-Jaque Mate…- Dijo L, con su habitual tono inexpresivo

-¡¡Jooo!! ¡Ryuzaaakiii! Siempre me ganas…

-El ajedrez…- Comenzó el- Es como la vida real… O planeas una buena estrategia… O Jaque Mate…

-Bah… Tonterías- Y muy indignada, se levantó mientras L cogía otro dulce- Todo eso del ajedrez son simples tonterías…

-Eso dices, pero en piensas que tengo razón- Se comió el dulce- Y te da rabia…

Misa Infló los mofletes, llena de ira, pues había dado en el clavo. Ella creía que en vez de ser detective, era vidente. Y eso la confundía mucho… Si era vidente ¿Por qué no sabía que Light-kun era Kira? Misa estaba realmente interesada en L. Le miró…

-Pero si pierdo al ajedrez… es porque no sé. Y alguien me debería de enseñar.

-Ya te enseñé ayer. Y si no ganas es porque no sabes pensar Misa, dentro de poco te ganaré la partida.

Ella le miró extrañada.

-Descubriré que eres el segundo Kira y light el original.

-Bobo. Light no es Kira, ni yo el segundo.

L la observó atentamente, Misa era realmente estúpida, pero muy buena actriz. Pero la partida estaba medio ganada y ella no podía hacer nada. Cogió un bombón y se lo llevó a la boca… Delicioso… Misa era deliciosa también, pensaba L. Pero L estaba seguro, mejor dicho, SABÍA, que Misa como segundo Kira que era, le quería muerto. Pero él pensaba que, mientras no lo consiguiese, aprovecharía los momentos con ella.

-Misa…

-¿Si?

-Tú eres una mujer…

-No, soy un despertador…

-Por lo tanto como mujer que eres…- La miró intensamente, y la mandó acercarse, ella obedeció temerosa de lo que podría suceder…

Estaban a unos centímetros… Ella sentía su respiración en la cara, y él sentía el rozar de sus cabellos mientras su delicado rostro enrojecía. Entonces sonrió…

-No… Ryuzaki… No… No me hagas esto…

Ella intentó besarle, pero L la apartó enseguida, y…

-¡Bang!- Gritó disparándola con su dedo-pistola- Jaque Mate. Si hubiese querido. Me estarías haciendo guarrerías ahí abajo… Cuando lo único que te quería decir es… Como mujer que eres… sabrás cocinar dulces, ¿no?

Misa gritó de rabia. Y le dio una patada en la espinilla

-¿Por quién me has tomado?- Se alejó bruscamente de él- ¡¡Claro qué sé cocinar dulces!! ¡¡Cuando quieras te invito!!

-Eso esperó

Sacó la lengua y le abandonó cerrando la puerta de un golpe.

L rió por primera vez en mucho tiempo