Hola *w* adoro el personaje de Quicksilver así que me decidí a escribir una historia de él y su padre ^^

El primer capítulo será de los sentimientos de Peter ante todo lo que vivió y sucedió en ambas películas así que cuidado porque contiene mucho spoiler :)


Padre e hijo

Respuestas

Toda su vida se la pasó preguntándose cual era la diferencia entre él y el resto de personas. Cuando todos eran felices al tener una habilidad especial, su madre no podía evitar llorar y reclamarle por ser como él. Peter era todavía un niño, por lo que no lograba entender aquello, pero de algo estaba seguro, no era "normal" y su familia tampoco. Sus compañeros de clase tenían padre, madre y hermanos mientras que su propia familia carecía de padre. Nunca se preguntó cual era la diferencia entre su familia y otras, tampoco creía que aquello fuese muy diferente pues su madre cuidaba de él y sus hermanas de manera que no necesitaba algo tan inútil como un padre. O al menos eso pensó durante gran parte de su vida.

No puede recordar con exactitud cuando sucedió, pero recuerda que en algún momento sintió una gran envidia de los padres que enseñaban a sus hijos a jugar al béisbol en el parque, nunca le interesó ese deporte, para Peter correr siempre fue más divertido que cualquier otro deporte, pero no pudo evitar sentir envidia de aquel vínculo entre padre e hijo, uno que parecía ser realmente fuerte.

En su lugar su madre estaba ocupada trabajando para sacar a la familia adelante y él debía ocuparse de cuidar de sus hermanas. Peter adoraba a sus hermanas, pero a veces se cansaba de tener que jugar a las princesas aun si les tenía una paciencia infinita.

El día que su vida cambió para siempre, el mismo día en el que su mutación se manifestó, fue la primera vez en la que Peter se sintió realmente solo. Todos en su familia eran normales, pero él no, sus pies iban más rápido de lo que debían, todo a su alrededor parecía pararse y no podía controlarlo. Era aterrador.

Su madre estaba aterrada y no paraba de repetir cosas que no lograba entender, Peter la necesitaba pero ella parecía no querer estar viviendo aquello.

- Eres como él, siempre lo fuiste - murmuraba la mujer aterrada

Peter no quería escuchar eso nuevamente, siempre que su madre decía aquello no podía evitar sentir un vacío en el pecho ¿Ser igual a quién?. Quería salir corriendo, pero no comprendía como debía moverse con todo lo que estaba sucediendo. Al final acabó encerrándose en su habitación, mientras rogaba en su cabeza que alguien lo ayudase, que aclarara sus dudas y le dijese que era normal, que no estaba mal.

Pero nadie lo hizo.

Su madre era una buena persona y una madre cariñosa, o al menos eso creía hasta el día que desarrolló sus poderes, desde aquel día algo cambió en su relación, Peter no sabía cómo tratar con ella y ella se volvió un poco distante. La imagen de familia que tenía el chico se destrozó en mil pedazos. Su madre comenzó a beber, no le importaba lo que hacía y fue despedida de su trabajo. La mujer parecía hundirse cada vez más, hasta el punto en el que no le importaba para nada ninguno de sus hijos, solo quería evitar que molestaran.

Desde entonces el joven comenzó a entrenar sus poderes y aburrido o quizás harto de ser comparado constantemente con él, decidió hacer algo que no debería. Algo que sabía que estaba mal, pero tampoco es como si fuesen a verlo.

Mala idea. Muchos de sus robos salieron bien, nadie lo veía venir, pero al no tener todavía el pleno control de su velocidad, a veces lo pillaban y eso le causaba problemas a su madre. Ella odiaba esa parte de él, parecía odiar todo de el joven y siempre le regañaba, pero Peter volvía a robar una y otra vez. Quizás fuese por la adrenalina, quizás por la atención que recibía de su madre cuando la policía lo llevaba a la casa de vuelta o probablemente porque ella ya no decía que era igual que él porque probablemente aquella persona no fuese un ladrón. Su madre dejó de mirarlo a los ojos, su habitación fue trasladada al sótano, con la intención de no tener que verlo. Peter lo sabía perfectamente, ella lo odiaba, odiaba sus poderes y a su hijo por ser como él, por no ser normal.

Peter no entendía cual era su propósito en la vida, no era bueno en nada, solo en correr, su vida consistía irónicamente en huir.

Por suerte todo cambió el día en el que tres hombres tocaron a su puerta. Ellos eran como Peter, no eran normales y por primera vez se sentía normal, nadie se asustaba de su velocidad, es más necesitaban su ayuda. No era algo legal pero teniendo en cuenta su historial de robos no es como si aquello le importase realmente, pero lo que si lo hizo fue su misión, sacar a un hombre del pentágono, eso era algo bastante interesante y pensaba participar en ello. Su madre seguía bebiendo en el salón y seguro que se alegraba si se lo llevaban por un par de días, así que no debía preocuparse por ello.

Se vistió para la misión con su chaqueta metálica favorita, pues de alguna manera adoraba todo lo metálico, al igual que su propio cabello de un color antinatural. Mientras se ponía la chaqueta, no pudo evitar pensar en que aquello era casi como un traje de héroe, solo que parecía ser parte del grupo de los villanos, pero eso poco le importaba. Estaba emocionado, sabía que sus nuevos compañeros esperaban que aquella misión tuviese éxito, más que nada porque de lo contrario acabarían todos en la cárcel, pero eso solo era algo que le daba más emoción a todo.

Los viejos no le permitieron llevar armas, así que tuvo que llevar cinta adhesiva en su lugar, tampoco es como si con su gran velocidad necesitase de armas.

Acabó pegando a uno de los guardias con cinta adhesiva al ascensor, mientras que usaba su uniforme de guardia para ir a ver al prisionero. Le envío una nota al través de la bandeja de comida, para que tuviese cuidado con el cristal, pues no quería acabar hiriendo a la persona que debía rescatar. Antes de romper el cristal no pudo evitar sonreír como un niño que estaba haciendo una travesura, algo que sabía que estaba mal y eso era precisamente lo que estaba haciendo.

Escapar de una prisión como aquella no era algo fácil, pero para Peter era como un juego. Encima se permitió a explicar al prisionero que debía tener cuidado y le sujetaba el cuello para que no se lastimase, aunque igualmente nunca nadie lo entendía, parecía que todos eran bastante lentos.

Una vez en el ascensor aprovechó para cambiarse nuevamente, mientras que el hombre seguía mareado por la alta velocidad del chico. Como si aquello no fuese suficiente empezó a preguntar una y otra vez al hombre que clase de crimen cometió para ser encerrado allí, la respuesta le sorprendió.

El ascensor era demasiado lento para alguien como Peter, por eso mismo buscó algún tema de conversación y su cerebro no pensó en otra cosa que un comentario que le dijo una vez su madre cuando estaba borracha, que había conocido a un hombre que controlaba el metal, tal y como el que tenía frente a si en ese momento.

Las puertas del ascensor se abrieron y dejaron ver una cocina, justo donde se encontraban Logan y Charles. Al contrario de la cálida bienvenida que creyó que sucedería, Charles golpeó al prisionero, logrando la confusión de todos.

Charles y Erik comenzaron a discutir y se acercaron el uno al otro. Peter estaba seguro de que si no se besaban se acabarían golpeando nuevamente y rogaba porque fuese la segunda.

Por suerte vinieron guardias, lo malo es que Erik intentó acabar con ellos con su control del metal, Charles intentó pararlo, Wolverine quiso sacar sus garras y Peter... bueno él se hizo el héroe y acabó todo sin heridos, bueno al menos los únicos heridos fueron los guardias pero nada grave.

Lo importante es que lograron salir de allí sin problemas y que le dieron las gracias, por primera vez alguien le agradecía por su ayuda o por usar su velocidad, aquello era algo nuevo. A pesar de que quiso ir con ellos, le dijeron que era demasiado peligroso y que aún era muy joven, lo cual no le hizo mucha gracia, pero no le quedaba de otra. Lo único malo es que volver a casa después de aquella divertida experiencia sería aburrido, muy aburrido.

De vuelta a su casa, estaba mirando junto a su hermana una de sus series favoritas, pero algo extraño sucedió, el hombre al que rescató, Erik, estaba dando una charla sobre los mutantes, diciendo que no estaban solos y no debían esconderse. Aquella charla logró algo dentro de Peter, él no se sentía superior a nadie, pero tampoco quería ser tratado con odio o miedo, simplemente quería ser libre.

Escuchó un ruido de un vaso estrellándose contra el suelo, su madre lo miraba horrorizada, miraba a la televisión y esta vez no murmuraba, por primera vez gritó mientras apagaba la televisión.

- Siempre tengo que recordar lo que sucedió, no me deja olvidar, no me permites olvidar, eres igual que él, igual de destructivo - gritó la mujer

Peter estaba harto, ya no comprendía nada más y necesitaba respuestas.

- ¿Igual que quién? ¿Quién es él? - preguntó Peter perdiendo la paciencia

- Tú maldito padre - gritó la mujer mientras señalaba la televisión que ahora estaba apagada - Ese maldito loco que controla el metal -

Y finalmente lo comprendió, aquello que llevaba tanto tiempo buscando, la respuesta a sus preguntas. Tenía un padre, alguien con nombre y apellido, alguien real y sobretodo alguien a quien conocía. Probablemente no era del todo un héroe o un modelo a seguir, pero sabía que no estaba solo, sabía que había alguien más con poderes, que su padre era como él, que Peter no era el raro en aquella familia. Y esta hace tiempo dejó de ser una familia como tal.

El tiempo pasó y no supo nada más de su padre, al menos durante años, hasta que fue encontrado.

En la televisión no paraban de hablar de Magneto, de como se volvió loco nuevamente o al menos eso es lo que decían. Peter no sabía que hacer, se sentía inseguro y ahora que sabía que era su padre, que tenían la misma sangre, sentía que debía hacer algo, llevarlo de vuelta al buen camino.

Escuchó pasos, su madre bajaba a verlo y eso ya era algo raro, pues ella nunca iba a su habitación. Seguro que ella había visto las noticias, por eso mismo usó su velocidad para ir a jugar a su máquina de Pac-Man y evitar así quizás una charla incómoda, lo cual no logró, su madre descubrió lo que estaba haciendo realmente.

Ella le advirtió, que Magneto era alguien peligroso y que no debería ir a buscarlo, pero no le hizo caso, después de todo era su padre y se sentía en la necesidad de ir a buscarlo y evitar que arrasara con el mundo, por eso mismo sabía donde debía ir. Sería peligroso pero ya no había nada que lo mantuviese allí, sus hermanas y madre estarían mejor sin él, todos estaban mejor sin él, su familia parecía agrietarse cada día más y no deseaba ser el culpable de que sus hermanas lo acabasen odiando, así que lo mejor sería desaparecer, ir en busca de alguien a quien pudiese ayudar.

Con la tarjeta en la mano del colegio de Charles, llegó a la mansión, aquello se veía genial y no podía evitar las ganas de recorrer aquel lugar, aunque no tuvo tiempo para ello. Al final acabó salvando a todas las personas de la mansión, lo cual fue como un juego de niños para alguien tan rápido como él.

Por si aquello fuera poco, acabaron siendo secuestrados, pero en lugar de ponerse nervioso aprovechó la situación para preguntarte a Mystique si sabía algo sobre su padre. Quería saber si era tan malo como todos decían, si tenían razón con que era un peligro y estaba loco. Necesitaba saberlo.

Por primera vez quería saber que su madre se equivocaba, que Magneto no era malo y que si el mismo se parecía a él no significaba que fuese un monstruo.

La cara de Mystique cuando le confesó que Erik era su padre fue bastante graciosa, ella parecía no comprenderlo, por lo que acostumbrado a las reacciones lentas de las personas, estaba dispuesto a explicarle la historia de la semilla y la flor, al final no hizo falta. Explicó como la primera vez que lo conoció y sacó del pentágono desconocía que fuese su padre y ahora que quería hablar con él y decírselo llegaba tarde, últimamente siempre llegaba tarde y su suerte era muy mala. Realmente esperaba ser capaz de encontrarlo nuevamente.

Al parecer su racha de mala suerte estaba acabando y fueron rescatados por unos estudiantes de Charles, definitivamente todos parecían ser personas muy fuertes.

Encontraron un Jet, para poder ir en busca de Charles y con ello de Magneto, sabían que aquello sería la guerra, pero estaban preparados para darlo todo. Aun así seguían siendo niños, o al menos la mayoría, por ello mismo tenían miedo, no sabían lo que les deparaba y tampoco estaban hechos para luchar, nunca habían estado en una guerra real y eso asustaría a cualquiera.

Por suerte Peter ayudó a relajar el ambiente con sus bromas, era obvio que todos necesitaban eso, reír o de lo contrario los nervios acabarían con ellos antes que cualquier enemigo.

Al acercarse volando a la enorme pirámide que se acababa de construir, Mystique dijo que Erik se encontraba allí y aquello se volvió nuevamente interesante para Peter. Se ofreció a ayudar a la chica a acercarse a Magneto, para poder estar también cerca de él.

Aunque verlo controlando el metal a apenas unos metros de él, era algo para lo que no estaba preparado. Intentó acercarse pero el campo magnético era demasiado fuerte incluso para su gran velocidad. Así que la chica lo intentó de otra manera, hablándole. Peter sabía que era el momento perfecto para decirle que era su hijo, pero no podía, por primera vez parecía que todo sucedía demasiado rápido para el joven, aún no se sentía preparado para aquella confesión.

Intentó decirlo, realmente, pero la palabra hijo no parecía estar en su vocabulario, por lo que mientras se avergonzaba de su propia estupidez, acabó diciendo que se encontraba en el campo de batalla por su familia. Que ironía más grande, Magneto que sentía haberlo perdido todo y Peter que sentía por fin tener algo a lo que aferrarse, solo que no se atrevió a decirlo.

Perdió su oportunidad y también se sintió decepcionado, después de todo su padre estaba completamente en el lado oscuro. Su manera de desahogarse fue bastante infantil, golpeando una y otra vez a máxima velocidad al villano. Pero era más fuerte y acabó por romperle la pierna, se acabó el correr de momento.

Sin poder moverse por el dolor, solo podía ver como querían cortaré el cuello, aunque eso acabó en una pelea del villano y Mystique que se había hecho pasar por su secuaz. Al final lo que menos esperaba sucedió, Magneto, su padre, fue al rescate de todos. Peter se sintió por unos segundos realmente orgulloso de ser su hijo. Pero poco le duró aquello, Erik comenzó a lanzar todo tipo de metal y al estar Mystique y Peter tan cerca, casi podía darles, lo cual les dio un poco de miedo. Con la ayuda por parte de Hank pudo salir de allí, después de todo la pelea para él ya había terminado.

A Magneto se unió Jean y Charles por lo que entre todos lograron acabar con el villano.

Parecía un final feliz, Magneto y Jean lograron volver a dejar la mansión tal y como era y habían ganado nuevos amigos. Peter decidió quedarse, quería conocer a su padre, quizás incluso decirle que era su hijo, pero primero debía curar su pierna que a pesar de que su cuerpo se recuperaba más rápido que el de los demás, seguía rota y eso era bastante aburrido para Peter.

Continuará