Holaaa =D Aqui les traigo un nuevo fic.
Disclaimer: Kuroshitsuji no es de mi propiedad, es creación de la maravillosa Yana Toboso
Fεαr
Ciel Phantomhive esbozó una traviesa sonrisa de lado. Observó al niño frente a él. El rubio tenía desviada la mirada y sus ojos azules como el cielo se encontraban intentando distraerse con uno de los tantos cuadros de la mansión Phantomhive mientras tamborileaba sus deditos con nerviosismo en el fino sofá donde se encontraba sentado.
El lugar estaba oscuro, lo único que iluminaba el lugar era el vivaz fuego que emanaba la chimenea. Aún así, la luz apenas e iluminaba el rostro de Alois, quién casi había rogado a Ciel que le dejara sentarse en el sofá que se encontraba de espaldas al fuego, temiendo que de lo contrario un enorme y oscuro espacio quedara atrás de el.
Ciel sabía que estaba jugando sucio. Alois apenas cumplía los 12 años y el ya había cumplido los 13, por ende, el rubio era un año menor que el. Además, se podía notar con facilidad que Alois padecía Aclufobia. La oscuridad tras Ciel hacía que su mirada repentinamente se petrificara, jurando haber visto que algo se movía, para luego salir del susto al notar que se trataba de una lámpara o algo por el estilo.
Ciel siempre se había mostrado arrogante. Por un momento no pareció molestarle en lo absoluto que Alois tuviera una personalidad tan opuesta a la suya, a decir verdad, se consideró afortunado de no ser como él. Pero cuando Elizabeth se puso a comparar la altura de Alois con la suya, entonces Ciel si sintió que iba a explotar.
Ciel siempre había sido bajito, y este era un tema muy delicado para el, por lo tanto le había afectado demasiado que Lizzy tocara el tema. Pero decir que un niño menor que él era más alto, ahí se había tocado terreno peligroso. Y no estaba en lo más mínimo enojado con Lizzy, no, la bronca iba a parar al pobre de Alois.
Ahora, le tocaba demostrar que el también podía ser mejor que Alois.
Lo había invitado esa noche a "Jugar" y como no era sorpresa, Alois aceptó gustoso. Pero su expresión cambió radicalmente al saber en que constaba ese juego.
Claude no había ido con el, dado a que este al enterarse de que ambos iban a ser cuidados por Sebastián, no encontró necesario tener que acompañar a su alteza. Pero ahora quería que el estuviera ahí, quería sentirse seguro con su presencia. Sebastián daba miedo en la oscuridad.
— ¿Está listo, su alteza? —Después de unos eternos y tortuosos momentos de silencio, Ciel consideró que era hora de iniciar el juego. El se encontraba en el sofá opuesto al de Alois, quedando de frente a el.
Alois dio un respingo al escuchar la fría voz de Ciel tan repentinamente. Se hundió en el sofá y comenzó a jugar con sus deditos sin hablar, simplemente asintiendo con la cabeza.
El rubio no quería demostrar debilidad ante Ciel. Pero le era casi imposible mantener la calma. Para ser sinceros, quería rogar a sollozos que prendieran las luces, pero no podía hacer eso siendo un invitado. Se vería muy ridículo.
El juego era simple para Ciel, pero para Alois era todo un reto.
Primero que nada, Ciel había dicho que Sebastián les contaría una historia de terror. Y hasta ahí le había explicado. Lo demás era "sorpresa", y eso inquietaba mucho al rubio. De por sí escuchar una historia de terror ya iba a ser muy difícil. ¿Y si tenían que salir de la mansión y esperar hasta el amanecer afuera? Si era así, Alois estaba dispuesto a perder el juego entrando a la mansión de nuevo y a llamar a Claude enseguida.
—London Bridge is Falling down, Falling down, Falling down…
— ¿Que es lo que haces? —Ciel frunció el ceño e hizo que Alois diera otro respingo mientras un sonrojo avergonzado teñía sus mejillas de carmesí.
—L-lo siento Conde, cantar ayuda a tranquilizarme. Hannah suele hacerlo cuando no puedo dormir. —Le explicó, cerrando los ojos y apretando sus ropas entre un puño, esperando una fuerte carcajada de burla que no tardó en llegar.
— ¿Así que tu sirvienta te canta? —Ciel estaba riendo a propósito, a pesar de que no sentía la necesidad de hacerlo. Pero cuanto más hería el mermado orgullo del chiquillo Trancy, más oportunidades tenía de ganar.
—N-no, solo cuando era mas pequeño…—Trató de excusarse. Ciel continuó riendo durante unos minutos hasta que Sebastián se aclaró la garganta.
—Ahora, me parece que es un buen momento para comenzar—Su sonrisa felina brilló en la oscuridad. Alois tragó saliva y se acomodó en el sofá. —Empecemos. Señorito Trancy, ¿Sería tan amable de no aferrarse tan fuerte del sofá? Es una tela muy costosa y delicada.
El pequeño Alois había sacado garras de quien-sabe-donde para aferrarse como gatito asustado al sofá. Sebastián rio y fue a separarlo de el como quien separa a su gato de un sofá. Luego volvió a acomodarlo.
—Bien, como empezaré…—Las llamas del fuego de pronto comenzaron a extinguirse de la nada. Alois se asustó y se levantó para añadir mas leña al fuego antes de que despareciera, pero repentinamente un enorme fogonazo hizo que sus pupilas se dilataran y que se hiciera hacia atrás, volviendo a su lugar rápidamente. —Bien. Señorito Trancy ¿Sabe usted quién es el hombre del cuadro sobre usted?
El rubio miró hacia arriba con curiosidad, un hombre canoso y de mirada frívola le devolvió la mirada.
—No señor Sebastián ¿Quién es?
—Bueno, pues es el hombre al cual le perteneció el sofá donde ahora mismo está sentado. El mismo hombre que murió misteriosamente en esta misma habitación. El Duque Phantomhive.
Alois tragó saliva y un escalofrío recorrió su espalda. Ciel sonrió escalofriantemente.
—Mi bisabuelo murió en la mansión. Siempre oía a mis Padres hablar de ello, pero recién ayer descubrí esta habitación y hoy es el primer día en el cual estoy en ella. ¿Sabes? Estaba sellada, me pregunto por qué…—Un inocente Ciel observó el cuadro de su bisabuelo mientras Alois subía sus pies al sofá, temiendo que le jalaran los pies.
— ¿Y por qué estaba sellada?
—No lo sé, pero me pareció divertido entrar.
El pobre Alois tuvo un breve decaimiento. Sus ojos se pusieron en blanco y su cabeza cayó hacia un lado, pero antes de que fuera obvio que estaba desmayado, se recuperó y se aferró a sus ropas.
—La historia cuenta que el Duque Phantomhive fue encontrado aquí muerto, justo en el sofá. Sin embargo, no tenía ninguna herida. Al principio los médicos supusieron que fue por causas naturales. Pero los expedientes médicos del Duque presumían una salud inquebrantable para sus 50 años de edad. La causa de la muerte, según una biopsia, fue por un ataque al corazón. Nadie supo nunca como un corazón tan sano como el del Duque Phantomhive pudo sufrir de algo tan repentino. —Sebastián esbozó una sonrisa tranquilizante que más bien era aterradora para Alois.
—Según mis Padres, en esta habitación ocurrían cosas extrañas. Aparecían cosas de pronto, desaparecían cosas, aparecían personas, desaparecían personas…—Comentó con naturalidad Ciel. —Las cosas se movían de lugar. Su alteza, ¿Sabía que ayer cuando abrí la puerta el sofá donde ahora mismo esta, estaba frente al enorme ventanal que hay aquí? —Alois casi siente que su alma abandonaba su cuerpo, ahora podía jurar que sentía una respiración encima de su cuello. Ciel estaba disfrutando de lo lindo. —Alois, ¿Quién es el hombre atrás de ti? No sabía que uno de tus mayordomos te había acompañado.
Ya era suficiente. El grito que Alois soltó casi lo deja afónico. Comenzó a toser entre sollozos. Sebastián tuvo que acercarse a el a darle unas palmadas en la espalda para evitar que se ahogara. Ciel reía a carcajadas, a pesar de que sabía que en ese momento si se había pasado demasiado de su limite.
Mientras Alois lloraba, Sebastián le explicaba que todo había sido una broma de su amo. Esto pareció calmarlo, pues después de unos minutos ya se había calmado.
—Lo siento, lo siento. Mi Bocchan suele ser algo cruel. Señorito Alois, mientras yo esté aquí ustedes dos estarán a salvo. —Lo tranquilizó mientras tomaba una vela y con ayuda de la fogata la encendía para luego ponerla en las pálidas manitas de Alois.
—Es verdad. Con Sebastián estamos a salvo—Afirmó Ciel aún con una sonrisa en el rostro.
El rubio asintió con la cabeza débilmente, avergonzado.
—Es por eso que hoy dormiremos aquí mientras Sebastián se va a su propia habitación…
¿Tomatazos, criticas, comentarios? Me encantaría que me dejaran un review x3. El proximo capitulo intentare subirlo en cuanto pueda
