Demasiado Tarde

Capitulo 1: La casi despedida

Hace ya una semana que no sé nada de ti. Quisiera decir que no me afecta que no importa, que sigo con mi vida como de costumbre. Pero desgraciadamente solo vivo para recordarte. En el momento que me dijiste que te irías del país por dos años, mi mundo se de paralizo, mi vida dejo de tener sentido. ¿Por que las cosas tienen que se así entre nosotros?

Primero yo, con mis miedos y dudas, arrastrando una ilusión llamada "Carly", sé que te lastime profundamente pero aun así tu permanecías conmigo, apoyándome, dándome ánimo con toda tu infinita paciencia, regalándome esa sonrisa que podía confortarme el alma, bañándola en un bálsamo refrescante. Pero todo eso ¿para que?

Sí en ese fatídico día de octubre casi te perdía para siempre, literalmente. Sin embargo tú eras más valiente, siempre lo fuiste:

Lo recuerdo, estaba en casa con Spencer cuando escuche que tocaban la puerta, fui a atender; eras tú. Tenia una expresión llena de tristeza, podía ver tus ojos conteniendo las lagrimas, jamás te había visto tal vulnerable, pero a la vez tan decidida.

¡Tenia tantas ganas de abrazarte y decirte que todo estaría bien! Sé que en ese momento nuestra relación atravesaba un mal momento, y quizás fuera todo mi culpa... pero ¡demonios! ¿Por qué teníamos que ser tan orgullosos?

Venias a despedirte, tu madre se mudaba a Inglaterra, y tú debías ir con él al parecer no te volvería a ver... ¡nunca!.

— Freddie, yo... venia a despedirme. Mi madre realizará u viaje y yo he decidido acompañarlo, ya que después la empresa "Puckett" pasará a mis manos... Aun no lo puedo creer... ¡Es un sueño hecho realidad! ¿No estas contento por mi?

Era lo que tú siempre quisiste ¿verdad? ¡Claro que me alegraba por ti!, creo, lo más importante siempre será tu felicidad por mucho que eso duela — Oh, claro... — Debia de decir algo, tal vez un "no te vallas, por favor no me abandones ¿Qué voy a hacer sin ti?" pero ¿para qué? Todo parece perdido entre nosotros, me gustaría empezar de nuevo, solo sí es contigo, pero todo lo que pude preguntar fue — ¿Cuándo te vas?

— Mañana al parecer el viaje es urgentemente necesario, y mi visita ahí también será efímero, por que luego tendríamos que viajar a Japón, y luego hacer un recorrido por Sudamérica, para encontrar un lugar donde asentar la Academia.

— Oh, supongo que este es el Adiós — Dime que no, dime que no y te iré a buscar hasta el mismísimo fin del mundo, que va, ¡te acompañaré!, inventaré cualquier excusa. Mi madre, lo entenderá, bueno tal vez no lo entienda del todo, pero la convenceré.—

— Creo que sí

El nudo en la garganta, impedía que mi voz saliera. Pero no me esforcé mucho, no tenía el valor de pedirte que te quedes, no después de todo el dolor que te provoque. ¿Qué podía decir, que marcará la diferencia, estabas cumpliendo tus sueños?

— Sé que muchas veces no lo demuestro, pero quiero que sepas que me siento muy orgullosa de ti, Freddie. Trabajar contigo, pese a nuestras discusiones, "a mis discusiones y golpes", fue una de las mejores experiencias de mi vida aquí.

— Gracias Sam, significa mucho para mi.

— Ya Benson no te pongas sentimental — Me dijiste con una sonrisa burlona.

— Es enserio, te voy a extrañar mucho — muchísimo, no te imaginas cuanto, Sam, mi Sam. Ahora que por fin entendía lo que sentía po ella, la estaba perdiendo ¡Demonios!

— Carly; Yo quisiera pedirte que te cuides mucho por mi, sé que a veces ni siquiera se sabe que pasa por la cabeza de Spencer y su activa imaginación pero sabes que necesita de ti más de lo que crees, y claro también cuida a este chico… Sabes que no va a haber otro tan torpe para arruinar las cosas — reíste con tu comentario, yo ni siquiera me enoje solo deseaba decirte que no te fueras. Las lagrimas amenazaban por salir, pero tan autosuficiente y orgullosa que no te lo permitías al igual que yo.

Eso había tomado a Carly desprevenida — Claro que sí Sam. Que tengas un buen viaje, sé que tendrás mucho éxito con esa nueva empresa a tu cargo — dijo llorando y abrazándola fuertemente.

— Gracias por todo Carly. Siempre serás mi mejor amiga. Bueno eso todo, este es el adiós... ¿No me darás un abrazo Spencer? — Spencer salio corriendo y te abrazo tan fuerte que casi te deja sin aire… lloraba tan desconsoladamente que Carly tuvo que quitártelo de encima. Luego me miraste — ¿y tu?

— Claro Sam — sin poder evitarlo te envolví en mis brazos queriendo jamás soltarte — pero era necesario, debía dejarte ir. Mi cuerpo y mi corazón se rehusaban a soltarte, pero mi parte razonable no opinaba igual. ¿Qué podía yo ofrecer a alguien como tú?

— Bueno, eso es todo Freddie.

Sam… No esperame

Saliste corriendo y a lo lejos de despediste moviendo las manos, como no queriendo escuchar nada más. Como si no quisieras que nadie te detuviera, tal vez no estabas equivocada. Pero debías escucharme y decidir, sí realmente estabas dispuesta a intentar algo conmigo. Pero no podía articular palabras y solamente me quede de pie viéndote salir de mi vida. Por fin salí de mi trance, cuando Carly me toco el hombro pidiéndome entrar, yo me quede unos segundos más pensado. Y lo decidí, debía recuperarte, lo demás no importaba. Iba corriendo a tu encuentro pero Carly me detuvo, yo me di vuelta, ella estaba llorando, pero eso ya había dejado de importarme.

— Por favor no te vallas, no se lo hagas más difícil... — me dijo y su vos se le quebró.

Sus lágrimas no tenían el mismo efecto que las tuyas — Perdóname Carly, pero yo estoy enamorado de Sam.

Ella se quedo callada igual que Spencer para luego de abrazarme fuertemente —Entonces no esperes… Corre a decírselo.

Gracias

No mire hacia atrás, no quería ver a Carly llorar, ella era mi amiga pese a todo.

Fui a tu casa pero no estabas, te busque en la casa de Wendy, de tu madre, pero no te encontraba. Me habías dicho que te irías al día siguiente, debía de encontrarte ¡ya! Mi vida, todas mis esperanzas estaban ti, no podía dejarte ir, no sin antes decirte todo lo que significabas para mi. Cuando decidí ir de nuevo a tu casa, te vi recargada en un árbol, con la mirada perdida, sumamente triste, con los ojos llorosos pero aun así, estabas hermosa.

Jamás te había visto así, tan cansada, tan rendida se me partió el alma verte así, como había querido en ese momento cargar con todo ese dolor yo, para no verte sufrir. Me acerque lentamente temiendo asustarte, pero luego tu mirada se poso en mi, no te inmutaste en absoluto,

— "¿no te parece que la vida es demasiado frágil?" — aquel comentario que hiciste me asusto mucho, pero seguía acercándome a ti, estaba muy cerca de ti, pero me ignoraste y seguiste el camino rumbo a casa.

— "Sam, ¿Estas bien? ¿Pasa algo?"

— No, nada que realmente te importe — me estabas atacando sin duda.

—Sam, yo quiero que me escuches, yo quiero que sepas... que yo te amo — No dijiste nada, permaneciste en silencio, eso me asusto como no tienes idea, en ese momento deseé con todas mis fuerzas que la tierra me tragará, ya después sabría como salir"

— Eso hubiera tenido importancia hace una horas, pero ahora no...

— ¿Qué quieres decir — ¿Qué quieres decir? Acaso la confesión había llagado demasiado tarde.

Meneaste la cabeza, en signo de negación, — Que quieres que diga, cuando me acabo de enterar de que el avión, en el que iba mi madre, se estrello, y no hay ningún sobreviviente.

— Oh, Sam, yo no lo sabia.

— Descuida, nadie lo sabe.

Entendí que mi confesión estuvo totalmente fuera de lugar y me avergonzaba terriblemente, agache mi mirada buscando en mi mente algo que decir, para confortarte, para hacerte sentir mejor. Pero no podía.

— Lo lamento mucho — me acerque a ti, para abrazarte pero tu me esquivaste. No te imaginas cuando me dolió aquello. Pero me lo merecía.

— Quiero estar sola por favor Freddie…

— No te voy a dejar sola, nunca más. Sam déjame permanecer a tú lado, por favor.

— Freddie, no tienes que hacer esto por que te sientas...

— No lo hago para retribuirte o por obligación… yo lo hago por que te amo. Se que veces no se como expresar mis sentimientos y se que soy demasiado cabeza dura, incluso insensible… pero la mayoría de las veces no es que no quiera decir lo que siento… es que no se cómo decirlo o cómo demostrarlo. Y tú más que nadie lo sabe. Jamás tuve a nadie a quien amar y nadie que me demostrara amor… se que mi padre me quería, pero él siempre fue demasiado seco en sus sentimientos. No quiero convertirme en mi padre… no quiero enfocar mi tiempo y mi energía a esta pasión que siento por mi trabajo, para descubrir demasiado tarde que descuide lo que en realidad era importante para mí…

— Freddie… yo también te amo, pero no me siento preparada para nada. No te imaginas el dolor que sentí hace solo unos segundo. Mi madre había muerto, me sentí terriblemente sola. Y me preguntaba sí vida era un error, yo debía de haber estado con él…

— Nunca vuelvas a decir eso, sé que tu madre hubiera querido que vivieras por él y no lo contrario. "Amar a alguien es decirle tu no morirás jamás" ¿lo recuerdas? Él siempre estará en tu corazón, además yo estoy contigo, siempre estaré contigo. No esta sola.

— Gracias… Sabes yo en realidad tenia que haber viajado ese ayer con ello, pero quería despedirme de ti y de Carly, por eso yo viajaría mañana.

Un escalofrió recorrió mi espina dorsal ante la posibilidad de haberte perdido de esa forma, yo no me hubiera sobrepuesto nunca, nunca.

—Será mejor ir a casa, vamos.

Así fueron pasando los día yo me instale prácticamente en tu casa, andabas muy deprimida, entre tu madre y tu existía un lazo muy especial, temía que fueras a hacer una locura, pero yo sabia que eras fuerte.

Y esta vez también lo demostraste; en una semana ya volvías a tu rutina normal, se te veía sonreír más seguido, la luz en tus ojos volvía a resurgir después de muchos días de estar apagada. El estar acompañándote en esa recuperación me hacia sentir el hombre mas afortunado y feliz de la tierra. Aunque nuestra relación, no estuviera definida aún.

En esas semanas aprendí mucho de ti y tu madre, y de lo mucho que él significó para ti, entonces supe que ese vació jamás se llenaría, ni aun conmigo pero de todos modos y permanecería a tu lado y al parecer la idea te agradaba…

O por lo menos eso creía, ahora depuse de un mes del accidente, me dices que vas a viajar a Inglaterra de todos modos, pues debes hacerte cargo de los diferentes negocios y proyectos que tenia tu madre. Discutimos fuertemente, yo no quería que te marcharas, quería que permanecieras a mi lado. Aunque esas no hayan sido las palabras que te dije. ¡Maldición! Tenia que echarlo todo a perder.

Flash back—

—Freddie, debo decirte algo

—Dime Sam, ¿problemas para entrar en la universidad?

—No precisamente, pero tiene que ver con eso.

— ¿Qué sucede Sam?

— Cat me informo que "El colegio" estaba pasando una situación crítica, y yo debo ir a poner un poco de orden, ya sabes, la academia y todo eso…

— ¿Viajaras a Inglaterra?

— Sí así es….

— ¿Cuánto tiempo?

— Todavía no lo sé… Cat averiguo sobre una reconocida universidad que tiene vacantes, y como se encuentran en la misma ciudad que la nuestra. RDF, él decidió planear un intercambio, serán por dos años.

— ¡¿Por cuánto tiempo?!

— Dos años, por eso quería pedirte si gustabas acompañarme, aunque sé que Marissa te necesita, no hay problema, sí no puedes venir, al final de cuentas será poco tiempo. Vendré cada fin de semana a visitarlos, te extrañaré mucho. Pero creo que será…

—Y supongo que el maravillo Coddy ¿es el que te acompañará?

— Era el asistente personal de mi madre y ha demostrado ser muy competente, ya hablamos de eso.

"No soportaba la idea de ese estúpido, cerca de Sam, aun cuando yo estaba presente y ella piensa que la dejaré marchar sola con él por dos años, esta completamente loca, sí piensa que lo voy a permitir"

— Sí iras a Inglaterra, no quiero que sea Coddy quien te acompañe, no confió en él — Mi voz sonó seca y acusadora. No quería admitirlo pero se sentía excluido, por que señor mis simpatía y Sam pasaban mucho tiempo juntos. Apuesto a que él lo planeo todo. ¡Hay! Sam a veces eres tan inocente.

—Pero Freddie… yo quisiera que entendieras que realmente necesito de la ayuda de Coddy.

— ¿Y a mi? ¿Me necesitas o solo soy o más bien o solo fui un apasionamiento tuyo?

—Yo, Freddie…

—Esta bien entendí, has con tu vida lo que quieras, veo que no me necesitas y que te la puedes arreglar muy bien sola, con la ayuda de…. Ese.

Cuando me fui te escuche susurrar:"Al final, no cumpliste tu palabra. Todos terminan yéndose, como tú o como mi papá. Yo siempre me encuentro sola" Nunca había sentido tanta frustración, e impotencia. Me quemaban las ganas de ir y hacer desaparecer a ese imbécil de Coddy.

Todo ese día te busque, sabia que aunque volvías a tu rutina normal, aun te dolía la perdida de tu madre, esa era una herida que aun no sanaba. ¡Maldición! No debía de haber dicho nada de lo que dije.

—Pero tengo tanto miedo de perderte —Pensé mientras miraba el atardecer, que solíamos mirar juntos todos los días desde que nos conocemos.

—¡Te necesito. Maldita sea! … te extraño tanto Sam—

—Toda esta semana me la pase buscándote, no sé a donde más ir. Sé que aun no has salido del país, tengo mis contactos. ¿Sabes? Me canse Sam… te extraño, pero no sé que sientas tú por mi. Me duelen lugares que no creí que podrían doler.

Las semanas después de la muerte de tu madre, fueron las más felices de mi vida, compartimos tantas cosas, disfrutábamos tanto de las cosas tan simples como el desayuno, salir de compras. Sam; sin ti me siento tan perdido, tan solo. Esta soledad a la que estaba tan acostumbrado antes de conocerte, la que se había hecho mi fiel compañera ahora me pesaba más que mil años juntos.

Me he convertido en un dependiente de ti Sam, me he hecho adicto a tu sola presencia, pero ahora no parece importarte, no como antaño. Extraño la forma en que te interesabas hasta en cosas insignificantes cuando se trataba de mí — Pero he sido muy egoísta, yo estaba tan asustado por perderte, por que Coddy te arrebatará de mi que te presionaba mucho, te empecé a quitarte poco a poco tu libertad. No tome en cuenta que aun estabas dolida por la muerte de tú padre, perdóname Sam. ¡Sam!

Una muchacha se encontraba sentada, en el frio suelo, cerca del ventanal que daba al exterior de una casa de campo. Sus ojos azules miraban por la ventana pero su mente parecía perdida en medio de una fría y solitaria tormenta, como la que sucedía afuera en ese instante. En esa habitación solo se podía escuchar tenuemente una melancólica tonada, que describía muy bien sus temores y sentimientos.

Sonata de Invierno –susurro. A su madre le encantaba componerla con su piano, mientras Sam y Melannie cantaban…

— Mamá. Díganme ¿Por qué siempre me encuentro sola, frente a este océano frío y solitario? — mientras gruesas lagrimas surcaban sus mejillas, y ella intentaba acallar los sollozos, que por más que se quiera, cuando son del alma, no se pueden callar.

La nieve caía violentamente cubriendo con un manto blanco a la playa. Alacatraz , una preciosa isla aislada, del condado de San Francisco en Estados Unidos.

"La Isla de los Alcatraces es un poblado tranquilo en un entorno turístico. Pero nada de eso importa cuando tu alma se encuentra en un estado deplorable, sufriendo el conocido mal de amor. En otros tiempos ese lugar poseía un encanto cautivador, un hechizo ineludible para Sam, pero en ese momento su corazón estaba lejos de sentir algún tipo de encanto o esa magia que decían que la isla poseía para sus visitantes.

—Y pensar que fue en este lugar en el que fui tan feliz contigo.

Flash back—

—¡Vamos nos divertiremos mucho! Por favor Carly.

—No lo sé, si yo voy querrán ir también Spencer, Gibby, Freddie y entonces Marissa también.

—¡Nou! — Grito Spencer.

— Freddie no pongas tantas excusas a Gibby pensaba invitarlo de cualquier forma y Marissa seria invitada por ella misma. Sí es por el hospedaje no te preocupes, la casa es muy grande. ¡Y lugar es muy bonito! ¡Nos divertiremos mucho!

—Esta bien, tú ganas Sam— contesto, solo por que de esa forma no te extrañaré aquí.

—No sabía que eras tan temerosa Sam—dono –y no pudo suprimir un carcajada al poco tiempo eran ambos los que no podían dejar de reír.

Freddie manejaba una bicicleta, aquellas que tienen un asiento para un pasajero atrás, en el cual iba Sam.

Cuando Sam era una pequeña y su madre la llevaba a cuesta arriba, también en una bicicleta, ella de traviesa se soltaba de ella y procuraba mantener el equilibrio con las manos al aire. ¡Era muy divertido! Siempre y cuando el ciclista no hiciera un movimiento brusco. Como cierto ciclista conocido.

—¡Freddie!

—No deberías soltarte de mi Sam — regaño — seria lamentable que te caigas — dijo mientras reía a carcajadas que ya no podía suprimir.

—Lo hiciste apropósito.

—Puede ser.

Y las risas no esperaron. El tiempo, cuando ellos estaban solos parecía irse tan rápidamente, pero al mismo tiempo de forma tan deleitante.

Por más que intentaba distraerse todo en ese lugar le recordaba a él, las ojeras ya no las podía esconder y esa expresión de derrota era demasiado evidente. Hasta su abuelo estaba preocupado por ella, la había notado más delgada y pálida, desde que llego de Seattle. Pero necesitaba tiempo.

— Siento preocuparte abuelo, lo lamento. Al parecer yo no hago bien a nadie. Pero duele tanto, duele tanto aquí — dijo señalando su pecho — Parece que fue ayer cuando estaba en este mismo sitio, de esta misma forma. Sufriendo en silencio, mientras mi corazón se hacia pedazos. En esa ocasión fue por la muerte de mi tío Carmelo, pero ahora es por Freddie… El me enseño que cuando uno esta triste o de malhumor lo mejor es sonreír, eso nos da algo más de valor, para afrontar los problemas, pero ahora ya no es fácil sonreír, ya no es divertido jugar con la nieve.

Sin poder que evitar que un doloroso suspiro cruzara por su garganta, su mente se preguntaba a cada instante "¿Qué haré de ahora en adelante?"

Su pijama de dormir a penas la abrigaba, pero ella sentía que no importaba abrigarse, por que ni aun así, su corazón podría sentir un poco de calor, así desabrigada podría decir que el frio de su alma era a causa de las bajas temperaturas de la isla y el invierno.

—Pero es lo mejor ¿no? Así ya no tienes que sacrificarte por mí… ¡Freddie! — Se levanto y fue a la cocina por un vaso con agua. No había nadie en la casa todos se fueron a esquiar. Mejor así.

Flash back—

¿Como seria ver a Freddie en acción? Bueno eso era algo que Sam iba a averiguar — ¡Toma eso! — La forma de averiguarlo seria en una clásica pero única guerra de bolas de nieve.

—¡Eso significa la guerra Sam! — declaro un castaño cubierto por una bola de nieve que golpe directamente en su nariz.

—¡Hablas mucho! — sentencia la muchacha de ojos azules, para luego enviar muchos misiles en forma de bolas de nieve a su "enemigo". Pero él se lo tenía muy bien merecido, ella se asusto mucho en la bicicleta y esa era su forma de vengarse por ello.

Él las esquivaba todas, — ¡no es justo! — dijo ella haciendo gestos con la cara, que hicieron divertir mucho a Freddie, que no paraba de reír. ¿Hace cuanto que no se divertía de esa forma? Desde que conoció a Sam las cosas siempre eran las mismas: Paz, felicidad, placer, risas, juegos, peleas (los golpes siempre los daba ella) y por ultimo, "delirio". Por qué tenía que ser tan inocente de las reacciones que ella provocaba en él…

—Freddie quédate quieto.

—Ni hablar, sí yo no me muevo, usted acabará conmigo — dijo el inocente Freddie, pero es que ella tenia una excelente puntería a veces. — Por favor perdóneme Sam —dono, no ve que solo quería divertirme — y puso cara de mártir. Se arrodillo y abrió los brazos para recibir el golpe final, que ya se estaba tardando.

Algo frio rozó su oreja, abrió un ojo para cerciorarse de que estaba fuera de peligro, al parecer eso frio que lo rozo era una bola de nieve que no llego a su destino. Como mencionamos antes, solo a veces ella daba al blanco, en otras ocasiones como ahora no importa que el objetivo se encuentre a 50 cm. de distancia siempre le erra.

—¡Eres un caso Sam! –Dijo un castaño entre risas. Sam nunca había visto a Freddie tan alegre y vivaz, parecía que, fuera de ámbito de Seattle, fuese otra persona. Mejor así no tendría que golpearlo.

—Freddie… — Las lágrimas corrían por sus mejillas como si se tratasen de ríos deseosos de encontrarse con el mar. Era tanto el dolor, la incertidumbre que la embargaba que parecía que esa era la única forma de desahogarse.

Recargó su espalda contra la puerta, buscando el soporte que necesitaba pues sentía que sus piernas no podrían sostenerla ni un segundo más. Una de sus manos se posó en su pecho, como si quisiera controlar el latido descontrolado y doloroso de su corazón. Su respiración se hizo entrecortada y de pronto su cuerpo entero comenzó a sacudirse incontrolablemente mientras sentía que un sollozo salía de lo más profundo de su ser… sollozo que se convirtió en un grito de rabia, de dolor e impotencia que escapó salvajemente de su corazón, al tiempo que ella se colapsaba en el suelo de la sala de estar oscura de su casa… y comenzaba a llorar… Otra vez, ahora de forma incontrolable. ¿Cuanto más podría seguir soportando?

Uno no puede vivir en el pasado ¿verdad? Debía encontrar la forma de salir adelante, sin embargo, por que entonces parece que el mundo se acaba cuando no has visto a la persona que mas quieres en tu vida por solo dos días.

Los copos de nieve siguen cayendo sin piedad sobre la basta colina que Sam podía divisar a través de su ventana. Trayendo a su memoria aquellos recuerdos que se incrustaban en su corazón haciéndolo sangrar.

Flash back —

— No hagas eso Sam — dono.

— ¿Por qué? — Pregunto con fingida inocencia

—¡Sabes lo que pasará sí lo hace señorita! — intento mantener una postura seria, pero con ella enfrente con su sonrisa y ese gesto de diversión, era simplemente imposible.

—Es una amenaza en toda regla cabeza de nub y ¿sabe como responderé a eso?

—¡No!

—¡Sí! Acertó señor tontológico — y ella meció la gran rama que estaba sobre ellos, con todas sus fuerzas, lo que provoco que toda la nieve acumulada en esa rama cayera sobre ellos. Para disfrutar un poco más el momento Sam tomó entre sus manos un poco de nieve para plantarlo en la cara de su eneamigo.

—No es gracioso — pero sus palabras no estaban de acuerdo con las carcajadas que daba. Y a modo de venganza él imito la travesura de ella, tomo un poco de nieve e iba lánzaselo pero no lo hizo. Sam se había alejado un poco y empezó a danzar, dando vueltas y más vueltas, mirando al cielo… Esa imagen frente a el tenia a Freddie en un profundo trance, fue cuando sus miradas de cruzaron que él se sonrojo forma muy evidente y pudo volver a tierra.

Sam caminaba alegremente dando pequeño y grandes salto conforme avanzaban en el camino rumbo a la cabaña. Ella se comportaba como cualquier una niña en invierno parecía que no cansaba nunca de esa estación del año en particular.

En el camino vio cantero perfecto para hacer equilibrio, mientras ella saltaba hacia ese cantero hablaba con él:

—¡Ahora nos vendría muy bien una barra de chocolate! ¿No te parece Freddie? —Mientras hacia equilibrio con las manos vino él para ofrecerla la suya. Ella apoyo su mano en la Freddie y el la sujeto fuerte y delicadamente. La quería mucho, ahora lo sabia: Ella era la persona más importante en su vida.

—Vamos a casa Sam.

—¡Sí!

Lo más probable es que lo que haya dicho Valery sea mentira, pero ¿hasta que punto? La única forma de saberlo es preguntándoselo a él. Para eso debía regresaría a casa, con Freddie, pero antes ella debía dejar bien en claro sus sentimientos y ¿él? — Como puedo estar segura que me ama

Recibir la compasión de los demás, cuando no es solicitado, es la peor humillación que se puede pasar. Es por eso que cortamos toda relación amorosa, hasta hace mas de un año. Pero la ultima semana había sido maravillosa, la mejor de mi vida.

Flash back—

—¡Vamos Sam! Será una noche divertida. –Señalo Wendy, a su amiga –Además Carly pronto se ira a estudiar a Francia, será una de las pocas noches que estaremos juntas. ¡Será una noche solo de chicas! ¡Será fantástico! –y los ojos de Wendy se iluminaban como estrellas. Pero Sam siempre podía bajarla del cielo de un jalón.

—No lo sé. Mañana tengo que levantarme temprano y…

—Estando entre nosotras no tendrás tiempo de extrañar a nadie, Sam – señalo su querida amiga Carly.

….

En la noche

—¡Que bueno que la trajiste Carly!

— Bien, yo vine por mi propia voluntad Melannie.

La comida que Wendy preparo esa noche estaba deliciosa, ella comentaba que pronto quería abrir un restaurante y todas sabían la razón para ello, el amor. Pero luego la conversación cambio de rumbo a uno que a Sam no le gustaba: su relación con Freddie. Pero como las cosas no pasaban de simples muestras de cariño, tomarse de la mano o un abrazo, para Sam significaba el cielo pero el cuarteto de amigas se desilusiono, ellas esperaban otra cosa.

—Creo que hasta Gibby va más rápido que ustedes. ¿Verdad Wendy? –Pregunto una suspicaz Melannie. Wendy solo se limito a agachar su mirada sonrosada y sonreír por lo bajo.

—¿Veamos que hay en la televisión? –pregunto Carly para salvar a su pequeña amiga. — Oigan va a empezar "Noches de luna llena"

—No me digan que ven esa basura –protesto Melannie
—No es basura; es un informe periodístico –se defendió Carly.

"Noches de luna llena" era un popular programa de rumores y noticias del espectáculo. Una que otra vez sacaban algún reporte interesante con respecto al medio ambiente o problemas sociales, pero eran muy escasas.

En la pantalla apareció una mujer madura cubierta en maquillaje, que empezó a hablar.

—Esta noche tengo el honor de presentar a alguien que ha trascendido en el mundo de la moda —señalo la presentadora mientras en la pantalla asomaba, la reconocida diseñadora de modas, Valery en todo su esplendor.

—¿Sabes cual es el tema que mas les interesa a tus fanáticos? — Y de repente continuo —para no dejarle tiempo a responder — son unas fotos muy comprometedoras en las que sales con un reconocido socio de la afamada corporación iPerha. Por eso quisiera pregúntate: ¿que hay entre tú y ese empresario?

—Si te refieres a Freddie Benson –comenzó Valery con una pequeña sonrisa — siempre será una persona muy especial para mi, alguien por quien siento un inmenso cariño:

— Y dime: ¿como son las cosas entre ustedes?

— Bueno: las cosas marchan muy bien entre nosotros. — Dijo Valery con un gran sonrisa.

— Las fotos fueron tomadas hace unos días cuando tu "amigo" vino a este país por asuntos de negocios; al parecer tuviste la oportunidad de pasar tiempo con el antes que se fuera.

— De hecho sabes que él esta muy ocupado y más ahora con su trabajo y yo con todas las cosas que tengo que hacer; pero pudimos hacernos un tiempo para encontrarnos:

— Sea lo que sea que hicieron, eso duro toda una noche.

Bueno, nos pusimos al día con nuestras cosas,… cenamos y… sí, pasamos la noche juntos. "pasamos la noche juntos"

.—.—.

A veces trato de olvidarte pero no lo consigo

Con las rodillas apoyadas en su pecho y su cabeza escondida entre ellas, se puso a sollozar mientras repetía:

—¡Es mentira, es mentira! ¿Pero cómo saberlo? — Sam se levanto estaba decida — Iré hablar con Freddie, esto no puede terminar así, no puedo huir de él para siempre.

Cuando escucho a Valery decir eso, fue como si el mundo dejará de girar, como sí todo el mundo se burlará de ella por su ingenuidad. Su corazón dejo de latir, y contuvo la respiración más de lo sensatamente soportable, por que sí lo hacia su alma colapsaría en ese instante.

Decidió no decirle nada, que culpa tenia él de no amarla, ninguna, fue ella la que se ilusiono. Fue ella la que al final de cuentas soñó y soñó para bajar a la realidad de un solo golpe.

Ella tuvo mucha paciencia con él, como la que nunca tuvo con nadie. Pero sí en esos años no pudieron hacer que esa amistad funcionará, que le hacia pensar que las cosas funcionaran ahora en un plano más intimo. Lo mejor seria irse y tratar de olvidarlo. Por eso invento eso de irse a Inglaterra… por la empresa, el regalo de mamá. Ahora lo único que tenía era su trabajo junto a Cat, y el recuerdo de su madre.

Pero la duda no la dejaba en paz, Valery dijo lo que dijo para no hablar más del tema, eso fue demasiado evidente, pero…

Debía averiguar que fue lo que realmente paso…