Disclaimer: Twiligth y sus personajes son propiedad de Stephenie Meyer, la historia original es de Mayu Shinjo.
n.n Hola niñas!
Este es mi nuevo proyecto y como mis historias anteriores, es de "córtate las venas y échale sal a las heridas"... jajaja eso fue un poco sádico.
En fin, será una historia trágica y cruda, prepárense psicológicamente y compren suficientes pañuelos, no me hago responsable por depresiones y suicidios.
Aclaraciones al final.
1. — Olvidando todo el dolor.
Edward PoV
—Que puedo hacer para que dejes de llorar? —fue lo ultimo que le dije.
Antes de que se acurrucara contra el edredón y pusiera su nariz roja contra la almohada para hogar contra ella sus sollozos, solo eso pude decirle. Tal y como lo espere, no recibí respuesta, simplemente no la había, no había un modo para que ella se olvidara de todo ese dolor.
Se quedo dormida mientras lloraba y yo no pude hacer nada para impedirlo, cuando la tomaba entre mis brazos y la pegaba a mi pecho con la intención de hacerla sentir mejor, ella simplemente comenzaba a llorar mas fuerte.
Habían pasado varias horas desde el amanecer y estaba comenzando a preocuparme, había dormido mucho, al contrario de mi que no había dormido nada. Pase mis dedos por su frente, muy suavemente, sin la mas mínima intención de despertarla, solo sentir que seguía viva. Sus pestañas se movieron contra sus mejillas rojas, aun podía verlas mojadas por las lagrimas, cuando abrió sus ojos, pude ver que ni durmiendo había conseguido dejar de llorar.
Se sobresalto al ver mi rostro frente al suyo, yo estaba recostado a su lado, con mi rostro muy pegado al suyo, cuidando de que mis ojos fueran lo primero que viera al despertar.
—Por fin abres los ojos —le dije pasando mis nudillos por su mejillas.
Fue una caricia suave, llena de delicadeza, no había tenido siquiera la intención de rozar su piel, la sentía tan frágil, que tenia la sensación de que iba a quebrarse si la tocaba.
Ella no me respondió, sus ojos se tiñeron de inmediato de ese oscuro velo de dolor, pude ver sus dedos apretar con fuerza la sabana, casi de inmediato, apretó los ojos y su frente se arrugo, las lágrimas brotaron de nuevo.
—Bella... —toque su hombro intentando calmarla.
Ella empeoro con mi contacto, su pecho tembló salvajemente antes de soltar un sollozos estrangulado y romper a llorar, hice lo único que pude, la tome de nuevo en mis brazos y la apreté contra mi pecho. Se quedo unos segundos así, pero luego me empujo, sin que pudiera hacer algo se levanto de la cama y fue hacia la puerta.
—Bella! —la llame.
Tenía la intención de perseguirla, pero no hice nada, solo me senté en la cama, ella se detuvo y no me miro. Camine lento hacia ella y la mire encogerse de hombros con un gesto de dolor o autodefensa, no podía saber que era, pero era la reacción que había desarrollado ante la proximidad de mi cuerpo.
—Tu no tienes la culpa de nada —susurre levantando mi mano hacia su mejilla —todo tu dolor... todo esto... es mi culpa.
Deje caer mi mano sin haber tocado su piel siquiera.
—Pero... yo... fui yo quien...
—Tu no tienes la culpa de nada! —repetí mis palabras tomándola por los hombros con fuerza en un intento de hacerla entender —de nada!
Me dolía que se culpara, me dolía tanto verla, preferiría estar ardiendo en el infierno en este mismo momento a escucharla culpándose.
—Fui yo! —grito ella empujándome con sus puños —fui yo!
La solté en un intento de no lastimarla más, pero ella cayó al piso y ahí siguió llorando desconsolada, murmurando "fui yo".
Que puedo hacer?
No podía dejar de cuestionarme a mi mismo.
"Yo solo se como atraparte, yo solo se hacer daño, es lo único que me enseñaron."
Me hinqué frente ella, puse ambas manos en sus mejillas y la mire de frente, le sonreí, aun con su rostro de niña empapado de lagrimas, era la criatura mas hermosa sobre la tierra.
—Quédate conmigo... —susurre en un intento de calmarla —ayúdame a curar mis heridas, yo curare las tuyas.
Le di un beso recogiendo una furtiva lagrima que se derramaba por su mejilla enrojecida, ella solo me miraba con sus enormes ojos, con las pestañas empapadas. Tomando su rostro con la mayor delicadeza posible, la bese mientras le decía con hechos lo que mis labios no podían pronunciar.
"Te amo demasiado, mas que a nada en este mundo"
Sus labios temblaron cuando se unieron a los míos, igual que el resto de su cuerpo.
"No hay nada que pueda decirte, para hacerte entender lo mucho que te amo Bella"
Ahogue sus temblores entre mis brazos, sosteniéndola con fuerza, como si necesitara sentir su corazón palpitar contra el mío para saber que estaba viva.
"Simplemente no existen palabras"
Mi mano en su espalda se deslizo hasta la base de su columna y ella se puso rígida, entonces me dio un ligero empujón con la intensión de separarse de mi, pero cometí un grave error, la aprisione aun mas contra mi pecho y eso la orillo a empujarme con mas fuerza.
La mire sin decirle nada, no era su culpa sentir lo que sentía hacia mi.
El sonido del teléfono me hizo mirar hacia otra parte.
—Soy yo —respondí a la habitual voz.
Tenia que salir, intente zafarme del compromiso, pero simplemente era imposible.
—Tengo que salir por un momento —dije tras dar por terminada la llamada —Quizá sea lo mejor, si no estoy por aquí, podrás calmarte un poco y respirar... aire fresco —sonreí y ella también, pero de un modo mas lastimero.
Me quite la bata y la deje sobre la cama, luego fui al baño y me di una ducha fría, como siempre, me vestí y cuando salí, ella estaba sentada al borde de la cama, con una mano sobre su estomago, su mirada estaba ausente.
—Regresare tan pronto como pueda —le dije poniéndome el reloj —no sigas pensando en todas esas tonterías, le diré a Esme que te ayude con el baño y que te haga algo para desayunar.
Ella no me miro pero sabía que estaba escuchándome, me anude la corbata sin la esperanza de que me ayudara como siempre lo hacia, me puse el saco y recordé algo muy importante. Fui hasta ella y me hinqué frente a ella, puse mis manos a sus costados, sabiendo de antemano que no quería que la tocara.
—No salgas de la casa, por favor —le pedí suplicante —espérame.
Ella asintió cuando no deje de mirarla.
—A donde vamos, señor? —pregunto Seth.
Era el nuevo chofer, así que aun no sabia bien el itinerario, de todas formas esta salida había sido intempestiva, así que el no podía adivinar que seguía.
—A casa —le dije.
El chico se quedo muy quieto, entonces comprendí, no sabia a cual de mis propiedades.
—La casa... —comenzó el pero no lo deje terminar.
—El departamento.
El solo asintió y condujo, el otro a su lado, ni siquiera pronuncio palabra alguna. El viaje fue mas corto de lo que pensé, el chico era bueno conduciendo, tal vez por eso había llamado la atención de Emmett y por eso estaba ahí.
Mire por la ventanilla intentando distraer mi cabeza.
Aro tenia mucha razón al decirme que cambiar el rumbo de mi vida en este momento, era tentar a la suerte, con la edad que tenia estaba en camino inequivocadamente ascendente.
En unos cuantos años más seria el rey del mundo…
"Cuando tienes el dinero, tienes el poder, y cuando tienes el poder, consigues a la mujer…"
Recordé la estúpida frase de esa tonta película.
El edificio podía verse a unos cuantos kilómetros de distancia, inmediatamente me invadió esa sensación de familiaridad, estaba apunto de verla de nuevo.
Cuando baje del auto, uno de los agentes de seguridad la mantenía abierta para mí, mientras que el portero se acerco a mí con un paraguas.
Esme estaba en el recibidor cuando llegue, note como se retorcía las manos con nerviosismo, así que entre sin preámbulos, me quite la gabardina, Esme la tomo y la colgó en el perchero al lado de la puerta.
—Como esta? —le pregunte.
Esme no me respondió, aun estaba enojada conmigo, ella era la única en esa casa que se atrevía a desafiarme de alguna manera, al menos, aparte de Bella.
Deje el recibidor y comencé a buscarla en la estancia.
—Ella no... —Esme no termino.
Ahí en mi estancia, estaba Jasper.
—Que haces aquí? —le había quitado el permiso para entrar en esa casa —Te dije que te quedaras en Chicago.
—No la toque —me miro de frente, muy fijo, sincero.
En sus ojos brillaba la furia, estaba molesto y podía ver su labio inferior sangrar, seria interesante saber como se había hecho esa herida en el labio o quien se la había hecho.
—No puedes volver a entrar en esta casa! —sentencie yo tomándolo de las solapas y llevándolo contra la pared —no puedes ver a Bella bajo ninguna circunstancia y mucho menos tocarla!
—Entendido —dijo el mirándome fijo, pero sin rastro de arrepentimiento en su mirada.
—A Bella solo podrás tenerla cuando yo este muerto y mi alma se consuma en el infierno, solo entonces dejara de pertenecerme.
Lo arroje al piso cuando escuche abrirse la puerta, Esme apareció en la puerta de la estancia con Alice a su lado.
—Que esta pasando? —pregunto ella conmocionada.
—Pregúntaselo a el! —Sentencie buscando por la habitación algo para beber —y de paso averigua que demonios hace aquí.
Jasper sonrió de lado al tiempo que se limpiaba la sangre de la comisura de los labios, Alice se inclino a su lado con la mirada preocupada, la vi limpiarle la sangre con un pañuelo blanco.
Todos ahí se quedaron estáticos, mirándose unos a otros, Esme tenia las manos temblorosas y nos miraba asustada, el imbécil de Jasper sonreía y Alice solo me miraba con rencor.
Ella iba a decirme algo cuando un grito rompió la tranquilidad
—Ayuda!
"Bella"
Fue todo lo que pude pensar en ese momento, era todo lo que me importaba en este mundo, todo lo que me preocupaba. Casi sin sentirlo, mis reflejos me llevaron hasta el recibidor, pude sentir como ellos estaban tras de mi en segundos.
—Oh, no la señorita Bella...
Ella estaba en el piso, había sangre y ella tenia los ojos cerrados.
Mi corazón martillaba con fuerza en mis oídos, dejándome sordo por unos cuantos segundos. Fui hacia ella con rapidez y aunque sabia bien que no debía moverla, lo hice, la tome en mis brazos e intente despertarla.
—Llamen a Carlisle! —exclamo Esme a Emily.
Nadie hizo ni dijo nada hasta que Carlisle apareció con una ambulancia, me reclamo haberla movido, pero no lo escuche, yo solo quería saber si ella estaba bien. Una ambulancia la llevo hasta el hospital y como Emmett me impidió manejar, el mismo tuvo que llevarme tras la ambulancia.
—Cálmate —me decía mientras conducía —va a estar bien.
Carlisle hizo todo lo que debía y eso era todo lo humanamente posible, confiaba en el mas que en nadie mas, confiaba en el aun mas que en Emmett.
—No tienen ningún tipo de daño cerebral —dijo Carlsile —no hay nada en las radiografías.
Me explico todo lo demás de una manera lenta y calmada mientras yo solo apretaba mis puños con mucha fuerza.
—Pero, esta bien? Ella va a estar bien?
Carlisle asintió mirando de reojo el expediente de Bella.
—Ella necesita... necesita alejarse de ti —me dijo sin preámbulos —el daño físico podrá superarlo, pero el emocional... tal vez si...
—No! —Sentencié —sabes de sobra que esa no es una opción, ella no estará lejos de mí, bajo ninguna circunstancia.
No pudo discutir nada mas, aunque lo hubiera hecho, yo no iba a permitir que alejaran a Bella de mí. Ya una vez la había dejado y eso me había costado una parte de mi alma, dejarla de nuevo, iba a costarme la vida o la razón.
Salimos de su despacho y me guió a la habitación, ahí estaba Esme, estaba poniendo flores en un jarrón, la interrogue con la mirada.
—Alice —respondió ella —estaba preocupada y ella me trajo.
No le creí, su preocupación podía creerla y hasta entenderla, pero la de Alice, no tenia cabida aquí, ella estaba muy celosa de Bella como para preocuparse por ella. De pronto todo dejo de importar y mi mente se centro solo en una cosa, el ritmo de la respiración de Bella había cambiado y estaba por despertar, podía sentirlo.
—Esta despertando —dijo Carlsile y me quede muy quieto.
Observando sus espesas pestañas batirse furiosas contra sus mejilla, estaba pálidas, pálidas como nunca y como siempre de un tiempo acá. Carlisle se inclino sobre ella y examino sus ojos, también escucho su corazón.
—Estoy en el hospital —dijo ella con un tono de voz extraño, grave y sorprendido.
—Sabes que estas en el hospital? —le pregunto Carlilse.
Ella asintió y se sentó en la cama, busque su mirada, pero ella no buscaba la mía, era como un niño en una juguetería, su vista no se concentraba en un solo lugar y mucho menos en mí.
Yo ya no era el centro de su mundo.
—Bella? —Carlisle se puso a su lado.
Fue como si no hubiera escuchado nada, como si nadie la hubiera llamado.
—Bella? —el busco su mirada —Como te sientes?
—Bella? —le respondió ella.
—Es tu nombre —repuso Carlisle —no recuerdas tu nombre?
Ella negó con la cabeza y no dijo nada mas, siguió buscando algo en la habitación, reconociendo. Sus ojos estaban limpios, limpios de lágrimas y dolor, como nunca los había visto, como habían sido hasta que todos nosotros habíamos entrado en su vida.
No me buscaba a mí, no me reconocía, sus ojos no se fijaban en mí, era como si me hubiera vuelto invisible.
—Isabella? —esta vez Carlisle pronuncio su nombre completo —recuerdas algo? Sabes quien eres?
Ella lo miro fijo entonces, solo entonces pareció notar mi presencia en la habitación.
Negó algo dubitativa.
—Bella —la llame y fue como si no lo hubiera hecho.
Me destrozo el corazon, su olvido era veneno en el aire.
Ella no dijo mas mientras Carlisle la revisaba de nuevo, tomo radiografías y esas cosas, pero no había nada.
—Entonces...? porque demonios olvido todo? —le exigí golpeando el escritorio.
Carlisle me miro fijo y me dedico toda su atención.
—Realmente crees que ella debe o desea recordar?
Su pregunta me zarandeó como una descarga eléctrica, aunque tenía razón, yo no quería aceptarlo, no podía.
—Tal vez esto es mejor —dijo Carlisle dubitativo mientras observaba la radiografía —tal vez la oportunidad perfecta para dejarla ir.
No lo mire, fije mi vista en la escritorio, no quería dejarla ir.
No iba a dejarla ir.
Aun así Carlisle tenía razón, era una oportunidad, una innegable oportunidad de cambiar el pasado, de construirnos un mejor futuro, de que ella olvidara todo el daño que le había hecho.
—Esta es la mejor oportunidad —dije muy seguro de lo que quería —dile a Emmett que los necesito.
Este era un nuevo comienzo para Bella, iba a poder construir su felicidad yo mismo, ese hermoso mundo que siempre había querido para ella.
Aclaraciones.
*Esta basada en otra historia.
*Por ahí hay un fic basado en la misma historia y si alguien siente alguna incomodidad al respecto, díganlo y borrare mi versión.
*La historia será la mayor parte Bella PoV, este fue uno de los pocos Edward PoV.
^^ Gracias por leer!
Espero sus reviews!
