Todos los personajes le pertenecen a J.K.Rowling menos Susan (el nombre no lo invente yo) que es de mi creación y algunos mas que luego verán...
Mientras Susan March caminaba por las desiertas clases de Paris pensaba en la pregunta que le había hecho una de sus alumnas esta tarde "Profesora, ¿Alguna vez estuvo enamorada?" y su respuesta "Si, o por lo menos creía estarlo", eso la hizo pensar todo el resto de la tarde en el... no se lo podía sacar de la cabeza... entonces miro al cielo: allí estaba la estrella mas brillante: La Estrella Canina, otra vez le recordó a el... y a esa canción que solían cantar, la de "Fibel", una película para chicos:
Allá afuera
bajo la luna gris
alguien que me quiere
esta pensando en mi
Un momento... ¿Ella quería a Sirius?¿Era eso cariño?¿O quizás amor?¿Podría quererlo (o amarlo) después de lo que hizo?¿Después de matar a sus mejores amigos?. Estaba tensa y confundida, decidió que acostarse y pensar en otra cosa seria lo mejor... pero esa noche tuvo antes de acostarse tuvo una premonición...hacia exactamente 14 años que no tenia premoniciones... decidió dejarla pasar... después de todo, todavía no estaba completamente asentada en el mundo muggle.
La mañana siguiente Susan se despertó sobresaltada, como para no, había una lechuza en su ventana, la que daba a conocer un bonito y común
paisaje de Paris: La Torre Eiffel. "Correo por lechuza, eso si que es
algo de lo que no me acordaba" pensó mientras le desataba la carta de
la pata a la gris y flamante lechuza. No había remitente, solo un
sello hecho con cera roja y en el, un símbolo que ella conocía bien:
el de Hogwarts, el colegio de magia y hechicería de Inglaterra. Esto
la asusto, ya que hacia casi 14 años que no recibía noticias del
colegio, así que abrió la carta con los dedos temblorosos y la leyó
lo mas rápido que pudo, luego de terminar de leer solo se le escucho
decir con un hilo de voz:
- No puede ser
Y así, con la carta todavía en la mano, Susan March recordó todo lo
que había pasado hace 14 años en Inglaterra: sus dos mejores amigos
asesinados, su novio en prisión, culpado de traicionar a sus amigos y
matar a otro de ellos (y a 12 personas mas) y el hecho de que la
trataron como una loca por creer que su novio era inocente y por ende
no le dieron la tenencia de su ahijado, que vivía en Inglaterra con
sus horribles tíos.
Cuando Susan volvió a la realidad, leyó de nuevo una oración de la
carta, la mas reveladora, la mas terrible...
"Es algo difícil de decir, sobre todo con el Ministerio en
contra...Voldemort recupero todo su poder y necesitamos tu ayuda
urgentemente" y rompió a llorar.
- Susan se nos hace tarde- dijo Lily sacudiendo a Susan- Sussie, los chicos se van a hartar de esperarnos.
- Cinco minutos mas
- Hace veinte minutos que vienes diciendo eso, ahora ¡¡Arriba!!- Lily le saco a Sussie la frazada
- Esta bien, esta bien.
Cinco minutos después allí estaban las dos Gryffindor caminando como modelos por el pasillo, llamando la atención de todo el mundo: Lily con su hermosa cabellera roja y sus ojos verde esmeralda y Susan con el pelo largo suelto y sus hermosas facciones ("Angelicales" las llamaba Sirius). Era evidente que las dos chicas eran terriblemente populares, pero, sin embargo, seguían tratando a todos los demás por igual y haciendo amigos.
- Mira a esas dos arpías- susurro Narcisa Helman, una Slytherin- Me dan asco.
- Lo que te dan son celos, Nascisa- Lucius Malfoy le contesto volteando para verla. Con eso, Narcisa se marcho ofendida.
También las miraban los chicos de Gryffindor, murmurando. James le guiño un ojo a Lily y cuando iba a saludarla, Snape se adelanto:
- Pero miren quienes están aquí, March la consentida de todos y Evans la sangre sucia...
James iba a insultarlo cuando Susan se adelanto, comúnmente, cuando la molestaban a Lily, Susan les echaba un maleficio o a lo mejor alguna cachetada inofensiva, pero esa vez fue muy diferente: los chicos quedaron totalmente pasmados: nunca habían visto un izquierdazo como el de Susan, Snape cayo al suelo con una gran "S" en la frente, provocada por el anillo de Susan.
- ¡Wow!- grito Sirius de repente- Nunca nos habías dicho que supieses pelear.
- Nunca me lo preguntaron- respondió ella con una sonrisa y a continuación beso a Sirius en la boca- No es gran cosa, mi padre me enseño un par de golpes, dijo que como era una persona importante dentro del colegio, muchos iban a molestarme, así que me enseño como defenderme.
- Da resultado- agrego Remus riéndose- ¿Vamos?
Los seis amigos caminaron por el pasillo hasta salir del colegio, de allí se dirigieron hacia el lago, donde pensaban hacer un pequeño día de campo.
Otro recuerdo inundo la mente de Susan, Navidad, todos (o casi todos) reunidos en la casa de Remus (la cual era muy espaciosa y entraban todos con comodidad).
Lily estaba sentada con James junto al fuego, Sirius miraba nerviosamente por la ventana y Remus charlando con Cindy, su novia. Peter no había ido, tenia solo a su madre, y no la podía dejar sola en navidad. De pronto, se oyeron unos golpes en la puerta de entrada, Sirius fue corriendo a abrir y se encontró con Susan, envuelta en un abrigo y cubierta de nieve.
- Perdón, se me hizo tarde- se disculpo.
- ¿Mucho trabajo?- pregunto james algo preocupado.
- No te das una idea, el Ministerio esta que arde y mi departamento, aun peor, pero por suerte no estoy trabajando en campo, estoy en una oficina, después del accidente...- diciendo esto se detuvo en seco.
Susan había sufrido mucho ese año desde el accidente, la cuestión era que trabajaba como Auror en el Ministerio y Los Mortífagos la habían acorralado un día en una calle oscura cuando estaba junto a su padre (Henry March, ex Ministro de Magia), había matado a este y a ella la habían herido mucho, esto le costo que sus hermanos le dejaran de hablar, culpándola por lo que había pasado, de esto ya hacia un año.
- Creo que estas mucho mejor que afuera... ese Moody te explotaba demasiado- Sirius la saco de su trance.
- Es mi trabajo amor
- Ok, ok, ¿Podemos celebrar ahora?- la interrumpió Lily. "Gracias", le dijo Susan solo moviendo los labios.
- Bueno ¡A abrir sus regalos!- grito Sirius. Susan rápidamente agrego los suyos debajo del árbol.
- Susan que bonito- dijo Lily al ver un sweater bordado- ¿Cual de estos es tuyo amor?
- Ninguno- contesto james tranquilamente- Quería dártelo personalmente- le guiño un ojo a Sirius. Lily miro confusa a Susan que puso cara de cómplice.
- Vamos me muero de la intriga- lo apuro Lily.
James se inclino ante Lily, la tomo de una mano y se la beso, luego saco una cajita de su bolsillo y la abrió, dentro había un anillo dorado con una hermosa piedra verde en el medio.
- Dios mío- exclamo Lily
- ¿Te casarías conmigo?
- Claro, Potter.
Todos los demás comenzaron a aplaudir, Susan abrazo a Lily hasta el punto en que esta le tuvo que decir que pare, que la estaba ahogando.
El resto de la velada fue inolvidable, Cindy se fue temprano (no sin antes arreglar otra cita con Remus), también tenia que celebrar con su familia y Remus estaba tan borracho (por suerte Cindy no se dio cuenta) que Sirius tuvo que llevarla a su casa en su moto voladora.
- Parece que el alcohol te pega muy mal- bromeo Lily.
- Ya lo hip se- lo contesto Remus casi cayéndose de la silla, por suerte Susan lo atajo a tiempo.
- Remus es mejor que te acuestes- sugirió.
- Ay Susan tu siempre con las hip mejores ideas... por eso es que me gustas...
Susan abrió los ojos muy grandes.
- No siempre, hasta que te emparejaste con Sirius, ahí comenzó a gustarme Cindy.
Las dos chicas estaban sin habla, Remus gustar de Susan, eso era divagar. Si bien nunca había sido tan amiga de el como de James y Sirius, sabia que eso era una broma.
- En verdad necesitas dormir- agrego James saliendo de la cocina con tres tazas de té humeante.
- Lo se.
Por ultimo, el día del nacimiento de Harry. James fumaba y tosía sin parar (nunca había fumado en su vida). Lily emitía los gritos mas agudos que Susan haya escuchado en su vida y Remus había ido con Peter y Cindy a comprar algo para comer y Sirius estaba tratando de calmar a James y a Susan al mismo tiempo, haciendo chistes que no hacían efecto o si lo hacían... un efecto deplorable.
- Vamos, no va a pasarle nada a Lily ni al bebe, ¿Pueden calmarse los dos?, a lo mejor sale verde y con antenas y podemos hacernos millonarios exhibiéndolo al publico en una jaula- Susan casi se desmaya con esas palabras y James le dirigió una mirada asesina que nunca nadie había visto en su rostro- Bueno solo trataba de ayudar.
- No lo hagas- le respondió Susan fríamente- Hecho la cabeza para atrás tratando de concentrarse en otra cosa, pero los gritos de Lily eran sobrenaturales, cerro los ojos bien fuerte. Cuándo los abrió, vio a Sirius sentado frente a ella con un anillo en la mano- ¿Pero que de...?- empezó a decir Susan pero no pudo completar su frase. En ese momento salió un hombre vestido de blanco de la sala donde se encontraba Lily.
- Es un varón- se limito a decir- ¿Quieren pasar?- Los tres de abalanzaron contra la sala y encontraron a Lily sola con un bebe en brazos.
- Es lo mas bonito que vi en mi vida- dijo Susan con lagrimas en los ojos.
- No llores, Sus- se lamento Lily- Porque te vas a morir cuando te pregunte esto.
- ¿Qué? ¿Qué pasa?
- ¿Querías ser la madrina de... bueno del bebe?
Susan rompió en llanto y Sirius la abrazo.
- Claro que me gustaría ser la madrina, pero hay que ponerle un nombre...
- Dr. Harry Matthews preséntese en la sala 2198, repito Dr. Harry Matthews preséntese en la sala 2198 por favor.
- Harry es bonito- Sirius miraba al bebe con una sonrisa.
- Y James por el padre- completo Susan.
- Harry James Potter Evans, queda bien
- Eso me recuerda... ¿Qué hacías con el anillo de tu abuela en la mano?
- Ah, ¿Querrías ponértelo por unos, digamos mil años? - James y Lily pasaban la mirada de Sirius a Susan como si fuera un partido de tenis.
- ¿Black, me estas proponiendo matrimonio?
- Eso creo- contesto indiferentemente. Susan asintió con la cabeza- ahora se supone que te tengo que besar y decirte que eres la mujer mas hermosa que conocí en mi vida y que te amo con locura- Susan comenzó a reír.
- Te amo- le dijo
- Y yo a ti- y se abrazaron. Justo en ese momento entraron Remus Cindy y Peter.
- ¿Nos perdimos de algo?- pregunto este Remus. Todos los demás rieron.
Susan volvió a la realidad no queriendo recordar nada mas... todos los recuerdos triste venían después, no quería ni pensarlo...
Una semana después, Susan empaco todo lo que tenia, alquilo a una amiga su departamento en Paris y partió hacia Londres. A partir de ahí, todo fue bastante normal, la persona que le había mandado la carta, Albus Dumbledore, el director de Hogwarts la esperaba en la estación de tren.
- Susan: pareces otra persona- fue lo primero que dijo.
- ¿Debería tomar eso como un halago?- respondió ella sacándose sus acostumbrados anteojos de sol.
- Claro que si- Albus sonrió- Lamento haberte mandado asi la carta pero te necesitamos y si aceptas, te queremos de nuevo en el grupo.
- Hare lo que pueda Albus, cuéntame un poco de este "grupo"...
- Bien: Mundungus Fletcher, Arabella Figg , Remus Lupin (a Susan se le ilumino la mirada), los profesores de Hogwarts, los Weasley ¿Qué te parece?
- Me parece que deberíamos ser mas.
- Ya lo se, pero no hay nada que podamos hacer por ahora, sin el apoyo del ministerio... Cornelius es TAN soberbio... yo...
- ¿Podemos discutirlo en otro lado?, esta gente esta empezando a mirarnos.
Susan alquilo una casita en Notting Hill, un barrio de Londres y se dispuso organizar su vida allí, le ofrecieron rápidamente un puesto en el Ministerio, en el Departamento de Artes Tenebrosas: el de Directora, con todas las cosas que se rumoreaban, nadie quería aceptarlo, aparte después de todo, ella estaba en casi todos los libros de Artes tenebrosas como la "futura Moody".
Al otro día, Susan despertó con las energías de siempre, se vistió, desayuno y se fue para El Callejón Diagon, cuando llego, se sintió muy contenta, estaba devuelta en su mundo, el mundo mágico por supuesto, también se sintió rara, mas libre, como si fuera adolescente otra vez, se soltó el apretado rodete que llevaba en el pelo y sacudió su larga y abundante melena castaña, después de estar tantos años viajando a los lugares mas insospechados, volvía a donde todo empezó. Cuando estaba comprando túnicas (hermosas, de diversos colores), se miro al espejo del local y descubrió que tenia una estúpida sonrisa dibujada en el rostro: una sonrisa que no había visto en años. Termino de comprar sus cosas y se detuvo en el negocio de artículos para Quidditch, hacia tanto tiempo que no montaba en escoba... en eso recordó casi todos los partidos de Quidditch en los que había jugado, siempre de Cazadora y siempre al lado de su mejor amigo: James, quien era, para ella, el mejor buscador que Gryffindor había tenido. Solo faltaban los libros así que se dirigió a Flourish & Bloots en busca de ellos... después de elegir los mejores libros para dar su cátedra en Hogwarts (que eran cerca de mil) y cuando se disponía a pagarlos, choco con un chico, todos sus libros (y los del chico) se desparramaron por el suelo.
- ¡Por Dios!, que estúpida soy- grito Susan.
- Discúlpame, yo soy el tonto, no te vi venir- le respondió el chico, que tenia un cabello rojo encendido. Al instante, vino otro chico (idéntico al otro) a ayudarlo.
- George, ¿Qué hiciste?- pregunto
- Nada, no la vi.
Mientras ellos conversaban, Susan se dedico a levantar todos los libros (incluso los del chico) y miro uno, La guía de hechizos prácticos para 7º año, en la parte del nombre decía: George Weasley.
- ¿No serás que hijo de Arthur Weasley no?- pregunto interrumpiendo la conversación de los hermanos.
- Si lo somos- se adelanto el otro chico.
- Por casualidad, ¿Su padre se encuentra por aquí?
- Si , esta en la heladería.
- ¿Me llevarías?
- Claro
Con esto, Susan pago sus libros y se fue junto con los dos muchachos.
Al llegar a la heladería vio a Arthur, estaba mas calvo, pero no había cambiado en lo demás, seguía siendo el Arthur que ella conoció.
- Arthur, ¿Cómo has estado?- dijo Sussie quitándose los anteojos.
- ¿La conozco?
Esto ya se estaba volviendo tedioso.
- ¿Susan March?, ¡Por Dios!- gritó parándose de un salto y abrazándola- Esta muy cambiada.
- Tu también- respondió ella sonriendo- ¿Señora Weasley?
- Exacto querida, he oído tanto de ti- dijo extendiéndole una mano.
Susan observo que había siete personas mas sentadas, cinco con pelo rojo y el otro era un chico de pelo negro revuelto, le pareció extrañamente conocido.
- ¡Dios mío!, ¿Todos ellos son tuyos?
- No, claro que no, te presento a mis hijos: el es Bill, el es Chalie, el es..
- ¡Whaterby!- grito Susan de repente- ¿Qué haces aquí?.
- Es... es domingo.
- Ah ya veo... eso no explica que estas haciendo con los Weasley.
- Ellos son mi familia, señora
- Señorita... ¿Tu apellido no es Whaterby?
- Claro que no, eso es un invento de los chicos de la oficina... mi antiguo gente no sabia bien mi apellido y me decía Whaterby, señorita March
Los dos chicos con los que Susan se había chocado en la librería se retorcían de la risa.
- Ya veo, ¿Me decías Arthur?
- El es Percy, ellos son Fred y George, creo que ya los conoces, el es Ron, ella Ginny y el es un amigo de Ron, Harry Potter.
A Susan se le hizo un nudo en la garganta, claro que era conocido, ¡¡¡¡¡¡Era el hijo de James y Lily!!!!!!. Sin poder articular palabra, se sentó en una silla libre.
- Harry...-dijo por fin- ¿Cómo estas?
- Bien, señorita, pero veo que usted no... se siente mal, le pasa algo.
- N...no, claro que no, estoy bien.
- Es el efecto de conocer al famoso Harry Potter ¿Impresionada ja?
- Cállate- repuso Harry.
- Escucha... Ron, yo conocí a Harry antes de que comenzaras a hablar, ¿Ok?
- Bien...- contesto Ron con la cara tan colorada como su pelo.
- Ahora... en que estábamos... ah si, Harry, que crecido que estas.
- eh... en realidad soy pequeño para mi edad señorita.
- Llámame Susan
- Susan
- No eres para nada pequeño... Arthur, así que... Departamento de Uso Incorrecto de Objetos Muggles eh?, debes estar orgulloso, es lo que siempre has querido, no?
- si... y tu?, Directora de Departamento en el de Defensa Contra las Artes Oscuras... ese es el mas difícil.
- No lo creo, igualmente es un trabajo temporal, ya conseguí otro...
- ¿En donde?
- Confidencial, no puedo decir nada hasta que me instale, pero pronto lo sabrán...
En eso llego corriendo una chica morena, de cabello castaño y muy bonita.
- ¡Chicos!, pensé que nunca los iba a encontrar...
- ¿Hermione?- pregunto Ron poniéndose colorado de nuevo- Estas muy cambiada.
- Gracias... ¿Cómo estas Harry?
- ¿Muy bien y tu?, ¿Cómo la pasaste en España?
- Muy bien, yo- y cuando miro a Susan abrió mucho los ojos-¡Dios mío! ¿Es usted Susan March?- Susan asintió lentamente- Me firmaría un autógrafo, digo usted, su trabajo, su vida ¡Es increíble!
- Me hablas como si tuviera 1000 años... aparte ¿Un autógrafo mío?, por favor...
- Sigues siendo famosa- dijo Arthur con voz melosa.
- Cállate, te pareces a Sirius- y corto su frase bruscamente.
- ¿A quien dijiste?- pregunto Harry
- A nadie no importa -" que estúpida soy, como voy a decir ese nombre enfrente de Harry Potter".
- No, dijiste que el Sr.Weasley se parecía a Sirius... ¿Lo conociste?¿Conociste a mis padres?
CONTINUARA...
Mientras Susan March caminaba por las desiertas clases de Paris pensaba en la pregunta que le había hecho una de sus alumnas esta tarde "Profesora, ¿Alguna vez estuvo enamorada?" y su respuesta "Si, o por lo menos creía estarlo", eso la hizo pensar todo el resto de la tarde en el... no se lo podía sacar de la cabeza... entonces miro al cielo: allí estaba la estrella mas brillante: La Estrella Canina, otra vez le recordó a el... y a esa canción que solían cantar, la de "Fibel", una película para chicos:
Allá afuera
bajo la luna gris
alguien que me quiere
esta pensando en mi
Un momento... ¿Ella quería a Sirius?¿Era eso cariño?¿O quizás amor?¿Podría quererlo (o amarlo) después de lo que hizo?¿Después de matar a sus mejores amigos?. Estaba tensa y confundida, decidió que acostarse y pensar en otra cosa seria lo mejor... pero esa noche tuvo antes de acostarse tuvo una premonición...hacia exactamente 14 años que no tenia premoniciones... decidió dejarla pasar... después de todo, todavía no estaba completamente asentada en el mundo muggle.
La mañana siguiente Susan se despertó sobresaltada, como para no, había una lechuza en su ventana, la que daba a conocer un bonito y común
paisaje de Paris: La Torre Eiffel. "Correo por lechuza, eso si que es
algo de lo que no me acordaba" pensó mientras le desataba la carta de
la pata a la gris y flamante lechuza. No había remitente, solo un
sello hecho con cera roja y en el, un símbolo que ella conocía bien:
el de Hogwarts, el colegio de magia y hechicería de Inglaterra. Esto
la asusto, ya que hacia casi 14 años que no recibía noticias del
colegio, así que abrió la carta con los dedos temblorosos y la leyó
lo mas rápido que pudo, luego de terminar de leer solo se le escucho
decir con un hilo de voz:
- No puede ser
Y así, con la carta todavía en la mano, Susan March recordó todo lo
que había pasado hace 14 años en Inglaterra: sus dos mejores amigos
asesinados, su novio en prisión, culpado de traicionar a sus amigos y
matar a otro de ellos (y a 12 personas mas) y el hecho de que la
trataron como una loca por creer que su novio era inocente y por ende
no le dieron la tenencia de su ahijado, que vivía en Inglaterra con
sus horribles tíos.
Cuando Susan volvió a la realidad, leyó de nuevo una oración de la
carta, la mas reveladora, la mas terrible...
"Es algo difícil de decir, sobre todo con el Ministerio en
contra...Voldemort recupero todo su poder y necesitamos tu ayuda
urgentemente" y rompió a llorar.
- Susan se nos hace tarde- dijo Lily sacudiendo a Susan- Sussie, los chicos se van a hartar de esperarnos.
- Cinco minutos mas
- Hace veinte minutos que vienes diciendo eso, ahora ¡¡Arriba!!- Lily le saco a Sussie la frazada
- Esta bien, esta bien.
Cinco minutos después allí estaban las dos Gryffindor caminando como modelos por el pasillo, llamando la atención de todo el mundo: Lily con su hermosa cabellera roja y sus ojos verde esmeralda y Susan con el pelo largo suelto y sus hermosas facciones ("Angelicales" las llamaba Sirius). Era evidente que las dos chicas eran terriblemente populares, pero, sin embargo, seguían tratando a todos los demás por igual y haciendo amigos.
- Mira a esas dos arpías- susurro Narcisa Helman, una Slytherin- Me dan asco.
- Lo que te dan son celos, Nascisa- Lucius Malfoy le contesto volteando para verla. Con eso, Narcisa se marcho ofendida.
También las miraban los chicos de Gryffindor, murmurando. James le guiño un ojo a Lily y cuando iba a saludarla, Snape se adelanto:
- Pero miren quienes están aquí, March la consentida de todos y Evans la sangre sucia...
James iba a insultarlo cuando Susan se adelanto, comúnmente, cuando la molestaban a Lily, Susan les echaba un maleficio o a lo mejor alguna cachetada inofensiva, pero esa vez fue muy diferente: los chicos quedaron totalmente pasmados: nunca habían visto un izquierdazo como el de Susan, Snape cayo al suelo con una gran "S" en la frente, provocada por el anillo de Susan.
- ¡Wow!- grito Sirius de repente- Nunca nos habías dicho que supieses pelear.
- Nunca me lo preguntaron- respondió ella con una sonrisa y a continuación beso a Sirius en la boca- No es gran cosa, mi padre me enseño un par de golpes, dijo que como era una persona importante dentro del colegio, muchos iban a molestarme, así que me enseño como defenderme.
- Da resultado- agrego Remus riéndose- ¿Vamos?
Los seis amigos caminaron por el pasillo hasta salir del colegio, de allí se dirigieron hacia el lago, donde pensaban hacer un pequeño día de campo.
Otro recuerdo inundo la mente de Susan, Navidad, todos (o casi todos) reunidos en la casa de Remus (la cual era muy espaciosa y entraban todos con comodidad).
Lily estaba sentada con James junto al fuego, Sirius miraba nerviosamente por la ventana y Remus charlando con Cindy, su novia. Peter no había ido, tenia solo a su madre, y no la podía dejar sola en navidad. De pronto, se oyeron unos golpes en la puerta de entrada, Sirius fue corriendo a abrir y se encontró con Susan, envuelta en un abrigo y cubierta de nieve.
- Perdón, se me hizo tarde- se disculpo.
- ¿Mucho trabajo?- pregunto james algo preocupado.
- No te das una idea, el Ministerio esta que arde y mi departamento, aun peor, pero por suerte no estoy trabajando en campo, estoy en una oficina, después del accidente...- diciendo esto se detuvo en seco.
Susan había sufrido mucho ese año desde el accidente, la cuestión era que trabajaba como Auror en el Ministerio y Los Mortífagos la habían acorralado un día en una calle oscura cuando estaba junto a su padre (Henry March, ex Ministro de Magia), había matado a este y a ella la habían herido mucho, esto le costo que sus hermanos le dejaran de hablar, culpándola por lo que había pasado, de esto ya hacia un año.
- Creo que estas mucho mejor que afuera... ese Moody te explotaba demasiado- Sirius la saco de su trance.
- Es mi trabajo amor
- Ok, ok, ¿Podemos celebrar ahora?- la interrumpió Lily. "Gracias", le dijo Susan solo moviendo los labios.
- Bueno ¡A abrir sus regalos!- grito Sirius. Susan rápidamente agrego los suyos debajo del árbol.
- Susan que bonito- dijo Lily al ver un sweater bordado- ¿Cual de estos es tuyo amor?
- Ninguno- contesto james tranquilamente- Quería dártelo personalmente- le guiño un ojo a Sirius. Lily miro confusa a Susan que puso cara de cómplice.
- Vamos me muero de la intriga- lo apuro Lily.
James se inclino ante Lily, la tomo de una mano y se la beso, luego saco una cajita de su bolsillo y la abrió, dentro había un anillo dorado con una hermosa piedra verde en el medio.
- Dios mío- exclamo Lily
- ¿Te casarías conmigo?
- Claro, Potter.
Todos los demás comenzaron a aplaudir, Susan abrazo a Lily hasta el punto en que esta le tuvo que decir que pare, que la estaba ahogando.
El resto de la velada fue inolvidable, Cindy se fue temprano (no sin antes arreglar otra cita con Remus), también tenia que celebrar con su familia y Remus estaba tan borracho (por suerte Cindy no se dio cuenta) que Sirius tuvo que llevarla a su casa en su moto voladora.
- Parece que el alcohol te pega muy mal- bromeo Lily.
- Ya lo hip se- lo contesto Remus casi cayéndose de la silla, por suerte Susan lo atajo a tiempo.
- Remus es mejor que te acuestes- sugirió.
- Ay Susan tu siempre con las hip mejores ideas... por eso es que me gustas...
Susan abrió los ojos muy grandes.
- No siempre, hasta que te emparejaste con Sirius, ahí comenzó a gustarme Cindy.
Las dos chicas estaban sin habla, Remus gustar de Susan, eso era divagar. Si bien nunca había sido tan amiga de el como de James y Sirius, sabia que eso era una broma.
- En verdad necesitas dormir- agrego James saliendo de la cocina con tres tazas de té humeante.
- Lo se.
Por ultimo, el día del nacimiento de Harry. James fumaba y tosía sin parar (nunca había fumado en su vida). Lily emitía los gritos mas agudos que Susan haya escuchado en su vida y Remus había ido con Peter y Cindy a comprar algo para comer y Sirius estaba tratando de calmar a James y a Susan al mismo tiempo, haciendo chistes que no hacían efecto o si lo hacían... un efecto deplorable.
- Vamos, no va a pasarle nada a Lily ni al bebe, ¿Pueden calmarse los dos?, a lo mejor sale verde y con antenas y podemos hacernos millonarios exhibiéndolo al publico en una jaula- Susan casi se desmaya con esas palabras y James le dirigió una mirada asesina que nunca nadie había visto en su rostro- Bueno solo trataba de ayudar.
- No lo hagas- le respondió Susan fríamente- Hecho la cabeza para atrás tratando de concentrarse en otra cosa, pero los gritos de Lily eran sobrenaturales, cerro los ojos bien fuerte. Cuándo los abrió, vio a Sirius sentado frente a ella con un anillo en la mano- ¿Pero que de...?- empezó a decir Susan pero no pudo completar su frase. En ese momento salió un hombre vestido de blanco de la sala donde se encontraba Lily.
- Es un varón- se limito a decir- ¿Quieren pasar?- Los tres de abalanzaron contra la sala y encontraron a Lily sola con un bebe en brazos.
- Es lo mas bonito que vi en mi vida- dijo Susan con lagrimas en los ojos.
- No llores, Sus- se lamento Lily- Porque te vas a morir cuando te pregunte esto.
- ¿Qué? ¿Qué pasa?
- ¿Querías ser la madrina de... bueno del bebe?
Susan rompió en llanto y Sirius la abrazo.
- Claro que me gustaría ser la madrina, pero hay que ponerle un nombre...
- Dr. Harry Matthews preséntese en la sala 2198, repito Dr. Harry Matthews preséntese en la sala 2198 por favor.
- Harry es bonito- Sirius miraba al bebe con una sonrisa.
- Y James por el padre- completo Susan.
- Harry James Potter Evans, queda bien
- Eso me recuerda... ¿Qué hacías con el anillo de tu abuela en la mano?
- Ah, ¿Querrías ponértelo por unos, digamos mil años? - James y Lily pasaban la mirada de Sirius a Susan como si fuera un partido de tenis.
- ¿Black, me estas proponiendo matrimonio?
- Eso creo- contesto indiferentemente. Susan asintió con la cabeza- ahora se supone que te tengo que besar y decirte que eres la mujer mas hermosa que conocí en mi vida y que te amo con locura- Susan comenzó a reír.
- Te amo- le dijo
- Y yo a ti- y se abrazaron. Justo en ese momento entraron Remus Cindy y Peter.
- ¿Nos perdimos de algo?- pregunto este Remus. Todos los demás rieron.
Susan volvió a la realidad no queriendo recordar nada mas... todos los recuerdos triste venían después, no quería ni pensarlo...
Una semana después, Susan empaco todo lo que tenia, alquilo a una amiga su departamento en Paris y partió hacia Londres. A partir de ahí, todo fue bastante normal, la persona que le había mandado la carta, Albus Dumbledore, el director de Hogwarts la esperaba en la estación de tren.
- Susan: pareces otra persona- fue lo primero que dijo.
- ¿Debería tomar eso como un halago?- respondió ella sacándose sus acostumbrados anteojos de sol.
- Claro que si- Albus sonrió- Lamento haberte mandado asi la carta pero te necesitamos y si aceptas, te queremos de nuevo en el grupo.
- Hare lo que pueda Albus, cuéntame un poco de este "grupo"...
- Bien: Mundungus Fletcher, Arabella Figg , Remus Lupin (a Susan se le ilumino la mirada), los profesores de Hogwarts, los Weasley ¿Qué te parece?
- Me parece que deberíamos ser mas.
- Ya lo se, pero no hay nada que podamos hacer por ahora, sin el apoyo del ministerio... Cornelius es TAN soberbio... yo...
- ¿Podemos discutirlo en otro lado?, esta gente esta empezando a mirarnos.
Susan alquilo una casita en Notting Hill, un barrio de Londres y se dispuso organizar su vida allí, le ofrecieron rápidamente un puesto en el Ministerio, en el Departamento de Artes Tenebrosas: el de Directora, con todas las cosas que se rumoreaban, nadie quería aceptarlo, aparte después de todo, ella estaba en casi todos los libros de Artes tenebrosas como la "futura Moody".
Al otro día, Susan despertó con las energías de siempre, se vistió, desayuno y se fue para El Callejón Diagon, cuando llego, se sintió muy contenta, estaba devuelta en su mundo, el mundo mágico por supuesto, también se sintió rara, mas libre, como si fuera adolescente otra vez, se soltó el apretado rodete que llevaba en el pelo y sacudió su larga y abundante melena castaña, después de estar tantos años viajando a los lugares mas insospechados, volvía a donde todo empezó. Cuando estaba comprando túnicas (hermosas, de diversos colores), se miro al espejo del local y descubrió que tenia una estúpida sonrisa dibujada en el rostro: una sonrisa que no había visto en años. Termino de comprar sus cosas y se detuvo en el negocio de artículos para Quidditch, hacia tanto tiempo que no montaba en escoba... en eso recordó casi todos los partidos de Quidditch en los que había jugado, siempre de Cazadora y siempre al lado de su mejor amigo: James, quien era, para ella, el mejor buscador que Gryffindor había tenido. Solo faltaban los libros así que se dirigió a Flourish & Bloots en busca de ellos... después de elegir los mejores libros para dar su cátedra en Hogwarts (que eran cerca de mil) y cuando se disponía a pagarlos, choco con un chico, todos sus libros (y los del chico) se desparramaron por el suelo.
- ¡Por Dios!, que estúpida soy- grito Susan.
- Discúlpame, yo soy el tonto, no te vi venir- le respondió el chico, que tenia un cabello rojo encendido. Al instante, vino otro chico (idéntico al otro) a ayudarlo.
- George, ¿Qué hiciste?- pregunto
- Nada, no la vi.
Mientras ellos conversaban, Susan se dedico a levantar todos los libros (incluso los del chico) y miro uno, La guía de hechizos prácticos para 7º año, en la parte del nombre decía: George Weasley.
- ¿No serás que hijo de Arthur Weasley no?- pregunto interrumpiendo la conversación de los hermanos.
- Si lo somos- se adelanto el otro chico.
- Por casualidad, ¿Su padre se encuentra por aquí?
- Si , esta en la heladería.
- ¿Me llevarías?
- Claro
Con esto, Susan pago sus libros y se fue junto con los dos muchachos.
Al llegar a la heladería vio a Arthur, estaba mas calvo, pero no había cambiado en lo demás, seguía siendo el Arthur que ella conoció.
- Arthur, ¿Cómo has estado?- dijo Sussie quitándose los anteojos.
- ¿La conozco?
Esto ya se estaba volviendo tedioso.
- ¿Susan March?, ¡Por Dios!- gritó parándose de un salto y abrazándola- Esta muy cambiada.
- Tu también- respondió ella sonriendo- ¿Señora Weasley?
- Exacto querida, he oído tanto de ti- dijo extendiéndole una mano.
Susan observo que había siete personas mas sentadas, cinco con pelo rojo y el otro era un chico de pelo negro revuelto, le pareció extrañamente conocido.
- ¡Dios mío!, ¿Todos ellos son tuyos?
- No, claro que no, te presento a mis hijos: el es Bill, el es Chalie, el es..
- ¡Whaterby!- grito Susan de repente- ¿Qué haces aquí?.
- Es... es domingo.
- Ah ya veo... eso no explica que estas haciendo con los Weasley.
- Ellos son mi familia, señora
- Señorita... ¿Tu apellido no es Whaterby?
- Claro que no, eso es un invento de los chicos de la oficina... mi antiguo gente no sabia bien mi apellido y me decía Whaterby, señorita March
Los dos chicos con los que Susan se había chocado en la librería se retorcían de la risa.
- Ya veo, ¿Me decías Arthur?
- El es Percy, ellos son Fred y George, creo que ya los conoces, el es Ron, ella Ginny y el es un amigo de Ron, Harry Potter.
A Susan se le hizo un nudo en la garganta, claro que era conocido, ¡¡¡¡¡¡Era el hijo de James y Lily!!!!!!. Sin poder articular palabra, se sentó en una silla libre.
- Harry...-dijo por fin- ¿Cómo estas?
- Bien, señorita, pero veo que usted no... se siente mal, le pasa algo.
- N...no, claro que no, estoy bien.
- Es el efecto de conocer al famoso Harry Potter ¿Impresionada ja?
- Cállate- repuso Harry.
- Escucha... Ron, yo conocí a Harry antes de que comenzaras a hablar, ¿Ok?
- Bien...- contesto Ron con la cara tan colorada como su pelo.
- Ahora... en que estábamos... ah si, Harry, que crecido que estas.
- eh... en realidad soy pequeño para mi edad señorita.
- Llámame Susan
- Susan
- No eres para nada pequeño... Arthur, así que... Departamento de Uso Incorrecto de Objetos Muggles eh?, debes estar orgulloso, es lo que siempre has querido, no?
- si... y tu?, Directora de Departamento en el de Defensa Contra las Artes Oscuras... ese es el mas difícil.
- No lo creo, igualmente es un trabajo temporal, ya conseguí otro...
- ¿En donde?
- Confidencial, no puedo decir nada hasta que me instale, pero pronto lo sabrán...
En eso llego corriendo una chica morena, de cabello castaño y muy bonita.
- ¡Chicos!, pensé que nunca los iba a encontrar...
- ¿Hermione?- pregunto Ron poniéndose colorado de nuevo- Estas muy cambiada.
- Gracias... ¿Cómo estas Harry?
- ¿Muy bien y tu?, ¿Cómo la pasaste en España?
- Muy bien, yo- y cuando miro a Susan abrió mucho los ojos-¡Dios mío! ¿Es usted Susan March?- Susan asintió lentamente- Me firmaría un autógrafo, digo usted, su trabajo, su vida ¡Es increíble!
- Me hablas como si tuviera 1000 años... aparte ¿Un autógrafo mío?, por favor...
- Sigues siendo famosa- dijo Arthur con voz melosa.
- Cállate, te pareces a Sirius- y corto su frase bruscamente.
- ¿A quien dijiste?- pregunto Harry
- A nadie no importa -" que estúpida soy, como voy a decir ese nombre enfrente de Harry Potter".
- No, dijiste que el Sr.Weasley se parecía a Sirius... ¿Lo conociste?¿Conociste a mis padres?
CONTINUARA...
