31 de Enero
Mark, odiaba al mundo. Al mundo y la fiestas que tenía el mundo. Faltaban dos semanas para San Valentín, y las calles empezaban a llenarse de corazones rojos y rosas, flores de todo tipo y las pastelerías tenían bombones de todos los colores y sabores.
Bueno, en realidad no es que lo gustara esa fiesta. Pero como no tenía nadie a quién regalarle algo, o darle todo su amor la veía absurda.
-El día 14 no me moveré de casa, lo juro.-se dijo para sí.
1 de Febrero
Mark despertó como de costumbre, tomó un desayuno rápido y se fue a correr y más tarde al gimnasio. Habían suspendido por todo el mes a la empresa de SmackDown!, por una serie de irregularidades, y todos los luchadores de esa empresa, tenían, por así decirlo, un mes de vacaciones. Se duchó en el gimnasio y salió a comer por ahí. Cuando llegó a su casa ya era de noche. Abrió la puerta y miró la mesa de la entrada. Allí, su asistenta solía dejar el correo que recibía. En ella vio unos cuantos sobres amontonados. Recogió los sobres y se fue hacia la cocina a prepararse algo de comer.
-¿Qué diablos…?-dijo Mark
En el poyete de la cocina, había un jarrón con una rosa negra. Mark se acercó cuidadoso, pensando en quién le habría dejado eso allí. Cogió la nota que estaba apoyada en el florero.
"Una rosa para otra rosa."
Mark arrugó la nota y le tiró ha la papelera. Cenó con la duda de si alguien le había enviado la rosa él.
2 de Febrero
Al día siguiente se volvió a repetir lo mismo, Taker se fue y cuando regresó su asistenta no estaba y había otra rosa con la misma nota:
"Una rosa para otra rosa"
Llegó a pensar que era su asistenta quien le dejaba aquellas rosas negras, con la ironía de que era "The Undertaker"
8 de Febrero
Después de haber recibido durante 7 días rosas estaba nervioso. Ese día decidió de quedarse en casa, hasta que llegara su asistenta para hablar de las flores. Estaba nervioso, no se acordaba de que su asistenta entraba tan tarde…¿O qué él se levanta muy temprano?
-Hola Sra. Luisa.-le dijo Mark, a la mujer que acaba de entrar por su puerta
-¡Oh! Hola Sr. Calaway. No le esperaba aquí.-comentó ella dejando su bolso en la mesa de la entrada.
-Esperé aquí para hablar con usted.-le dijo el relajado
-¿Hice algo mal señor?-le preguntó Luisa con cara de asustada.
-No. Me gustaría hablarle sobre las rosas que me encuentro todos los días en la cocina. ¿Sabe algo de ellas?-explicó el de carrerilla
-Si señor, un mensajero las trae todos los días las nueve en punto. Yo le dejo la nota apoyada en el jarrón y las rosas en él.-le dijo
-¡Oh! Muchas Gracias.-contestó Mark, y cogió su bolsa de deporte para irse. Quería esperarse a que llegara el mensajero, pero tenía prisa, tenía cosa que hacer.
-La persona que le envía las rosas, ha de quererle mucho.-comentó ella antes de que Mark se marchara
-Por. El mensajero me da un mensaje hablado también para usted.-le dijo ella
-¿Cuál?-preguntó Mark intrigado
-Te quiero.-comentó ella.-Eso es muy dulce.
-Oh, Gracias.-comentó él, se sonrojó al oír eso.
10 de Febrero
Ese día, se quedó en casa. Había cancelado todas las citas que tenía por la mañana, para hablar con el mensajero, haber si sabía algo de su floricultor. Llegó la asistenta y vio la tele de mientras que ella arreglaba la casa. Nunca tenía mucho trabajo, apenas estaba en casa. A las 9 en punto sonó el timbre, y Mark se precipitó a la puerta.
-Hola. El Sr. Calaway?-le dijo el mensajero, traía una rosa en la mano con una tarjeta.
-Sí, soy yo.-le contestó.
-Porfavor firme aquí.-dijo indicándole en el papel
Mark firmó y el mensajero le entregó la rosa y la nota.
-Otro mensaje hablado del que le envía la rosa.-comentó el-Te quiero.
-Oh, Gracias….-dijo él
El mensajero se dio media vuelta para irse.
-Disculpe, pero…-dijo Mark llamando la atención del mensajero.-¿Quién me envía las flores?
-No lo sé señor, todas las mañanas a las 8 nos llega un mensajero con un sobre con su dirección y 100 $ con la petición de enviarle una rosa negra y decirle esas palabras.
-Muchas Gracias-dijo Mark, metió la mano en el bolsillo, le dio el primer billete que encontró y marchó deprisa para casa.
Metió la rosa en el florero y dejó la nota en un cajón del salón.
12 de Febrero
No sabía quién le enviaba las rosas, pero quién lo hiciera había conseguido enamorarle. Quería saber quien le enviaba las flores, pero al llegar a la floristería a las 8 en punto, ese mensajero dijo que no tenía permiso para divulgar quién le pedía que enviara ese sobre, al parecer era una empresa privada.
14 de Febrero
Mark, dio el día libre a su asistenta, y se quedó en casa, esperando que algo pasara. A las 12 de la tarde, llamaron a la puerta. Fue corriendo ha abrir, en la puerta estaba el mismo mensajero qué otras veces.
-¿Sr. C alaway?-dijo el mensajero, Mark asintió-Firme aquí.
El firmó, recibió una rosa roja y un sobre un poco "más voluminoso" qué otras veces.
-El que le envía esto pide que le diga "Te Quiero".-dijo el mensajero
Mark le dio 20 $ y entró en casa. Dejó la rosa roja en el florero y se sentó en una silla de la cocina a leer la carta. En ella ponía:
"Espero que te hayan gustado las otras flores. Sinceramente, nunca me vi capaz de hacer esto. Pero me decidí. Esta rosa roja significa lo mucho que te quiero. Me gustaría quedar hoy contigo a las 22:00 en "Cook's Sweets". Me gustaría, que fueras vestido de blanco y llevaras el ramo contigo. Yo iré vestido de negro, y no preguntes a nadie que vaya de negro, yo me acercaré a ti.
PS: Una rosa para otra rosa."
Acudió a cita, como se le había pedido, llegaron las doce en punto y nadie apareció. Apretó con su puño el ramo de rosas clavándose las espinas en las manos. Tenía más dolor emocional que físico. Abatido y cabreado se fue a casa. Tiró el ramo en el cubo que había enfrente de su casa y entró dentro dando un portazo. Cuándo se sentó en el sofá llamaron a la puerta. El se levantó y abrió la puerta.
-¿Qué demonios haces aquí? ¿Y a estas horas?-comentó Mark cabreado
Batista estaba en su puerta, todo vestido de negro. De su espalda sacó el ramo de rosas que Undertaker acababa de tirar.
-¿Eras tú?¿El que me envió todas las flores?-dijo el sorprendido (Y porque no decirlo, alagado)
-El mismo. Te quiero.-le dijo Batista
Batista se aproximó a él y le besó. Mark abrió mucho los ojos, pero no se separó. Cogió a Batista de las solapas de la chaqueta y metió a Batista dentro de su casa.
¿Sabéis que ahora Mark Calaway "The Undertaker" adora el mes de Febrero?
