Renuncia: todo de Kohei Horikoshi, sensei.

Prompt: 005. Diario íntimo [Tabla "Infancia"; fandom_insano]

N/A: ew, odio esto. Es algo así como un pre-slash, con mis usuales desvaríos porque el mundo necesita más Tododeku, bye.


i.

Todoroki Shouto no puede comprender a Midoriya Izuku.

Es un enigma. Un muchacho de naturaleza, con cabellos de hojas de arbusto sin peinar. Y tiene voz suave, pero no femenina, sólo suave, que conforta en muchas maneras inexplicables y complicadas pero a la vez tan sencillas. Y sus ojos son de pasto, tan brillantes y esperanzadores y– maldita sea, mente deja de vagar así. Todoroki aprieta los puños, un poco. Detente, piensa él, sin embargo los pensamientos tienen que regresar y girar sobre sí mismos, en una órbita de colores de papel y.

ii.

Midoriya lo ha mirado, tan fugaz como una estrella extraviada en sus constelaciones.

Hay una pista de rojo, un toque de necesidad. Midoriya avanza en su dirección y le observa con familiaridad (se fija en su cicatriz, esa tan vergonzosa y cruel pero no de una forma "Oh me da tanto asco" sino más bien como "Esa cicatriz es parte de ti y por eso no la repudio sabes" que a Todoroki le da un vuelco en el estómago).

Me estoy incendiando, cavila Todoroki. Me incendio vivo por su culpa y no me importa y ni siquiera he activado mi quirk.

Luego Midoriya le sonríe. Y Todoroki no sabe cómo reaccionar.

iii.

¿Por qué está actuando tan tranquilo si lo vencí en el festival deportivo? ¿Por qué estoy siendo tan idiota? Por qué

— U-uhm, buenos días Todoroki-kun —saluda. Él parpadea.

—... Buenos días.

Actúa tranquilo Shouto.

Midoriya asiente feliz, y se va. Sólo con eso. Sólo con todo. Como si él no le hubiese declarado una rivalidad hace poco, como si Midoriya lo apreciase y Todoroki no entiende, de verdad–

Todoroki Shouto no puede comprender a Midoriya Izuku.

(pero lo intenta, oh, cómo lo intenta).

iv.

— Podríamos ser amigos —suelta Izuku, de repente, y con atropello. Las palabras brotan como flores en pleno invierno, arriesgadas y valientes y algo tontas. Shouto permanece callado. Es que él no es muy bueno con sus habilidades sociales y tiene que ser Izuku entre todas las personas el que le pida algo así y pareciera que el universo disfruta de burlarse de él. Al notar su silencio Izuku se aclara la garganta y juguetea con sus manos—. B-bueno, eso pensé. Es decir, creo que eres realmente genial y tú viste algo en mí que te impulsó a desear vencerme y hey, por qué no. Si tú quieres.

— ¿Por qué? —Es lo único que consigue decir a cambio.

¿Por qué yo, por qué tú?

Izuku ladea la cabeza hacia un lado.

— ¿Por qué no?

Es un buen punto.

v.

Así que Shouto lo considera. Excepto que no hay nada que considerar porque ha tenido su vista fija en Midoriya desde el comienzo de las clases en Yuuei y hay algo en él. Algo que hace que Shouto no pueda decirle que no.

Por eso.

— Está bien.

Izuku lo mira incrédulo.

— ¿En serio?

— Sí —responde, y tras un momento de duda—. ¿Qué se supone que hacen los amigos?

— ¡Ah! Pues, almorzar juntos. Y charlar de temas triviales. Y hacer las tareas acompañados, o ayudarse mutuamente para estudiar en los exámenes. Y... esas cosas.

vi.

Esas cosas, como ayudarte a superar tu pasado y así conseguir que tengas un futuro mejor.

Esas cosas, como no ser capaz de dejar de mirarte.

Esas cosas, como pensar en ti cada que respiro.

Siente un cosquilleo en los dedos, más prefiere ignorarlo.

Sin querer le ha dibujado en la piel formas inconexas que saltan y se fusionan en un color sonrisa.

(y no están luchando más, pero de alguna manera Todoroki se siente perdido ante Izuku y para su sorpresa no le molesta en lo más mínimo).

vii.

Buscador de Google, cuenta de Twitter, usuario Ice&Fire.

¿Es normal querer tomar de la mano a un amigo?

[...]

¿Y pensar en él constantemente, a todas horas?

[...]

¿Los chicos pueden ser lindos? Creo que él lo es.

[...]

Lo más probable es que haya algo mal en mí.

[...]

Pero.

[...]

Me gusta estar a su lado, es tranquilizador.

viii.

Midoriya lo observa. Y Todoroki alza los ojos con cierta curiosidad.

— ¿Pasa algo?

Lo pilla con la guardia baja. Midoriya suelta una risa nerviosa.

— N-no, nada. Es sólo que–

— ¿Qué?

A Todoroki le arden las orejas, y siente el cuerpo pesado y la garganta se le seca y sólo por muy poco consigue comportarse normal.

— Tu quirk —dice Midoriya al fin—. Luce muy bien cuando usas ambos, el fuego y el hielo. Eso es todo.

— Ah.

— Espera —pide él súbitamente, y se muerde los labios—. No es todo Todoroki-kun. Hay más.

(Más de mí queriéndote, más de mí siendo invadido por la fiebre, considera Todoroki. Más no lo expresa en voz alta, porque es ridículo e irreal, no hay manera en que Midoriya se sienta de ese modo con él ¿cierto?).

— ¿Y qué es? —Inquiere, sólo para distraerse.

— Esto.

ix.

Midoriya toma su mano entre las suyas con algo de torpeza, sus palmas callosas se tocan, le traza líneas invisibles, letras burdas y apresuradas en su piel de nieve y fuego. Un instante. Después le da un apretón y Todoroki olvida cómo respirar. Y entonces lo suelta.

— B-bueno, era todo lo que tenía que decir. Y, eh, Uraraka me está llamando. ¡Así que adiós!

Y corre, literalmente.

Todoroki permanece inmóvil.

Este es Midoriya. Este es Midoriya y este soy yo. Estos somos nosotros dos y.

Oh.

x.

Incluso en su ausencia su mano permanece cálida.