Hola! Este… bueno, antes de empezar quisiera decirles porqué insisto con los universos alternativos. Se debe a que a veces me imagino estas historias y mis protagonistas directos son K' y Kula. Esta justificación es porque sé que hay quienes no gustan de los universos alternativos. Este en particular me gustó mucho y no podía esperar para publicarlo. Espero que les guste. No es de vampiros esta vez, y este capítulo solo es una brevísima introducción.
Dsc: ni KOF ni sus personajes me pertenecen.
Sweet Sacrifice
Capitulo uno:
Encuentro
-Encontrarte fue lo más sencillo. Lo difícil es creer…-
-Creer que realmente eres tú-
Las calles hacía mucho que no le parecían tan oscuras. Kula caminaba apresuradamente viendo hacia todos lados mientras abrazaba con fuerza la mochila que llevaba al trabajo. Con el paso de los minutos, caminar por aquellas calles vacías se fue haciendo más difícil para ella. El miedo se fue haciendo evidente en el momento en que comenzó a caminar con mayor rapidez. Tenía la terrible sensación de que estaba siendo perseguida. No sabía porqué o por quién. Solo sabía que estaba realmente asustada y que hacía mucho tiempo que no tenía esa sensación.
Como fuera, no podía simplemente regresar a la oficina a pedir un taxi. Hacía cuatro cuadras que eso había dejado de ser una opción. No podía darse la vuelta, puesto que era seguro que le pisaban los talones. Quien quiera que estuviera tras ella no dudaría en hacer lo que tuviera que hacer.
Pensó en usar el gas pimienta que guardaba en el bolso, pero no serviría de nada si eran más de dos. Y para la fama que había logrado hacerse en los últimos meses, dos personas serían un intento vano de atraparla. Pero no era momento de pensar en ello. Se concentró en lo que podía hacer. Su primera opción era seguir caminando a casa. Otra era meterse en algún comercio de los que seguían abiertos.
Sin embargo entrar a su casa seria darles a sus perseguidores el lugar exacto de su ubicación, y por otro lado, entrar a una tienda era directamente implicar a terceros, lo cual ella jamás se permitiría.
La otra opción era correr, pero quizás eso no valía la pena si ni siquiera sabía quien la perseguía.
Luego vio un edificio muy grande. Si podía hacerse la distraída un momento…quizás fingir que visitaba a alguien. Se calmó y trató de mostrar que caminaba con confianza. Entró al edificio y revisó en la entrada la lista de departamentos ocupados. Se sorprendió al ver que no había muchos vecinos, y finalmente decidió entrar en cualquiera de esos departamentos, y, si era necesario, ocultarse en algún armario de limpieza o algo así.
Lo más importante de aquel sitio era que estaba bastante oscuro. En medio de tantas sombras ni siquiera era probable que la viesen entrar.
Entró en el lugar y se encontró con unas escaleras.
Subió rápidamente hasta el segundo piso. Ahí había visto que había unos departamentos vacíos. Podría entrar en uno de ellos si rompía la puerta en silencio, cosa que podía hacer con relativa facilidad. Pero mientras subía, el sonido la estremeció. Fue sumamente claro, y entonces pudo confirmar las sospechas de su persecución. Entonces dejo de dudar, y siguió con toda la velocidad que podía imprimirle su paso. Corrió tratando de hacer el menor ruido posible, y paso aterrada entre las habitaciones, buscando una adecuada. Los pasos se escuchaban cada vez más cerca de ella.
Al pasar cerca de una de las puertas, sintió que alguien la sujetaba y que la jalaba hacia atrás mientras le tapaban la boca.
- ! Mph!
-Guarda silencio- le ordeno una voz en un susurro.
Ella se sintió arrastrada hasta adentro del departamento. La puerta se cerró enfrente de ella mientras caía al piso, pues quien la sujetaba la había soltado de un momento a otro.
Desde el piso volteó a ver a esa persona. Era un hombre, que se acababa de sentar en una silla de oficina frente a un escritorio. En este, se puso a revisar unos papeles que estaban enfrente de él.
-No hagas escándalo si es que quieres vivir- susurró. Abrió un cajón del escritorio y guardó allí las hojas- Debes estar en muchos problemas si esos tipos de verdad te están persiguiendo.
-¿Tú qué sabes?- preguntó con cierta molestia mientras se ponía de pie.
Al otro lado de la puerta se volvieron a escuchar aquellos pasos y ella cerró la boca, volteando a ver al muchacho. Este hacia un gesto de burla, con una gran sonrisa en el rostro.
-Vaya que eres miedosa- dijo, poniéndose de pie. Se acerco a la puerta y pego su oído a ella. Luego de un par de minutos, se acerco a la ventana a toda velocidad y entreabrió la persiana.
-allí van- volteo a verla- pero no creo que se alejen del edificio. Será mejor que vayas a tu casa.
Kula miró a su alrededor en silencio. Era un departamento desarreglado y oscuro. Muy pequeño. La cama estaba cerca de la puerta, y el escritorio estvba contra la pared de enfrente. Un poco mas alla se veía una parte que debía ser la cocina, y una puerta que adivinó sería el baño.
-Yo no vivo aquí- repuso en cuanto pudo escanear el lugar- Solo entré para esconderme.
-Entonces estas en problemas. Ahora lárgate.
Kula le miro con disgusto.
-No me puedo ir- exclamó ella- tú mismo lo dijiste, seguirán allá afuera.
-No es problema mío.
Ella le observo detenidamente y sonrió.
-¿Cuál es tu nombre?.
-No es algo que te incumba, niña. Ahora vete.
Kula no se movió. No era la primera vez que se enfrentaba a una situación así, pero si era la primera vez que la tomaban seriamente desprevenida, sin un solo elemento en qué apoyarse para salvarse de un problema seguro. No tenia consigo un arma, ni algo que usar como trampa. Quedarse con ese chico, por el momento, parecía ser la mejor opción. Así que decidió que no iba a rendirse.
-Por favor…- insistió con determinación- no quiero causarte problemas. Solo déjame quedar esta noche. Mañana en la mañana me iré, te lo prometo.
Él se quedó en silencio mientras ella se acercaba y se paraba a su lado.
-No creo que haya algún problema con eso, ¿Verdad, K' Dash?
Levantó frente a los ojos del asombrado K' una identificación que estaba sobre el escritorio. Ella por su parte, tuvo que ocultar la emoción que le producía ese nombre…¿Era él? ¿Realmente había dado de esa forma tan extraña con la persona que buscaba?
-Si no querías que supiera tu nombre quizás debiste guardar esto primero- dijo con una gran sonrisa mientras levantaba la credencial a la altura de los ojos de él.
-Bien- él se la quitó de las manos y la guardó en un cajón, que dejó entreabierto- entonces dime tú cuál es tu nombre.
-Kula Diamond- sonrió mientras extendía su mano, gesto que él rechazó deliberadamente.
-Bien, Kula, puedes quedarte aquí hoy. Pero comprenderás que, ahora que sabes mi nombre y mi ubicación no podre dejarte ir así como así- sacó del mismo cajón una pistola, con la cual apuntó hacia ella- no debiste meterte conmigo niña. Cuando alguien no quiere decirte su nombre por las buenas tiene que ser por algo, ¿No crees?
Kula retrocedió un poco y chocó contra la puerta. En teoría no tenía nada que hacer. Si trataba de huir, el dispararía y la mataría aun si lo lograba , allá abajo estaban esos tipos esperándola.
-¿acaso piensas pedir rescate por mi o algo así?-preguntó con una mínima esperanza. Sus amigos darían cualquier cosa por salvarla.
-Si lo hiciera solo me metería en problemas, y yo no trabajo así. Si esos tipos te estaban persiguiendo, seguramente sabes muy bien de qué hablo.
-No…yo solo soy una…secretaria de medio tiempo, y estudiante…no tengo nada que ver con ellos.
-Sí, sí, como digas niña. Como sea, tendrás que quedarte aquí hasta que decida qué hacer contigo. Si es necesario tendré que matarte.
Kula se recargó contra la puerta, ya no podía retroceder ni un poco más.
Eso retrasaría sus planes al menos hasta que encontrara una forma de librarse de eso.
Mas tarde, por alguna inexplicable razón, el la dejo dormir en la cama. Pronto ella descubrió que se debía a que el no planeaba dormir. Se había puesto a vigilar por la ventana, con la pistola en la mano. La única luz que alumbraba un poco era la que venía de una lámpara que estaba sobre el escritorio. la oscuridad combinaba con él a la perfección.
Ella sonrió mientras se cubría la cara con las sábanas.
-Te encontré, K' Dash. Realmente eres tú.
K' se quedó allí toda la noche, o al menos eso le pareció a Kula.
Se dio cuenta también que seguramente él no tenía intenciones de matarla. Si realmente era como ella creía, quizás solo buscaría alguna forma de evitar que ella hablara. Pero la misión de Kula avanzaba a pasos agigantados sin que ella siquiera lo hubiese visto venir.
Al dia siguiente él había salido, y todas las puertas estaban cerradas con llave. También todos los cajones.
Pronto descubrió que también le había escondido sus cosas, así que decidió esperarlo. Esperaba poder negociar con él algunas cosas.
Continuara
Trataré de escribir pronto la conti. Sé que no se explica mucho, pero realmente necesitaba escribirlo. Estos días tengo que estudiar así que no podré seguir escribiendo fics, tal vez hasta el sábado en la tarde.
Saludos!
Atte. Yereri
