¡Hola! ¿Cómo han estado?

Ya sé que es una desfachatez subir esta viñeta cuando no he actualizado mis otras historias, pero en mi defensa debo decir que...no tengo nada que decir, excepto que está es una historia bastante personal, así que debía escribirla.

¡Disfrútenla!

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MEMORIES OF US

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— ¿Recuerdas como comienza "Talk"?

Lo recordaba. Estaba grabada en su mente como en cada arteria. Pero en ese momento, con todo el liviano peso de aquella certeza, también se estaba volviendo liviana, tan liviana que se extinguía en el sonido de la madrugada.

I can remember the good old days/ when you and me used to hide away/ where the sun was shining or the sun was burning our eyes…

Podía recordarlos: cada uno de esos momentos parecidos al que vivían en ese instante. Sólo ellos dos en el frio de la madrugada, siendo dejados por todos a su alrededor, como si el universo fuera un aliado. Parecía como si el pasado hubiera encontrado un nido cálido ahí, entre ellos, mientras los demás se habían ido y él seguía rasgando la guitarra con aquellas notas melancólicas.

You were a moment in life that comes and goes —canto ella, sin que él supiera que lo estaba diciendo realmente— A riddle, a rhyme that no one knows/ the change in the heart, a twist of fate/ couldn´t fix it, it´s too late…

Y se vieron a los ojos.

Cause we don't, we don´t need to talk about this now/

Yeah we´ve been down that road before

That was then and this is now.

The crowds in my heart, they ´ve been calling out your name/

But it just don´t feel the same/

I guess it´s over, yeah we´re done

Su historia era la historia de las frecuentes separaciones, constantemente yendo lejos el uno del otro, con otras personas, en otros sitios, volviendo esporádicamente a ese punto para recordar lo que eran sin serlo. Un motivo, una historia contada a medias a propósito, un hilo lleno de nudos para que no pudiera ser entendida más que por ellos. Hasta entonces.

Siempre encontraba la manera de salir adelante incluso cuando las espinas se clavaban en sus pies, profundas y ardientes, excepto cuando el "siempre" se refería a ellos, porque por más que avanzaba lejos, volvía ahí. Y en esa noche, con los suaves acordes de la guitarra en sus oídos, se dio cuenta de que, tras quince años, por fin estaba rompiendo ese bucle en su vida.

Incluso cuando había creído que sería una cuerda atada en su mano, incluso cuando por más libre que llegaba a sentirse, esa era la única piedra en su corazón, se daba cuenta de que el "siempre" podría llegar a ser tan relativo como el aleteo de una mariposa y aún más, el latido de un corazón. O cómo esa canción que había sido, por mucho tiempo, un idioma secreto entre ellos, la pieza que activaba una máquina del tiempo y traía los recuerdos. Ahora los traía y los pasaba por su mente, deteniéndolos en medio de ambos, para que los vieran como la proyección de una vieja película y luego los lanzaba lejos, al vacío oscuro del cielo, para que acaso, cuando llegaran a todo ese infinito universal, un agujero negro los engullera y se perdieran de una vez por todas.

Él se puso de pie y le sonrió, con la dulzura de los viejos días; ella le devolvió la sonrisa acentuada por esa mirada madura de la mujer perfecta que él le había dicho que era, y con la sensación de haber terminado un libro que nunca más volvería a leer, sin importar cuantas veces más lo viera y supiera lo que en su momento había significado, y sólo preservando el agradecimiento de lo aprendido. Porque tal como la canción había terminado, y sus voces ahora enmudecían, también había llegado la hora de decir adiós

— Buena noche, Lisanna.

— Buena noche, Natsu.

— Adiós.

— Adiós.


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¡Besos y abrazos!

Ammipime.