SEX NIGHT

1

Francis

Francis era un joven trentañero que trabajaba como cocinero estrella en el restaurante más caro de Francia. Su vida era perfecta, tenía un buen trabajo, una buena casa, y hubiera tenido una buena esposa si está última no le hubiera engañado con uno de sus compañeros de trabajos. Francis, dolido por aquel cruel engaño, decidió romper por lo sano, y echarla de su hogar, al fin y al cabo, el piso estaba a su nombre.

Era una noche fría, y Fancis estaba agotado de tanto bailar y beber, aún sostenía o botella de vino en sus manos. Aquella noche había salido con sus mejores amigos a ahogar sus penas en alcohol. Pero por algún motivo que Dios sepa, acabaron en un Boulevard, los tres estaban sentados en un gran sillón, rodeados de hermosas damiselas, en busca de presas sin guardia como ellos, una de ellas en especial, le llamaba la atención, pero no era de las que estaba con ellos, no, era una muchacha de cabello largo, que se encontraba sentada sola junto a la barra. Con algo de inestabilidad, Francis se levantó, escucho como sus amigos le llamaban y las chicas también, "¿A donde vas Francis?" "Vuelve por fis~", pero hizo caso omiso; al estar tan cerca de aquella muchacha, pudo notar un olor extraño, no era alcohol, no tampoco perfume barato, ni mucho menos, olía a manzana. Con cuidado puso su mano sobre el hombro de la chica.

-Hola, ¿Puedo acompañarte esta noche?-La muchacha se giró, tenía unos hermosos ojos violetas, sus pomulos tenían un leve color rojizo y su piel era blanca《y mirándola más de reojo, parecía pequeña》

-A-Ah, si, hola-Dijo tímidamente; rápidamente tomó asiento junto a ella, la chica, no supo como tomárselo asique simplemente se encogió un poco.

-¿Que noche mas bonita, no?-Tomó con cuidado su mano y la beso, aquella chica parecía de papel-Soy Francis.

-H-Hola, soy Marguerite-Sonrió.

《¿¡Por Dios, como una chica tan bonita y pura esta aquí?!》pensó. Con lentitud, acercó su mano al rostro de la chica, y aparto unos mechones que le tapaba el rostro.

-G-Gracias-Quedaron en silencio-¿B-Bueno...q-quisieras tomar algo o...?

Al momento comprendió lo que quiso decir; la chica estaba algo sonrojada, y al parecer, el también. Para buena o mala suerte, apareció el camarero.

-¿Desean algo?-Francis negó-

-No, gracias, ya nos ibamos-Francis dejo una buena propina al hombre y se marchó junto a la chica.

-F-Francis...-Suspiró la chica.

Se encontraban tirados sobre una gran cama, con sábanas color vino. La chica se encontraba bajo Francis, su piel parecía aún más blanca sobre esas sábanas. Para los ojos de Francis, era hermosa aquella imagen.

-Repitelo...-susurro.

-mnh...-Fue lo único que pudo responder. Francis bajo poco a poco hasta llegar los pechos de esta, lentamente desabotonó la camisa de cuadros que tan bien le quedaba, y los shorts tejanos.

-Hazlo...-Volvió a susurrar, la chica no pudo resistirlo y lo empujó, quedando ella está vez, sobre el, lenta y torturosamente a acercó al oído de Francis y susurró.

-Francis...-Comenzó a besar su cuello, y poco a poco fue bajando hasta llegar a sus pantalones, los desató, y se arrastró sobre el, con suavidad, haciéndole sufrir a cada segundo.

-Ugh...-Ya no lo aguantaba más. Francis tiró de ella, dejandola caer otra vez debajo de el; con sutileza, le quitó los shorts y también la ropa interior, dejandola solo en camisa y sujetador-Me encanta tu aroma petit-Besó sus labios, notando como algo en el se encendia.

Con algo de molestia, bajó su molesto pantalon; relamio sus labios y volvió a avalanzarse sobre la chica, esta vez, metiendo de una sola estocada su miembro; la muchacha soltó un leve quejido, algo que excito aún más a Francis.

-Se siente bien...-Dijo entre gemidos la joven, de repente, soltó un gran gemido por la fuerte estocada que había dado el chico.

Francis comenzó lentamente con el movimiento, haciendo cada vez más profundas las estocadas. El ambiente a había vuelto muy caliente; Marguerite disfrutaba del momento tanto como Francis.

-Francis, y-yo-gimoteó la chica, antes de correrse.

Una última estocada, la más profunda, antes de llegar al climax.

-Lo lamento señor, en este lugar nunca ha trabajado una chica llamada Marguerite-Dijo el dueño del Boulevard.

Francis, después de aquella noche, no pudo olvidar a la joven muchacha de ojos violetas. Al siguiente día, volvió y preguntó por ella.

-Ya veo...lamento las molestias señor-Dijo cordialmente Francis, antes de marcharse de aquel lugar《entonces, si aquella muchacha no trabaja en el Boulevard, ¿Que hacía ahí anoche?》pensó Francis.

Camino pensativo por las calles de París, tratando de autoconvencerse de que no debía preocuparse por esa tontería, pero cuando recordaba su mirada, simplemente no podía olvidarla. No fue hasta que chocó contra una farola, que no se dio cuenta de que había ido más allá de su barrio.

-Ugh...-Gimoteó el joven, el golpe había sido fuerte, notó como un líquido chorreaba, saliendo de su nariz.

-¿D-Disculpe señor e-esta bien?-Asintió sin girarse, no quería parecer patetico ante una damisela-¿S-seguro?, esta sangrando mucho..-Francis miró hacia el suelo, habían gotas de sangre.

-Si, no se preocupe señorita-Dijo Francis, aún sin girarse.

-T-Tome, espero que esto le sirva-La muchacha le extendió un pañuelo de tela, Francis trató de cogerlo sin girarse; al ponerse lo para taponar la sangre, notó un olor muy familiar, Manzana-P-Puede quedárselo, adiós.

-Espera-Giró a ver a aquella muchacha, y según sus predicciones, estaba en lo correcto, ese olor no podía ser ni más ni menos que de aquella chica que no paraba de dar vueltas por su cabeza-Señorita-Sonrió.

-E-Es usted -Dijo la chica bastante sorprendida. Por una vez, Francis no sabía que decir, era ella.

-Eh...-Estaba nerviosos, se notaba-N-No me presenté bien, mucho gusto, soy Francis Bonnefoy

-M-Marguerite, Marguerite Williams