Ninguno de los personajes que aquí aparecen son de mi propiedad ya que nadie me los ha querido regalar pero con gusto los aceptaría, así que los secuestraré por un rato.
1. Atropellado y regalado
Inu Yasha se deslizó sigilosamente hasta la habitación de Kagome, la cual encontró vacía. Se sentó junto a la cama a esperarla, recargando su cabeza en la almohada. Respiró hondamente, el lugar olía a Kagome -¿Dónde estás?- murmuró.
Unos minutos después entró Sota a la habitación -¡Inu Yasha!- exclamó al verlo -¿Qué haces aquí? ¿Esperas a mi hermana?- el aludido asintió –Fue a la escuela, no regresará hasta la hora de comer, pero si quieres puedo ir a buscarla para decirle que estás aquí
-No, no le digas que estuve aquí. Promete que no le dirás
-Esta bien, mientras tú prometas no decirle que tome esto- dijo Sota mientras sacaba del escritorio de su hermana un reproductor de MP3
Habían pasado tan solo un par de horas pero a Inu Yasha se le habían hecho eternas. –Iré a buscarla- dijo mientras salía por la ventana.
Caminó un par de cuadras siguiendo el aroma de Kagome, hasta que llegó a una gran avenida donde el rastro se le hizo confuso por lo que se arrodilló para buscar el rastro, de manera que no se dio cuenta que un auto se acercaba a gran velocidad, el conductor del auto trató de frenar al notar algo en medio de la avenida pero era demasiado tarde: lo habían golpeado y arrojado a un lado de la calle. Dos apuestos chicos de cabellos azules se bajaron de un BMW plateado convertible
-Milo, te dije que bajaras la velocidad, hemos golpeado a alguien
Corrieron junto al cuerpo de Inu Yasha, afortunadamente respiraba y parecía no estar herido de gravedad. Inu Yasha abrió los ojos y observo a los dos caballeros que estaban frente a él
-¿Esta usted bien?
-Si, creo que sí pero ¿Dónde estoy?
Camus y Milo se miraron consternados –No te preocupes chico, todo estará bien, dinos donde vives y te llevaremos a casa.
-¿Dónde vivo? ¿Casa? La verdad no lo recuerdo
En serio estaban en serios problemas. Lo ayudaron a levantarse y fue entonces que Milo notó las orejas de Inu Yasha, le hizo una señal discreta a Camus que al verlas se sorprendió.
-Chico ¿no recuerdas nada? Quien eres, de donde vienes o a donde ibas.
Inu Yasha pensó uno minutos –Creo que... iba a cruzar la calle
La esperanza que por unos segundos pudo tener Camus se desvaneció inmediatamente. Entonces a Milo se le ocurrió un plan. –Chico, no traes alguna identificación contigo- Inu Yasha negó con la cabeza mientras decía -No se que es identificación- El rostro de Camus se notaba cada vez mas preocupado, al notarlo Milo le dijo –Calma mi amor, creo que se como arreglarlo todo.
Tomo a Inu Yasha de la mano y lo sentó en el auto –Ok chico. Voy a explicarte lo que pasó- Inu Yasha lo miro atentamente –Tu eres... ¡Shampoo! Y nosotros, Camus y yo te compramos para que seas el regalo de cumpleaños de Shun, vas a ser su mascota, OK?- Inu Yasha asintió, en su cabeza, todo eso encajaba perfectamente pero Camus sujetó Milo y lo apartó del auto
-¡Pero estas loco o que!
-Pero mi amor, si esto lo resuelve todo. Teníamos que conseguir un regalo para el novio de tu alumno y ya lo hicimos, dijo que quería una mascota, pues la va a tener. Y ese chico o lo que quiera que sea, nunca va a recordar que pasó
Finalmente Camus cedió no muy convencido y partieron a toda velocidad en dirección de la mansión Kido, donde se iba a celebrar esa noche el cumpleaños del más lindo de los caballeros.
¡Feliz cumpleaños a ti! ¡Feliz cumpleaños a ti! ¡Feliz cumpleaños querido Shun! ¡Feliz cumpleaños a ti! El caballero de andrómeda sopló a las velas y al terminar de apagarlas se escuchó un gran aplauso. El pastel se partió y repartió entre todos y mientras todos disfrutaban de sus rebanadas Ikki exclamó -¡Ahora van los regalos!
Shun no cabía en si de la emoción. Era la primera vez que tenía una fiesta de cumpleaños de verdad, después de tantos entrenamientos y tantas batallas. Se habían esmerado mucho para que ese día fuera especial, ya que una de las cosas que Shun siempre anhelo en los años de guerra fue precisamente tener un cumpleaños normal.
El pastel había sido increíble, delicioso y ahora los regalos, era simplemente perfecto. El primero fue de Ikki y era asombroso: una lap top –Como pronto entrarás a la universidad, creo que te será muy útil- luego vino Hyoga quien le dio un enorme oso de peluche, luego Shiryu y Seiya le dieron una mochila nueva, Shion y Dokho le compraron ropa, Mu, Shaka y Aldebarán le dieron todos los libros del Señor de los Anillos mientras que MM, Afrodita y Shura le dieron un reproductor de DVD, Aioros y Aioria le regalaron un Play Station II y Saga y Kanon le dieron un celular para que siempre lo pudiera localizar Ikki, entonces tocó el turno a Camus y Milo quienes le dieron una caja enorme con un moño rojo, Shun la abrió cuidadosamente bajo la mirada expectante de todos y enorme fue la sorpresa general cuando vieron saltar a Inu Yasha de la caja –Se llama Shampoo- dijo Milo, Shun lo miró con detenimiento –Hola Shampoo- dijo mientras le rascaba detrás de la oreja –Hola Shun
Todos miraban asombrados -¿Chicos están seguros de que es un perro?- preguntó Saori
-Por supuesto- dijo Milo calmadamente
Algunos lo miraban con desconfianza pero al ver que Shun y Shampoo parecían entenderse muy bien dejaron de preocuparse, si Camus y Milo decían que era un perro y actuaba como tal, entonces debía de serlo.
-¡Shun!- exclamó entonces Seiya –Se te ha olvidado abrir el regalo de Saori
-Lo siento- dijo Shun y lo abrió rápidamente. Era una cajita pequeña y en el interior había unas llaves de auto
-¿Quieres ir afuera a verlo?
Shun asintió y todos salieron para ver estacionado frente a la mansión un Jetta GTI rojo
-¡Wow! Es hermoso, ¿no lo crees Shampoo?
-si, el coche de Shun es bonito
-Oye- reclamó Seiya – ¿Por qué a Shun le dan esto y a mi me dieron un Ka?
-Porque Shun es responsable y va a cuidarlo bien, y tu Seiya en menos de un año y traes ese coche hecho un asco, has chocado 5 veces y sabrás tu cuantos rayones tiene- le dijo Saori
Seiya siguió reclamando pero Shun no escuchaba lo que pasaba. Estaba encantado jugando con Shampoo, explorando el auto. En verdad había sido un excelente cumpleaños!!
Solo Mu miraba aún con desconfianza a la nueva "mascota" de Shun, se le hacía muy familiar -¿Acaso le he visto en otro lado?
Mientras tanto en la época antigua
-¿Cómo que Inu Yasha no está?
-Dijo que iba a buscarte- dijo Miroku
Kagome volvió a casa corriendo
-¡Sota! Confiésalo- dijo Kagome mientras sujetaba a su hermano fuertemente -¿Dónde esta Inu Yasha?
-Ok, de acuerdo. Estuvo aquí esperándote, pero no se a donde habrá ido.
Kagome se derrumbó entonces, cubrió su rostro con sus manos y entre lágrimas y sollozos murmuraba únicamente: Inu Yasha
Gracias a todos los que hayan leído esto. Espero que les haya gustado y que puedan dejarme un reviewer para saber que opinan y si le sigo o mejor dejo por la paz mi intento de escribir algo de género no romántico. Besitos.
