Harry potter le pertenece a j.k rowling

Objetivo: conquistar al niño-que-vivió


Era un día soleado y caluroso en Hogwarts, institución caracterizada por educar grandes magos desde los tiempos de sus respectivos fundadores.

Un joven de dorados cabellos y unas peculiares orbes plateadas abría sus ojos, recién despertaba de una relajante siesta. Otra vez había soñado con el niño dorado del colegio. Maldita sea la hora en que se empecinó en pensar en él. Fue desde el primer día en que escuchó su sorprendente historia, Draco Malfoy idolatraba a aquel único ser que sobrevivió de las manos del señor tenebroso, a la corta edad de 1 año.

El joven rubio soñaba el día en que pudiera conocerlo, pero para su mala suerte cuando se presentaron formalmente, el jodido niño-que-vivió no le dio su mano cuando se la ofreció, ese día el orgullo del joven Malfoy se vino abajo, al igual de sus ansias de convertirse en un amigo para el niño dorado. Entonces juró que jodería su vida como nadie, y así lo hizo justo después de ese día. Su vida se centraba en fastidiar al cara rajada, creyó odiarlo, sí, pero a fin de cuentas se percató que no era odio o rencor, no señor. Solo quería llamar su atención, que se fijara en él, cada vez que discutían el idiota de San Potter solo le prestaba atención a él, al príncipe de Slytherin, y eran esos momentos que Draco más disfrutaba, pero siempre llegaban los idiotas guardaespaldas para completar el trío dorado, la sangre sucia y la comadreja, ¿por qué tenían que ser ellos sus amigos?, los mas insoportables de todo Hogwarts, la sabelotodo nunca-me-equivoco y el idiota pelirrojo.

Ahora Draco se empeñaba en conseguir algo más que la atención del niño-que-vivió, quería que se fijara en él. Lo primero era asegurarse que le gustaban los chicos, aunque lo veía lejos porque Potter se la pasaba con mujeres en lo que a pareja se refiere, y malos gustos por cierto, nada menos que la puta de Chang, una espantosa Ravenclaw (a ojos del rubio) que sinceramente Draco no le encontraba lo llamativo y la menor de la banda pelirroja de Hogwarts, Ginny o algo parecido, vaya gustos tenía el cara rajada.

No estaba para eso en esos momentos, ahora pensaba en como arreglarse para reclamar la atención del objeto de sus deseos. ¿Saben que el maldito de Potter ha dejado de ser un flacucho idiota con ropas más grandes que el? Ahora se ve jodidamente sexy, es un crimen verlo y no quedarse viéndolo por lo menos durante un buen rato. Porque eso hacía Draco, llegaba temprano al Gran Comedor solo para esperar la llegada de San Potter, es que hasta su forma de caminar era definitivamente provocativa, todas y todos babeaban por él, claro, Draco también tenía lo suyo, no había por que negarlo, tenía a medio Howgarts detrás de él, pero al rubio no le interesaba eso, solo quería a Potter para sí, el meollo del asunto es… ¿cómo demonios se gana el corazón de un Gryffindor despistado? Y más aún ¿Si el Gryffindor es el puto héroe del mundo mágico? Bueno héroe a medias porque aun no había derrotado al Lord pero, Draco no dudaba que fuera así de un momento a otro.

Draco se quitó su fina pijama de seda para ponerse su exclusiva túnica, este sería el día, se ponía perfume y se peinaba igual que siempre, siempre perfecto, todos los cabellos en su lugar respectivo, eso era lo que lo caracterizaba. Antes había consultado con Pansy y Blaise, sus camaradas de toda la vida y estos le habían recomendado que fuera más amable con él y sus amigos, pero ¿qué creen? Pues no, los Malfoy no son así, con solo pensar que el, Draco Malfoy fuera amable, estaba muy lejos de su forma de ser, ese no era él, por lo cual no funcionaría ni en un millón años, fue por ello que dejó de lado esa idea.

Tendría que intentar otro método, plantársele de frente y decirle, 'Harry, te amo, quieres ser mi novio y tal vez... casarnos algún día?' O también 'Harry, vayamos a cenar, ¿a donde te gustaría ir?' Por dios, eso jamás funcionaría, primero Potter le echa una imperdonable en cuanto pronuncia la palabra cenar, al rubio se le estaba haciendo difícil pensar en la forma de que Potter se enterara pacíficamente de sus sentimientos.

-Hey Draco! Que haces? Vamos rápido que se te va a ir el niño dorado

-A callar Blaise, camina, además dudo que el cara rajada este despierto, aun es temprano para él

Mientras tanto en la torre Gryffindor un joven de enmarañados cabellos azabache se encontraba teniendo una linda pesadilla -como ya es rutina- Su querido amigo Ron estaba tratando de despertarle, pero nada parecía funcionar, por lo que el pelirrojo optó por bañarle con agua helada ya que comenzaba a asustarse

-Joder Ron! ¿Qué manera de despertar a tus supuestos amigos es esa? Maldita sea- Gritó Potter iracundo

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- ¿que fue eso? Que susto- Exclamó una sobresaltada y recién despertada Parvati Patil en el área de las chicas

-mm creo que era la voz de Harry- dijo sabiamente Hermione

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-Lo siento Harry, pero es que no despertabas y estabas sudando mucho y bueno..

-¿y porque agua helada? ¿Quieres matarme de una hipotermia o algo así?

-lo siento amigo es que… no se me ocurrió nada más

-argh, ¿que hora es?

-¡Hora del desayuno! Bajamos?- pregunto el pelirrojo con semblante emocionado

-¿solo piensas en comida Ron?

Los chicos comenzaron a prepararse para bajar al gran comedor, en el cual ya un rubio iba haciendo una estupenda entrada junto con sus inseparables amigos Blaise y Pansy. En cuanto entraron al lugar los alumnos le veían disimuladamente, claro Draco tiene una vista de halcón y un sentido muy desarrollado y siente que le están viendo, eso era algo que le subía el orgullo a los cielos, es que los Malfoy son increíblemente irresistibles.

-Ron

-DIme Harry

-¿Donde demonios metiste mi túnica? No pretenderás que me quede en estas fachas durante todo el día ¿o sí?

El ojiverde tenía una toalla amarrada a su cintura, acababa de darse una refrescante ducha mañanera

-No me molesta en realidad Harry, por mi quédate así- dijo Seamus, su compañero de cuarto mirándolo de arriba abajo

-Cierto, no te ves nada mal- le apoyó su novio Dean

-De hecho opino que deberías de bajar así al comedor para causar muerte masiva por mostrar más piel de la necesaria- terminó Ron

-cállense todos, pervertidos sexuales, tu Seamus, deja de mirarme así, también va para ustedes Ron y Dean, ándense para otro lado, tu no Ron- Exclamó al ver que el pelirrojo salía de allí- ¿donde metiste mi túnica?, la deje en el piso anoche

-Recuerdo que la tiraste en el suelo, te digo que no la tengo, no la tome, la vi anoche pero, no la tome lo juro por Merlín

-como me entere que fuiste tu, voy a romper tus estúpidas figuras de los Chudley Cannons

-¡No!- Exclamó el Weasley alarmado- ¡no fui yo!- completó- No te atrevas a poner tus manos encima de mi colección sagrada Harry, si te digo que no fui yo, es porque no fui yo! Créeme por amor a Merlín-

-¿y que voy a ponerme? Hoy hay clases y no puedo andar con ropa Muggle, Ron préstame una túnica

-al igual que tu, solo tengo esta, es una lastima no crees?- le respondió su pelirrojo amigo- Seamus, Thomas. dejen de besuquearse en público y vengan aquí- Exclamó el chico con fuerza

-Primero nos corren y después nos llaman con urgencia, ¿Que quieres Ron?

-¿tienen una túnica de sobra? Resulta que nuestro querido amigo esta falto de una- les dijo Ron tranquilamente

-¿no tienes mas?- le preguntó Dean

-si estoy pidiendo una prestada, ¿que crees que significa Dean? - le respondió Harry

-Ajá ¿y que opinas de bajar así?- le cuestionó Seamus

-Búsquenme una jodida túnica y dejen de parlotear trío de imbéciles. Tenemos clases con el grasiento de Snape y voy mal, muy mal y no puedo darme el lujo de faltar, imaginen la cantidad de deberes que va a ponerme por faltar a su clase, y eso sin contar el castigo.

-Bueno, tengo una por aquí, ¿ves como no soy cruel contigo? A ver pruébatela

-Dame eso- dijo el chico quitandole a Seamus la tunica de su mano- salgan de aquí, me incomoda que me miren de esa forma, ¡Fuera!

-si si, ya vamos- respondieron los tres al mismo tiempo


Continúa...

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Ja nee!