DISCLAIMER: Ójala esta idea original la hubiera escrito yo, pero no, es todo de JK Rowling y de nosecuantos mas jajaja.
ATENCIÓN: Este fanfic contiene Slash, no se cuando, pero habrá Slash y lemon... Por si no lo sabes es sexo chico chico, si no te gusta, mejor que no sigas leyendo, también puede que aparezcan otras coss fuertes a parte de esto, yo lo advierto, si lo leeis es porque quereis, luego no me vengais con gilipolleces... De todas las maneras intentaré avisar (si me acuerdo...)
Bueno, espero que disfruteis con la historia, y recordad los Reviews, si veo que hay seguiré con la historia, si pienso que nadie me lee pues... Mejor no subirla, ¿no?
-Sectumsempra- gritó.
Una mancha roja empezó a aparecer en mi estómago, me puse la mano sobre él y caí de rodillas, mi cicatriz en forma de rayo ardía, cada vez con más fuerza. Comenzaron a aparecer más heridas sangrantes en todo mi cuerpo, dolían, pero nada comparado con mi frente, la hierba alrededor se teñía de ese rojo apagado proviniente de mi cuerpo, y cuando estaba en el suelo, a punto de morir desangrado él pronunció esas palabras, a las que yo ya había sobrevivido una vez.
-Avada Kedavra
Un hilo de color verde salió de su varita dándome en el centro del pecho mientras él reía de esa manera tan fría, llena de odio, como solo Voldemort sabía.
Proferí un grito en medio de la noche, otra pesadilla. Estaba sudando últimamente Voldemort se metía en mi cabeza con más frecuencia y cada día era más real. Llevaba con esa pesadilla todo el verano.
Me tocaría aguantar la bronca de mis tíos por la mañana, grafias a mi grito, pero en ese momento me daba igual, pues me iría esa misma noche a casa de los Weasley por la noche y porque estaba más preocupado del agudo dolor de cabeza que tenía en ese momento... Además, me daba igual todo lo que me dijeran mis tíos.
No podía pegar ojo por lo que me dediqué a contestar las cartas de mis amigos, principalmente de Ron y Hermione, y algunas otras de otros compañeros felicitándome por mi cumpleaños.
Hermione había ido desde principio de verano, parecía que Ron y ella iban a salir juntos, de echo lo intentaron, pero los dos vieron que después de tantos años siendo amigos no querían nada mas, aun que sinceramente yo no me lo terminaba de creer
A la mañana siguiente me despertaron unos golpes en la puerta.
-A levantar- gritó tía Petunia.
Al final había conseguido dormirme.
En cuanto entré por la puerta de la cocina tío Vernon dejó el periódico sobre la mesa y se puso a gritarme, y del gran discurso que estaba soltando yo solo pude alcanzar a escuchar algunas palabras sueltas.
-Maldito mocoso... Noche... Despertar... Pastillas...
Hice caso omiso y me puse a cocinar mi desayuno.
-Estoy deseando que te pires de mi casa- grito Dudley
-Y yo estoy deseando irme- contesté con tranquilidad-, pero no te preocupes que vienen a buscarme esta noche.
-¿Quién?- preguntó Petunia.
-¿Qué mas te da? No los conoces.
Cogí mi plato, tiré las sobras que no me había comido y dejé los cubiertos en la pila.
-Vuelve aquí ahora mismo, estás castigado jovencito, he dicho que...
Mi tío Vernon se quedó sin palabras al verme con la varita en la mano.
-Hace tiempo que averiguamos que no podías hacer nada con eso fuera de la escuela- dijo al fin.
En realidad tenía razón, ya me habían dado el ultimatium, pero no podía ceder ante mi tío, si no perdería la poca integridad que me quedaba en la casa.
-¿Crees enserio que me van a decir algo?- pregunté seguro-, ¿al niño bonito del mundo de los magos?, ¿solo por unos muggles como vosotros?, todo el mundo quiere ser el niño que vivió- comencé a gritar-, no me quitarán la varita porque no pueden, porque yo soy "su salvador"- dije sarcástico- soy en la persona en la que creen para matar a Voldemort y, ¿en serio crees que me van a castigar por colgarte de la lámpara?
Me di la vuelta y salí al parque que estaba a la vuelta de la esquina de aquella monstruosa casa.
Lo que más me molestaba de esa situación, es que mi discurso para intimidar a mi familia no era del todo falso, era verdad que si hacía magia vendrían a echarme la reprimenda, pero no tomarían medidas por ese motivo, porque el destino de tod estaba sobre mis hombros, y eso, sinceramente, no me era muy llamativo, solo querería ser un hombre normal... ¿Tan dificil era?, solo quería disfrutar de una infancia que no había tenido, y de unos padres que apenas había conocido.
Cuando quise darme cuenta de la hora que era me apresuré a llegar a la casa de mis tíos, sumido en mis pensamientos no me había acordado que los Weasley estaban a punto de llegar para sacarme de este infierno.
