"PRÓLOGO"

En una noche oscura, le vi caminar, solo, sin saber a donde ir y con la mirada perdida En una noche oscura, le vi caminar, solo, sin saber a donde ir y con la mirada perdida. Le observe detenidamente, sin dejar de posar mis ojos en él y le vi marchar. Cada noche le esperaba en el mismo sitio y el siempre aparecía, nunca me atreví a hablarle, por miedo y por vergüenza. Una noche como las demás le espere en el mismo sitio, espere a que apareciera, pero no apareció, espere y espere pero nunca llego. Triste me dispuse a volver y cuando llevaba poco camino recorrido, vi la silueta de un chico, caminando con paso pesado... era él. Nerviosa sin saber que hacer me pare en seco con la respiración rápida, él avanzaba con paso lento, yo espere ahí quieta y en silencio. Finalmente llego hasta donde yo me situaba, iba con la cabeza baja pero al parase la alzo y me miro; en ese momento me pude fundir y hundir en sus hermosos ojos, sentí como todo daba vueltas a mí alrededor, mientras nuestras miradas se chocaban la una con la otra, quise parar ese momento y quedarme allí eternamente observándonos con entusiasmo. No podía articular palabra, no sabia que decirle ni que hacer, el poco a poco se acercaba mas a mí, me temblaba las piernas y presentía que de un momento a otro me iba a desplomar, mi respiración era entre cortada, se paro frente a mí me sonrió y dijo:

-Hola.

-Ho... Hola.

-¿Te ocurre algo?- preguntó él observándome como si me tratase de algo bastante apetecible.

-eh, No, No, estoy bien- dije apresuradamente.

-Bien- Miro al suelo y volvió a alzar, la cabeza para observarme- Me llamo Nick encantado, ¿y tu?.

-Jessica pero todo el mundo me llama Jessa- respondí sonriendo.

-¿Eres de por aquí?, Me suena tu rostro, creo haberte visto antes.

-Llegue hace unos días.

-¿Y que hace una chica como tú a estas horas, caminando sola?- pregunto, observándome con atención.

-Lo mismo podría decir de ti- sonreí, él rió entre dientes y asintió.

-Yo no puedo estar en casa y suelo "escaparme" y caminar en la oscuridad, es agradable- se quedo pensativo sonrió y prosiguió- ahora te toca a ti.

-Yo... - no se me ocurría nada, no podía decirle que estaba aquí solo para verle a el- Solo paseaba.

Observo mi expresión y al parecer no le convenció, me miro y después al cielo estrellado, sin quitar la mirada de el dijo.

-Podemos pasear juntos, si lo deseas, es agradable caminar en la oscuridad, pero a veces es aburrido yendo solo.

Me sonroje y asentí con la cabeza. Nos dimos media vuelta y empezamos a caminar, no sabia a donde nos llevarían los pies, no me importaba, iba con él y eso era suficiente.

-¿Tienes hermanos?- me pregunto.

-Que va soy hija única.

-Vaya suerte la tuya, yo preferiría haber sido hijo único- se mordió el labio de una forma sensual, un gesto que lo más probable siempre me volvería loca.

-No te creas que ser hija única es como ganarte la lotería, es bastante aburrido.

-Pero siempre los regalos, son solo para ti, no as de compartirlos con tus hermanos.

Sonreímos y seguimos caminando y ablando. Sin darme cuenta, me llevo hasta una lo alto de una colina, bendecida con mucha vegetación, desde allí se podía ver perfectamente el negro cielo que nos rodeaba y el pequeño pueblo, las farolas estaban encendidas y de vez en cuando se escuchaba el ulular de las lechuzas. Nick se sentó en el borde y me izo un gesto para indicarme que me sentara a su lado. La vista era realmente hermosa, él me observaba de reojo y cuando lo iba hacer plenamente, yo le miraba y él rápida mente giraba la cabeza, sonreí y sin mirarme el también lo izo.

-Vengo todas las noches aquí, me quedo hasta que la ultima estrella desaparece, es bueno a veces aislarse del Humanos. Nos quedamos allí hasta que la ultima estrella desapareció, me acompaño hasta mi casa.

-Gracias por esta noche, lo e pasado muy bien- le dije mientras me daba la vuelta para ver los ojos que tanto hacían que me ruborizara.

-No, gracias a ti, a sido un placer poder caminar contigo esta noche- me sonrió, tomó mi mano y la beso.

Sentí sus suaves y fríos labios en mi piel, se me estremeció el corazón

- ¿Podemos repetirlo mañana si lo deseas?.

-Por supuesto, estaré encantada- dije aun con el corazón latiéndome desaforadamente.

-Perfecto, pasare a buscarte mañana, que descanses Jessa.

-Lo mismo digo, buenas noches Nick.

Me fui a mi habitación, sigilosamente para no despertar a nadie, en mi mente solo había un pensamiento, volverle a ver. Su belleza me tenia embriagada y estaba segura de que él era solo mío, sabia que lo poco que quedaba de noche no podría dormir, que su perfume volvería a mí una y otra vez, era una mezcla de jazmín y rosas con un ligero toque de almizcle, que su voz seria para mi como una nana, tan bella como el canto de millones de pájaros. Cuando ya pude conciliar el sueño, fui cerrando los ojos lentamente y finalmente me dormí, soñé con él, estaba frente a mí, acechándome con su mirada y sonriéndome, yo corría hacia él con los brazos abiertos, pronunciando una y otra vez su nombre.