Mañanas de sábado. Un pequeño regalo de cumpleaños para una chica maravillosa. Felicidades Paola. Disfrútalo.


Era sábado por la mañana, Paola caminaba por el castillo apretujada en su pequeño abrigo de lana que la cubría del frio exterior, y digo andaba, pero más bien, daba tumbos por los pasillos de camino a la sala común. Volvía acelerada de Hogsmeade a Hogwarts, su seguro de protección. Ese hombre, iba a matarla, la llevaría a hundirse en lo más hondo de la miseria, y ella solo podía hacer una cosa. Estar completamente enamorada de él.

Para un día a la semana que tenían para verse se lo amargaba con sus burdos insultos y sus egocéntricas palabras…Ya podía irse al diablo.

Habían comenzado su relación a escondidas pocos meses antes, apenas uno o dos, y el poco tiempo que tenían lo aprovechaban casi siempre discutiendo por tonterías. Eso, no iba a acabar bien, estaba claro.

Murmuraba entre dientes palabras vulgares, insultos y maldiciones dirigidas hacia cierto rubio, que aunque no podía oírlas hacia que se sintiese mejor. Estaba furiosa.

Sin previo aviso, cuando estaba a punto de llegar a su destino, una mano agarro su brazo y hábilmente tiro de ella y la introdujo en el baño de las chicas.

La chica exhalo un grito de sorpresa que el muchacho rubio ahogo con un beso. Ella, repuesta del susto anterior recobro su furia y le empujo apartándose, quedando a una distancia prudencial enterrada en la oscuridad que ofrecía el pequeño cubículo donde la había metido.

El brillo de los ojos de Draco decía claramente "perdóname" y se clavaban intensamente en los de la joven bruja. Paola aparto la mirada; incapaz de soportar el torrente de emociones contradictorias que el despertaba en su interior perdió la vista en sus zapatos cubiertos de barro por culpa del temporal que se formaba fuera. Draco aparto el pelo del rostro de la chica y le acaricio la mejilla, haciéndole levantar el mentón y encontrándose con los ojos grises de su amado. Se había acercado demasiado a ella, tanto como para hacerla perder la razón.

Te quiero Pao, Te quiero demasiado como para perderte ahora, no podre seguir sin ti, siento cuando soy tan idiota –El chico calló y relajo el gesto cuando observo como una picara sonrisa adornaba los ojos almendrados de su pequeña.

Posó un dedo en los labios de él y se hizo de nuevo el silencio, para ser roto por aquella chica que aguantaba tantas cosas de él.

-Calla Draco, yo te quiero así de idiota-soltó ella entre risas abrazándose al torso del rubio.

Nunca los separarían las muchas discusiones que tuvieran.


Cumpleaños Feliiiiiiz Cumpleaños Feliiiiz Te deseeoooo mi pequeñaaaa, cumpleaños feliiiiiiz!

*Aplausos*

Me pongo emotiva un momento princesa, veras como acabare llorando.

Estas tan lejos, te llevaste contigo la pequeña esperanza de vernos algún día y con un Avada Kedavra matar a los problemas juntas.

No pienses que he perdido esa pequeña esperanza, solo que ahora está un poquito más lejos y es más difícil y bueno, es difícil sobrellevarlo.

Pero bien, eso nena que muchas felicidades, que lo pases súper bien, que te regalen muchas cosas, y que espero de corazón que te haya gustado este pequeño presente que va con todo mi amor.

Sin más, un besito preciosa Paola.