El título que escogí para este drabble, "Helpless" es un juego de palabras: Primero, en alusión a Aomine, que sabe que no tiene forma de ayudar y por lo tanto es inútil; y en segunda por Kise, que no tiene ninguna forma de aliviarse.

Helpless

Cuando se conocieron, Aomine supo al instante que Kise era una persona insistente. Demasiado insistente, quizá. También notó el entusiasmo que emanaba del chico, al igual que el buen humor y las ganas de reír. De lo que nunca pudo darse cuenta, hasta que Midorima se lo dijo, fue que la mitad de las sonrisas eran falsas. Que cada vez que respondía a una invitación a salir con un "Oh, esta (esa) tarde ya tengo algo que hacer", no era porque realmente estuviera ocupado, sino porque estaba exhausto. Le tomó casi seis meses darse cuenta de que Kise era una persona triste (no porque se la pasara lamentándose, más bien porque todo se lo guardaba. A decir verdad, los miembros de la Generación de los Milagros eran los primeros amigos que tenía). Después de todo, el rechazo y los celos le habían marcado desde temprana edad, algo a lo que nadie debería enfrentarse nunca.

Dos años y medio y varias tardes de uno-contra-uno después, tras aprender a confiar en el otro y atreverse a compartir sus inseguridades, Aomine Daiki se dio cuenta de que Kise estaba roto por dentro, y que no había nada que él pudiera hacer para ayudarle.