Hola lectores! Nuevamente estoy con otra historia, esta vez con un Two-shot. Bueno como veis está historia será un Mirror-Amourshipping. Para la gente que no sepa que shipping es, este emparejamiento es el shipping de Ash y Serena del mundo espejo. ¿Y que es el mundo espejo? Es un mundo alterno al universo del anime regular en donde las personalidades de los protagonistas son opuesta o diferentes al del universo del anime regular. Espero que la explicación se haya entendido jajaxD. Si no os ha quedado claro podéis mirar en Wikidex o mirar el episodio en donde sale, creo que era el episodio 33 de la saga XY.

Bueno nada más que decir, espero que os guste, nos vemos abajo, saludos.


EL VALOR

La performer es una joven alta, guapa, de tez blanca con rasgos faciales delicados y vivos. Es vivaz, bromista, temperamental, arrogante y tiene eso que la gente llama carácter. El entrenador pokémon es un joven delgado, de pelo negro y desordenado, de tez morena con rasgos faciales inconfundibles semejantes a zetas bajo sus vidriosos ojos chocolate y una opaca mirada. Es compresivo, tímido, llorón, blando, y tiene eso que la gente llama cobardía.

Tras haber transcurrido siete años desde la última vez que han viajado juntos, inevitablemente sus caminos se han distanciado, cada uno se centra en su objetivos, cada mes la ex-padilla queda para recordar los viejos tiempos. Aunque muchas veces las obligaciones de líder de gimnasio, alguna maratón o cuando se requiere su don de vidente, imposibilitan a Clemont quedar, al igual que su calmada y educada hermana Bonnie, que ahora a emprendido su propio viaje pokémon y le cuesta bastante reunirse con ellos. Son en esas ocasiones en las que únicamente quedan el entrenador pokémon y la performer.

En esta ocasión a habían quedado en ciudad Tempera, concretamente en el centro pokémon. El entrenador como siempre siendo puntual bajaba volando sobre su calmado y dócil Charizard X, su Pikachu como siempre reía con una risa un poco gamberra posado sobre su hombro, ¿estaría pensando en hacer alguna artimaña? Tras devolver a Charizard a su pokéball, entró al centro pokémon, conoce muy bien a su amiga, como minino tardará media hora en llegar. Dejó a sus pokémon a la enfermera Joy. Tomó asiento en una de las mesas del café, recordaba con cierta nostalgia aquel centro pokémon, justo allí vio el horrible corte de pelo que se hizo su amiga y su horrenda nueva vestimenta sobre todo combinado con la cinta azul que le había regalado más por obligación que por otra cosa, aunque aún así se veía bonita. También recordaba con cierto dolor aquel momento.


—Ta-chan ¿Os gusta mi nuevo look?— entró mientras daba vuelta sobre si misma, Fennekin y Pancham la presentaban al grupo.

—Wow... Es perfecto!— halagó Clemont con energía, Serena agradeció el cumplido —con este nuevo corte de pelo, hacer ejercicio te será más cómodo— concluyó con entusiasmo el joven mago.

—He de decirte Serena, que esta nueva indumentaria es bastante bella, además de este precioso corte de pelo que resalta más tu bello rostro.— Respondió con serenidad y educación la pequeña rubia. La performer agradeció un poco sonrojada por los halagos. —Con ella, aunque suene un poco vulgar, muchos mozos estarán implorándote una cita jaja.— Rió de forma contenida.

La performer rió para luego dirigir su mirada hacía el joven. —No has respondido, ¿Cómo me veo?— preguntó la joven al entrenador.

El entrenador estaba sorprendido por la nueva look, sobre todo por el corte de pelo, su hermosa cabellera había sido recortada. —T-tu pe-pelo...— murmuró asustado.

—¿Eh?.. Pues me la he cortado— respondió mientras se lo tocaba y alardeaba de ello —dime, ¿que piensas? Ten valor y di la verdad— volvió a preguntar la performer.

—Es-estabas más... gu-guapa con el pelo largo— respondió temeroso.

La cara de la performer comenzó a cambiar a una no muy agradable, además de surgirle un gran sonrojo en la cara, mientras se acercaba al temeroso entrenador. Pikachu sabedor de lo que ocurriría bajó de un salto del hombro de su entrenador para aterrizar en el suelo y disfrutar de primera fila del espectáculo.—¿Qué has dicho?— preguntó enfadada, mientras rodeaba el cuello del joven con uno de sus brazos y con la otra le asestaba un poderoso y continuado coscorrón.

—Ayayay! Serena por favor suéltame— rogaba el entrenador con unas pequeñas lagrimas brotándole en los extremos de ambos ojos. —Sólo he dicho la verdad. Ayay!— La performer incrementó la fuerza del coscorrón.

—No tenías que haber dicho eso, cuando una chica te pregunta cómo está siempre hay que halagarla, incluso si no es verdad— explicaba la performer sin soltar al pobre entrenador. — Además ni te has fijado en el listón azul que me regalaste, ahora lo llevó puesto— concluyó con tono de decepción.

—Ayay! Pero si el listón me lo quistaste diciendo que yo no le encontraría un uso, mientras observábamos los fuegos artificiales.— El enfado de la performer fue traducido en más potencia.— Ay! Pero se lo iba a dar a Hawlucha, a él le gusta esas cosas de bellezas— argumentó aún con pequeñas lagrimas, mientras intentaba zafarse del poderoso coscorrón.


Ya había pasado más de media hora de la hora acordada. En eso, la puerta del centro pokémon comienza a abrirse. Tras una larga espera, la performer por fin había llegado. Continuaba teniendo esa mirada determinada y desafiante de siempre. El entrenador le mira con gran alegría mientras ella se sienta. Él sabe muy bien que no será un encuentro marcado por la sinceridad y la cordialidad pero igualmente está feliz de verla otra vez. Desde hace tiempo, el menosprecio de la performer hacía el entrenador es cada vez mayor. Pero hoy es el día que más valor a reunido en su vida.


Desde el final de su viaje juntos, la performer trata con bastante más menosprecio al entrenador. Se muestra distante, desinteresada. A veces, cuando él la llama (es siempre él quien llama; ella nunca no le ha llamado a él), incluso cuando no tiene nada que hacer le dice que aquel día no le va bien que se vean. Hace ver que tiene muchos compromisos, o incluso alguna cita. A veces a pensado (tampoco mucho) y ha llegado a la conclusión que lo trata con menosprecio porqué en el fondo lo quiere mucho y le da miedo que, si no lo tratase con menosprecio, caería en la trampa y se enamoraría de él tanto como él está enamorado de ella.

El entrenador pokémon siempre ha sido una persona muy enamoradiza, pero su timidez y corbardía siempre le han impedido demostrarlo. Su viejo amigo Brock, siempre le aconsejaba que las mujeres no eran lo primordial, que únicamente es una perdida de tiempo estar enamorado. Él siempre ha estado pendiente de sus compañeras, intentando averiguar si ellas sentían lo mismo por él. Cuando piensa en eso, los recuerdos lo invaden: aún recuerda como su calmada y compresiva amiga Misty lo aconsejaba y lo estimaba como un hermanito, él siempre quiso ser algo más que un hermanito, pero tras conocer al músico Tracey sus esperanzas de ser algo más se fueron al pique. Tras eso llegó May: era calmada, sería, arrogante, antipática y muy minuciosa con lo que comía, pero al entrenador pokémon le gustaba esa forma de ser suya aunque nunca tuvo el valor de declararse, aquella corbadía le paso, nuevamente, factura cuando la coordinadora acabó por fijarse en un joven peliverde: era humilde, altruista y desconfiado de si mismo, el entrenador pokémon nunca entendió el porqué de aquella atracción. Intentando olvidar todo, fue a Shinnoh en donde conoció a una novata coordinadora llamada Dawn: era osada, rebelde, poco cuidadosa con su imagen (siempre llevaba los pelos desordenados) y bastante perezosa, para el joven entrenador aquella chica fue un aire fresco, aunque a veces no podía soportar aquella forma de ser suya, su atracción por ella fue creciendo rápidamente, aunque como dice el dicho «no hay dos sin tres», nuevamente el entrenador no fue correspondido, aquella chica se había fijado en su amigo y rival, Paul: él era humilde, amable, alegre, apoyaba a todo el mundo, incluso regalo un Chimchar al joven kantés, en su momento el entrenador se sintió traicionado, y por una vez en su vida sintió enfado y odio que lo canalizó en sus batallas en la Liga de Shinnoh llegando nada más y nada menos que a las semifinales en donde se enfrentó a un entrenador llamado Tobías, pero al final fue derrotado por su Dunsparce con Bostezo y Desenrollar y su Farfetch'd con Falsotartaso, Ciclón y Cortefuria. Ya cansado de todo, decidió emprender su viaje solo hacía Unova, allí conoció a dos nuevos compañeros, Cilan y Iris: Cilan era un joven desordenado, holgazán y amante de los Purrlion, en cambio Iris era una chica serena, delicada, compresiva y bastante formal. Ella y el entrenador congeniaron inmediatamente, se volvieron los mejores amigos, ella era muy abierta con sus sentimientos y le explicaba que estaba locamente enamorada de Cilan, para el entrenador aquello fue un duro golpe, ya que él sentía cosas por la domadragón pero ya acostumbrado a los desamores lo pudo superar y mantener aquella bonita amistad que formaron.


Cada vez que la performer confirma que vendrá a las reuniones de la ex-padilla, el entrenador pokémon se pone tan contento que no acaba de creérselo y llora de alegría, cómo con ninguna otra. ¿Por qué? No lo sabe, pero cree que el menosprecio con que la performer lo trata no lo es todo. No es, de ninguna manera, el factor decisorio. Sabe que en el fondo ella lo quiere, y sabe que si hace ver que es dura es por no caer en la trampa, por no enamorarse de él tanto como él está enamorado de ella.

El entrenador quisiera que la performer lo tratase sin desdén o, como mínimo, con menos. Porqué así vería, por un lado, que esta no es la única manera de relación posible entre los dos y, por el otro, que no ha de tener ningún tipo de miedo el enamorarse de él. Porqué él estimaría la ternura de la performer, esa ternura que ahora le da miedo mostrar.

A veces el entrenador conoce a otras chicas. Porqué le parece haber llegado al límite, porqué decide que ya no suporta más que lo trate como a un idiota mientras él espera que ella cambie, y ella únicamente lo salude y luego lo ignore.

Pero siempre vuelve a tener esperanza. No es que las otras chicas no le interesen lo suficiente. Sino lo contrario: son chicas esplendidas, inteligente, guapas y consideradas. Pero ninguna le da el gusto que le da la performer cuando la mira a los ojos.


—Hola— saluda con desdén al entrenador mientras se sienta enfrente de él y toma el menú que esta en la mesa. —¿Clemont y Bonnie dónde están?— pregunta mientras lee el menú, sin cruzar la mirada con el entrenador.

—Ho-hola...— saluda nervioso el entrenador. Después de estar una semana mentalizándose para este momento los nervios afloran. Maldición! —Eh... Clemont no ha podido venir ya que tenía la reunión anual con el gremio de artes ocultas de Kalos y Bonnie esta entrenándose para desafiar al Élite 4 y al campeón— responde el entrenador ya un poco más calmado.

—Ah... Entonces me tomaré un café y me iré.¿Quieres uno también?— responde la performer mientras deja el menú en la mesa y mira, por primera vez, a los ojos al entrenador, se puede ver en sus ojos las ganas de que aquella reunión acabe ya y poder largarse. El entrenador únicamente asiente con la cabeza. Ella se levanta para ir a buscar el café.

El joven ve como la oportunidad se le escapa, pero no puede hacer nada, su corbadía nuevamente le impide reaccionar. Si tan solo toda la experiencia de sus desamores pasado se viera reflejado en más seguridad en si mismo, si tan solo las palabras que quiere decir no se quedarán atascadas en su garganta, si tan solo fuera un poco más valiente. La performer vuelve con los cafés, se lo entrega y se sienta, bebe la más rápido que puede, no quiere comenzar ninguna conversación con el entrenador. El sonido que produce el rápido sorbo de la performer no hace más que el angustiar y dejar en blanco al joven. El entrenador pokémon ve que todo esta perdido, que en unos segundos ella acabará de beber todo el ese café con leche y se irá, para no volver a tener esta oportunidad en meses o incluso nunca.

Tras acabar con aquel café en tiempo récord, la performer se incorporó —Bueno ya me voy, iré a apoyar a Bonnie en su desafío, ya nos veremos.— Se despide en un tono seco. —Sé que ella no se rendirá hasta el final y lo logrará— concluye mientras da media vuelta y se va.

Aquella última frase hace reaccionar al entrenador, no sabe por qué, pero se levanta de inmediato hasta alcanzar a la performer y sujetar su mano, ella sorprendida da media vuelta para ver al entrenador que por primera vez tiene una mirada distinta. El entrenador pokémon reúne valor y coraje y le habla. —No deberías comportarte así, ser tan esquiva conmigo. Yo te quiero.— El entrenador no podía creer que lo que estaba diciendo y mucho menos la performer. —Sé que te comportas así porqué tienes miedo de mostrar lo verdaderamente sientes. Pero yo no me aprovecharé de ninguna fragilidad tuya. Si eres tierna, y yo sé que lo eres, y sé que haces ver que no, yo te querría aún más si cabe.— Tras aquellas reveladoras palabras, el entrenador podía sentir como se liberaba un gran peso de encima, no sólo por confesión sino también por todo aquellos momentos en los que no pudo expresar lo que sentía a sus otras compañeras.

La performer no salía de su asombro, por una vez en su vida no sabía que hacer, todas aquellas palabras describían perfectamente la situación de ella por él, todo su vida ha sentido algo muy profundo por el entrenador, pero su orgullo y su carácter le impiden demostrarlo.—¡¿Quién te has pensado qué eres para decir lo tengo que hacer?!— responde airada, su corazón está a más de 200 revoluciones, no puede procesar todas las emociones que siente en ese momento, está ruborizada a más no poder con unas pequeñas lágrimas brotándoles por los extremos de sus delicados ojos, sus impulsos la controlan, cuando se da cuenta ya es demasiado tarde. —¡SPLASH!— performer usó bofetada. Es un golpe crítico. Entrenado pokémon cayó al suelo debilitado.

Continuará...


Decir que este ha sido el fic que más me ha costado en temas de personalidad, ya que he tenido que buscar muchas personalidades opuestas para poder definir a los mirror de los antiguos acompañantes jaja. También decir que Mirror-Ash en esta historia no es tan llorón como en el capítulo susodicho, ya que han pasado varios años y son ya mayores. Bueno espero que os haya gustado, en poco subiré la segunda parte; cualquier crítica, duda, comentario, review, etc. será bien recibido. ¡Un cordial saludo y hasta la próxima!