Los personajes de Naruto NO me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto

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Naruto acostumbra que todo salga a como lo planeó, pero claramente esa no era la ocasión, ver a la Diosa afrodita, señora de sus mas grandes sueños y amenazadora de su vida y tiempo, claramente no es lo que él esperó.

Tras que la bella dama se marchara de su castillo años atrás, esperaba como mínimo un milenio antes de verla de nuevo, sin embargo allí estaba, con un hermoso vestido lila y blanco que deja al descubierto sus delgados brazos, mostrando las clavículas que, a Naruto le están tentando. Al dios Crono parece que nada puede afectarle, pero no es de piedra y lo hace evidente cuando, frente a sus ojos, aquella doncella muerde sus delicados labios rojos.

—Mi señora —le llama Cronos sentándose a su lado

—No recuerdo haber pedido compañía —dice con una sonrisa la dama

—Bueno, supuse que sería grosero de mi parte dejar sola a mi prometida —atacó él con una sonrisa ladina

—Han pasado trescientos veinte años desde que nos conocimos, sigo si encontrar mi monumento cariño —se burló ella

—Entonces estamos es iguales condiciones, puesto que no he recibido mi beso de aceptación, no puedo ordenar la construcción de tal monumento

Hinata se rió con fuerza, arrastró su lengua por su labio inferior y lanzó aire contra su pecho con la mano derecha.

—Cariño mío —dijo ella—, me temo que no habrá unión alguna hasta que mi venganza sea cumplida

—Le he rogado me disculpe, no he planeado traerla al mundo con los testículos de un Dios sin valor

—Eso no es relevante ahora mismo

Naruto observó a la Diosa afrodita morderse los labios, era una tentación tenerla en frente, mas aún cuándo la mujer le coqueteaba de forma evidente.

Las copas se alzaron en salud de Urano, el Dios que celebraba su milésimo cumpleaños, Naruto sonrió sin levantar su copa, observando como la Diosa que lo tenía en la locura, dejaba ver su sonrisa brillante con los ojos atentos a donde Urano, cenaba con sus queridas.

—No deberías hacer eso, mi preciosa dama —comentó coqueto Cronos

—¿Hacer qué, cariño? —respondió ella inclinándose sobre el Dios, rodenando el cuello del hombre con sus delgados labios—, solo estoy jugando

—Morder tus labios —respondió el hombre oliendo el cuello de Hinata—, podrías tentarme de más, provocar que te lleve a casa entre mis brazos y te haga el amor por años, para que concibamos descendencia y te haga mi esposa de una vez por todas

Hinata rió con diversión antes de tomar el rostro de Naruto entre sus manos, saborearse un instante antes de robar al hombre un beso caliente, mordiendo los labios ajenos y acariciarle un momento.

—Quizá otro día, por ahora disfruta del espectáculo

La diosa se alejó del perplejo hombre y, moviendo sus cadera se encaminó a la salida, regresó sobre su lugar y lanzó un beso lejano a Naruto que se encontraba sonrojado y, totalmente excitado.

La vio perderse tras la gran puerta de diamantes, se controló para impedirse a si mismo ir tras la hermosa mujer, al menos no hasta que su monumento estuviese listo. Regresó su mirada a donde Urano estaba totalmente enojado, admirando sus testículos que entre la sopa estaban nadando.

Naruto rió a carcajada limpia, Afrodita realmente no mentía, eso la hacía mas perfecta, le confirmaba que era la Diosa que él quería para ser su mujer.