Una Noche

UA

AxM

Disclaimer: RK no me pertenece, esta historia es producto de mi loca imaginación.


Capítulo 1

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Sus ojos verdes se abrieron lentamente al sentir el calor de un rayo de sol, pestañeo unas cuantas veces para acostumbrarse a la luz moviendo una de sus manos hacia algunos de los rizos de su oscuro cabello, se sentó de golpe tomándose la frente al sentir un poco de dolor.

Había bebido ridículamente, la noche anterior.

Recorrió la habitación visualmente, recién dándose cuenta que no le era conocida y que no estaba sola. ¿Dónde estaba?. Espera ¿quién era el tipo a su lado?. Una espalda ancha descansaba sobre la cama, el hombre tenía la cabeza acomodada hacia la ventaba con mechones negros alborotados cayendo sobre su rostro, parecía no molestarse por su repentino movimiento. Su cuerpo cubierto solo por la sabana, revelándole unas piernas largas y fuertes. La luz lo hacía ver casi como una criatura imaginaria.

"Mierda…" susurro intentando no hacer ruido bajando de la cama y gateando a buscar su tanga blanca tirada en el suelo.

..

La noche anterior

"¡Esta noche vamos a celebrar! ohoh" aseguro la chica de ojos almendrados riendo de forma burlesca y empujando a sus amigas hacia el lugar favorito de las tres en Kyoto.

"Yo no me puedo quedar tan tarde, ya extraño a mis hombres" soltó la chica de coleta alta sonriendo mientras meneaba su celular.

"El bebe estará bien, él sabe que hacer" la chica de ojos verdes sonrió rodando los ojos a la más alta que le contestaba la mirada mientras la de coleta les sacaba la lengua. Se rieron las tres.

"Es mi bebe, tiene 4 meses, tengo que ir a amamantarlo y cambiarlo, y y…" empezó con el monologo mientras se sentaban en los sillones de cuero rojos al costado de la barra.

"Si si ,lo que quieres es irte a casa por tu marido no por el crio" molesto la mayor riendo.

"Pueden parar las dos"

"Yaaaa!" contestaron al unísono la del cabello suelto y la pequeña de la trenza.

Misao miro al frente, la más alta era su amiga de la empresa de diseño de interiores donde trabajaba, la conocía de hace casi unos tres años, la de ojos azules en cambio era su amiga de toda la vida, estaba recién casada y tenía un bebe ya con su muy pelirrojo esposo.

Ellas solían juntarse para beber y salir varias veces a la semana, sobre todo los viernes, pero desde que Kaoru tuvo al bebe que no podían hacerlo tan seguido, agregando que ella había empezado una relación 'seria' a mediados de noviembre del año anterior con el gerente de la compañía de sistemas de seguridad que estaba en uno de los pisos más arriba del edificio de su trabajo.

Por lo tanto la mayor esa noche las había casi obligado a salir para celebrar una 'mini' despedida de soltera para ella.

"Aun no puedo creer que te vayas a casar con ese imbécil" Megumi reía mirando a Misao mientras bebían su jugo. La mayor vestida de traje con una falda tubo azul ajustada y una blusa casi transparente la miraba con ojos brillantes."No entiendo que le viste"

"Hey, es súper divertido, ¡Juntos somos dinamita!" gritoneo levantando el vaso. Kaoru se rio meneando la cabeza.

"Necesitas un hombre no un niño…, argh no quiero esta mierda de jugo" regaño Megumi moviendo la mano para pedir el menú.

"Quizás deberíamos dejarlo para otro día, estoy muerta" hizo una mueca la más pequeña bajando las manos hacia los bolsillos de sus jeans negros ajustados.

"¿No es esto la previa de tu despedida?" Kaoru intento poner de su parte dándole una palmada en la espalda, mientras arreglaba su vestido rojo con la otra mano.

"Sí, eso y vamos a beber. Seguro que ese día tendrás que hacerlo también, en tu sano juicio no lo harías" movió los ojos Megumi, siendo golpeada bajo la mesa por Kaoru. Misao solo hizo una mueca.

La mayor de las tres recibió el menú y pidió una ronda de 'Bye Mother Fucker' una mezcla de vodka, ron, tequila y gin, que tenía hielo y jugo de limón. Kaoru la miro asustada negando porque ella estaba amamantando.

"Tú sí, eres la estúpida novia " apunto a Misao que no pudo hacer más que soltar una pequeña risita cómplice dejándose llevar mientras se abría más la chaqueta de cuero negra revelando su pequeño top cuello en v de encaje blanco.

"Bien tienes razón, vamos a emborracharnos, pero… me detienes si hago algo estúpido" movió su highball glass, mientras hacía una mueca de asco con el primer sorbo. La chica del vestido rojo solo suspiro mientras empezaban a conversar sobre los detalles de la boda y algo de la empresa. Por supuesto también del bebe.

..

En el mismo lugar, a unos metros en la barra.

El barman se acercaba a rellenar un poco más su vaso de vodka, los ojos azules ocultos bajo el flequillo de su cabello húmedo negro vagaban por las botellas perfectamente ubicadas en la estantería. Afuera había comenzado a llover justo cuando él salía del taxi luego de haber bajado del avión.

No pudo evitar pasar al antiguo bar 'Aoiya', desde su viaje eran casi tres años que no se había sentido en casa como en ese lugar. Su hermano y su mejor amigo no pudieron ir por él al aeropuerto. Pero no le importaba, estaba cansado y confuso por el futuro. Movió un poco la espalda intentando relajar los músculos, mientras bebía otro sorbo. Miro de reojo a su derecha, la maleta negra descansaba bajo al taburete de cuero junto a él.

"¿Mas?" el barman, un tipo nuevo en el lugar le sonreía. El asintió. Quizás debería emborracharse antes de ir a enfrentar a la familia después de no haber escrito ni llamado demasiado en su ausencia.

Pero él era así. No iba a dar más de lo que podía. Pensó haciendo una medio mueca mientras veía el líquido moverse en el vaso.

Si sus conocidos, estuvieran allí seguro que estarían los tres borrados y quizás tirados en el suelo después de unas cuantas rondas de todo. Pero las cosas ya no eran lo mismo, todo había cambiado desde que eran más jóvenes. No mucho para él, pero si para los demás. Dando un suspiro se quitó la chaqueta del traje gris ajustada que llevaba, tirándola sobre la maleta y dejando al descubierto su camisa blanca que descansaba un poco abierta en el cuello. Lentamente doblo las mangas hasta sus codos y movió el cuello para luego llevarse nuevamente a la boca el líquido tentador.

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"Wow.. wow. ¡No! paren, ¡yo me voy!" la de coleta alta se puso de pie y tomo su cartera. "De ninguna manera me quedare para seguirles el estúpido juego, ¡vayan a casa!"

"Vamos Kaoru-chan, siempre tonteamos" balbuceo guiñándole un ojo la menuda de trenza riéndose sin parar, visiblemente con el alcohol en su cabeza. "Megumi esto sabe horrible" agrego Misao en una mueca divertida sacando la lengua mientras sus mejillas se rellenaban con un pequeño color rosa.

"¡Te vas a casar!, ¡actúen las dos de acuerdo a su edad!" estampo Kaoru mirándolas de forma acusadora, mientras caminaba a la salida golpeando la puerta de vidrio sin mirar atrás.

"Joder, sí que se está tomándose a pecho la vida de casada y todo" soltó la mayor.

"Ni lo digas, el otro día me dijo que estaba tomando clases de Yoga con él bebe y que si quería ir, ¿Qué mierda es eso?" la chica de ojos verdes se mordió el labio inferior riéndose. Haciendo que la mayor suelte una carcajada.

"Si llegas a ese punto, te golpeare" Megumi la miro moviendo juguetonamente sus dedos por el vaso para luego entrecerrar los ojos y suspirar coquetamente en el puesto "¿Jugamos?" se pasó la lengua por el labio inferior.

"No no puedo, hazlo tú" estiro los brazos Misao riéndose mientras se quitaba la chaqueta de cuero.

"Apúntame uno" espero Megumi abriéndose un poco la blusa revelando algo de sus turgentes y grandes pechos, se movió el cabello a un lado y miro alrededor.

La más joven miro también, el bar estaba parcialmente lleno, algunas parejas en un lado, en otros sillones un grupo de ejecutivos jóvenes descansaba riendo y comiendo, en la barra habían tres tipos, uno de cabello largo negro que peleaba con otro mientras, Kuro el barman reía ante la conversación alarmada del par de hombres.

Al rincón sus ojos verdes viajaron por el tipo alto en traje gris algo ajustado, la camisa blanca arremangada le daba un toque sexy suficiente como para dejar sin aliento a cualquier mujer del lugar. Le hizo una mueca a Megumi que se giró y lo apunto.

"Ese, el amargado de la esquina, ve por él tigresa" se cruzó de brazos echando el cuello hacia atrás para disfrutar el show. Megumi se retoco el labial murmurándole "Mira y Aprende" y se giró para caminar la distancia de sus sillones hacia la barra como si de una pasarela fuera, movió sus caderas tanto que el par que estaba peleando perdió el hilo sobre lo que estaban hablando.

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"Deberías sonreír" se dejó caer en el taburete al lado del tipo que se giró a verla revelando unos ojos azules profundos que la miraban con confusión. Él ciertamente sabía que atraía a las féminas, y era cierto que cuando era más joven aprovechaba el don, pero luego de irse, todo había cambiado.

Quizás no había perdido su encanto con la edad. Pero no estaba para juegos.

"Aa..." no pudo decir más, miro casi frunciendo el ceño como la chica movía un nuevo vaso de vodka hacia sus manos sin llegar a tocarlo. No es que no le gustara lo que veía. Solo que ella se veía altanera y no estaba interesado. "Lo siento, paso"

Megumi lo miro como si fuera un demente al darse cuenta que le devolvía el vaso empujándolo con la mano hacia ella. Ofendida lo tomo y volvió apresurada hacia Misao que reía ante la negativa recibida por su amiga.

"¡El par matador por primera vez en su vida ha recibido un rechazo!, Casi tome una foto para Instagram" rio la pequeña revolviéndose mientras Megumi apretaba las manos en la mesa y bebía nuevamente en una rabieta.

"Hijo de…, ¡No puedo creerlo!" regaño mirándola.

"Quizás se le murió alguien" frunció los labios Misao y movió la mano hacia el tipo que tenía la vista en el vaso.

"Pero está buenísimo" balbuceo la mayor haciendo que la chica de ojos verdes solo meneara la cabeza en su dirección sonriendo y bebiendo más de su trago, suficientemente mareada para comentar abiertamente su opinión, suspiro en tanto Megumi se reía y le decía que era su turno.

"No puedo ya sabes"

"Cobarde solo es coquetear"

Se le subió la sangre de golpe a la cabeza.

Nadie llamaba cobarde a Misao Makimachi, además quizás Megumi necesitaba una lección de seducción, respiro profundo sintiéndose más brava y valiente de lo que había sido en los últimos meses. La miro fijamente.

"Okay… pero si logro que me hable, me pagas"

"Si logras que te hable te pago 200, bueno quiero decir. ME DEBES 200 de los verdes" sonrió victoriosa. No había forma de que la más joven le ganara a su maravillosa delantera. A sus 25 años estaba muy bien dotada, ella se consideraba hermosa. El tipo era un idiota.

Misao la miro de reojo pensando en lo jodidamente mal que estuvo todo ese día, empezando por el pequeño mal entendido con el chico que parecía ser el amor de su vida acerca de asuntos familiares en los próximos días y ella tenía planeado volver a salir con las chicas. Quizás se había cerrado demasiado en su relación y poco a poco estaba convirtiéndose como Kaoru. Suspiro profundamente mirando al tipo alto que no despegaba la vista del vaso. No había nada malo en su amiga. Era una devota de su marido, el tipo era adorable y amoroso con ella después de todo. La entendía un poco.

Pero ella…

Su novio era valiente y jovial. No había momento que no lo pasara bien con él, el sexo era bueno pero el vacío que sentía a veces la llenaba de dudas 'Como si estuviera fuera de lugar, como si estuviera atrapada en un bucle, como si no fuera para él', es por eso que cuando le propuso matrimonio en abril, después de unos cuantos meses saliendo. Había hecho de todo para posponer la elección de la fecha. No sabía si estaba lista para eso tampoco, había aceptado en un impulso, ella amaba ser libre y sentía que de algún modo la estaban ahorcando. Además faltaba algo…

Meneo la cabeza aflojando algunas hebras de su larga trenza.

"Dale se va a ir, antes de que logres algo"

"No subestimes al aprendiz, Megumi "

Se levantó mareándose un poco, tuvo que cerrar los ojos. Su amiga al frente se reía en su cara negando con la cabeza. Ella solo se miró en el gran espejo al costado derecho que cubría toda la pared del lugar, posando las manos en su cintura. Bueno no tenía la delantera de Megumi, pero estaba bien formada. Levanto uno de sus pies y camino casual hacia Kuro en la barra.

El grupo de ejecutivos jóvenes se quedó viéndola, algunos le hablaron pero ella solo se giró coqueta sonriendo. Miro hacia su derecha, el tipo seguía con la vista baja. Miro a Megumi que levantaba las manos meneando un fajo de billetes americanos.

Bien no había captado su atención. Quizás era mejor. No estaba bien, ella no podía andar jugando por ahí.

"Kuro" con voz coqueta llamo al barman que estaba en la otra esquina intentando atender a un ejecutivo mayor de cabello blanco. El barman no hizo caso, sintió las risas de su amiga en la lejanía. Se mordió el labio inferior con rabia, ni siquiera podía conseguirse sola un trago, algo andaba mal.

Suspiro y golpeo la barra llamando la atención del lugar, para luego tirarse encima y dejar su trasero respingon sobre ella mientras cruzaba sus piernas meneando los botines.

"¡Te estoy hablando!, tráeme otro Bye mother fucker" grito y luego sonrió notando la boca abierta del barman al ver un poco de su escote y su figura resbalando por su adorada barra. Soltó la botella que tenía en las manos quebrándose en sus pies y ella rio echándose hacia atrás al escuchar el murmullo del lugar.

Bueno la idea no era conseguir la atención de Kuro pero la visión de su poder sobre él, le causó cierta gracia. Misao Makimachi estaba de vuelta, señoras y señores.

"Ee…-enseguida" balbuceo aturdido agachándose a recoger los trozos de vidrio mientras ella se sentaba delicadamente en el taburete a un asiento del tipo de ojos azules que ahora la miraba.

"Bye Mother Fucker…" lo escucho susurrar a su lado en una voz profunda y algo rasposa. Ella se giró a verlo mostrando su mejor sonrisa para quedar petrificada.

"¿Estas despidiéndote de alguien?"

"Tal vez" sonrió llevándose un poco de cabello tras la oreja. Esos fríos ojos azules con pequeños destellos grises de pronto la habían dejado perpleja. Los escondía un poco con el flequillo, pero ahora el cuerpo que había delineado antes encajaba muy bien con ese rostro de adonis.

Aoshi levanto la vista cuando la sintió golpear la barra y tirarse encima, su esbelto cuerpo quedo expuesto a él y a todos los ojos del lugar. Trago saliva de solo recorrerlo con sus azules. La cintura menuda se unía a un cadera delicada que mostraba un poco del hilo blanco de su ropa interior que se dejó ver al tirarse encima del gran mesón. Bien había rechazado a la mujer que anteriormente se le tiro encima. Pero ahora veía como esa jovencita de piel cremosa se exponía hacia el barman y no pudo evitar observarla, casi le parecía un pecado no hacerlo.

Brava pensó.

Aún no había visto su cara y estaba sin aliento.

Unos ojos verdes vibrantes lo miraron curiosos después de escucharlo, nariz menuda, piel blanca con algunas pecas bajo sus ojos, labios pequeños pero interesantes envueltos en un labial rosa claro. No llevaba mucho maquillaje y se veía hermosa. Un rostro angelical.

"Ese va por cuenta mía" soltó sin pensar no pudiendo contener el impulso cuando el barman le entregaba el vaso a la jovencita. Misao lo miro de reojo soltando una pequeña risa que el encontró encantadora.

Dios no sabía si podía tomar más, pero un pequeño sorbo solo por no quedar mal debía lograr, aunque no pudo lograr esconder la graciosa mueca mientras rodaba los ojos con el sabor. Ganar en coqueteo contra Megumi, ¡quién lo diría! ¡Ella estaba comprometida! Y el líquido sabia horrible.

"¿Te vas a servir uno tú también o es mucho para ti?"

Aoshi la vio morderse el labio inferior acompañado de una mueca que el encontró adorable al probar el trago. '¿Por qué no?'. Meneo la cabeza en una afirmación para el barman que lo miraba entre confuso y molesto. La chica se giró para enfrentarlo ahora directamente pasándose la muñeca por los labios intentando quitar el sabor.

Sus ojos azules habían vuelto al vaso que tenía entre sus manos pero ahora parecía un poco menos amargado. El cabello negro semi húmedo caía por su rostro, suspiro observando la línea de su barbilla, de pronto sentía los labios secos.

Ese hombre era un Dios.

Misao movió la cabeza rápidamente hacia los lados para luego mirar al frente, 'Me voy a casar', se repitió mentalmente. Esto era una estupidez y aunque estaba segura de haber ganado se sentía mal, no era correcto. Deslizo sus tacones fuera del apoyo del taburete y le sonrió al tipo en un intento de despedida. Volvería donde Meg y se irían.

Sus ojos azules la vieron de una forma que la hizo estremecer. Sus piernas flaquearon y el la tomo de la cintura en un rápido movimiento levantándose de su puesto.

"Te acompaño" hablo, dejándose llevar por la sensación que la chica le provocaba, desde el bolsillo saco un poco de dinero y lo dejo en la barra. Ajusto su mano en la delicada piel y tiro de su chaqueta con la manilla de su maleta negra.

Comenzaron a caminar sin verse hacia la salida. En ningún momento noto como ella jalo una chaqueta de cuero que ahora arrastraba un poco por la calle mientras caminaban esperando que un taxi se detenga.

Megumi la miraba con la boca abierta y sonreía. Cielos iba a tener que pagarle a la comadreja. ¿No era solo coquetear?

Afuera había dejado de llover.

..

"¿Compartimos taxi?" Pregunto Aoshi soltando lentamente su cintura, la verdad es que no quería hacerlo pero ella se movía nerviosa bajo su toque.

"Vale" Misao suspiro no sabiendo bien que decir, mirando hacia la calle sin verlo. Una vez que quito la mano de su piel sintió que si se iba a caer, pero no por la borrachera. Ella estaba mareada pero suficientemente cuerda para saber lo que estaba haciendo. '¿Que estaba haciendo?'. Era un completo desconocido y ahora estaba sentada a su lado compartiendo el automóvil.

Tuvo que volver la vista al frente cuando escucho que el conductor preguntaba dónde iban. El tipo a su lado se giró a verla, esperando una respuesta.

Misao cerró los ojos un momento para encontrar cordura mientras la vista se le iba a cada rato a los labios y cuello del apuesto tipo sentado a su lado. Hacia tanto calor.

Aoshi la contemplaba en silencio. Algo en ella le atraía y todo su movimiento corporal lo llamaba, los labios semi abiertos, las mejillas sonrojadas y los ojos vibrantes y retadores. Estaba mareado, siempre se burlaron de su poca tolerancia. Por eso había dejado de beber.

Se olvidó del conductor.

"Perdona tengo que bajammm…" Intento bajarse antes de terminar en una locura, pero no pudo terminar la frase cuando sus labios finos fueron rozados por los sensuales de su acompañante, al mismo tiempo que sentía sus fuertes manos recorrer sus brazos. Su aliento caliente se mezclaba con el suyo y su cordura también.

Ella no pudo evitar entrelazar sus dedos en el sedoso cabello oscuro ahora seco y suave, y pegarse a él mientras sentía los fogosos besos y lengua del desconocido abrirse paso lentamente dentro de su boca.

Perdió noción de la realidad, estaba soñando, ella estaba en casa durmiendo después de verse unas cuantas series en netflix.

Todo esto probablemente era producto de su borrachera o su gran imaginación.

..

Sacudió la cabeza, intentando ponerse el top en el más completo silencio, camino en puntillas hacia el lado donde el brazo del hermoso hombre acostado en la cama King descansaba colgando, para recoger su jeans. Miro alrededor, tomándose la frente.

La habitación era un desastre.

Después de ajustarse el cierre, se agacho a buscar sus botines uno tirado al pie de la cama y el otro descansaba junto a la puerta con su chaqueta de cuero. Intento hacer un escaneo visual buscando su bralette blanco, estaba segura que se había puesto algo bajo su top o eso recordaba, pero no lo diviso por ningún lugar.

Su aliento se volvió a ir cuando lo vio girarse sobre si mismo y quedar completamente desnudo ante ella.

¡Santo Pecado!

Apretó los tacones contra su pecho tenía que irse de allí, ahora mismo, tiro de la manilla saliendo precipitadamente soltando la puerta sin querer y dando un portazo. Se encogió de hombros y corrió hacia la escalera aun descalza sin mirar atrás. Con las mejillas encendidas y el cabello suelto alborotado se tiro sobre un taxi que se detuvo ante su dramático aspaviento para ayudarla a alejarse del lugar.

Al cabo de unos minutos se encontró desnuda bajo la ducha de su pequeño departamento, los recuerdos comenzaban a rondarle al rozarse con los dedos para enjabonarse, no pudo evitar recordar lo excitante que fue sentir aquellas manos fuertes y varoniles sobre su cuerpo la noche anterior. Las sensaciones que tuvo cuando él tocó sus senos y bajo por su plano vientre hasta apoderarse de su intimidad, haciéndola gemir de placer como nadie había conseguido antes, ni siquiera su prometido. Meneo la cabeza, intentando por cuarta vez, olvidarse de lo sucedido.

Nadie iba a enterarse.

..

Aoshi despertó con el fuerte ruido proveniente de su puerta. Los ojos azules chocaron contra el techo, una sensación de decepción lo invadió rápidamente. El cálido cuerpo que lo acogió esa noche había huido. Apretó las sabanas con sus manos. Si tan solo le hubiera preguntado el nombre o algún dato.

Sus labios se entre abrieron, saboreando la idea de que la tuvo entre sus brazos.

Hacía mucho tiempo que no había experimentado algo así, ni siquiera recordaba si alguna vez lo tuvo antes. Esa desconocida despertó en el sus más profundos deseos y sensaciones. Un calor que iba más allá de solo su cuerpo sino también su mente.

Lo cierto es que ni siquiera había luchado con sea lo que sea que haya sentido. Se dejó llevar después de ver esos ojos de gato.

Estiro el brazo buscando el aparato electrónico cuando sintió que vibraba.

Miro las notas de recordatorio y lo volvió a tirar al velador. Suspiro cerrando los ojos, necesitando disfrutar un poco más del perfume que flotaba a su alrededor y que lo llevaba de nuevo a los brazos de esa menuda chica. Movió una mano bajo la almohada y un pequeño objeto se enredó entre sus dedos.

Seguro que iba a extrañar esa delicada pieza de lencería la dueña de sus próximas fantasías, pensó levantando la prenda sobre su rostro. Se permitió casi sonreír un poco con satisfacción.

Y se prometió encontrarla.

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Fin Capítulo 1


Nota: Esta idea nació hace unas semanas, la converse con mi almohada (y también con Lica XD) pero no quería iniciarla sin avanzar con lo demás, que puedo decir. Siempre me pasa esto .-., claro que no puedo quejarme, la musa sigue aquí. Hoy decidí subirlo.

Debo agradecer mentalmente a Shin. Mi eterno respeto a esa mujer inspiradora de historias de Aoshi y Misao.

Besitos!

Misao-21