Little Red Hood
…Y
el viejo Lobo ríe, y entre la boca negra
tienen los dientes
blancos un terrible fulgor.
«Abuelita, decidme ¿por
qué esos grandes dientes?»
«Corazoncito, para
devorarte mejor...»
Ha
arrollado la bestia, bajo sus pelos ásperos,
el cuerpecito
trémulo, suave como un vellón;
y ha molido las
carnes, y ha molido los huesos,
y ha exprimido como una cereza el
corazón…
Gabriela Mistral (me encantan las historias donde la caperucita muere…pero relájense eso no pasa en este fic)
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Sumario: Lobos feroces, dragones escupe fuego, madrastras celosas y maldiciones de sueño eterno… realmente ¿quien en su sano juicio elegiría ser princesa?
(AU RL/HG principal DM/HP SS/SB LL/NL secundarios)
Bueno, esta historia empezó con una de mis depresiones así que iba a ser un dramón donde todos los protagonistas terminan traumados o muertos (o ambas ¬¬) pero por suerte me cambio el animo a mitad del II capitulo
Ojala y la disfruten!
Prologo
"¿Hermione? ¡Despierta ya cariño!"
Una voz la saco de su ensueño, afirmándose a la rama mas cercana miro hacia abajo. El rostro de su madre se dibujó tras el follaje.
¡Maldición! Se había vuelto a dormir leyendo.
Uno de estos días me voy a romper el cuello.
Saltando con quizás menos gracia de la deseada alcanzo por fin el suelo, el libro aun aferrado a su mano.
La desaprobación en los ojos de su madre era algo usual, ella era una buena mujer y una abnegada madre para toda su familia ¿pero como comprender a esa extraña muchacha que le había tocado como única hija? luego de tres hijos varones Hermione había sido la esperada amiga y confidente para su madre pero esas ilusiones se habían marchitado desde temprano por el carácter de la niña: voluntariosa, obstinada y demasiado inteligente para su propio bien era una rareza entre su gente.
Ahora con 16 años ya cumplidos podría estar formando su propio hogar como el resto de las jóvenes, pero no parecía tener ningún interés por seguir tales pasos.
"Mione, es un lindo día ¿por qué no acompañas a tu hermano a la casa de los Weasley? A Ginny le encantara verte"
¡Ja! pensó la muchacha ¿desde cuando Ginebra era feliz al verla? Su madre nunca parecía capaz de ver el profundo desagrado que existía entre las dos chicas.
"Claro mamá, solo déjame ir por mi abrigo" - murmuro resignada. Encaminándose a la cabaña no podía dejar de pensar en que si ese antipático de Ronald Weasley o uno de sus hermanos le hacia una jugarreta pesada de nuevo esta vez no lloraría sino que le rompería la enorme y pecosa nariz.
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"Apresúrate Mione quiero llegar hoy. Fred y George consiguieron fuegos artificiales en la ciudad y los están vendiendo ¿que llevas ahí? ¡Por Dios Hermione! un libro ¿puedes ser un poco mas extraña?" - le dijo su hermano mirando el cielo.
Acostumbrada ya a ese tipo de reacciones no le respondió pero apresuró el paso para alcanzar las largas zancadas del muchacho.
A pesar de su poca paciencia y su carácter más bien despreocupado Jaime era el favorito entre sus hermanos y el único que siempre la aceptaba en sus paseos aunque solo fuera una presencia silenciosa.
Una punzada en un costado le dijo que ya estaba alcanzando sus límites por suerte la granja de los Weasley ya era visible en la siguiente colina solo unos cuantos metros más.
Continuará…
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Notas del Autor: Muy corto lo se pero es solo un prologo.
Por primera vez la historia esta completa y hasta corregida antes de ser publicada así que esta vez no habrá atrasos.
