Digimon no me pertenece, ni el 97% de la trama.


Andaba haciendo el papel de la novia sumisa acompañando a mi novio Tai a la fiesta de un amigo suyo. Pero en realidad, Tai estaba empezando a cansarme y yo andaba secretamente observando el grupo para ver si encontraba a otro chico que fuera más mi tipo. Todo lo que vi fueron versiones más aburridas que Tai, hasta que mis ojos se cruzaron con los de otro chico… Casi se me cae el trago de la mano. Era esbelto, sostenía un casco de motociclista en la mano y me miraba de ese modo loco e intenso con el que Leonardo DiCaprio lo mira todo.

Antes de que pudiera pestañear, Tai me agarro por el brazo y me presento a Sora, su amiga de la infancia que acababa de mudarse a Odaiba y que se había graduado con él. La halle demasiado básica para mi gusto, así que le sonreí y a iba a olvidarme de que existía, cuando la chica apunto al chico con el casco de motociclista y me dijo —Ese es mi novio Yamato.

Yamato se acerco mirándome a los ojos. Tai y Sora empezaron a recordar los viejos tiempos, y Yamato y yo empezamos a flirtear.

—Las motocicletas me asustan —le comente señalando su casco.

—¿De veras? No parece que te asusten muchas cosas —me respondió. El corazón me saltaba de deseo —Acabo de recorrer Francia en moto —añadió.

¡Que tremendamente cool! Y no solo quería tener algo más con él, ¡me sentía enamorada! Pero entonces Alicia dijo que se marchaban. Entre en pánico. Era obvio que Yamato y yo estábamos hechos el uno para el otro, pero ni siquiera sabía su apellido. No teníamos amigos en común y no podía pedirle su número telefónico.

Entonces se me ocurrió que podía averiguar el de Sora. Ignore la vergüenza que sentí cuando le puse la mano en el hombro a la chica, le dije cuanto me alegraba haberla conocido y le pregunte si querría salir un día a tomar un café. A Sora le gusto la idea, porque tenia poco amigos en la ciudad.

Yamato y yo intercambiamos miradas hot.

Me reunía a menudo con Sora para tomarnos un café (trabajábamos cerca) y mientras ella hablaba, yo pensaba en Yamato.

Varias semanas después menciona, como por casualidad, que Tai y yo planeábamos realizar un viaje a Francia.

—¡Yamato acaba de ir a Francia! —comentó Sora —Él te puede decir a donde ir.

Fingí divinamente mi sorpresa, y aun mejor, evite gritar de alegría mientras copiaba su número de teléfono. Lo llame cuando ella dobló la esquina, y en cuanto escuche su voz, cualquier sentido de culpabilidad que podía sentir por engañar a Sora y a Tai se desvaneció al instante.

—Lo que sentí al conocerte en aquella fiesta fue una locura —me dijo —Y las cosas no están funcionando entre Sora y yo.

Nos encontramos en mi casa. Cuando salimos de ella, después de todo un fin de semana en la cama, él dejo a Sora y yo a Tai.

Pasamos dos meses muy dichosos.

Pero al tercero empezamos a pelear. Le dije que era estrecho de mente. Él me llamo mimada y malcriada. Ambos estuvimos de acuerdo en separarnos, pero quedamos como amigos. Y menos mal, porque tras la ruptura, ninguno de los dos tuvo suerte en el amor por años, y nos consolábamos mutuamente. Creí que nuestra conexión era la más fuerte del mundo, pero resulto que había algo más fuerte todavía: el karma.


Esta historia le pertenece a una sección de la revista Cosmopolitan llamada "TúTúTú" yo solo adapte la historia a Digimon.

Me pueden contactar a mi twitter: TrueAleCriollo