CASI INTOCABLE

(ONE-SHOT/SONG FIC)

( CANCIÓN: PERSIANA AMERICANA DE SODA STEREO)

Era un día caluroso otra vez en Marte, de esos días en los que el calor era asfixiante, casi se podía sentir los pies quemarse y el aire caliente sofocando a través de sus gargantas, pensó Spike, maldiciendo el clima veraniego del Planeta en donde llevaban atorados (por falta de gasolina y otros víveres) desde hace un par de semanas y esto no minimizaba en nada el mal humor que se traía a los hombros últimamente. La razón:

Faye Valentine

Desde que aterrizaron en ese odioso planeta, estaban ahogados de sudor y sedientos de cualquier líquido fresco que se atravesara en el camino, él y Jet estaban hartos de estar ahí pero mientras no se presentara otra recompensa no habría dinero para salir de ahí, así que tenían que aguantarse y tomar unas obligadas vacaciones, hasta que se les mostrará una oportunidad de trabajo. De eso hace dos semanas y contando. Ahora volviendo al tema, la razón de su enojo tenía forma de mujer, con cabellos violetas y ojos verdes, que se pavoneaba como tal, a través del hangar de la nave, o fuera de ella, como una fresca mañana en primavera y es que lo que a Spike le molestaba era que Faye se atrevía a andar por ahí con esos diminutos bikinis que apenas si tapaban las partes para lo que fueron creados. Caminaba enfrente de ellos como si no le importara mostrar su piel, incluso la muy maldita como si no supiera lo que hacía, se recostaba en las afueras de la nave para tomar el sol, a luz de quién la viera, tumbada en un camastro para playa (al parecer así lo llamaban según su función), dormitando sin preocupaciones.

Así se encontraba ella en estos momentos, usando un bikini verde, la parte de arriba se abrochaba a través de unas cintas atrás de su cuello y la parte de abajo con unas cintas alrededor de cada lado de su cadera, tan fácil de quitar, pensó otra vez, mientras la observaba. Él estaba de mal muy mal humor, así que por qué no poner de malas también a su compañera, con uno que otro comentario ácido.

-Vas a quemarte, arpía y toda tostada y roja como un jitomate no le serás atractiva a nadie- dijo Spike mientras caminada hacía ella para taparle el sol de la cara con su sombra, de pie junto al camastro.

-No lo creo- dijo Faye incorporándose para quedar sentada- Porque para eso, tengo esto- volvió a decir mostrándole un envase de bloqueador solar.

-Pues ni con eso encima, se fijaran en ti- dijo en tono de burla, pero mintió, porque sin querer admitirlo (no lo haría, aunque de eso dependiera su vida), sabía perfectamente que Faye era capaz con su sola presencia atraer hasta al más ciego de los hombres, y él mismo no era ciego, por el contrario, desde que volvió de la muerte por segunda ocasión, comenzó a ver a Faye con mayor fijación que antes, en otras palabras, antes le resultaba atractiva, hermosa y desbordando sensualidad de manera natural, la diferencia del antes con los últimos meses, es que ahora a él, sin ya ninguna atadura a su pasado, le está comenzando a afectar, casi encantándolo.

O era el calor, se repitió.

-Já, já- sonrió sarcástica- sólo observa la magia del bloqueador solar.

Y así lo hizo. Observó a Faye mientras vaciaba la crema entre sus manos para segundos después, comenzar a untárselo por los brazos, arriba y abajo y otra vez arriba, para seguir por el cuello, bajar otra vez a la parte expuesta de su busto, lo hacía con tal gracia, que lejos de molestarle, le gustó lo que con avidez observaba, Faye siguió bajando sus manos hasta llegar a su abdomen plano ligeramente marcado, incitándolo a seguirle el recorrido de las manos con la mirada, hasta casi más abajo, justo cuando tal vez las manos de la mujer podrían tocar ése punto, sus manos se detuvieron, volvió a tomar el envase para llenar sus manos de nuevo con el liquido, y ahora era l turno de sus contorneadas y largas piernas, repitió los movimientos, de arriba abajo y en cirulos, tocando sus muslos, sus piernas y maldición, hasta frotar sus tobillos, a Spike le parecía una tarea por demás sensual. Faye sí que sabía lo que hacía.

Casi intocable. Maldita tramposa.

Y maldito calor.

-Ves, así de fácil, el bloqueador hace su magia- insinúo la ojiverde burlándose. Tal vez en un doble sentido.

-¡Maldita! ¿Acaso leía los pensamientos que en esos momentos cruzaban por su abochornada cabeza?- pensó Spike- Si ya lo noté.- dijo él tratando de sonar lo más sarcástico e irritado posible, para disimular lo que fuera que Faye estuviera imaginando acerca de lo que él estuviera pensando.- Bien te dejo asolearte tranquila, lagartija.- la insultó, mientras con una mano hacía un ademán de despedida, caminando hacia adentro de la nave.

Pesé al insultó, Faye lo dejó pasar, resultando ganadora ésta vez, con una sonrisa triunfal. A que dejaba de llamarse Faye Valentine, sino había conseguido el efecto deseado en su compañero, supo lo que hizo y al parecer lo hizo bien. Satisfecha sonrió para sí.

YO TE PREFIERO, FUERA DE FOCO, INALCANZABLE…

YO TE PREFIERO IRREVERSIBLE, CASI INTOCABLE…

TUS ROPAS CAEN, LENTAMENTE

SOY UN ESPIA, UN ESPECTADOR

Y EL VENTILADOR, DESGARRANDOTE…

SE QUE TE EXCITA PENSAR HASTA DONDE LLEGARÉ.

ES DIFICIL DE CREER

CREO QUE NUNCA LO PODRÉ SABER…

SOLO ASÍ YO TE VERÉ, A TRAVÉS DE MI PERSIANA AMERICANA

Eran ya pasadas las 11:00pm y gracias al calor (otra vez) Spike no podía dormir, eso y los recuerdos de lo que había pasado ésa tarde hacían recalcar más su necesidad de apagar su calor interno, añadiendo las cervezas que acababa de tomar, el resultado en él cazarrecompensas, era un exceso de libido con una imaginación que viajaba a más de cien. Así y ahora las ganas súbitas de orinar.

Así que se levanto de su cama, vestido sólo con su camiseta blanca y sus bóxers puestos, descalzo se dirigió a la puerta para salir de su cuarto, rumbo al sanitario. Ya en el cuarto de baño escuchó el sonido de la regadera abierta, Jet debía estar tomando un baño para refrescarse y poder dormir, pensó. No creía que a Jet le molestara si pasaba por unos minutos.

-Jet, necesito orinar voy a pasar- y sin esperar respuesta y confirmando que la puerta no estaba asegurada, se dejó pasar a sí mismo. Y en cuestión de segundos ya estaba adentro.

-¿Pero qué demonios crees que estás haciendo, maldito bastardo?- gritó Faye, asomando la cabeza por la cortina de baño de la regadera.

Mierda, pensó Spike. Se equivocó de persona no era Jet sino Faye quién estaba utilizando la ducha.

-Lo siento, Faye, pensé que eras Jet, necesito utilizar el baño con urgencia- no estaba mintiendo, su vejiga estaba por reventar.

-No me importa, ¡largo de aquí!- gritó Faye- Estoy en la mitad de mi baño, así que ¡lárgate!- gritó otra vez enojada

-Dejame orinar ¿quieres?, de todas formas ya estoy aquí y tú tienes la culpa por no asegurar la puerta-

-Se me olvidó asegurarla, además pensé que ya todos estaban dormidos, no es mi culpa que se te ocurra utilizar el baño a ésta hora, idiota.-

-Bueno como sea, ya estoy aquí, y voy a hacer lo que vine a hacer, así que puedes seguir con lo que estabas haciendo o puedes mirar.- dijo Spike burlándose de manera seductora, mientras se acomodaba quedando de pie frente al escusado, subía la tapa del escusado y bajando ligeramente su bóxer para comenzar a realizar una de las necesidades básicas del hombre. Y quiero decir al género, no exactamente a la especie.

-Argh, imbécil.- mofó Faye. Decidió seguir con lo suyo así que corrió la cortina de baño, para continuar con su ritual de aseo.- De todas maneras no hay gran cosa que ver.- le revirtió la burla. A través de la cortina.

-Quisieras verlo.- dijo él entendiendo perfectamente a cuál parte de su anatomía iba dirigida la broma.-Pues de éste lado el panorama deja mucho que desear.- remató. Mientras vaciaba la vejiga.

Faye ni se molestó en contestar.

Cuando Spike terminó su tarea, jaló la cadena del escusado y bajo la tapa, se dirigió a lavabo, abrió la llave dejando correr el agua, acto seguido, se apresuro a lavarse las manos, haciendo esto, y vencido por la tentación, se atrevió a girar la mirada hacía la cortina de baño, para enfocar mejor lo que la iluminación del cuarto le regalaba. Observó con detenimiento la silueta perfecta del cuerpo desnudo (y mojado) de Faye, que se veía reflejado a través de la cortina.

ES UNA CONDENA AGRADABLE, EL INSTANTE PREVIO…

ES COMO UN DESGASTE, UNA NECESIDAD, MÁS QUE UN DESEO…

ESTAMOS AL BORDE DE LA CORNISA, CASI A PUNTO DE CAER

NO SIENTES MIEDO, SIGUES SONRIENDO,

SE QUE TE EXCITA PENSAR, HASTA DONDE LEGARÉ…

ES DIFICIL DE CREER

CREO QUE NUNCA LO PODRÉ SABER…

SOLO ASÍ YO TE VERÉ, A TRAVÉS DE MI PERSIANA AMERICANA

TUS ROPAS CAEN, LENTAMENTE

SOY UN ESPIA, UN ESPECTADOR

Y EL VENTILADOR, DESGARRANDOTE…

SE QUE TE EXCITA PENSAR HASTA DONDE LLEGARÉ

Era casi como verla sin la cortina, era tan real, mejor de como se lo había imaginado tantas veces, estaba tan bien dibujado el contorno de Faye que podía distinguir desde su nariz y hasta incluso sus pezones erguidos, tal vez rosados, pensó, pudo ver como la mujer era tan conciente de su cuerpo que con el jabón en sus manos se recorría a si misma sin perdonar ni un centímetro de su piel, lo frotó contra sí desde su cuello y lo que alcanzara de su espalda, bajando lentamente a sus senos, enjabonando cada uno en círculos, rosando sus pezones primero el derecho luego el izquierdo, bajando por sus costados de nueva cuenta haciendo énfasis en su abdomen, enjabonaba los mismos lugares que ocupaban el bloqueador solar horas antes, rodeo a la altura de su ombligo, bajando más hacía su intimidad, puedo ver a través de la sombra lo que parecía la mano derecha de Faye tocarse a sí misma, en éste punto Spike no podía salir de ahí y cuanto deseó ser la mano de Faye o cuando menos el jabón que utilizaba. La mujer siguió bajando por sus muslos uno y luego el otro, sus glúteos firmes y redondos, luego sus piernas hasta sus tobillos y benditamente sus pies, vio como dejaba el jabón en su lugar para luego enjuagarse exactamente en el mismo orden luciéndose en cada movimiento. Incitándole ahora con el agua de la regadera, a saltarle encima.

ES DIFICIL DE CREER

CREO QUE NUNCA LO PODRÉ SABER…

SOLO ASÍ YO TE VERÉ, A TRAVÉS DE MI PERSIANA AMERICANA

LO QUE PUEDA SUCEDER, NO GASTES FUERZAS PARA COMPRENDER

SOLO ASÍ YO TE VERÉ, A TRAVÉS DE MI PERSIANA AMERICANA

ES DIFICIL DE CREER

CREO QUE NUNCA LO PODRÉ SABER…

SOLO ASÍ YO TE VERÉ, A TRAVÉS DE MI PERSIANA AMERICANA

Sin embargo en su batalla interna y pese a la casi obsesiva necesidad de hacerle el amor a Faye ahí mismo, su razón no se dejaba perder. Aunque no faltaba mucho.

-¿Terminaste?- escuchó a Faye decir, mientras cerraba la regadera. Acto seguido la ojiverde asomó la cabeza por la cortina de baño, como lo había hecho hace rato.- Tardas mucho en lavarte las manos- le hizo notar.

-Ahh, sí- cerró el grifo de agua y se secó las manos.

-Sé útil y pasame la toalla- ordenó

-Por supuesto majestad.-dijo sarcástico. Tomó la toalla y se la arrojó a la mujer la cara deliberadamente.

-Cretino- le contestó enojada, al quitarse la toalla de la cara, volvió a esconderse detrás de la cortina para secarse, recorriendo su cuerpo de nueva cuenta, siendo ella conciente o no de tener a Spike como su espectador.

A estas alturas, ya no importaba si lo hacía a propósito para excitarlo o no, pensó Spike, lo importante era que lo estaba consiguiendo, muy por encima de su razón y aunque él no iba a darse por vencido tan fácilmente, tampoco iba a negarse a recibir semejante espectáculo por ésta y las veces venideras que Faye le llegase a regalar.

Vio a la ojiverde, correr por completo la cortina de baño, pare dejarse ver ahora envuelta con la toalla desde la altura de su pecho dejando ver su escote, hasta la mitad de los muslos. La contemplo caminar hacia él y se detuvo a unos centímetros, mirándolo seductoramente.

-Creo que tu también necesitas usar la ducha fría Spike, ¿o prefieres irte a dormir así?- señaló con la mirada hacia la parte baja de la cintura del aludido.

Y hasta ahora lo notaba, muy tarde, tenía una penosa y fuerte erección.

-"No me jodas"- pensó el hombre aturdido.

Faye no quiso esperar y de nuevo satisfecha por los obvios resultados, se dirigió a su habitación sonriente, disfrutando su segunda victoria del día, había confirmado que Spike no era de piedra como quería hacerla pensar, reaccionaba de igual manera que cualquier hombre, pero éste hombre es el que ella quería y poco a poco lo conseguiría. Ya en su habitación sonriendo y sin miedo, se dispuso a dormir. Tal vez soñando con lo que Spike haría en la ducha después de su espectáculo. Y no estaba equivocada.

En la regadera mientras el agua fría recorría su cuerpo, Spike Spiegel hacía lo que cualquier hombre excitado hacía en la ducha, frotando su virilidad, se dejó llevar por el éxtasis hasta que minutos después de expulsar su lujuria, se relajó. Cuando terminó, colocó las palmas de sus manos en la fría pared mientras dejaba que el agua enfriara en su anatomía cualquier rastro de lo que Faye provocó en él. Una condena agradable de una mujer inalcanzable.

Casi intocable.

Por ahora.

Mañana le tocaba jugar a él y entonces si desquitaría lo que pasó el día de hoy.

Lo que Spike no sabía, era que justamente eso era lo que Faye quería.