¡Hola lectores y lectoras! ¡Lorss regresa con más fuerza que nunca!
Bueno este proyecto se trata de one-shots acerca de la serie animada Naruto. Con respecto a la pareja, no es una específica. Pero esperen ver mucho a Hinata. Aunque si tienen una pareja favorita y no esta dentro de mi repertorio, pueden pedirme hacer uno, si les gusta mi modo de hacer, claro.
Los one-shots, serán usualmente dos en uno, es decir; el primero será narrado por un personaje y el segundo será narrado por el otro. La historia será la misma pero desde diferente punto de vista, así se aclararan dudas o lagunas que hayan quedado en el anterior.
No pondré un límite de palabras, porque sinceramente no se seguir reglas auto impuestas así que un día verán un extenso one y al otro solo doscientas palabras (exagerando).
¡Espero les guste, cuídense mucho!
Narración.
–Dialogo–
Naruto, sus personajes y su historia base son obra y propiedad de Masashi Kishimoto.
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No hay Olvido.-
Era una fría noche de viernes de septiembre, la luna se lucia sobre las cabezas de todos los ciudadanos de, la ahora moderna, Konoha. Iba con un vestido negro de algodón, ajustado hasta medio muslo, con una sola manga larga, unas medias negras completas, unos altos zapatos color crema y una chaqueta de cuero negra. Me dirigía caminando a una cafetería en donde me encontraría con mi amiga Ino para ir justas hasta la Disco y reunirnos con las demás.
Iba caminando y pase frente al parque que estaba prácticamente solo, aunque podía divisar una pareja en la última banca, y un joven sentado en una banca en paralelo conmigo unos metros adelante. Seguí caminando y el joven levanto el rostro hasta apoyarlo en el respaldo de la fría banca metálica.
¿Cómo no reconocer ese demacrado rostro?
Su ya peculiar aspecto cansado, lo oscuro de su cabello y cejas perfiladas, la nariz recta y esa aura de seriedad rodeándolo por lo menos unos cinco metros alrededor. Pero habia algo que no me cuadraba con el estereotipo, podía notar surcos de lágrimas secas en sus pálidas mejillas. Habia llorado. Me acerque sin pensarlo y le acaricie la mejilla derecha limpiando las lágrimas secas por el camino. Él abrió sus ojos negros y tomando mi mano me abrazo fuertemente quedando su cara sobre mi abdomen, acaricie su cabello y le pedí:
-Regresemos, Itachi, no te hace bien estar aquí…- él levanto el rostro y me agradeció con los ojos. Seguramente su orgullo no lo dejaba hablar porque estaba consciente que se le quebraría la voz al hacerlo.
Se levanto de la banca y, sin soltarme la mano, comenzamos a caminar en la dirección contraria a la que anteriormente me dirigía. Después de unas 3 cuadras entramos al edificio de apartamentos, el mío se encontraba en el cuarto piso y el ascensor no funcionaba desde el miércoles. Después de saludar al vigilante subimos las escaleras en silencio. Llegamos, él tranquilo y yo jadeando del cansancio. Los zapatos me estaban matando, abrí la puerta y mi celular comenzó a sonar.
Ino Yamanaka
Llamando…
–Lo siento Ino no puedo ir – me disculpe antes que ella estallara en gritos. Un silencio se formo, mientras indique a Itachi que entrara con un gesto, me quite la chaqueta y la colgué en el perchero que estaba tras la puerta.
– ¿Cuál es la excusa del millón? – me pregunto desde el otro lado. Tenía mucho tiempo de no salir con mis amigas y supuse que se molestaría.
–Tengo que hacer algo importante… Prometo que en otra ocasión nada me detendrá. – Ino no me contesto – Ino…–le llame con tono lastimero – esta vez es en serio, algo surgió y no puedo posponerlo, prometo invitarte a algo para recompensarte.
– ¡Yo escojo! –grito entusiasmada. Aunque yo ya sabia que lo mas que me pediría seria un helado o una banana Split. –Pero la próxima si no te salvas, eh, Hinata? Yo hago mi mejor esfuerzo por sacarte de esa rutina seca ¡y tu solo me complicas el trabajo!
–Prometo hacértelo mas fácil después – le conteste rogando que pudiera cumplirlo.
–Promesas y promesas… Luego serán juramentos– se burló, bien porque su mal humor se habia esfumado – ¿Nada grave?
–Despreocúpate, te veo el lunes– me despedí.
– ¡Nos vemos! – me respondió para después colgar.
Volví la mirada hacia dentro del apartamento y me encontré con Itachi a mis espaldas. Me miro de los pies hasta la cabeza y supongo que supuso que iba de salida.
-Siento que tengas que cancelar una salida… se que no sales mucho así que… debió ser algo especial- me dijo sin mirarme a los ojos realmente. Su tono era menos expresivo que de costumbre.
-descuida, solo era una salida de amigas- le respondí quitándole importancia. Me acerque a él y deslicé mis manos por sus hombros para quitarle el saco negro y colgarlo en el mismo perchero- Toma asiento, siéntete como en casa- le dije mientras caminaba adentrándome al apartamento. Pase de largo la sala, la cocina y llegue hasta el baño por medio del pasillo. Abrí la llave del agua caliente y prepare unas toallas. – ¡Llama a tu casa y diles que estas con un amigo! – grite desde el baño. – ¡el marcado rápido de tu casa es el dos! – Espere a que llenara lo suficiente para salir y buscar a Itachi – ¿Llamaste a tu casa? – pregunte.
–No es necesario– me contesto.
–Claro que es necesario, el Uchiha más importante de la empresa pasara fuera de su casa esta noche, no quiero que tu madre se preocupe. – le explique. Su madre era una buena persona, no se merecía ese trato. Itachi asintió y marco el numero dos sonriendo. Después de colgar me dijo:
–Veo que aun tienes mi numero– dijo sonriendo de lado. Que arrogante.
–No se como se borran los marcados rápidos– le contraataque para ver como desaparecía su sonrisa. – Toma un baño… lo necesitas– dije lo último más para mí que para él.
Asintió con la cabeza, comenzaba a caminar por el pasillo y antes que se encerrara en el baño le pregunte:
– ¿Quieres cenar?
– ¿Tienes cereal? – me pregunto tan seriamente que parecía extraño. Asentí sonriendo y él asintió en respuesta.
Comencé sacando la leche de la nevera y ponerla a hervir. Saque la caja de cereal de la alacena y espere a que el tiempo pasara.
Itachi regreso del baño con una toalla cubriéndole desde la cintura hacia abajo. No mucho realmente. Y una pequeña sobre su hombro izquierdo. Y venia leyendo una… ¿Crema de afeitar?
– ¿De quien es esto? – me pregunto mas exigiéndome.
– ¿No es tuyo? – pregunte desinteresadamente. Él bufo.
– ¿Mío? –Pregunto con sarcasmo mirando despectivamente el pobre cilindro de lata– Se que no es mío–me encogí de hombros. – ¿Tan rápido pase al…–se detuvo. ¿Olvido iba a decir?
–Quizá es de Neji– comente al aire.
– ¿Quién es Neji? – me pregunto.
– ¿Tan rápido paso al olvido? – pregunte ahora yo usando su frase incompleta. Me miro casi retándome– Mi primo, Neji Hyuga. – Itachi asintió con la cabeza cayendo en la cuenta. Voltee mi cuerpo a la cocina para apagar la leche y vaciarla en un plato hondo, tome el cereal y deje caer sobre la leche una buena cantidad de cereal dulce. Abrí el cajón de abajo y tome una cuchara mediana le metí en el plato y lo deslice por la mesa hasta él. Me miraba con el ceño fruncido y no a mis ojos precisamente.
–Lo siento, no debí pensar eso – me dijo colocando la lata sobre la mesa.
– ¿Qué pensaste? – le pregunte interesada. Negó con la cabeza.
–Ya no importa – me contesto.
–A mi me importa – le exigí. Él suspiro.
–Hace mucho tiempo que no estoy aquí – me dijo llevándose la cuchara llena a la boca – Pensé lo que cualquiera hubiera pensado – concluyo después de tragar.
–y, ¿Qué es lo que cualquiera hubiera pensado? – insistí. Su respuesta no me llevaba a nada. Levanto la mirada y la conecto con mis ojos.
–Que otro tomo mi lugar – me dijo con un tono de reproche. Rodé los ojos y me encogí de hombros, era un tonto por pensar eso– Eso no esta bien – me reto enojado, habia mal interpretado mi gesto.
– ¿Por qué no estaría bien? – seguí mi interrogatorio. Él desvió la mirada pensando la respuesta.
–Yo mantengo mi lugar– contesto decidido, levante una ceja ante eso.
¡Claro que mantenía su lugar! Yo no habia dejado de quererlo aun cuando su familia le pidió que se alejara de mi. Ya no era mi novio que es una cosa, dejar de quererlo es otra. Recordé cuando me pidió ser su novia, sudaba tanto que por un momento pensé que estaba enfermo. Me hizo sonreír melancólica.
– ¿Cierto? – pregunto Itachi sacándome de mis pensamientos. Ya habia acabado el cereal.
– ¿Cierto… que? – le conteste con otra pregunta. Él rodo los ojos extasiado. Supuse que se refería a si él mantenía su lugar.
–Yo mantengo mi lugar – afirmo alejando el plato hacia mi. Lo mire con duda escrita en mi frente, él me respondió con el seño fruncido. Me encantaba hacerlo enojar, aunque tenía mis límites. Tome el plato, lo lleve al fregadero y comencé a lavarlo dándole la espalda.
–Ve a cambiarte – le pedí ignorando su pregunta. Escuche como se alejaba de la cocina y entraba al baño, sonreí, seguramente estaba muy enojado.
Termine de lavar y secar el plato y lo puse en su lugar. Me di la vuelta para buscar a Itachi pero él ya estaba a mis espaldas esperándome solo con unos bóxers. Desvié la mirada de su cuerpo y vi el reloj sobre la pared, eran las once de la noche.
– ¿Quieres dormir ya? – le pregunte rascándome la nuca con nerviosismo.
–Depende – me contestó. Levante una ceja a modo de pregunta – ¿Dónde dormiré? – me pregunto un tanto altanero, me sorprendió su cambio.
– ¿Dónde quieres dormir? – le pregunte señalando inocentemente los muebles repartidos en la sala. Se le descoloco la mandíbula, sonreí internamente ante eso.
– ¿No dormiré contigo? – me pregunto señalándome.
– ¿Conmigo? – pregunte incrédula auto señalándome. Él asintió como si fuera la cosa mas obvia del mundo – ¿Tú quieres dormir conmigo?
– ¿En serio tan rápido pase al…– pregunto exaltado al aire sin terminar la pregunta. Camino enfadado hasta el sofá más grande y se recostó dándome la espalda. Ahora estaba demasiado enojado para mi gusto. Hasta me pareció tierno el hecho que le doliera pensar que yo ya lo habia olvidado. Me acerque a él lentamente y le abrace por la espalda, se sobresalto por mi frio toque, ya que recién tenia las manos mojadas, pero se mantuvo quieto. Le acaricie la espalda, pero nada, luego comencé a acariciarle el pecho y los brazos pero no respondía.
–Bien niño malcriado… ¿Qué quieres para calmarte? – pregunte harta de su infantil actitud. Él rio entre dientes y me contesto:
–Quiero oírtelo decir…
– ¿decir que?
–Que yo no he pasado ni pasare al olvido– me respondió susurrando, me parecía que lo decía con miedo, el hecho de escucharlo tan desolado me hizo querer llorar y hacerme sentir una basura por hacerlo pensar eso.
–Itachi… cielo – lo llame como lo hacia cuando éramos novios. Él se removió para quedar viendo el techo. No me miraba de frente pero era un avance – Claro que no te he olvidado– le dije dejando un pequeño beso en su hombro. Finalmente me miro.
– ¿en serio? – me pregunto. Le sonreí y me acerque a él para besarlo. Me lleno tanto cuando me sentí correspondida con más pasión que la que pretendía.
–Vamos a la cama– le pedí, me sonrió y caminamos hasta mi habitación. Lo deje dentro y yo me encamine al baño a ponerme el pijama, no era gran cosa, con mis veintiocho años ya me atrevía a usar pequeños conjuntos Victoria's Secret, este era de seda negro con pequeños corazones rojos disparejos. Una corta blusa de tirantes y un short pequeño. Lo que se necesita en una noche tan calurosa como la de hoy. Salí del baño e Itachi ya estaba recostado en su lado de la cama. Camine hasta la cama y me metí bajo las sabanas, en mi lado. Nos quedamos en silencio por un momento. Itachi bufo y se acerco a mi hasta recostar su rostro sobre la curvatura de mi cuello. Sonreí. Le abrase mientras peinaba su largo y liso cabello. Quien diría que a alguien mas que a Neji le caería bien este estilo.
–Te extrañe…– me dijo aun sobre mi cuello, su tibio aliento me hizo cosquillas.
–Yo también, cielo– le respondí. Repentinamente sentí pequeños besos por mi cuello navegando hasta mi clavícula y luego a mis hombros. Itachi se acomodo sobre mí totalmente sin dejar caer su peso sobre mí.
Y paso lo que tenia que pasar…
–.–.–.–
Mi celular comenzó a sonar a las seis de la mañana ¡Dios acaso a los otros cristianos no les funciona el reloj! Tome el celular con enojo y me tarde un poco en contestar.
Neji Hyuga
Llamando…
–Buenos días, Neji– salude lo mas pacifica que pude.
– ¿Mala noche? – me pregunto luego de mi no exitosa actuación.
–No precisamente…– conteste después de ver el bulto que estaba junto a mí bajo las sabanas.
–Me voy de viaje al mediodía– comento de repente– Los padres de Tenten quieren que vaya a China… Es por nuestro compromiso.
–Vaya lo habia olvidado. – confesé. Lo escuche reírse.
–Te llamo para preguntarte si puedo pasar a recoger unas cosas a tu apartamento, Tenten dejo unas cosas y quiere que las recoja.
–Claro, Neji… pue– volví a observar a Itachi mas inconsciente– Aunque estoy con… con… un amigo.
– ¿Amigo? ¿Contigo? – pregunto descolocado. – No pensé que en la salida de ayer saldrías con esto.
–No es de la disco, Neji… es un viejo amigo.
–No importa, ¿puedo llegar?
–Claro…
–Bien, llegare en un momento.
–…Supongo. – y se corto la llamada.
–Buenos días vieja amiga– me saludo con sorna Itachi. Se me escapo un triste suspiro al escucharlo – ¿Sucede algo? – me pregunto ahora preocupado.
–Itachi… ¿Qué debo decirle a la gente cuando me pregunte por ti? – le pregunte con un tono deprimido.
–… Hinata, sabes que– le corte:
–Mi familia no me permite– arremedando con su típico tono ausente. Él rio melancólico.
Me levante de la cama y me puse el pijama, camine hasta la puerta del baño, me cepillaba los dientes cuando sentí a entrar a Itachi. Se quedo en el marco de la puerta en silencio. Me lave bien la cara y me seque con una toalla. Salí del baño en silencio pasando al lado de Itachi, antes de que saliera de la habitación él me llamo:
–Hinata…–dijo tan alto para que le escuchara. Detuve mis pasos: – Sabes… si de mi dependiera todo tu serias mi esposa y tuviéramos cinco hijos. – regrese mis pasos hasta él y le abrase.
Eso me detuvo el corazón.
Fin.-
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¡Se me olvidaba! Quiero contarles que ya estoy trabajando con la segunda temporada de Herencia Mas Ambiente Igual Amor, ¡esta quedando de toque! ;)
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