Anuncio de responsabilidad: Todos los personajes pertenecen a Andrew W. Marlowe, a pesar de que han encontrado su propio camino a mi corazón.
Siente el brazo algo adormecido. Un hormigueo lo recorre desde el hombro hasta la yema de los dedos. Tienen sus manos cogidas, sus dedos entrelazados, descansando entre ambos sobre el banco del asiento trasero. Kate les da un pequeño tirón y las coloca sobre su regazo. La tela azul marino de su vestido brilla con miles de centelleantes lentejuelas, tanto su piel como la de Castle viéndose pálida en comparación con el tono azul oscuro de su traje de noche.
Están a tres manzanas de su destino, el tráfico se está densificando. La luz del semáforo salta a verde y el conductor gira a la derecha. Inconscientemente, Kate suspira profundamente.
—¿Estás bien? —la voz de Rick resuena suavemente, pero Kate puede oír el deje de preocupación en su tono. La ansiedad hace que los dedos de él se aprieten un poco más alrededor de los suyos, su alianza de oro prensada entre los dedos corazón e índice de Castle.
—Sí —Kate ladea la cabeza y la apoya contra su hombro.
Ha estado nervioso todo el día, insistiendo toda la tarde en que si no le apetecía, no era necesario que fuera. Es la fiesta de presentación del sexto libro de Nikki Heat.
Están en silencio durante un par de segundos y luego una pequeña risita escapa de los labios de Beckett.
—¿Qué? —murmura él.
Ella sacude la cabeza ligeramente.
—Nada —susurra con una sonrisa. Y entonces se ríe otra vez.
—¿Qué? —inquiere Castle más insistente, volviéndose hacia ella.
Kate no responde. En su lugar, le coge la mano izquierda y presiona su palma sobre su estómago. Esperan por un corto momento y ambos lo sienten.
Castle es el que se ríe esta vez, poniendo su otra mano sobre el pequeño bulto.
—¡Una patada!—su rostro irradia felicidad—. ¡Kate, la niña ha dado una patada!
—O el niño.
Pero Rick niega con la cabeza, su sonrisa amenazando con partirle la cara en dos.
Castle quiere una pequeña Kate; ella quiere un niño de ojos azules.
Pero está segura de que dentro de cuatro meses no les importará lo que sea. Porque tendrán a su propio bebé en sus brazos.
;)
