—
—Sí, también intento ir al infierno pensando que tendría más suerte—
—¿Y no la tuvo?—
—Claro que no, Miguel tuvo que ir al infierno por él con algunos soldados, nadie murió por suerte pero Sam sí que se llevó una buena paliza, Miguel estaba tan preocupado y molesto—dijo Gabriel poniéndose de pie—Incluso antes de que existieran los demonios era peligroso el infierno, un lugar donde perderse era el fin, oscuro, caliente, frío, depende el lugar donde caigas—
—Se sobre eso, pero ¿A qué te refieres con que Miguel le dio una paliza?—
—Vamos Dean, sé que tu padre llego a darte una que otra nalgada cuando eras pequeño así que debes saber que es una paliza—
—S-Sí pero ¿Por qué?—
—Porque así se disciplinan a los novatos—
Ahora comenzaba a espantarse con la idea, Chuck le dijo a Gabriel que lo tratara como un novato y eso incluía todo.
—¿Tú no irás a…—pregunto mirando hacia Gabriel
—No me des motivos y viviremos una semana tranquilos y bien—
—No permitiré que me trates como un niño—reclamo Dean molesto
—Pues será un problema porque debes ser un niño—
—¿No podrías solo dejarme con Bobby? Él sabrá cuidar de mí, ya lo hizo—
—Eso le dije a mi padre, pero te diré lo mismo que me dijo a mí—explicaba Gabriel guardando todo lo que necesitaba en una mochila—Los demonios, cazadores y ángeles están detrás de ustedes, a menos que quieras arriesgar a Bobby y que te maten es mejor que te quedes conmigo, a mí nadie me atacara—
—¡Bien! ¡Perfecto!—
—Estas atrapado conmigo como tu niñera, acostúmbrate y solo será una semana así que no te quejes ¿Quieres ir a ver a Cass y Bobby?—
—¿Podemos ir con ellos?—
—Claro, Cass te está buscando junto con Bobby desde su casa, están pensando y llamando personas, podemos pasar a saludarles y contarles tu situación, además viajo muy rápido—
Dean suspiro resignándose, quizás allá lograría tener algo de aceite sagrado para atrapar al arcángel y lograr escapar o solo lograría expulsarlo al cielo con algún sigilo de destierro, ya pensaría en algo para salir de esa situación y continuar buscando una solución para el apocalipsis.
—Vamos, tengo todo lo que puedas necesitar—
Gabriel le tendió la mano a Dean el cual dudo antes de tomarla.
